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"Pss.."
Se removió incómodo sobre las mantas que lo envolvían.
"Psss.."
¿Qué mierda? Su rostro se arrugó ligeramente sintiendo que su sueño era perturbado y su paz mental se iban. Sus manos frotaron con pesadez su rostro mientras despertaba dirigiendo su mirada hacia aquél susurro que lo llamaba.
"¿Qué quieres?" Gruño de manera molesta. Sus cabellos negros descabellados mientras trataba de no darle un puñetazo a Zenitsu quién lo miraba atentamente y preocupado.
"¿Sucedió algo entre tú y Tanjiro?" Su voz era como un susurro débil, sentándose al lado de Genya mientras jugaba con sus propias manos.
Por supuesto, su aroma había cambiado desde que tuvo sexo con el Kamado. No pudo evitar gruñir fastidiado y asentir.
"Él..." El de cabellos amarillos hizo una pausa como si tuviera temor de querer saber la verdad.
"No, no me marcó. Solo fue sexo casual para mí." Genya responde de mala gana. Sentándose sobre la camilla mientras truena su cuello.
Zenitsu parece suspirar aliviado y asentir.
"Entonces..¿Qué pasará entre ustedes y nosotros?" El de corte Mohawk simplemente se alza de hombros. Ladeando su rostro mientras no puede evitar arrugar la nariz de manera rápida indicando su incomodidad respeto al tema.
"No lo sé y no es como si me interesará. Iré a ducharme." Su voz sale en un balbuceo perezoso.
Sus manos acarician su rostro de manera lenta quitando el exceso de agua. No puede evitar suspirar pesadamente mientras miraba hacia sus pies descalzos, la madera fría descansaba bajo él. Su mirar era pensativa sin embargo bufó al abrir la puerta de bambú y simplemente escabullirse por los pasillos de la enorme finca y detenerse frente a la entrada de la cocina.
Miró a todos lados. No estaba Aoi y sonrió lentamente, caminó hasta adentrarse al interior. Sus manos descansando sobre la encimera de madera mientras pensaba en qué hacer de comer.
"Hey, ¿Por qué mierda no has ido a acosarme con tus putos amigos?"
Su columna vertebral pareció temblar de manera rápida, sus pupilas se dilataron al igual que su cuerpo se tensó fuertemente.
Aquella voz grave y rasposa inundó sus oídos y tímpanos.
"Te estoy hablando, imbécil." Sanemi gruñó de manera rápida, sus brazos cruzados indicando que estaba molesto.
Por supuesto que no. Simplemente quería una excusa para acercarse al chico.
"Uh..¿Nemi?" Genya susurra, girando sobre sus talones para mirar cara a cara al de pelos blancos. "Pensé que habías dicho que me alejará de ti."
El mencionado parece no hablar por unos pocos minutos antes de reaccionar y simplemente empujarlo bruscamente del hombro.
"Eres un maldito necio no pensé que te lo tomarías en serio." Sanemi murmura entre dientes, sus manos aprietan sus propios brazos antes de suspirar y mirar a su hermano. "Eso no importa. ¿Por qué?"
Genya parece confundirse. Sus cejas se arquearon mostrando confusión.
"¿Por qué, qué?" Balbucea avergonzado. Y recibe un golpe en su nuca por parte del contrario.
"¡Qué por qué mierda te alejaste de mí!"
Sanemi grita mientras jalonea de los cabellos negros al Omega. No tenía paciencia ni ganas de tenerla.
"¡Ay, ay! ¡Ya te lo dije!" El chico jadea y sus brazos suben para tomar entre sus manos la muñeca izquierda de Sanemi intentando alejarlo de su cabello. "¡Basta! A este paso me dejarás calvo y yo no quiero!" Chilló irritado.
"¡No me digas que hacer, mierda insolente!" Sanemi rechistó entre dientes y soltó el puñado de cabellos que tenía en su mano. Dando pequeños pasos hacía atrás para darle espacio al menor.
"De todas maneras.." hace una pausa para jadear en voz baja y sobar su nuca. "¿Qué estás haciendo por aquí..?" Genya lo mira confundido y molesto por el jalón de greñas que Sanemi le había dado.
"Vine a buscarte. Pensé que un demonio por fin te había tragado pero lamentablemente estás aquí." El alfa no puede evitar ser tosco con sus palabras. Sin embargo suspiro pesadamente al mirar el rostro herido de Genya. "Vine a verte. No habías ido a provocarme más migrañas indeseadas."
"¿Estabas preocupado por mí?" Genya susurra mientras no puede evitar ocultar la pequeña sonrisita que se formaba lentamente en su rostro.
"No."
"Bueno, eso no parece ser cierto... sabés estaba pensando en considerar.."
"¡Vete a la mierda, adiós!" Sanemi gruñe avergonzado. Girando sobre sus talones rápidamente y darle la espalda al menor comenzando a salir de aquella finca con pasos rápidos.
"¡Espera, nemi!" Genya chilla arrepentido. Su brazo derecho se estira para tomar de la muñeca a Sanemi y obligarlo a detenerse.
"Sueltame o te mato." El peli blanco lo miró de reojo. Una vena remarcandose en su frente.
"Ven a almorzar conmigo."
Un silencio invade por momentos el lugar. El sonido de las respiraciones de ambos hombres es lo único que se escucha y sin embargo Sanemi no puede evitar gruñir y asentir en respuesta.
"Cómo sea. No me importa." Susurra a regañadientes soltandose bruscamente del agarre de su hermano. Comenzando a caminar hacia las afueras. "¡Qué sean bolas de arroz dulce!"
"¡S-si, nemi!" Genya grita. Y cuando el alfa desaparece de su vista no puede evitar jadear exasperado. Dejando caer su espalda contra la pared y su cuerpo soltando feromonas tímidas rápidamente. Su rostro se torna de un color rojizo tomate.
Y un chillido emocionado se escucha por todo el lugar..
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