XI: Espirit Fort
Jimin no estaba seguro del todo, pero creía haber oído el grito de Hoseok, el esposo de su hermana, Nayeon. Creía haber odio que gritaba su nombre, sin embargo, el dolor que sentía que atravesaba su cuerpo lo hacía querer cerrar los ojos y no abrirlos nunca.
Sentía el sudor bajar por su espalda y podía sentir el miedo de su lobo, los aullidos sonaban como pequeños ecos en su cabeza. Debajo del manto de sus ojos sentía que sólo había oscuridad, hasta que, puso sentir que había mucha luz, demasiada y sentía que el dolor de su cuerpo desaparecía, ¿había muerto ya?, ¿así se sentía la muerte?, su mente se preguntaba.
Casi con renuencia se sintió obligado a abrir los ojos, sorprendido de estar de pie, su ropa era roja carmesí, su cabello estaba suelto como solía llevarlo en la privacidad de su casa.
El lugar donde estaba no parecía tener nada, era un enorme palacio con Horcones blancos, el suelo era blanco también y había demasiada luz, pero no parecía provenir del sol o de alguna lámpara.
Su mirada recorrió el extraño lugar y no podía ver absolutamente nada, ¿allí iban las personas al morir?, parecía solo y frío.
Caminó, sus pasos no sonaban en el suelo, no parecía avanzar, hasta que frente a él estaba una mujer. Traía un traje azul pálido, su cabello plateado caía en sus hombros, ella le sonreía y Jimin no podía explicar la calidez que aquella sonrisa le proporcionaba, sentía su pecho alegre y las ganas de correr a ella y llorar, llorar hasta sentirse mejor.
Así que, caminó hacia ella y la sonrisa de la mujer se hizo más grande, ella estiró la mano y acarició la mejilla de Jimin.
— Eres tan grande ahora — susurró ella, como si decirlo en voz alta hiciese que todo allí desapareciese
— Yo... — las palabras estaban atascadas en su garganta
— No tienes que decir nada, nunca estuve más agradecida con la Luna, por darme un hijo, lamento no haber estado allí para ti — y Jimin allí comprendió, aquella mujer que con ternura acariciaba su mejilla, era su madre.
Él lloró, dejó salir las lágrimas que tenía en su corazón, dejó salir todo aquello que siempre tuvo dentro de él. Y se lanzó a ella, pidiendo ese abrazo que siempre deseo poder obtener.
— Desearía tanto que estuviese aquí conmigo y me ayudase a buscar a tu padre, pero debes volver tu destino en allá, no acá — ella dijo aquellas palabras mientras sus manos Pasaban por la espalda de su hijo de arriba abajo
— No quiero irme — susurró Jimin
— Debes ir, tienes un espíritu fuerte y debes probar de lo que eres capaz, tú llegaste al mundo porque debías, yo le suplique a la luna que me diera un hijo, mi costo fue el no verte crecer, pero sé que te dejé en las manos correctas y ahora probaras tu verdadero poder, debes ser leal, valiente y verdadero — esas últimas palabras retumbaron en la cabeza de Jimin
Volvió a sentir dolor, pero esa vez era diferente, su espalda quemaba, pero era soportable y el ruido en sus oídos se hacía cada vez más fuerte.
— ¡Jimin!, despierta, no puedes hacerme esto, tu hermana, tus papás — era la voz de Hoseok, pero sonaba lejana, parecía llorar
Los ojos de Jimin se abrieron y su lobo se movió a su lado, observó su estómago y encontró la herida cerrándose, mientras que su espalda aún quemaba, sus ojos vieron a Hoseok, parecía feliz de verlo, y el ruido de las espadas se hizo más fuerte.
Se levantó como pudo y observó sus manos, tenían una cinta adherida a su piel. Yoongi y Namjoon arremetían contra Yesung, Jimin sintió el dolor más agudo en su espalda y luego una luz brilló en el pelaje de su lobo, varias marcas negras y rojas aparecieron, mientras que un par de alas enormes se desplegaron de su espalda, el lobo de Jimin tenía alas, eran rojas y de plumas blancas, con dibujos negros.
Jimin tomó la espada del suelo y la sostuvo fuerte. — ayuda a los demás y ve con tu padre — dijo a ambos Alphas asintieron y dejaron a Jimin — tu también Hoseok, asegúrate de poner el cuero de Rusien a salvo, ella merece un entierro digno de la realeza — Hoseok no dijo ni una palabra y solo asintió
Sabía que Rusien había muerto, y eso hacía que su corazón se sintiera triste, quizás nada de eso hubiese pasado si no hubiesen sido cruel con ella, o con todos los Sorcières y otros Omegas. Seré como Yesung que sólo se habían aprovechado de una niña inocente para explotar su poder y así obtener su propio beneficio y obtener una venganza ridícula, eso enojaba a Jimin.
El lobo de Yesung rugió y el de Jimin lo hizo aún más fuerte, el lobo de Jimin tenía las orejas hacia atrás, las patas traseras levantadas y los afilados dientes descubiertos. El lobo de Yesung sintió el poder que emana su rival, el lobo retrocedió un paso y bajó las orejas, molestando a Yesung.
Furioso el Alpha blandeo su espada hacia Jimin, quien lo esquivó con facilidad, Yesung gruñó molesto y volvió a arremeter contra Jimin, Jimin salto esquivando cada uno de sus ataques.
— Que tu lobo tenga Alas no te hace más especial — se mofo el Alpha
— Quizás no, pero me dará la fuerza ora vencer te — contrataco Jimin
Las espadas de Jimin y Yesung comenzaron a chocar una contra la otra, los lobos, peleaba entre ellos, el lobo de Yesung sabía que no habría manera de ganar aquella pelea, pero aún así no dejaba de atacar al lobo de Jimin.
Yesung se sentía su energía bajar y corrió hacia Jimin tratando de conectar algún golpe en el joven Omega, pero Jimin fue más rápido y le golpeó con la rodilla la boca del estómago, quizás Yesung era más grande y fuerte, que Jimin, pero Jimin tenía determinación y con golpe lo elevó del techo donde estaba haciendo que el Alpha cayera al suelo, escupiendo sangre en el proceso.
Yoongi observó el león de su padre, era grande e imponente, muchos soldados yacían en el suelo, la sangre se podía sentir su olor en el aire. Habían demasiados enemigos y tenía que perdieran aquella batalla, Namjoon se paró a su lado y Seokjin justo al lado de Namjoon. Ambos en posición de pelea, Yoongi sabía que Namjoon iba a pelear, lo haría para defender a su pueblo.
La madre de Yoongi llegó justo detrás de él, el arco aún en su mano, ella había lanzado las flechas a Jackson para ayudarlos a vencer al traidor.
— Quizás la única manera de acabar con esto sería invocar a los Dioses — dijo ella, Yoongi sabía que aquello era cierto, pero los Dioses habían dejado de comunicarse con su raza desde hacía muchos años, había dejado la libertad de hacer con el mundo lo que deseasen, a menos que uno de los suyos se viese afectado, intervenían, pero la familia real había perdido muchos favores desde los tiempos de Yesung
— Entonces debemos pelear, hasta el final — dijo Namjoon, él sería el emperador, ahora que Jackson no estaba Namjoon era el siguiente en la línea d trono, lo habría sido Rusien de no ser que había sido asesinada por su padre
— Majestad, usted no debería involucrarse — susurró Seokjin, guardia real, consejero y amigo de Namjoon
— No cruzare mis brazos mientras mi pueblo lucha — dijo, haciendo que Seokjin suspirara en derrota
Yoongi invocó a su león, también enorme y con cabellos dorados, en su pelaje se podía ver colores que simulaban llama de fuego, el dragón de Namjoon rugió fuerte, llamando la atención de todos allí, muchos retrocedieron al ver a la enorme bestia dorada, humo salía de sus cosas nasales y sus ojos eran rojos como brazas atizadas.
Yooyin vio a su hijo y a su esposa, ella sostenía un arco en las manos, sus cabellos dorados se movían con él ligero viento y su mirada era feroz. Su hijo avanzó con su espada en mano y la batalla cobró vida de nuevo, el sonido de las espada y rugidos se hizo más fuerte, había gritos y aullidos. Muchos soldados caían al suelo con sangre cubriéndolos.
Yesung tosió y sangre salió de su boca, no podía creer que un Omega fuese más fuerte que él, podía sentir a su lobo cada vez más lento y débil, el lobo de aquel Omega lo estaba debilitando y estaba matándolo.
— Al menos sabré el nombre del soldado que me matará y salvará a todos — dijo, pero su voz era pura burla hacia Jimin
— Mi nombre es Park Jimin — contestó con convicción y Yesung no se perdió del brillo en aquellos ojos, una cinta se formaba en los ojos del omega, era roja y sus ojos se volvían oscuros
— ¡Ahhh! — gritó Yesung y fue contra Jimin, usando toda la fuerza que tenía su cuerpo lo lanzó lejos haciendo que la espada de Jimin cayera lejos
Pero Jimin se levantó del suelo y cuando Yesung lo atacó, se movió rápidamente y lo golpeó en la espalda, haciendo que el Alpha trastabillara, Jimin pateó la espada en la mano del Alpha y la tomó en las suyas. Los ojos de Yesung se abrieron completamente al ver el brillo de la espada, este se había intensificado, se suponía que sólo podía ser usada por la realeza o los Dioses, pero la espada brillaba en las manos de un simple Omega.
Yesung corrió y tomó la espada de Jimin, y cuando corrió de vuelta hacia Jimin para atacarlo, sintió el filo de la espada en la mano de Jimin rasgar su estómago, Jimin lo pateó en el estómago y Yesung cayó al suelo lejos de Jimin, podía sentir su piel quemar y arder, sabía que era una batalla pérdida, pero no se iría solo, así que, se levantó de nuevo y cuando fue de nuevo contra Jimin, aún con la sangre cayendo de su herida, y el dolor atravesándolo Jimin lanzó la espada tan fuerte y rápido que Yesung solo pudo sentir el dolor de la espada atravesando su corazón, sintió la piel quemar, así se sentía su muerte, así había sentido Jinnie su muerte cuando esa misma espada había atravesado su corazón, sentía fuego correr por sus venas y su cuerpo secarse, sintió como si era jalado con fuerza por la espada, atravesando las paredes del palacio, el lobo de Yesung aulló y desapareció en el aire, Yesung sintió aquello, pero aún así no se arrepentía de nada, sabía que los demás que habían estado bajo su cargo seguirían aquella pelea, no quería morir, pero estaba sintiendo su vida ser acabada y llevado a la muerte, aquella espada con la que había jurado matar a su familia ahora lo atravesaba a él
Jimin subió al lomo de su lobo y este voló hasta donde la espada había arrastrado a Yesung.
Los ojos de todos se abrieron completamente al oír el estruendo del cuerpo de Yesung caer, la espada están incrustada en su pecho y manchada de sangre, sus ojos estaban completamente abiertos, pronto las miradas fueron al cielo, de donde Jimin bajó, su lobo a su lado. La mirada de Jimin recorrió el lugar, pudo ver a Taehyung levantando a Jungkook, parecía herido y lágrimas bajan de su ojos azules, pero había asombro en ellos, Jungkook miraba asombrado también, Yoongi, Namjoon y Seokjin, al igual que el General Min.
Jimin caminó hacia el cuerpo y sacó la espada, la cual volvió a brillar y hubo un jadeo por parte de muchos allí.
— Su Alpha ha muerto, no tiene sentido seguir esta lucha absurda — la voz de Jimin era fuerte y sin miedo — ríndanse — dijo
— ¿Acaso cree que porque Yesung está muerto no haremos nada? — preguntó uno de ellos y sintió con burla, pero antes de que se dijera algo más...
Una fuerte luz brilló en el cielo, poniendo a todos en alerta, excepto a los animales, que todos bajaron la cabeza e hicieron una reverencia.
Soy la tarada más grande, olvidé publicar un capítulo jajajaja, que es este jajajaja bruta yo.
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