💌 12. Cuando no es una cosa es otra 💌

—Ay, por favor. —exclama molesto Fede

En toda su vida como Cupido es la segunda vez que deja el teléfono solo y en ambas ocasiones los mensajes acaban con alguien de la familia de Rodo, esta considerando enviar de una vez algún mensaje memorable a Venus, ¡Tendría la colección completa en su lista de desastres! Y aun así, no consigue mostrarse tan enojado con Gianni como quiere, ¿por qué el universo decidió hacer de él un chihuahua gruñón? Jamás lo entenderá.

—¿Algo que confesar?—pregunta Fede mirando al robot

Gianni mira hacia todas partes menos a él, Fede no para de compararle con un niño travieso ocultando lo que rompió.

—Ya lo vi. —dice Fede sonriendo de lado

—¡Lo siento, Fede! —grita asustado Gianni —¡No debí hacerlo pero...!

Pues Fede jamás se enterará de la excusa que dio, se perdió en el momento en que finalmente le dijo "Fede"; no maestro, dueño o amo, solo Fede. Podría llorar si no estuviera tan feliz.

—Tranquilo. —dice Fede con voz suave —Me preocupa más lo que dice el mensaje, ¿qué te hace pensar que hay algo mal en ti?

Gianni se queda en silencio, mirando sus manos temblorosas en su regazo y Fede nota que esta moviendo los pies con nerviosismo. Intentando que el Cupidroide no piense que lo esta presionando, sirve en dos platos algo de pastel, colocando uno enfrente del robot y saboreando el propio.

—No necesito comer. —dice Gianni angustiado

—Lo sé, —dice Fede encogiéndose de hombros —pero puede que te guste.

Fantástico, otra vez fallo, ahora el robot luce más nervioso mientras se debate entre comer o no. Es un fracaso como padre adoptivo.

—Por esto. —dice Gianni molesto

Fede queda en silencio, esperando que Gianni continúe hablando, aunque el robot luce bastante enojado con el plato.

—¡No debería tener opiniones! ¡Ni siquiera debería estar dudando ante una orden tan sencilla! —grita Gianni mirando a Fede —¡Estoy roto!...él tenía razón, no sirvo para nada.

—¿Belial te dijo eso? —pregunta molesto Fede

—No. —responde alarmado Gianni antes de bajar el tono —Mi dueño anterior.

Y volvemos al dueño. Bien, puede dejarlo pasar por ahora.

—¿Eso dijo? —pregunta Fede sin esperar que Gianni conteste —Pues es un tonto, no sabe el maravilloso robot que perdió.

Gianni lo mira confundido, como si no pudiera creer que Fede este hablando en serio. Bueno, es momento de dejarle en claro que un Cupido nunca miente sobre el amor.

—Sabes, —dice Fede viendo su pastel —no llevas mucho con nosotros pero sé que ni Rodo ni yo podríamos haber pedido a alguien mejor que tu.

Tiene que morderse la lengua para no decir "hijo", ¿sería muy raro? Tal vez, no le importaría si no temiera que el robot salga corriendo ante la palabra. Gianni sonríe y vuelve a mirar el plato fijamente, Fede sigue comiendo, dándole tiempo para procesar mejor sus palabras.

—Gracias. —dice finalmente Gian —Aun así, —se detiene un momento —necesito esto. Siempre he sabido que algo anda mal en mi y si hay una posibilidad de saber lo que es...

—Esta bien. —lo tranquiliza Fede —Estarás en buenas manos, Asmodeus es probablemente el demonio más versátil de esos cuatro.

Cupido nota como el robot se contiene para preguntar algo, aunque no dura mucho esa lucha interna antes de hacerlo. Eso alegra a Fede, están progresando en el departamento de la confianza.

—¿Versátil? —es todo lo que dice el robot

El ángel asiente y come otro pedazo de su postre, disfrutando de la energía que el chocolate le brinda en la mañana.

—Si, Asmodeus es todo lo que quiera ser. —dice divertido Fede —Es doctor, sabe de programación, prepara un excelente Wellington, y estoy seguro de que tiene más talentos ocultos.

Gianni asiente, volviendo su vista al plato. Fede suspira, en serio extraña la calma que le brinda Rodo en estas situaciones. Su nivel de socialización esta más muerto que el alma de una cajera.

—No tienes que comerlo si no quieres. —dice Fede sonriendo —Podemos fingir que era para recibir a Asmodeus.

El Cupidroide sonríe apenado pero asiente, dejando el pastel de lado. Luce más tranquilo, lo que Fede asume que es bueno, por lo menos ya no luce como si fuera a tener un colapso en cualquier segundo; aunque nota como frunce levemente el ceño, Cupido traga el pedazo que tenía en la boca antes de preguntar.

—¿Qué sucede?

—Lo que hizo Belial ayer, —pregunta débilmente Gianni haciendo que Fede tenga que esforzarse para escucharlo bien —¿te lastimo?

—No. —admite Fede —Solo...da miedo. Es como si nada importara, solo esta el deseo por cumplir lo que sea Belial quiera. —traga con pesadez recordando la sensación —Lo hace seguido, pero no puedo acostumbrarme.

Gianni luce preocupado, probablemente intentando imaginar como debe sentirse, por fortuna para el robot, no tendría nunca que pasar por los "encantos" de Belial.

—¿Qué estará haciendo Rodo? —dice Fede cambiando de tema —Dijo que vendría pronto.

Revisa sus mensajes, encontrando el texto mal escrito de Rodo y releyéndolo para asegurarse de haberlo descifrado correctamente. A menudo piensa que ni el mismo demonio sabe que escribe en sus mensajes.

—¡Estoy de vuelta! —grita Rodo cruzando un portal —¿Dónde esta mi abejita y mi patito?

—¿Piensas tener una granja? —dice Asmodeus entrando tras él

No le toma mucho a Fede darse cuenta porque Rodo salió de casa a mitad de la noche: Asmodeus suele ser el más llamativo de los cuatro hermanos, y considerando que Belial es un gigante verde y a Venus parece que le vomito un unicornio encima, es decir mucho; las vestimentas extravagantes junto a su personalidad infantil han desaparecido dejando apenas un cascarón apagado.

—¿Cómo amaneciste, abejita? —pregunta Rodo dándole un beso en la mejilla a Fede

—Agotado, —responde Cupido —nada que no pueda manejar.

Rodo sonríe y voltea a ver a Gianni, el robot solo saluda con la mano sin mucho entusiasmo, su mirada esta fija en el último de sus creadores.

—Espero que no te moleste que lo trajera, —dice Rodo preocupado —no se encuentra muy bien.

—En realidad lo estábamos esperando, —responde sorprendido Fede —¿Cierto, Gianni?

El robot asiente, probablemente intentando descubrir lo que le ocurre al demonio de la lujuria.

—Si gustan puedo revisar a su robot, —Asmodeus se une a la conversación sin entusiasmo —una distracción es lo que necesito.

Ninguno se atreve a preguntar nada, aun así Rodo y Fede comparten una mirada rápida con Gianni para pedir su permiso. El robot entra en pánico antes de que una campanita suene, dando luz verde a la revisión.

—Adelante. —dice Rodo

—¿Pastel? —pregunta Fede sin saber a quien se dirige

—Por favor. —responde Asmodeus sonriendo lo que tranquiliza tanto a Rodo como a Fede

—Enseguida. —dice Fede guiñándole el ojo —También una rebanada para mi demonio favorito.

Fede se pone de pie y va a servir el pastel, por momentos voltea a ver a Gianni, asegurándose que el pequeño este bien. Su teléfono vibra en su chamarra, pero se niega a revisar el mensaje antes de terminar su desayuno, Venus no se atreverá a sacarlo de la casa por las alas teniendo a dos demonio y un robot de su parte. O eso espera, esa mujer puede ser aterradora cuando quiere.

—Aquí tienes. —dice Fede entregándole a Asmodeus la rebanada que tenía Gianni y volviendo hacia Rodo —Y esta es para ti.

Rodo le besa, sorprendiéndolo, haciendo que el demonio sonría con malicia al ver al ángel sonrojarse. Bueno, este juego lo pueden jugar ambos.

—Mmm, mi favorito. —dice Fede meloso —Un besito dulcecito, con lo que me encanta lo dulce.

Fede sonríe burlón, sabiendo que si bien el demonio tiende a usar bromas y comentarios eróticos para hacer sonrojar al ángel, Cupido puede ser tan empalagoso como quiera y obtener el mismo resultado en Rodmentor.

—Bueno enamorados, —dice Asmodeus divertido —¿alguno podría ayudarme con el robot antes de que vayan a buscar una habitación en otra parte?

Si, al parecer ese humor es de familia. Tanto Gianni como Asmodeus se ríen ante la expresión de vergüenza y lo rojo que luce el rostro de Rodo; dándose cuenta de que tienen público, Rodmentor asiente y va con su hermano, no sin antes mostrarle la lengua al ángel.

Fede saca su teléfono cuando suena una vez más el buzón de mensajes, Venus debe tener prisa en que una a alguna pareja para tal insistencia. Su buen humor vuela al sur en cuanto lee el nombre del remitente: Belial.

—¿Qué quiere ahora este pesado? —dice para si antes de leer los mensajes

"¡¿Dónde carajos está?! ¡No pongas a prueba mi paciencia! ¡Tienes una hora para dejar que venga el pajarito!"

—Genial, —dice Fede golpeando su cabeza contra la mesa —si no es uno es otro.

Mira por encima de su hombro, viendo como el color regresa débilmente a Asmodeus y admira la enorme sonrisa en el rostro de Rodo, incluso Gianni parece más tranquilo.

—¿Asmodeus? —llama Fede sin mucho entusiasmo —¿Va a demorar mucho...lo que sea que estés haciendo?

—No creo, —dice el demonio de la lujuria mirando el código en su laptop —era broma lo de la habitación, no importa...

—¡No! —grita nervioso Fede poniéndose de pie —No es eso. —suspira y se tranquiliza —Belial pregunta si Gianni irá a ayudarle hoy.

La mirada del robot se ilumina ante la mención del demonio verde y Fede no puede estar más molesto por eso, aun así intenta que no se note tanto su inconformidad. 

—¿Puedo? —pregunta Gianni emocionado

—Esta bien. —suspira cansado Fede —Pero no te emociones mucho, pasaré por ti tan pronto como termine de trabajar, ¿quedó claro?

No tiene que decir más, el inquieto robot asiente y cada vez luce más impaciente por que Asmodeus termine.

—Bueno, —dice Asmodeus satisfecho con su labor —ya copie su código para revisarlo con calma, Bel no es muy paciente cuando lo hacen esperar, así podré analizar mejor las líneas de código y si hay algo extraño lo encontraremos.

Agradecido, Fede asiente y escribe un rápido mensaje para asegurarse de no tener problemas. Recordándole a Gianni que irá por él, Fede abre temeroso su portal hacia el departamento de Belial.

—Nos vemos en un rato. —se despide Gianni

Fede lo ve irse y cuando cierra el portal, la preocupación le invade. Solo tiene que sobrevivir un par de horas con el monstruo verde, estará bien, tiene que estarlo.

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