💌 13. ¡En tu cara, Universo! 💌
Decir que Gianni está emocionado es quedarse corto; al poner un pie en el familiar departamento, todo el estrés que había acumulado desaparece casi por completo.
Se da cuenta de que Belial no esta por ninguna parte aunque escucha música salir de la oficina del demonio. Acercándose en silencio, encuentra la puerta entre abierta y echa un vistazo, encontrándose a Belial sentado tras su escritorio, con un ukelele que luce extremadamente pequeño en sus enormes manos, con los ojos cerrados y una tranquilidad en su rostro que cautiva al robot.
Incluso sin reconocer la melodía, Gianni se permite mover un poco la cabeza siguiendo el ritmo, disfrutando el momento. Cuando llega a su fin, ambos abren los ojos encontrándose con la mirada del otro; sorprendido, Bel deja el instrumento en el escritorio y Gian nota lo nervioso que luce, casi como si lo hubiera encontrado haciendo algo indebido.
-Creí que tardarías más. -dice Bel en voz baja -Al menos ese idiota cumplió.
Gianni asiente nervioso, la imagen de Belial de la noche anterior le mantienen cauteloso, aun así entra sin pensarlo dos veces.
-Pues ya estoy aquí, -dice Gianni -¿por dónde debería empezar?
Belial sonríe, saltando de su silla con tanta energía que Gianni da un paso hacia atrás por la sorpresa; el demonio recupera la compostura, aunque la alegría no desaparece de él. Acercándose al robot, Bel coloca una mano en el hombro de Gian, guiándole fuera de la oficina.
-¿Qué tal si empezamos yendo a ver una película? -propone entusiasmado Bel -Odiaré cada segundo rodeado de extraños pero es mejor que ver algo en una pantallita como la otra vez.
Parpadeando un par de veces, Gianni mira hacia arriba, encontrándose con un alegre demonio sacando su celular para buscar algo. Su programación entra en conflicto, ¿debería insistir en que se le asigne una labor de limpieza? ¿o debe obedecer la orden de acompañarle?
Ninguna de las opciones para ser aceptable para su sistema.
-¡Ja, mira esto! -Bel coloca el teléfono a la altura de Gianni -Parece que hay algunas buenas películas en cartelera, ¿qué dices?¿Vamos?
Esta bien, su programación puede irse tan lejos como pueda, no quiere perderse la oportunidad de conocer algo diferente al hogar de su maestro y su creador. Asiente y su alegría inunda su sistema, logrando que su nivel de estrés este casi en 0 por primera vez desde su activación.
-Perfecto, pero ¿seguro que quieres usar eso? -pregunta curioso Bel -No es que te quede mal pero ¿no prefieres algo con más estilo? Federico tiene un pésimo gusto y...
-En realidad, -interrumpe Gianni -no. Esta ropa me gusta.
Bel se encoje de hombros, aunque Gianni nota que no parece contento con la respuesta, ¿debía aceptar? No quiere hacerlo enojar.
-Pero podría probar algo diferente. -sonríe tímido Gianni
-No. -responde Bel pensativo-No tienes que hacerlo por mi.
Incluso si el entusiasmo del demonio disminuye, la energía que tiene solo se compara con la del robot que, emocionado, ve con asombro lo que Bel llamó "cine". Luces, colores brillantes y olores deliciosos invaden los sentidos de Gianni, pero no se siente tan abrumado como esperaba al oír a Bel quejarse por la cantidad de personas.
-Y bien, -dice Bel despreocupado -¿algo llama tu atención?
Gianni observa los carteles de películas, sorprendido por lo diferentes que son entre ellas, hasta el momento solo ha visto un par de ellas y, aunque el musical fue increíble, quiere probar algo distinto. Analizando sus opciones, decide dejarlo a elección del universo.
-¿Qué tal esa? -dice señalando lo primero que ve
-Seguro, ¿por qué no? -responde Bel yendo a comprar los boletos
Esta bien, Gianni no volverá a dejar al universo escoger la película. Si sus nervios no estaban al máximo antes, haber elegido precisamente la única historia de terror en exhibición lo mantendrá alerta el resto del día.
Belial por otro lado no para de reírse de los gritos que el robot pegó durante toda la función, Gianni no le ve la gracia pero no pretende ponerse a pelear por eso. Tampoco es como que pueda negar nada, hay pruebas y cero dudas.
-Fue mejor de lo que esperaba. -dice feliz Bel -Pero parece que podemos irnos despidiendo del terror en nuestra próxima salida.
-¿Próxima salida? -pregunta Gianni sorprendido
El demonio se detiene y mira al robot con inquietud en sus ojos. A Gianni no le gusta verlo así.
-Si tu quieres, claro. -dice en voz baja Bel
-Pensé que no querías a un llorón como compañía. -responde avergonzado Gianni rascando su nuca
La risa de Belial llega a sus oídos, no de forma burlona o sarcástica, es un tono alegre que Gianni podría oír todo el día.
-¿Bromeas? ¡Lo hace aún mejor! -grita emocionado mientras los conduce fuera del cine -Solía venir con Rodmentor, lloraba con todo, pero era divertido.
El robot nota como la alegría se desvanece al hablar del otro demonio, cierta melancolía es perceptible en su voz.
-Pero a quien le importa ese tonto, ¿vamos a comer? -dice Bel aplaudiendo emocionado -Ver a gente correr por su vida de un tipo en mallas me abrió el apetito.
Gianni empieza a pensar que es de familia esto de hacer preguntas y no esperar una respuesta, ¿para qué preguntan entonces? Como sea, termina siendo arrastrado a la zona de comida, en la cual hay locales con platillos tan variados que Gianni no tiene ni idea de como se llama la mitad de las cosas.
-¿Se te antoja algo? -pregunta Bel -Pensaba que podríamos comer salmón o unas costillas...
De nuevo, Gianni decide lo único que no esta en los planes del demonio: un puesto ambulante de hamburguesas. Incluso con las quejas de Bel sobre la poca clase que tiene comer un aburrido pan con carne, Gianni apenas escucha algo de lo que dice, dando por primera vez un bocado a algo comestible. Cada sabor y textura es nueva en su boca, llenándole de emoción mientras más prueba, ¿cómo pudo pasar tanto tiempo sin comer? Los seres vivos no aprecian lo suficiente estas cosas.
En algún punto, Bel detiene su palabrería, quedándose en silencio, solo observando la alegría en el rostro del robot, cada bocado parece ser lo mejor que le ha ocurrido a este Cupidroide y el demonio es incapaz de reprimir una sonrisa al verle.
-Esta bien, fue una gran idea comer esto. -dice Bel dejando de lado su séptima hamburguesa -Te estaría odiando si hubieras elegido ensaladas.
-Son necesarias para una dieta balanceada. -responde Gianni en automático como indica su protocolo -Pero esto es mejor de lo que esperaba.
-Obviamente. -dice alegre Belial -Pero, ¿sabes qué haría mejor esta comida tapa arterias? ¡Un refresco! ¡Vuelvo enseguida!
Gianni observa con diversión al gran demonio corriendo para evitar la fila. Terminando su hamburguesa, el robot empieza a aburrirse, mirando hacia todas partes esperando encontrar algo que llame su atención.
-¡Ajá! -grita un hombre acercándose a Gianni con confianza -Pareces un jovencito que aprecia el arte.
El hombre le rodea con el brazo, evitando que pueda alejarse, lo que es innecesario, Gian no cree que su programación le permita apartarlo. Incomodo, Gianni busca con la mirada a Bel, el demonio esta terminando de comprar su bebida, es cuestión de tiempo para que vuelva.
-Entonces, ¿qué dices? -pregunta el hombro sonriendo -¿te animas a comprarlo?
EL robot no sabe que le esta ofreciendo este sujeto, el sonido de sus ventiladores internos esta tapando sus oídos; asustado se aleja de él, aunque Gianni no tarda mucho en notar que la razón por la que se fue es por el enorme y molesto demonio que va llegando a la mesa.
-Nos vamos. -sisea Belial
-Pero...-empieza a decir Gianni interrumpiéndose cuando la mano del demonio golpea la mesa
-¡¿No escuchas?! -grita Bel -¡Nos vamos!
Gianni asiente con miedo, corriendo tras el demonio que arroja la bebida que acaba de comprar a la primera persona que se cruza en su camino.
Inquieto, el robot empieza a pensar en alguna manera de tranquilizar al demonio, pero la única respuesta que su servidor esta dispuesta a considerar es "Correr", una sabia respuesta si le preguntan.
Una vez que cruzan el portal, su nivel de estrés se dispara al noventa por ciento en cuanto una silla pasa volando junto a su cabeza. Mirando sorprendido el lugar del impacto, Gianni empieza a temblar, sintiéndose de vuelta en el sótano de su anterior dueño.
-¡¿Qué hice mal?! -grita Bel molesto
-¿Bel? -llama Gianni esperando que su voz no se escuche tan temerosa
-¡¿Qué?! ¡¿Ahora me dirás que no es tu culpa?! -dice Belial acercándose a Gianni quien retrocede -¡Eres igual a ese idiota! ¡¿Tu también te irás?!
El robot se queda inmóvil, viendo al desesperado demonio azotar sus colas contra el suelo. No entiende lo que dice, pero intenta llamar su atención, esperando que en el proceso el universo decida iluminarle y darle una respuesta.
-No Bel, no voy a...-dice angustiado Gianni
-¡No mientas! -grita Belial tomando al robot por los brazos con fuerza
Los recuerdos de su tiempo encerrado saltan, saliendo de las carpetas en las que los había enterrado, mientras el asustado robot intenta cerrarlas.
-¡¿Pero qué cangrejos esta pasando aquí?!
Tanto Gianni como Belial voltean a ver al chico que va llegando; una pizca de esperanza llena los circuitos de Gianni, anhelando que Cupido lo saque de ahí pronto.
-¡Sabía que lo arruinarías! -grita Fede corriendo para sacar a Gianni de la vista de Belial -¿Acaso no sabes hacer otra cosa que lastimar a otros?
Belial se ríe, soltando a Gianni y parándose frente a Cupido; la diferencia de tamaños es exagerada, pero el ángel no parece dispuesto a dejarse intimidar, al menos a simple vista, pues el escáner automático de Gianni le advierte del alto nivel de ansiedad de su maestro.
-Mira quien lo dice, -Belial habla con fuerza -el mismo idiota que me dejo así ¡¿ya estás contento?! ¡te llevaste todo lo que era mío!
Gianni mira con tristeza como el demonio grita, destrozando el suelo y las paredes con el movimiento de las tres colas, aun que lo que realmente le impide alejarse es la mirada dolida que permanece fija en el ángel.
-Yo no te quite nada, ¡tu los alejaste! -dice Fede molesto extendiendo sus alas -¿O se te olvido lo qué hiciste?
-Cállate -dice Belial dejando que la expresión de enojo caiga y muestre el dolor que siente
-¡Tu eres el único culpable de todo lo que te ha ocurrido! ¡Lastimaste a tus hermanos,...!-dice Fede molesto, remarcando sus palabras contando con los dedos cada error del demonio
-Cállate-dice el demonio llorando
-¡Destruiste a cada ingenuo que aceptó ser Cupido! -dice con dolor Fede acercándose más a él
-No fue...-murmura Bel apretando los dientes
-Mataste a Eros porque no era lo que querías.
Incluso si no gritó, el silencio en la habitación hace que las palabras resuenen con fuerza en los oídos de Gianni; la imagen de Belial emocionado por pasar el día juntos se esfuerza por permanecer en su visión, negándose a admitir el miedo que le da ver a ese mismo demonio perder el control, golpear con fuerza las paredes mientras llora.
Sus sentidos parecen haberse apagado por el cansancio; tarda unos instantes en reconocer a su maestro, quien esta gritándole algo, ¿pero qué? Apenas es consciente cuando algo lo empuja, golpeando su rostro contra el suelo.
<<Su Cupido de atención personal a sido dañado. Se recomienda reparación inmediata>>
Escucha como su voz sale sin que él pueda hacer algo, sintiéndose aturdido no logrando enfocar uno de sus ojos, ¿otra vez le hizo daño? No, él no esta aquí, su maestro ya no es él.
Reaccionando, se sienta y mira el desastre que el arrebato del demonio causo...<<No, es su culpa que esto pasara>>. El polvo llena el aire tras el derrumbe de una de las columnas del lugar, escucha a Belial toser, pero lo que termina asustando al pequeño robot es encontrar a Cupido a su lado, intentando sin éxito salir de debajo de los escombros.
<<Error. Niveles altos de estrés. Reiniciando sistema>>
Después de eso, todo se vuelve oscuro.
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