Cool

Algún día

Tres meses después de Cool song no 5 | Mess is mine

21 de Marzo de 2018

Silver miró el techo con cuidado, entrecerró sus ojos tratando de no lastimarse con uno de los focos, pues ya estaba aburrida de ver las paredes y las personas de ir a un lado a otro, tanto que el techo ya era algo del otro mundo.

Wesley estaba tenso, como si hubiese visto un muerto, mucho peor que Fred cuando Eleanor iba a nacer; la mezcla de ilusión, terror y repulsión por el hospital, solo le causaba una euforia que solo transmitía con sus palabras y que podías creer si ignorabas su expresión que decía a gritos sus ganas de querer vomitar en el bote de basura que estaba a un lado de la recepción de la sala de espera.

Atosigado por culpa de la madre de Camille quien parecía molesta por todo lo que Wesley hacía, Silver notó el alivio en su rostro cuando los vio llegar al hospital; tanto que hasta la abrazó para susurrarle que lo alejaran de esa mujer que no dejaba de alterarle los nervios y estaba a punto de pedirle que se callara de una manera no tan amable.

—¿Qué tan doloroso es tener gemelos? —bajó su mirada, y volteó a su derecha. Claire leía un libro en su teléfono y apenas si movió su cabeza en señal de que la escuchó.

—No lo sé, nunca he tenido hijos—respondió casi en murmuro—, pero si es muy complicado. Es pasar por el mismo dolor, otra vez después de unos minutos—levantó su cabeza y volteó hacia Silver—. Contando que nacerán prematuros, más de lo que se esperaba, confío que el primer bebé esté acomodado para salir y no de problemas.

—¿Y si no es así la van a rebanar?

—Probablemente—enarcó una ceja—. Muchas mujeres prefieren cesárea porque no quieren sufrir el dolor de un parto natural pero no toman en cuenta la lenta y dolorosa recuperación que les tocará pasar.

—Mhh, creo que no quiero tener hijos—Silver regresó su mirada al techo y cruzó sus brazos.

Claire rio.

—Ayudarás contra la sobrepoblación mundial.

—No me veo siendo mamá de alguien—bufó.

—Wesley no quería ser padre y míralo—señaló con la barbilla, donde Wesley estaba de pie bebiendo un vaso de café junto a Fred quien parecía preocupado por su amigo, escuchando todo lo que éste le decía.

—Pero es diferente, yo no soy maternal en ningún sentido.

—¿Quieres que te recuerde a Sue?

—¿Podrías apoyar mi noción?

—La apoyo, solo te digo que a veces la vida te cambia. Admiraré mucho si mantienes eso—bloqueó la pantalla de su teléfono y se estiró un poco—. Creo que me iré a casa, ¿vienes?

—¿Tan pronto?

—Tengo que haces cosas mañana temprano y no creo que los bebés salgan en...—desbloqueó de nuevo la pantalla para ver la hora—. Con suerte lo hacen en la madrugada, a menos que decidan intervenir quirúrgicamente.

Silver hizo una mueca, le miró y después a Wesley a lo lejos. Suspiró—: Iré al baño antes—tomó su bolso y se puso de pie, dispuesta a buscarlo.

Claire asintió e imitó la acción de su amiga, pero no se fue, simplemente la vio marcharse a su derecha, pero cuando la perdió de vista, sus ojos regresaron hasta Wesley quien estaba solo ahora. Buscó a Fred tras notarlo pero no lo encontró por ningún lugar de la sala. Respiró hondo.

Pensó en una despedida rápida que Wesley no pudiese refutar o impedir por culpa de su poca capacidad para analizar las cosas del momento; solo iba a pararse frente a él, desearle suerte y decirle que lo vería mañana, todo sin darle oportunidad de que hablara. Pero toda esa idea se vino abajo cuando Wes la miró pararse frente a él.

Lucía más confundido que hace minutos y estaba tan despeinado que parecía no haber dormido en días, combinado con ese vaso de café en su mano, cualquiera diría que la cafeína le estaba jugando una mala pasada.

—¿Estás bien? —preguntó, pero Wesley de inmediato sonrió de lado dándole a entender que ni él lo sabía.

—Mira—levantó su mano libre, colocándola frente a ellos—. No lo siento—la rubia notó como su mano temblaba aunque él intentara que no fuese así.

—No tengas miedo—rio.

—No sé si sea el miedo—la bajó.

—¿Cuándo te dejarán entrar con ella?

—Ah—frunció sus labios—, puedo hacerlo ahora pero su madre está con ella y creo que me desmayaré si entro a la profundidad de un hospital. Créeme—cerró sus ojos y suspiró—, estoy dando mi cien por ciento ahora para no desmayarme aquí mismo. El café me ayuda—quiso reír, pero en vez de verse relajado solo reflejó la tensión en él.

—¿Por qué no te sientas? —le tomó del brazo, obligándolo a retroceder hasta que cayó en uno de los asientos—. Respira hondo—le pidió y Wesley lo hizo.

—Esto está mal.

—Es normal estar nervioso y si sumas que le temes a los hospitales... No es un buen combo—se sentó a su lado.

Wes simplemente negó con su cabeza y le dio un sorbo a su café.

—Tenía que engendrar dos—bromeó—. ¿Premio doble?

—Y te sentías a salvo lejos de tus hermanos.

—Un día estás asustado en la cama de tus padres porque tus hermanos mayores te hicieron una broma con una máscara de payaso y luego aquí... ¿Te he dicho que mi vida está llena de sucesos irónicos que me hace pensar que a Dios le gusta burlarse de mí?

—Siempre.

—Este es uno de ellos.

—Wesley...—susurró, perdiéndose en la imagen del elevador frente a ellos. Armándose de valor por medio segundo pero abandonándolo casi de inmediato recordando el lugar en el que estaban.

—¿Sí?

Claire le miró y se dio cuenta de que él ya lo hacía. Mantenía una sonrisa sincera y sus ojos pequeños por culpa de ésta, los cuales reflejaban un color grisáceo por culpa de la luz de la sala de espera que casi dejaba ciega a Silver.

—Espero...—relamió sus labios, dejando que todo regresara—, espero que ellos tengan tus ojos—quiso arreglar.

—Mmh... —asintió riendo, y bajando su mirada a sus pies—. Solo esperemos que no hereden mi mal genio.

—Eso se puede arreglar—se encogió de hombros.

—Tú lo arreglabas.

Wesley frunció el ceño tras escucharse, rascó su nuca e intentó reír para que la broma sonara convincente. Claire iba a preguntar por más sobre el tema pero cambió de parecer ante el brillo del anillo de Wes que tenía en su mano cuando la pasaba por su cuello; pero aun así pudo sentir sus mejillas sonrosarse y de inmediato se puso de pie.

—Me tengo que ir, es tarde para mí.

—Sí, entiendo—él le miró nuevamente—. Entraré—afirmó, regresando al inicio de la charla.

—Dales una buena bienvenida.

—Intentaré darles una buena vida.


Cool - Gwen Stefani

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