It's working


Algún día

Cuarto álbum | Chasing cars

Momentos después de Cool song no. 1 | Stolen Dance


Sonrió con desgano ante el chiste que Claire acababa de soltar y del cual reía exageradamente como si realmente lo valiera. La rubia frente a ella sostenía una lata de soda dietética e intentaba no aplastarla por completo por la falta de sensatez que de repente le había llegado; y lo notó más cuando vio el ligero oscurecimiento de la tela de su blusa azul por culpa de las gotas de soda derramadas.

Silver frunció el ceño, abandonando un poco sus pensamientos queriendo recuperar la charla, pero su mano acarició, por encima de su suéter, una marca en su brazo derecho que la hizo ir de nuevo a ellos.

Tal vez pudo ir más lejos esa vez y dejar algo más en ella que no pudiese ocultar.

La risa de Claire la hizo regresar nuevamente; Silver se enderezó mejor abandonando su pose de aburrimiento y negó con su cabeza al entender que la rubia había preguntado algo.

Claire estaba nerviosa, relamía sus labios una y otra vez, arreglaba su cabello y cambiaba de posición como si todos la miraran; sus ojos miraban a otro punto por segundos como si esperara una respuesta. Silver comprendió que la rubia tampoco sabía que estaban charlando con exactitud.

—No sé cómo lo soportas—la castaña habló, viendo el fondo de su vaso de plástico antes de darle el último sorbo a su bebida; miró ligeramente por encima de sus hombros y vio a Wesley de pie charlando con Fred y Camille cerca de la puerta de ese departamento.

—No lo hago—respondió, relajándose un poco dándose por vencida—, es patético...

—¿Dónde está Oliver? —Silver se giró por completo al ver a Roel pasar justo al lado de ese trío que espiaban y se acercaba a ellas. Buscó alrededor pero solo encontró rostros desconocidos que hablan muy feliz de la velada que estaban teniendo aunque la razón no estuviese ahí—. ¿Dónde está Oliver? —preguntó nuevamente a Roel, cuando éste se posicionó junto a Claire un tanto confundido.

—No lo sé—frunció el ceño. El chico de cabellos oscuros intentó buscarlo también pero negó con su cabeza—. Estaba en la cocina conmigo y se fue a charlar con Wesley.

Silver apenas dejó terminarlo hablar cuando rápidamente fue hasta el mencionado, apresuradamente aunque sus pies dolieran como si pisara vidrios. Se metió al círculo de la plática entre Wesley y Fred, llamando la atención de inmediato sin importarle verse grosera.

—¿Dónde está Oliver?

—No lo sé—Fred enarcó una ceja—. Lo vi por...

—Me dijo que quería ir a dormirse temprano—Camille respondió—. Hace como cinco minutos se fue—señaló la dirección en la que el castaño se marchó al hablar con ella.

Silver suspiró, un poco desesperada. Corrió hasta la habitación del chico, apartándose de la música y las pláticas; intentó girar el picaporte pero éste no se movió, pegó su oreja a la puerta queriendo escuchar pero el silencio solo le preocupó más; golpeó con su puño la madera con la esperanza de que Oliver siguiera ahí.

—¿Qué pasa? —Wesley fue el primero en llegar con ella, contagiándose de la desesperación que emanaba de ella y tomando el picaporte en busca de respuestas mientras intentaba abrir también.

—Estás solo, Wes—fue lo único que ella pronunció.

—Permiso—Claire apareció detrás de ellos, buscando en la copia de las llaves que Oliver le hizo la segunda vez que ella se quedó con él. Rápidamente abrió aunque sus manos temblaran por escuchar los susurros de Silver pidiendo que todo estuviese bien.

Vieron sus sombras sobre la cama hechas con la luz de afuera, se quedaron perplejos al notar al chico que buscaban; recostado en la cama aun con la ropa que llevaba y tan quieto que costaba creer que se tratara de Oliver.

Silver fue la primera en entrar pero tomó la puerta tras arrebatarle las llaves a Claire e intentó cerrarla en sus narices pidiendo privacidad como si supiera que Oliver odiaría que todos fuesen testigos de lo que pasaba. Escuchó las quejas de los demás afuera pero las ignoro con cada paso que daba en la habitación que conocía a la perfección.

Lentamente se sentó sobre la cama, acercándose lo suficientemente a él como para colocar su cabeza sobre su pecho esperando escuchar algo dentro. Era un latido débil y lento, que por poco le hizo pensar que había muerto.

Sonrió limpiando sus lágrimas tras abandonar esa posibilidad y le tomó del rostro esperando a que él pudiese regresar un poco en su estado adormilado, fue cuando lo escuchó respirar. Acostumbrándose a la poca luz, lo único que quiso pensar fue que él estaba dormido tras ver esa expresión tan pacífica en su rostro y ciertamente reconfortante para ella.

—Está funcionando...—pronunció él, adormilado y ciertamente agotado por el esfuerzo tras soltar aquello.

—Dijiste que no lo harías otra vez—le reclamó, pero no sonó como tal. Temblando, intentó peinarle el cabello hacia atrás y poco a poco sintió como comenzó a llorar.

—Está funcionando—dijo de nuevo y fue lo último que supo de él en ese rato.


It's Working | MGMT

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