💌 6. ¿Existe instructivo para criar un robot? 💌

Si le dieran a Cupido una moneda por cada vez que despierta con un fuerte dolor en alguna parte del cuerpo, tendría al menos tres, pero fingirá que solo son dos por el bien de su dignidad. Por suerte, el dolor de cabeza es lo de menos...Esta bien, ¿a quién quiere engañar? Jamás había tenido una migraña así de fuerte y no quiere empezar a hablar del dolor en su oído.

Si sigue vivo es por mera terquedad de él y por capricho del universo.

Intenta levantarse de donde sea que este acostado, aún con los ojos cerrados, como si con ello pudiera fingir un poco más que el malestar no es más que un sueño.

-¡Ni lo intentes! -escucha a alguien decir a lo lejos -Usted no se levanta de esa cama hasta que este mejor, señorito.

Fede abre los ojos con pesar y gira hasta quedar recostado de lado; frente a él, un Rodo molesto aun en pijama camina hacia la cama en la que Cupido se encuentra. Sin esperar una respuesta, el demonio se sienta junto a él y lo vuelve a colocar boca arriba, sobresaltando al ángel.

-¡¿Qué te pasa?!-pregunta molesto Fede en voz alta

Rodo hace una mueca ante el volumen de la voz de Cupido, aprieta el puente de su nariz y voltea a ver a Fede con más calma.

-Te vas a lastimar. -dice intentando no sonar agresivo al gritar -Acabo de ponerte un parche así que no lo vayas a agarrar.

Aun con la advertencia, Fede dirige su mano hacia el parche, recibiendo un manotazo de su pareja. En un pobre intento de no seguir siendo regañado por el demonio, Fede se estira un poco y toma la mano de Rodo, apoyándola contra su mejilla; la sensación cálida que le da el contacto hace que sonría, cierra los ojos para disfrutar la caricia que su novio le da.

-No puedo enojarme contigo, ¿eh? -dice Rodo -Hazte para allá.

Tarda un poco en entender lo que le dice, pero entiende gracias al movimiento exagerado de las manos que hace Rodo, termina por moverse, dejando el espacio necesario para que el demonio se recueste a su lado. Sin demorar, Rodo lo abraza mientras Fede se recuesta en su pecho, disfrutando del sonido de su corazón.

-Extrañaba esto. -dice Fede en lo que cree es voz baja

-No ha pasado más de un par de días, -responde divertido Rodo -sabía que soy irresistible pero no esperaba que tanto.

Riéndose, Fede entierra el rostro en el torso de Rodo, arrepintiéndose rápidamente por una punzada en la sien. El demonio le mira preocupado, pasando con cuidado los dedos en el cabello del ángel, sus dedos desenredan algunos mechones blancos que quedaron pegados por la sangre.

-Vamos, no me veas así. -dice Fede haciendo puchero -Se pasará en un par de días.

-¡No tendría porque pasar! -responde Rodo molesto entre gritos

Fede se aparta por reflejo, sentándose bruscamente. Cierra los ojos, apoyando una mano contra su cabeza intentando calmar el dolor; Rodo no tarda en sentarse frente a él, tomando su muñeca con preocupación.

-¡Lo siento, lo siento! No era mi intención. -repite Rodo angustiado -¡En serio lo siento!

Reprimiendo el impulso de cubrir su oído bueno por el tono del demonio, Fede toca con el dedo índice la punta de la nariz de Rodo, distrayéndolo de sus disculpas. Pone su mano en su mejilla, atrayendo su atención a él.

-Estoy bien, -dice Fede lo más suave que puede -solo no esperaba el grito.

Rodo le mira, mordiendo su labio evitando decir lo que hay en su mente, sus ojos lucen acuosos, amenazando con el llanto. Fede no soporta esa mirada y abraza a su novio, envolviendo su torso con sus brazos y mirándolo desde su pecho. El demonio luce desconcertado un instante antes de sonreír y darle un beso en la frente, Fede se ríe al sentir como Rodmentor le desordena el flequillo.

Ambos permanecen así un momento, disfrutando la paz que les brinda la cercanía entre ellos. Finalmente, Rodo se detiene y recarga su cabeza en el hombro de Cupido.

-¿Porqué lo hiciste? -pregunta Rodo -Sabes que puedes decirme todo ¿no?

Fede asiente ligeramente, alejándose del abrazo para poder mirarlo; Cupido pasa una mano por su cabello y suspira, buscando las palabras correctas para decirlo ¿si quiera hay una manera de explicarlo? No lo pensó mucho cuando vio el mensaje y el pánico se apoderó de él.

-No quería que te hiciera daño. -admite Fede un poco más alto de lo que le gustaría -Fue tan...repentino, solo no supe cómo reaccionar.

-¡Pero pude protegerte! -dice rápidamente Rodo tomando por los hombros a Cupido -¡Yo fui quien mando ese estúpido mensaje! Es mi culpa

Al escuchar el sollozo de su pareja, Fede toma las manos del demonio con cuidado, quitándolas de sus hombros, y las lleva a su pecho, mientras su corazón late con fuerza. Un pequeño gesto que suele ayudar a Rodmentor a enfocarse cuando empieza a entrar en pánico.

-No es tu culpa. -asegura con confianza Fede -Todo esto no es más que un berrinche de Belial, no iba a dejar de molestarnos y contigo podría haber sido mucho peor.

-¡Por favor! -dice molesto Rodo apartando la vista -Soy un demonio de miles de años, no puede hacerme nada.

Fede lo mira preocupado, sintiendo la necesidad de gritarle que eso debió pensar Eros, el Cupido original. Sabe que sería muy cruel.

-Tal vez, pero...-continúa Fede intentando sonar tranquilo -al menos ya pasó. Todo estará bien ahora. -con suavidad besa los nudillos del demonio y sigue hablando más emocionado-Solo tú, yo y ese robot que al parecer adoptamos de la basura.

Los ojos de Rodo se abren enormemente ante la mención de Gianni, y por primera vez desde que despertó, Cupido tiene la sensación de estarse perdiendo de algo importante.

-Rodo...-Fede dice alargando un poco el nombre-¿Dónde está Gianni?

El demonio no tarda en pedir disculpas y salir corriendo de la habitación. Incluso desde el dormitorio puede escuchar los gritos de Rodo por toda la casa llamando al robot de todas las formas posibles, incluso esta seguro de haber oído un par de maldiciones cuando algo cayó al suelo.

Con calma, se dirige al borde de la cama, poniendo sus pies descalzos en el frio suelo, dándose valor para ponerse de pie. Antes de si quiera levantarse, ya puede sentir el mareo y nauseas invadiéndolo, pero se recuerda a si mismo que dejar a Rodo encargado de buscar algo es la peor idea que podría tener. Ese demonio no ha perdido la cabeza porque no puede quitársela, sin esa maravilla de la anatomía esta seguro de que la habría perdido hace siglos.

Despacio y dando pasos más pequeños que un bebé, logra apoyarse en la pared más cercana y avanzar, encontrando el ritmo adecuado para no terminar en el suelo. Incluso sin escuchar del todo, los gritos del demonio son lo bastante fuertes para saber que va de un lado a otro por la casa.

-¡Gianni! -grita Fede esperando que solo no quiera responderle al demonio -¿Gianluca?

Un grito más fuerte se escucha en la sala, seguido de un portazo. Fede, asustado, confía en que sus alas son más útiles por el momento que sus piernas, por lo que sale volando hacia esa parte de la casa.

-¡Lo encontré! -grita Rodo desde el suelo

Fede ignora al demonio y se dirige hacia el robot, quien, desde el suelo, intercambia la mirada entre Rodo y la puerta, sus ojos lucen ligeramente desenfocados, preocupando a Cupido ¿qué calabazas pasó mientras no estaba en el mundo de los conscientes?

Apurando el vuelo, Fede llega hacia ellos. Revisa con la mirada al robot, sin encontrar nada mal a simple vista, más allá del brillo en sus ojos y la respiración pesada, como si intentará reprimir el llanto; Rodo por otro lado pasa una mano por su rodilla, seguramente arrepintiéndose por ir corriendo en un sitio con el suelo más resbaloso que el dinero puede comprar.

-¿Gianni? -pregunta Fede en voz baja -¿qué ocurre, pequeño? ¿Dónde estabas?

Gianni no puede más y se arroja a los brazos del ángel, sorprendiéndolo, pero no lo suficiente como para no abrazarlo de vuelta, una ventaja de ser el representante del amor, supone. Con calma y siguiendo un patrón que él mismo inventa en su mente, acaricia la espalda del Cupidroide intentando que sirva para calmarlo aunque sea un poco, y con suerte, antes de que se le acalambre el brazo.

-No estabas en tu habitación, ¿cierto? -pregunta molesto Rodo mirando al robot

El androide luce avergonzado mientras niega con la cabeza, incapaz de defenderse ante la mirada acusadora del demonio; Fede suspira y toma el rostro de Gianluca entre sus manos, obligándolo a verle a los ojos.

-Ey, tranquilo, no estamos enojados. -dice con la voz tan dulce que el mismo se reclama

-¡Yo sí! -grita Rodo cruzándose de brazos haciendo un puchero

-Dije que no estamos enojados, eso te incluye Rodmentor. -Cupido repite con más fuerza esta vez -Pero necesitamos saber, ¿qué ocurrió? ¿Por qué estas tan alterado?

-¡Lo siento mucho, maestro Fede! -llora Gianni volviendo a esconderse en la playera de Fede -¡Lo siento! Se que no debí ir, pero usted se veía tan mal que no pude... ¡Lo siento! Merezco cualquier castigo que ustedes decidan darme.

El corazón de Fede se rompe por la imagen que esta dando el robot, ¿castigo? ¿De dónde salió esa idea?

-Nadie va a castigarte, Gianni. -dice más tranquilo Rodo al acercarse a ellos -Solo nos preocupas. Adelante, dinos.

Fede tiene que apretar los labios para no sonreír, ¿desde cuando el demonio del amor toxico es tan paternal? Oh como amará el regalo de Navidad de este año, incluso si faltan meses para ese momento, Cupido ya esta visualizando comprar un mandil con la frase "Papá sexy" estampado, claro que sí, necesita vengarse por el regalo del año pasado.

-Yo, -empieza a decir Gianni en voz baja y por un momento Fede está seguro que tendrá un colapso antes de seguir hablando -fui al departamento del creador Belial, ¡intentaba ayudarle, maestro! ¡No puede hacer actividades complejas hasta recuperarse!

Tapando su boca y mirando a Rodo, el pánico empieza a surgir en el ángel, ¿porqué había ido ahí? ¿Ese monstruo le hizo algo? Más le vale que no, ¡nadie se mete con su pequeño Cupidroide y vive para contarlo! O tal vez esta exagerando, pero vaya que una buena reprimenda deberían darle, con suerte Rodo se encargaría de ello, después de su última "charla" no cree poder estar en la misma habitación que Belial sin que le dé algo.

-¡¿Te hizo algo?! -pregunta alarmado Fede sin quitar las manos del rostro del robot

Gianni niega otra vez, pero no los mira a los ojos, lo que asusta más a Cupido.

-Solo se molestó porque no era "el Cupido correcto". -dice Gianni con cierta culpa en su voz -No estaba muy bien, mis sistemas registran falta de sueño y fatiga, pero no quise molestar con eso, así que solamente limpié la sangre del piso pero...

El robot se estremece y cierra los ojos, la mente de Fede ya está haciendo una lista de todo lo que el pequeño androide podría haber hecho para molestar al siempre malhumorado Belial.

-Yo, tire por error una caja que tocaba música, intente repararla pero...-mientras más explica Gianni más parece estar hiperventilándose -¡Lo siento! ¡Le cause más problemas al maestro Fede!

Rodo sonríe, colocando una mano en el hombro de Gianni y la otra en el de su pareja; aclarándose la garganta, el demonio actúa con toda la calma que un demonio hiperactivo puede tener.

-Descuida, -dice Rodo intentando restarle importancia -los accidentes pasan, hasta el idiota de mi hermano lo sabe.

-Si. -agrega Fede sin estar convencido -¡Oh! ¿Sabes que podríamos hacer? Hay un bazar muy grande donde venden de todo, podrías comprarle otra caja a ese...

Molesto, Cupido se da cuenta que olvido su teléfono, como extraña poder maldecir. El robot abre mucho los ojos y parpadea en repetidas ocasiones antes de que una campanilla se escuche desde el interior de su cabeza.

-No tengo dinero. -dice abatido Gianni -No quiero darles más problemas.

-Tonterías, -dice Rodo ayudando a Fede a ponerse de pie -¿qué clase de padres sustitutos de Cupidroides seríamos si no podemos con algo así?

Fede sonríe y le da un pequeño codazo en el estómago al demonio, Gianni se ríe débilmente ante la interacción que tienen los dos y Cupido no puede estar más feliz de ver al robot relajado. Pero lo más importante es que logra que aleje su mente de Belial, y de los pensamientos de Fede de paso.

-Arriba.-dice Fede extendiendo una mano hacia el robot en el suelo - Solo tengo que lavarme el cabello y nos vamos.

-¡Nada de eso! -grita Rodo negando con la cabeza de forma exagerada -Usted y la ducha serán enemigos hasta que ese parche sea retirado, ¿entendido?

Cupido lo mira molesto y asiente, sintiéndose tonto por los constantes cuidados de su pareja, ¿qué tanto le dijo Asmodeus?

-Puedo ayudar a limpiar la sangre del cabello si me lo permite, maestro Fede. -dice Gianni jugando con su manga

El ángel trata de no mostrar lo frustrado que esta con la situación y acepta sin alegría mientras Rodo lo conduce al sillón. De reojo nota algunas manchas salpicando su hermoso cojín de estrella y suspira, tendrá que usar cloro si pretende que algún día vuelva a verse bien su sala; Gianni corre a la cocina, trae un tazón con agua limpia y un trapo que parece haber salido recientemente del empaque; Rodo permanece a su lado, supervisando, aunque es más que obvio que aparte de asentir todo el tiempo, no tiene ni idea de lo que debe hacer.

Con cuidado, Gianni toma algunos mechones de cabello sucios y pasa el trapo húmedo por las hebras, repitiendo el proceso hasta eliminar por completo la sangre seca y dejar el cabello tan blanco como la nieve...cuando no está sucia, claro.

-Listo. -dice feliz Gianni

-Gracias, -dice Fede esperando no estar gritando -realmente lo necesitaba.

Rodo sonríe, Fede lo mira curioso solo para descubrir que el demonio brinco el respaldo del sofá solo para sentarse tras él y abrazarlo. Tanto él como Gianni empiezan a reír; con todo así, es fácil imaginarse una linda familia, solo ellos tres.

-Bueno par de Cupidos, -dice Rodo intentando sonar elegante -no es que quiera correrlos, pero es momento de que se marchen si pretenden encontrar una tienda abierta.

-¿No vienes? -pregunta curioso Fede -Nunca pierdes la oportunidad de despilfarrar dinero...-hace una pausa viendo la expresión dramática del demonio -o de comprar tres chamarras iguales.

-Cosas de gente que sabe de moda, no lo entenderías. -dice ofendido Rodo sin dejar de sonreír -Pero tengo que hacer una llamada urgentísima y prefiero que no estén aquí para eso.

Teniendo una corazonada y conociendo lo poco que a Rodo le importa que escuche sus conversaciones, Fede asiente, besa la mejilla del demonio y se pone de pie, tronando su espalda y agitando las alas un poco antes de volver a ocultarlas.

-Perfecto entonces, voy por mi muleta y salimos.

-¡En seguida! -grita Gianni al salir corriendo a buscar lo que Fede pidió

-¿Debería preocuparme tanta devoción? -pregunta Fede viendo el sitio donde Gianni estaba hace un momento

-No creo, -dice Rodo encogiéndose de hombros -solo es parte de su programación. Esa clase de robots son increíblemente complacientes.

Haciendo una mueca, Fede se hace una nota mental de tener una conversación importante con Gianni, tanto mimo hacia él no se siente correcto.

-¿Nos vamos? -pregunta entusiasmado el robot dando un saltito mientras le entrega la muleta -Disculpe, cuando usted indique.

-No te preocupes, Gianni, -dice Fede acariciando el cabello del robot -puedes decir cualquier cosa que este en esa cabecita tuya. Ahora, vamos.

Usando su cristal para abrir un portal, ángel y robot terminan en una bonita calle, llena de puestos ambulantes, repletos de artesanías y dulces. Gianni no puede con la emoción, viendo todo lo que hay a su alrededor; Fede sonríe recordando la primera vez que visitó ese bazar, por lo que decide tomar la mano del robot y empezar a guiarlo por los puestos, permitiéndole detenerse a ver lo que llama su atención mientras él aprovecha a comprar algunas golosinas para la noche.

¿Qué mejor que una noche de cine en familia para celebrar su primer día juntos sin estar a punto de morir?

En un momento, Gianni se detiene en un puesto repleto de instrumentos, una vista poco atractiva para el ángel pero que parece cautivar al robot. El encargado, un chico joven de cabello extravagante, les mira un instante antes de volver su atención a su guitarra; en cuanto la música empieza a escucharse, algo en la mirada del androide se ilumina y Fede no puede pasarlo por alto.

-¿Te gusta? -pregunta Fede -La música, quiero decir.

El robot asiente emocionado, sin apartar la vista del movimiento de dedos del chico. Fede examina el puesto, encontrando una gran variedad de instrumentos, desde guitarras hasta lo que parece una flauta deforme, incluso algunos que en su vida había visto, pero su mirada se detiene en un pequeño ukelele con detalles amarillos.

-Disculpa, ¿cuánto cuesta ese instrumento? -dice Fede usando el tono de voz más dulce y amable que puede

El chico lo mira, dejando su guitarra de lado y viendo hacia donde Fede señala, sonríe alegre mientras toma el ukelele y se lo ofrece al ángel.

-Para ti, tiene un precio especial. -dice el chico con más entusiasmo del que Fede espera de un trabajador de servicio al cliente

Cupido se ríe y le entrega el dinero, mientras tanto, Gianni observa la colección de cajas de música que hay debajo de las maracas. La vista de Fede vuelve hacia el Cupidroide y suspira, ¿en serio sigue con la idea de darle algo a ese monstruo? Parece que sí, pues el robot mira con anhelo una de las cajas.

-Supongo que también nos llevaremos eso. -dice Fede derrotado

-Como diga. -responde contento el trabajador

Una vez que tienen todo, Fede luce cansado y atrae a Gianni antes de que siga viendo entusiasmado otras cosas que el corazón de pollo de Cupido quiere que compre.

-Parece que ya tenemos todo, -dice Fede -caja de música, lista. Dulces, doblemente listos. Cosas que no necesitaba, también listos.

Gianni sonríe, acariciando la caja de música que tiene entre sus manos. Fede no puede evitar sentir una punzada en su pecho al ver la alegría que ese pequeño objeto parece brindarle al robot.

-¿En serio es tan importante para ti? -pregunta Fede inseguro de decir algo

-Si, -dice Gianni feliz -con esto podré disculparme y quizás, pueda agradarle.

-Honestamente no creo que exista alguien que le agrade, -dice Fede para si -pero esta bien, si eso te hace feliz entonces valdrá la pena.-agrega más tranquilo -Bueno, vamos a casa, ya es tarde y seguro Rodo no ha pedido nada para cenar.

-Puedo prepararles algo si lo desean. -ofrece Gianni mirando atento a Fede -Es lo menos que puedo hacer después de estos maravillosos obsequios.

Fede lo mira con ternura y revuelve su cabello, teniendo cuidado de no soltar la muleta.

-No te preocupes, nada que una pizza no arregle. Además, -dice emocionado Fede -¿qué te parece una noche de películas?

Gianni luce entusiasmado, dando un pequeño saltito antes de hablar.

-¡No sé qué sea pero no puedo esperar! -grita feliz Gianni antes de correr hacia el portal que abrieron

Cielos, realmente los hijos deberían venir con instructivo ¿siempre tienen esa energía o es porque es un robot? Sin respuestas, Fede sigue a Gianni, siendo recibido por gritos y maldiciones de Rodo desde su habitación.

-¡Si vuelves a acercarte a él te juro que le daré de comer tus tripas a los peces! -grita Rodo antes de decir cada grosería que conoce

Fede cubre los oídos de Gianni, no necesita tener que explicarle al robot lo que quiere decir cada palabra que sale de la boca de uno de sus creadores. Pensándolo bien, también las parejas deberían venir con instructivo, tal vez así sabría como bajarle el volumen al malhablado de su novio.

Un capítulo agradable antes del caos, claro que si.

Gracias por leer.

Nos leemos en el próximo capítulo, ¡Chau!

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