Cinco Minutos en el Cielo


Y este es la última actualización por ahora. La lap en que trabajo va y viene y mañana no la tendré. Por cierto el lemmon ya esta en línea.

Pero al final ya hablaremos de los detalles, sin más vamos con el capitulo.

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Una vez las tres gemas pequeñas escucharon cual era el sabor de Perla, decidieron irrumpir en el cuarto de la blanca y detener toda la situación.

Las tres se dejaron caer por la charca ante un innecesario grito de guerra de Amatista:

-¡Alto allí bellacos!- dijo la púrpura quien se había recogido el pelo en una cola.

Perla y Steven quienes estaban enzarzados aún contra unas de las paredes del cuarto se quedaron viendo sorprendidos como sus amigas los rodeaban.

-¿Acaso nos dijo bellacos?- pregunto la blanca.

Amatista brincó para convertirse en el bólido blanco y acercarse velozmente a la pareja, dar una serie de vueltas alrededor de ellos y luego lanzarse a los brazos de Steven que, nuevamente no tenía idea de que era lo que estaba pasando.

-Quiero probar al Steven XL- dijo Amatista mientras colgaba del cuello del muchacho -¿te gusta mi peinado Stivi?- dijo sonrojándose.

-Aaam...- miró a los lados y las chicas estaban sorprendidas por el movimiento de la peliblanca – sí, ya sabes que me gusta que te arregles así-

Y ella lo besó.

-mmmmh siempre debes tener tu chicle de uva- dijo Amatista al separarse.

-¿Por qué vienen a interrumpir a mi cuarto?- se exasperó Perla tomando a Amatista por la blusa (como si fuera un gato).

- ¡¡fssss!!-

Amatista le gruño (como si fuera un gato) mostrando puros colmillos.

-Deténganse ahora- completó Rubí.

-Debemos hablar de esta situación- dijo Zafiro para luego fusionarse con Rubí manifestando a Garnet.

-Gemas, paremos esto un segundo- dijo la escarlata con la mayor tranquilidad que podía.

Cuando Steven vio a la fusión sintió nuevamente algo. La veía...sexy. Pero se controló.

-Chicas, lo que dice Garnet es verdad. Algo está ocurriendo y es necesario analizarlo- el chico aún mantenía un tamaño mayor, como un verdadero adolescente de casi 15 años.

-Yo también estoy sintiendo cosas que no son normales y estoy seguro que no tiene que ver con la pubertad, si no con el hecho de ser un hibrido- se quedó en silencio un momento y continuó.

-Yo también...quiero continuar con los besos y demás...y... aunque suene feo, lo deseo con todas- de pronto se sintió muy triste por sonar como un don juan frente a esas gemas que lo querían tanto pero cuando alzó la vista se dio cuenta que no había elegido las mejores palabras.

Todas estaban sonrojadas. ¿Les emocionaba que las deseara a todas?

Steven reunió fuerza de voluntad para mantener el control y no empezar algo que podría ser muuuuy placentero, pero muuuy desastroso para sus relaciones.

-Por ahora debemos abstenernos de llegar más allá- dijo.

-Si...y no Steven- dijo seriamente Garnet –desgraciadamente estas sensaciones son muy fuertes, platicando con Amatista llegamos a la conclusión que para poder avanzar en investigar que pasa, bueno, necesitamos bajar los niveles de ansiedad. Si no me crees.- se dirigió a Perla y le preguntó.

-Perla, ¿tú cómo te sientes en este momento?-

-Yo...-volteó a ver a Steven- yo quiero seguir en lo que estábamos haciendo, hasta que "alguien" nos interrumpió- volteó a ver a las demás.

-¿Es normal lo que sientes?- siguió Garnet.

Perla dudó un momento.

-No, es muy...muy intenso- y se llevó una mano al pecho y se dio cuenta de algo preocupante

- ¡rayos! si en este momento atacara una gema corrupta estaría bastante fuera de concentración para pelear- exclamó la blanca.

-Estoy de acuerdo, debemos ver la manera de resolver esto, y poder bajar el nivel de esta ansiedad- dijo Amatista.

-Y...¿que sugieren?- dijo el chico casi con miedo a preguntar.

-Bueno- dijo Amatista- una vez en una de esas fiestas alocadas de Greg los jóvenes estaban jugando alocado. Quizá funcionaria.-

-¿De que hablas Amatista?- pregunto Perla con ojos entrecerrados.

-Bien, el juego se llamaba 5 minutos en el cielo, se elegían una pareja al azar y se metían en el closet 5 minutos y pues, nadie sabía que habían hecho- finalizó la purpura.

-¿A qué tipo de fiestas asistía mi padre?- cuestionó Steven.

-Huuy si supieras, ¿recuerdas aquella vez Garnet en aquel evento en donde sacaron una extraña hierba ver...-

-¡Amatista! No...ahora...- dijo molesta entre labios la blanca.

-¡¿Quee?! –Exclamó la morada y continuó -era como del color de Peridot y Garnet después de probarla se rio por horas-

-¡Basta!- se exasperó la escarlata- ¿aceptan o no?-

-¡Desde luego!- dijo Amatista sonriendo.

-Pues...yo igual...- dijo Perla.

-Es un hecho entonces- finalizó Garnet – después de que cada una tenga sus 5 minutos en el cielo, van a ir al granero y comentarles la situación a Lapis y Peridot. Y ver si nos pueden ayudar con cualquier información que puedan aportar-

-Oigan- interrumpió Steven levantando la mano.

-Y no me van a preguntar si yo estoy de acuerdo-

Las tres gemas se le quedaron viendo con algo de fastidio.

-¡Estoy de acuerdo! ¡claro! pero hubiera sido bonito que preguntaran- finalizó el chico quien analizaba que nunca podría quitársele de la mente la idea de que Peridot era color verde marihuana.

-Bien, solo queda determinar quien inicia-demandó Garnet.

-¡Esperen! – Respondió inmediatamente Steven –en eso yo quiero decidir-

-Bien, tú escoge Stivi- dijo Amatista –por mí no hay problema – dijo la morada contorsionando su cuerpo mientras movía su cola de caballo de un lado para otro coquetamente.

En realidad las gemas pensaban que se iba a llevar Perla a los 5 minutos debido a lo que habían visto pero la elección las sorprendió.

-Este....Garnet, ¿podríamos iniciar tu y yo?- la susodicha respiro hondo para luego responder con una sonrisa traviesa- desde luego-

Todos salieron del cuarto de Perla y luego Steven y la escarlata cruzaron la puerta de regreso, ahora al cuarto de Garnet.

Reloj en mano (el reloj del cuarto de Steven) Perla y Amatista esperaban con cierta ansiedad sentadas en la sala. Estaban emocionadas por lo que podían hacer en ese tiempo.

-Es increíble que esto esté pasando ¿no crees? – comentó la blanca.

-Jamás en mis locos sueños pensé que esto podría ocurrir. Vamos a estar 5 minutos con Stivi haciendo cosas – contesto la púrpura – y la verdad estoy emocionada-

Luego, la morada miró a Perla con algo de tristeza mientras jugaba nerviosamente con su cabello. Se veía como si quisiera llorar.

-Perla, creo que me gusta Steven...mucho...-

Entonces desde la cocina se acercó a la sala, una joven de piel morena que se colocó enfrente de ambas gemas.

Dentro del cuarto de Garnet, ella y Steven estaban recostados sobre una especie de almohadón en un tipo camastro color café. Era suave y entraban perfectamente ambos.

-¿Se van a desfusionar?-cuestionó el joven.

-No, esta vez me toca a mí, no a ellas. Tengo una enorme curiosidad por conocer que sabor tengo yo para ti- y le sonrió.

El chico no espero más y se colocó encima de la gran escarlata, la cual entrelazo sus brazos por el cuello de él.

Ella desapareció sus lentes y Steven pudo notar que tenía una mirada dulce.

Steven le sonrió y se dirigió a su rostro; sin embargo cuando iba a dar el beso se desvió hacia el cuello de la roja.

-Steven, eres un...tramposo...- suspiro Garnet hundiendo sus dedos entre el cabello del joven.

-Tenemos cinco minutos- le susurró Steven al oído para luego continuar atacando su cuello.

Afuera.

-¡¿Qué están haciendo?!- preguntó algo exaltada Connie.

Tanto Perla como Amatista no tenían ni idea de que decirle a la morena y balbuceaban incoherentemente.

-¡¿Qué significa eso de los 5 minutos?! ¡¿Ustedes están abusa...!?-

-¡Silencio!- gritó Perla con la autoridad que le daba ser la maestra de la joven -¡no sabes nada así que no te permito que hables así!-

Connie no dijo más.

Perla entendió que su pupila ya tenía una idea demasiado general como para intentar engañarla, así que simplemente la invitó a tomar asiento a lo cual la morena accedió.

-Mira Connie, escucha con atención que no voy a repetir; paso lo siguiente...- comenzó a relatar la blanca.

Dentro.

Había una batalla en el camastro, de pronto Garnet colocaba al chico bajo ella y atacaba su cuello pasando su lengua en él mientras acariciaba su pecho. Luego él la colocaba boca abajo y pasaba su lengua por su oído bajando su mano hasta sus caderas.

Garnet soltaba leves gemidos.

Entonces el chico se detuvo y se le quedo mirando.

-Ya es hora- le dijo.

Ella puso mirada de angustia.

-Pero aún queda tiempo...- le respondió la escarlata.

-Ya es hora de saber a qué sabes Garnet-

Y la besó profundamente, probando sus gruesos labios.

Garnet lo abrazó inundada por una felicidad extraña. Acariciaba la espalda del joven mientras su lengua luchaba con la de él. Él tenía una mano en la nuca de ella y la otra en la parte superior de acariciando su cabeza.

El beso se profundizó aún más. Y la respiración se hizo agitada.

-mmf..aah..Ste..ven- mencionaba la escarlata entre besos.

Al separarse, el chico le dio una ligera lamida a la pequeña nariz de la roja. La cual rio levemente.

Tienes un riquísimo sabor a chocolate amargo.

Garnet se rio nuevamente, simplemente estaba feliz.

Fuera.

-¿Entonces sus formas físicas están afectadas por...los besos con Steven?- mencionó Connie con cierta incredulidad.

-Parece increíble, pero es así amiga- apuntó Amatista.

-y entonces están buscando una forma de arreglarlo, pero como están desconcentradas, tuvieron la idea de mermar su ansiedad...- continuo la morena.

-Pasando 5 minutos a solas con Steven, si Connie- completó Perla.

-Y además, para variar, Steven les encontró sabores- dijo un poco exaltada la joven haciendo ademanes con las manos.

-Y...si...-dijo la púrpura con una leve sonrisa.

La joven llevó una mano al rostro (un palm face) con fastidio.

-Esto suena a como un mal fanfic- expresó la morena.

-¿qué?- pregunto Amatista.

-Nada, nada- respondió con disgusto.

Connie se quedó un momento en silencio pensando la situación cuando de pronto la alarma sonó. Ya habían pasado los cinco minutos.

Se paró y fue a la cocina.

Mientras eso sucedia la puerta del cuarto se abrió y salió una muy sonriente Garnet y un chico apenado detrás de ella.

-Resulta que mi sabor- dijo Garnet apuntando a la blanca y la morada- es el chocolate amargo- dijo con cierto orgullo.

-Entonces con chance yo sepa a chocolate dulce- dijo una voz en la cocina.

Steven volteo a ver a la cocina y encontró la mirada de fastidio de su amiga morena y en serio quiso estar una semana antes de que todo esto comenzara.

-¡Connie!- dijo Steven quien dé la impresión regresó a su tamaño normal.

Garnet se sonrojo mientras exclamaba un ligero –oops- para luego preguntar a las otras gemas.

-¿Que tanto sabe ella?-

-Todo- respondió Perla, no tuve opción.

-¡¡Exijo mis 5 minutos!!- exclamó Connie apuntando con el dedo a las Cristal Gems.

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Y bueno, ¿que les ha parecido? Connie sintió los celos de verdad y no se quiere quedar atrás.

Esto se pone candente y eso que aún falta Lapis y Peridot. Y también el misterio de por que el Sabor de Steven afecta tanto a las gemas.

Un saludo a todos los buenos chicos que comentan, no dejen de hacerlo. No estamos viendo próximamente.

Saludos y Gendouuuuu fuera.

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