Capítulo XVII

- ¡Bien! El marinado ya está concluido…

- ¡Lo hicimos, Yuu-kun! ¡Lo logramos!

- No, no lo hicimos… De hecho, ellas lo hicieron.

- Nosotras lo hicimos. De hecho… tú no hiciste nada…

- ¡Pero, al menos lo intenté! Eso ya es una parte - habló Vale sin ninguna clase de vergüenza ajena, como suele ser parte de ella.

- Bueno… tienes razón. Al menos lo intentaste… y te diste cuenta de qué no es ni será lo tuyo…

- ¡No seas tan malo Yuu-kun! - exclamó Vale.

- Bueno… pues solo les queda guardar el pavo en la nevera. Ahí estará hasta el día de mañana, antes de que se prepare.

- ¡De acuerdo! - dijeron al unísono Vale y Yuu. Nene y yo nos regresamos a nuestro puesto de trabajo.

- ¡Fue bastante divertido ayudarles! - comentó Nene con una sonrisa.

- Si…¡Por supuesto que lo fue! - ver a Vale tratando de preparar comida a veces puede llegar a ser un espectáculo muy lindo… y no por el hecho de que cocine de maravilla, sino porque… lo hace muy mal que parece un shot de comedia.

- Bien… continuemos con lo nuestro…

- ¡! ¡La gelatina está más fría!

- La piña triturada ya estaba… ¡Y acabo de terminar con la nata! ¡Todo, al contenedor!

- ¡A la orden! - tomé la gelatina, y la introduje al contenedor. Nene también incluyó las piñas trozadas y la nata semimontada. Mezclamos bien, y entonces miramos nuestro trabajo con satisfacción.

- Bien… está listo.

- Espero que esté tan delicioso como suelen hacerlo tu mamá y la mía… - comenté.

- No te preocupes… ¡Estoy segura de que estará tan delicioso como ese!

- ¡! Ahora… ¡A guardarlo en la nevera!

Debido a que era un contenedor bastante grande, fue Nene quien se encargó de llevarlo hasta la nevera. Lo metió, en el espacio que quedaba sobre el pavo recién marinado, y entonces cerró la nevera.

- Listo… ¡Está terminado!

- ¡Lo hicimos! - chocamos manos.

- ¡Y nosotros también ya habíamos terminado - anunció mi tía.

- ¡Eso no cuenta! - exclamó Nene - Ustedes se ven y hablan día a día y pueden hacer gelatina sin ponerse al día… ¡Nosotras, ni Vale y Yuu no pudimos!

- Pero, ya está hecha - concluyó mi tío.

- Bien… - habló Vale, quien estaba con Yuu al otro lado de la mesa - ¿Ahora qué haremos?

- ¡Hija! Ya llegué… - escuché la voz de mi madre, cruzando la puerta principal. Yo estaba en mi cuarto, junto con mis primos y tíos. Sorprendentemente, mi mamá aún no se ha dado cuenta que tenemos invitados en la casa.

- ¡Hola mamá! ¿Qué tal el trabajo? - le pregunté.

- Tuve que cubrir horas extras… pero, terminé a tiempo… ¡Para que pasemos Año Nuevo juntas! - anunció, mientras se acercaba a mi habitación.

- ¿? ¿Ya hacemos la sorpresa? - preguntó Nene con voz de susurro.

- ¡Espera! - le dijo su madre - Hasta que entre.

- Bien… te pido una seria disculpa… - siguió hablando mi mamá, en la entrada de mi cuarto - No pudimos preparar nada para la cena de Año Nuevo.

- ¿? ¿De qué hablas? Claro que pudimos.

- ¿? ¿Eh?

- Si, mamá - le anuncié - Tenemos postre, comida, y en un momento más haremos la pasta…

- ¿De qué hablas Misti?

- Entra mamá, y te lo podré explicar mejor…

Mi madre abrió la puerta, y entró a mi habitación. Entonces, pudo ver a mis tíos y primos, acomodados frente a mi armario para no ser vistos tan fácilmente.

- ¿? ¿Hermana?

- ¡Tía Miyuki! - Yuu y Nene corrieron para abrazarla.

- ¡! ¡Chicos! ¡Si que han crecido bastante!

- ¡Hermana! - mi tía se acercó, al igual que ni tío, y así pudieron abrazar a mi mamá. Ella estaba completamente sorprendida.

- Pero… ¿Cuándo…?

- Ayer en la mañana - le informé, mientras me levantaba de mi cama - Llegaron, literalmente, como visita sorpresa, y se han quedado desde ayer…

- ¿E-Eso es cierto? ¿Y cómo no los vi?

- Bueno - habló mi tía - Misti nos dijo que estabas muy ocupada en tu trabajo, para lograr que tu jefe les dejará irse para el 31 y 1 de enero…

- ¡Si! Completamente cierto. - comentó mi mamá - ¡Y al fin lo conseguí! ¡Estaré libre en estos días!

Mis tíos y primos se alegraron. Yo, aunque no lo expresaba totalmente por fuera, en realidad si me sentía alegre de saber aquello.

- Bien… ¡Aún tenemos cosas que hacer! - anunció Nene - Debemos terminar el pavo, hacer la pasta… ¡Y prepararnos para el Año Nuevo!

- ¡Así que salgamos!

Mis tíos y primos salieron de la habitación, y en cuanto lo hicieron yo también salí detrás de ellos. Fuimos a la cocina, pero mi madre se quedó sentada en el sillón.

- Realmente… me encantaría ayudarles… Pero… estoy muy, pero muy cansada…

- ¡No te preocupes tía! - anunció Yuu - Nosotros nos encargaremos de lo que falta…

- ¿Y, entonces, en que les ayudo? - preguntó Misti, entrando a la cocina.

- ¡Hey! - me detuvo Nene - tu ve a ese sillón con tu madre. Nosotros nos encargamos de lo que falta.

- ¡N-No! - dije - Para nada. Les ayudo a terminar…

- ¡Para nada tu! - me volvió a detener Nene - No me moveré de aquí, hasta que vayas y te quedes al lado de mi tía.

- P-Pero…

- ¡Nada de peros, jovencita! - me sentía muy regañada :'c - De acuerdo…

Caminé hacia la sala, y me senté en un sillón frente a mi madre, quien muy notablemente se le notaba el cansancio que sentía.

No quería estar con ella, sentada con mi madre, no por le hecho de que no la quisiera. Todo lo contrario: la amo demasiado, y en especial por los sacrificios y el esfuerzo que ha hecho por varios años, tratando de cuidar de mi por su cuenta. Lo que pasa es… tiene que ver con la forma en que la visualizo a ella…

Mi madre… para mí, siempre ha sido una persona muy honrada y grandiosa. La forma en que se viste, la manera en que ha la con sus clientes, cuando le llaman estando en la casa, la disciplina que presenta para siempre llegar temprano a su trabajo, y salir tarde del mismo. Siempre la he visto como, podría decirse, alguien de la alta sociedad. El trabajo que tiene, la vida que mantiene… Realmente la admiro. Admiro la forma en que mi madre es mi madre. Y por ello… siempr me han dado nervios y pena estar con ella, al considerar que yo simplemente soy una chica que trata de hacer las cosas bien, y muchas veces nunca lo consigue.

Me senté, con un poco de nerviosismo que reflejaba en la forma en que movía los dedos. Mi madre, frente a mi, solamente se quedaba mirando como mis tíos y primos terminaban de hacer la cena que, dentro de un par de horas comenzaríamos a comer. Pero, ni ella a amo ni yo a ella, no nos dirigimos la palabra.

De hecho, en general hablamos poco. Yo porque a veces me siento muy inferior a ella, y solo busco la forma de enorgullecerla; y ella porque se la pasa mucho tiempo trabajando, para poder mantenernos. Hablamos más los fines de semana, que normalmente consisten en salir de compras para mantener la casa en orden y con inventario lleno. Fue de una de esas múltiples salidas fueron de dónde salieron las ropas que usé durante mis citas con Kami-kun.

- …

- …

Ambas estábamos en silencio. Cosa que sorprendió bastante a nuestros invitados. Sin embargo, lo único que hicieron fue mirarse entre ellos de vez en cuando, y continuar con sus labores.

- Bien… ¡Ya está todo terminado!

- ¡! ¡Que bien! - dijimos mi madre y yo al mismo tiempo, lo que hizo que nos miráramos cara a cara. Soltamos una leve risa (yo me sentí por un momento apenada) y caminamos al comedor.

- Okey… ¡Ahora ayudaré a acomodar la mesa! - exclamé, yendo en primer lugar a la alacena para sacar los trastes que usaríamos.

- Yo te ayudo hija… - comentó mi madre, yendo detrás de mi.

Yo fui pasándole los platos, vasos, y juegos de cubiertos que usaríamos.

- Oye, pero si solo somos 6 - declaró, al ver que estaba pasándole otro plato y juego de cubiertos.

- Es que Vale y su mamá van a venir… - le dije.

- ¿Vale? ¿Quién es? - me preguntó… por enésima vez. Siempre que habló de ella, como casi nunca ella está entre semana y en los fines de semana no suelo salir con Vale (la vez que salimos a ver la película, después de haber estado con Kami-kun, fue algo que me sorprendió bastante); por lo que era hasta cierto punto normal que ella no la reconozca.

- Mi amiga, Valeria Nakahara… Siempre estoy con ella haciendo la tarea los fines de semana… Hace varias semanas salí con ella a ver una película… ¿Mi mejor amiga?… ¿Mi mejor amiga desde la primaria? ¿La hija de tu amiga Nakahara-san, que estaba embarazada de ella más o menos al mismo tiempo que tú?

- ¡Oh ya! ¡Valeria!… ¿Y van a venir; ella con su madre? - me preguntó de manera curiosa.

- Si; bueno, al menos eso dijeron ayer. - le respondí. Y, un par de segundos después, el timbre de la entrada comenzó a chillar - ¡! ¡Deben de ser ellas!

Le pasé el último plato y vaso a mi madre, y de inmediato salí a la entrada. Abrí la puerta, y lo primero que me encontré fue a Vale, con una chamarra puesta debido al frío que ya se hacía bastante notorio.

- ¡Misti!

- ¡! ¡Vale!

Ambas nos abrazamos como solemos hacerlo siempre que nos vemos, y casi que dábamos saltos ahí mismo.

- ¡Si viniste!

- ¿Creíste que, después de hacer el marinado de ese pavo, y de estar oliendo ahora mismo los frutos de mi esfuerzo, no vendría? ¡Ilusa! - exclamó, dejando una pequeña bolsa que traía, a un lado de la sala.

- ¡! ¡Querida! - a espaldas de Vale, venía entrando su mamá.

- ¡Señora Nakahara-san! - la saludé como debía, dejando que también entrara en la casa. Me sorprendió algo ver qué solamente entraban ellas 2 - ¿Y Dan? ¿No lo invitaste?

- Claro que lo hice… ¡Y el tonto me rechazó! - exclamó con algo de molestia - Estaba a nada de convencerlo, pero en el último momento le llamó una chica y al final terminó cancelándome…

- ¿? ¿Una chica?

- Según lo que oí… - comenzó Vale - Creo que se trata de… la chica nueva… la que entró hace unas semanas; después de tu cita con Kami-san…

- ¿? ¿De quién estás hablando? - pregunté confundida, mientras mis mejillas se ponían de color al momento de reaccionar el hecho de que acababa de declarar, frente a mi madre que no sabía nada, que tuve una cita con Kami-kun.

- ¡! ¡Es cierto! Estoy hablando de una chica nueva en segundo año… - explicó Vale, dándome por un segundo paz mental - No escuché muy bien su nombre, pero sé que es una chica nueva…

- … - Tu forma de razonar las cosas me asusta a veces Vale.

- ¡Bien! ¡Comencemos la cena de Año Nuevo!

- ¡Si que si! - declaró su mamá, con la misma energía que transmitió Vale. A pesar de que no han tenido una buena vida que digamos, Vale siempre permanece con esa encantadora sonrisa.

- Vengan todos - anunció Yuu, mientras terminaba de acomodar la mesa - Ya está todo listo… También los refrescos están abiertos y listos.

- ¡! ¡Yuu-kun! - Vale se trató de arrojar a los brazos de mi primo, pero su madre rápidamente la controlo.

- Contrólate Valeria… eras una Nakahara…

- Lo siento, mi señora - habló Vale con sarcasmo, provocando de su madre le diera un leve golpe en la cabeza.

- ¡Vamos! ¡A sentarnos! ¡Si no, todo se va a enfriar!

Rápidamente tomamos asiento todos, acomodándonos de la siguiente manera: estaba yo en uno de los lados de la mesa rectangular, con mi mamá sentada a la izquierda y Nene a la derecha. A un lado de mi mamá, estaba la mamá de Vale, y a su izquierda estaba Vale, quien a su vez tenía a su izquierda a Yuu. En el lado sobrante de la mesa estaban mis tíos, acomodados de forma que mi tío quedaba al otro lado de Nene.

- ¡Gracias por la comida! - dijimos todos al unísono, y entonces comenzó la cena.

Todos tomamos un poco de la pasta que había hecho Yuu (era pasta a la bolognesa; ¡Bastante deliciosa, por cierto!), mientras esperábamos a qué el pavo terminara de hornearse en la estufa que estaba prendida a todo el potencial que daba (dentro de los límites, para evitar que explotara). De tomar bebimos de los refrescos que había traído mi tía el día que llegaron a la casa (o sea, el día de ayer v:).

Comimos y bebimos lo inicial, mientas comenzábamos todos a platicar entre nosotros. Inicialmente, mi madre se puso al tanto con mis tíos y primos; como eran pocas las veces que nos reuníamos, ella aprovechaba para conocer todo lo que había pasado. También estuvimos un largo rato interrogando a Yuu, quién tiene poco más de 20 años (aún cuando sea mi primo, yo no me sabía cuántos años tenía, y hasta ese momento me imaginaba que tenía alrededor de 18 años), sobre su futuro.

Por lo que escuché, estuvo ayudando un tanto a Nene en sus giras, en algunas cuestiones financieras. Por lo que parecía, tenía buen potencial para ser un contador, pero el decía que prefería más poder entrenar más para ser un jugador de básquetbol profesional; esto debido a que en su antigua escuela, había un chico que siempre lo ayudaba y apoyaba a ser mejor en el deporte, y que desde entonces le agarró cariño al mismo.

- Oye, Misti… - me dirigió la palabra mi mamá, mientras los demás seguían en el interrogatorio para tratar de averiguar con exactitud qué sería de la vida de Yuu.

- ¿? ¿Que pasa, mamá? - pregunté, mientras comenzaba a tomar un poco de mi vaso.

- ¿Quién es "Kami-san"?

La pregunta me tomó tan de sorpresa, que de inmediato escupí el refresco, y también por un momento comencé a ahogarme con mi propia saliva. Logré respirar bien por mi cuenta un par de segundos después, de modo que pasó prácticamente desapercibido ese suceso para los demás, y rápidamente volteé a ver a mi mamá.

- ¿? ¿De quién hablas, mamá?

- Escuché que Vale dijo ese nombre cuando entró a la casa - comentó mi madre - Así que dime… ¿Quién es "Kami-san"?…

- Eh… este… - me quedé pensativa, pensando en algo que decir. No quería mentirle, porque es mi madre, pero… algo dentro de mi, no quería decirle que Kami-kun es el chico del que estoy enamorada. Algo dentro de mi ser quiere quedarse con esos sentimientos solamente para mí, y ni compartirlos; ni siquiera con mi madre. Este sentimiento… comenzó a nacer en mí desde el día que Kami-kun y yo tuvimos nuestra segunda cita.

- ¿? ¿Y bien?

- Ehh… yo…

- ¡! ¡El pavo! - se levantó mi tía algo alarmada - Olvidé que aún sigue cocinándose… ¡Ahhh!

Se levantó apresurada, y de inmediato llegó hasta el horno, y una vez que apagó el fuego, lo abrió y metió un cuchillo, para "apuñalar" el Paco y verificar su estado.

- ¿? ¿Y bien? - preguntó Vale sin vergüenza en sus palabras, para lo cual su madre le dio un leve golpe en la cabeza.

- ¿Qué te dije antes? Compórtate hija…

- Tiene razón, mi señora. Lamento mi| - no pudo acabar antes de recibir otro golpe. Vale definitivamente nunca cambiará.

- ¡Buenas noticias! ¡Esta sano y salvo! - exclamó mi tía, mientras sacaba el enorme refractario del horno y lo depositaba en la mesa - ¡Continuemos!

La cena siguió. Las conversaciones entre nosotros fueron cambiando de dirección. Pasaban desde los interrogatorios a Yuu para saber que hará con su vida, a mi tío para saber cómo se estaba moviendo la bolsa de valores, o eso fue lo que entendí; pasaban también a la mamá de Valeria, para preguntarle cosas sobre cómo le fue en el año que estaba a punto de terminar, las cosas que hizo, que deshizo, y todo para ponerse al corriente. Hasta que…

- Misti, dinos… - comenzó mi tía - ¿Qué deseas hacer en tu futuro?

- ¿? ¿En mi futuro? - la pregunta posó en mi cabeza un par de vueltas. No había… pensando en ello hasta el momento.

Nunca, en este medio año que he estado estudiando en esta escuela, me he puesto a pensar sobre lo que estudiaré en el futuro.

- Es una interesante pregunta… - fue todo lo que pude responder, mientras le daba otra cucharada a la tarta de piña que hace poco más de 10 minutos que reposaba en mi plato. - He pensado un poco en cosas que me gustarían hacer, pero no tengo nada fijo… - me comí aquel pedazo en mi cuchara de manera muy tranquila.

- ¿Y en qué has pensado? - preguntó está vez mi madre.

- … - pensé un poco en las opciones que tenía en mi cabeza. Esto para filtrar todas las tonterías que pensaba de vez en cuando, y solamente tener en claro las cosas buenas - He pensado en… poner una cafetería…

- ¿? ¿Una cafetería? - todos estaban sorprendidos.

- Si… - comencé con mi breve explicación. Pero, lo pensé por otro segundo, y me asusté - ¡N-No! ¡Cafetería no! Quería decir… ¡Cafetera!

- También es bueno eso… - comentó Nene - No es una profesión, pero es algo de tu futuro, así que con eso podemos comenzar xd.

- ¿Pero, no has pensado en absolutamente nada? - me preguntó  mi mamá, con algo de incredulidad.

Esas palabras me hicieron sentir pequeña. Pensar en el hecho de que ella ya tiene su carrera completa, ahora este trabajando en altas esferas sociales, y sea una gran madre, me hace sentir más pequeña de lo que soy, y a veces… siento que…

- ¡! ¡Familia! - nos informó la madre de Vale - ¡Ya son las 11:59 de la noche! ¡Van a comenzar los fuegos artificiales! ¡Vayamos!

- ¡! ¡Cierto! ¡Cierto! - de inmediato Vale se levantó - ¡Vayamos afuera!

- ¡Hey! - rápidamente le gritó mi tía - ¡Jovencita! ¡Tu chamarra! ¡Está haciendo mucho frío!

Todos salimos de la casa emocionados, esperando poder ver en "primera fila" el espectáculo que comenzaría en breve: los fuegos artificiales. Cuando era pequeña, normalmente me daban miedo debido a que son muy ruidosos y soltaban demasiada luz. Pero, mi madre, junto con mi hermano, me ayudaron a superar aquello…

Apenas lo recuerdo… a mi hermano. Desapareció cuando yo tenía solamente 5 años (hace aproximadamente unos 8 años); recuerdo que él a veces estaba conmigo, pero son solamente momentos que apenas visualiza mi cerebro. Lo conozco más por anécdotas que me ha contado mi madre sobre cómo me cuidaba, me atendía, y cosas por el estilo. Me hubiera gustado mucho conocerlo en persona… mejor dicho, en persona consciente.

- ¡! ¡Ya va a comenzar! - anunció Yuu, mientras visualizaba como comenzaba uno de los cohetes a volar.

Y, estando a bastantes metros de altura (tal vez unos 30 metros, pero no sabría decir bien la medida), y entonces estalló.

Yo creo que fue por el sentimentalismo que me genere a mi misma al recordar a mi hermano, o por el hecho de que andaba un poco sensible después de que mi mamá comenzará a interrogarme acerca de la identidad de Kami-kun, o no sé que fue exactamente lo que ocurrió, pero… ver esos fuegos artificiales, estallando en el aire, soltando su pólvora y mostrando aquellos círculos de colores fue… la cosa más hermosa que mis ojos estaban contemplando.

La forma en que estallaban los fuegos, y liberaban su contenido, formando círculos de colores que después, estando en los bordes, volvían a encenderse pólvora para mostrar otro brillo de distintos colores, fue un espectáculo que comencé a disfrutar.

Mis ojos se iluminaron completamente en cuanto salieron los demás, comenzando a iluminar de una manera tan excelente el cielo que estaba negro y oscuro, debido a la noche y a los ajetreos de la ciudad. Mis ojos se llenaron de aquel brillo que emanaron, mi sonrisa salió a la luz, y me tomé las manos de manera agradable.

« Kami-kun… » ver este espectáculo solamente logró que pusiera mis pensamientos en Kami-kun. No podía tener otra cosa en la cabeza que no fuera él; apareció y se estableció en mi mente « Me encantaría tanto… poder tomar tu mano en este preciso momento… y contemplar juntos este espectáculo de luces… »

- ¡! ¡Feliz Año Nuevo, familia! - apenas logré escuchar lo que había dicho la madre de Vale a mis espaldas. Mis ojos estaban enfocados en las luces, y mi mente y corazón en Kami-kun…

ASFD ❤️

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