Capítulo 1
Las manos le sudaban, estaba completamente emocionado, aunque este era solo un simple partido de práctica. Atsumu acababa de colocar para él, hizo un espléndido remate cruzado hacia sus oponentes anotando el punto ganador para su equipo.
- Buen remate Bokuto-san - Un Hinata no tan pequeño de estatura como en el pasado, adulaba al "arma láser" de los Black Jackals Bokuto Koutaro.
- ¡Hey hey hey! Así es como se remata Hinata, aprende del mejor remata... Ouh - Bokuto volteo a ver la hora del reloj que se encontraba pegado en una de las paredes de la cancha de voleibol.
- ¿Qué sucede Bokuto-san?
- Debo irme, voy tarde a cenar con Hana-chan, ¡bye bye! - El peliblanco con raíces negras, salió lo más pronto posible hacia su apartamento, el cual compartía con su novia desde hace ya un tiempo.
Los demás miembros del equipo solo negaron con sus cabezas viendo hacia la puerta por donde había salido hace unos segundos el ojidorado.
- Bokuto no cambia, debería haber superado esa etapa ya, ¿No creen?
- Cada quien sufre a su manera y cada quien supera y avanza a su manera Tsumu
- ¡Meian-san!
- Hinata - El capitán de los Black Jackals sonrió a su nuevo integrante.
- Tienes razón Meian-san, pero sigo pensando que ha pasado mucho tiempo para que siga actuando de esa manera.
- Tal vez es parte de un nuevo ritual de Bokuto-san - dijo Hinata con una mano en su mentón
- ¿Ritual? - dijo el resto del equipo al unísono.
- Sí, como la final contra los Adlers está cerca y es la primera vez que jugamos, bueno, que Bokuto-san juega sin...
- Pueden dejar el parloteo para después y empezar a ordenar de una vez por todas. - Sakusa ya irritado por su plática interrumpió a Hinata, dejándolo con las palabras en el aire.
- Es cierto, Sakusa tiene razón, terminemos de ordenar y vamos a cenar, invito yo.
Los ojos de Hinata brillaron al escuchar las palabras invito y cenar en la misma oración, así que con la misma velocidad con la que corre a rematar, se apresuró a ordenar para poder, al fin, disfrutar de una exquisita comida sin pagar un centavo.
Estaba seguro de que a su novia se le olvidaría hacer la cena o que tendría demasiada pereza como para hacerla, por lo que antes de llegar a casa pasó por un restaurante y compró una pizza para él y su pareja.
Como pudo sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta de su apartamento, entró y cerró la puerta atrás de él, colocó la pizza y las llaves en la pequeña mesita y quitó sus zapatos. No se escuchaba ningún ruido proveniente de la cocina, de hecho, no se escuchaba nada en el apartamento.
- Hana-chan, estoy en casa - Caminó hacia la sala de estar, encontrándose con un bulto en el sillón tapado con una sábana. - Hana-chan, ya llegué, despierta quieres - Nada - ¡Haaaaanaaaaaa-chaaaaaan! - El repentino grito del ojidorado hizo que la joven cayera al suelo, al hacerlo despertó por completo, miró a Bokuto con un aura asesina, estaba tan cómoda, a su manera, ya que por lo que el jugador profesional pudo ver, esa posición no tenía nada de comodidad.
- Bokutoooo moooh, ¿Por qué gritas? - Elevó su mirada hacia Bokuto e hizo un puchero mientras sobaba su trasero.
- Hana-chan, estuve hablándote suave pero nunca despertabas, no tenía otra opción - Pausó viendo que su novia no tenía ni inicios de perdonarlo por interrumpir su siesta. - Traje pizzaaa - Señaló la caja que anteriormente había dejado en la mesita del centro.
- Bien, estas perdonado, traeré los platos.
- Tranquila, lo haré yo - Besó la frente de Hana, (quien aún se encontraba tirada en el suelo de la sala) y se dirigió a la cocina - Listo aquí está todo - Colocó los platos y vasos en la mesa.
- Gracias, ¿Cómo te fue en tu partido?
- Fue solo de práctica, no era importante.
- Aun así me gustaría saber cómo derrotaste al otro equipo.
Bokuto sonrió al escuchar como su chica se interesaba por lo que él hacía y por cómo le iba. Era una de las cosas que más le encantaba, no importaba si era un simple partido de práctica, o si era la final de temporada, ella era así.
Amaba todo lo que tenía que ver con su novio, desde que jugaba en el equipo de Fukurodani hasta que se integró al equipo profesional de los Black Jackals, ella siempre estaba para animarlo y apoyarlo o para ofrecerle un abrazo si perdía algún partido, ella estaba, así como él estaba cuando tenía sus competencias de patinaje, ambos estaban y no solo cuando de sus pasiones se hablaba, estaban en todo momento, buenos y malos, peores y mejores, eso les encantaba. Aunque también tenían sus momentos de discusión como todas las parejas, aun así se amaban incondicionalmente.
- Y al final, Tsumu hizo un pase el cual logré rematar directo al borde de la línea, hizo fuuuusshhh. Y luego wuuuush y ¡BOOOOOM! - Se señaló así mismo - Hice el punto ganador - Con una sonrisa terminó de contarle a la ojiverde cómo le había ido en su partido de práctica.
- Wow, suena increíble Koutaro, me hubiera gustado estar ahí contigo - reposó su cabeza en su mano mientras miraba con unos ojos tristes a su amado.
- Tranquila Hana-chan, sé que siempre estás conmigo, siempre te pienso y eso hace que estemos juntos aunque sea de lejos, además me encanta contarte cómo viví el momento sin que tú sepas qué pasó, amo las expresiones de entusiasmo en tu rostro.
- Mooooh, Koutaro, no digas cosas tan lindas de repente, me sonrojas - Escondió su rostro tras sus manos para ocultar su sonrojo, mientras Bokuto reía por las palabras que acababa de decir.
- Déjame verte, te ves hermosa cuando te sonrojas - Intentó quitarle las manos de la cara, al no lograrlo comenzó a hacerle cosquillas a la castaña, iniciando así una guerra de cosquillas en la que por falta de fuerza, terminó ganando el más alto de los dos.
No paraban de reír, parecía que se quedarían sin aire en cualquier momento. Cuando al fin pararon, se quedaron recostados en la alfombra de la sala viéndose fijamente. Enserio es hermosa pensó Bokuto al verla respirando agitada por la actividad que habían tenido hace unos segundos.
- Eres el más bello ángel que jamás he visto en mi vida - Soltó el jugador profesional de repente.
- Y tú eres el hombre más guapo de todo el universo - Respondió la chica mientras se levantaba y le daba un beso en la frente - Deberíamos ir a la cama, se hace noche y mañana tienes entrenamiento.
- Está bien - Se levantó y caminó junto a su novia hasta la habitación que compartían - ¿Podemos dormir abrazados hoy?
- Claro que sí cariño - Se acostó al lado del más alto y lo abrazó.
- Eres lo mejor de mi vida Kataoka Hana, Cásate conmigo - Sonrió con los ojos cerrados, abrazando a su amada.
- Ya me lo has pedido dos veces más - Rio la castaña.
- Lo sé, pero no me canso de hacerlo.
- Descansa Kotaro, Te amo.
- Descansa Hana-chan, Te amo más
Y sin más ambos cerraron sus ojos para descansar hasta el siguiente día.
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