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LOUIS-

La primera vez que Louis visitó Maison de Poupées, la experiencia fue aún mas placentera.

Empezando simplemente por el hecho de que había una chica llamada Sparkling Diamond (o al menos asi le dijo Liam, el propietario, que se llamaba), y a la cual todos parecían guardarle una especie de respeto, o incluso admiración.


La música hacía eco en el lugar, la gente se había callado para dar lugar a Feed Me Diamonds de Lisa Rowe. Las luces se prendían y apagaban, intercalando entre varios colores, pero se podía distinguir a una chica que se encontraba en el escenario de espaldas al público, sólo se podía distinguir su cabello rojizo en ondas, un vestido largo color gris definía su alta y esbelta figura.

Lie with me, lie to me...

Simplemente, no podía creer lo que estaba presenciando.

Era una hermosa chica.

No era la voz de ella la que sonaba, era la voz de Lisa Rowe la que se emitía por las bocinas, pero eso era algo que nadie decía, ya que el espectáculo valía la pena. La chica se dio media vuelta dejando ver la parte de enfrente de su vestido que estaba cubierto por cristales que deslumbraban a causa de las luces; la mitad de su cara era cubierta por un antifaz de color azul zafiro dejando el color de sus ojos verdes esmeralda y sus labios pintados de un rojo brillante como su cabello.

Durante el puente musical, de ambos lados del escenario se vio llegar a chicos y chicas con el mismo vestuario, completamente de blanco y con su cara cubierta por un antifaz negro.

La falda de la chica fue arrancada, dejando al descubierto sus largas piernas cubiertas por medias de red y una botas negras hasta las rodillas, su corsé era en realidad un leotardo cubierto por diamantes que la hacían verse más majestuosa que lo que en realidad era.

"Ella es el orgullo de este lugar, nuestro más grande diamante resplandeciente, ella es Sparkling Diamond" la voz de Josh retumbaba por todo el lugar haciendo que la multitud estallara en vítores mientras la chica hacia su presentación en el escenario, monedas era arrojadas al escenario. Varios chicos y chicas caminaban por la multitud a recoger alguno que otro billete que era muy bien recibido.

Todos la adoraban, los hombres la deseaban, las mujeres la idolatraban, pero Louis... bueno Louis aún no lo creía, los ojos verdes siempre habían sido su perdición y hasta ese momento lo seguían siendo.

A pesar de ser un poco bajo de estatura para su edad él siempre soñaba con alguien más alto que él de pareja. Su chica perfecta era ella, no podía creer que la había encontrado, no en este lugar.

Sus largas piernas se movían con sensualidad por el largo de la pasarela, directo al lugar junto a Louis, ahí donde se encontraba Liam con Mirage todavía sobre él. La chica de cabello rojizo llegó y se posicionó frente a Liam, tocó su barbilla y le cantó.

La chica volvió su vista hacia la persona junto a Liam, tenía el cabello color castaño y ojos realmente azules, le miraba con la boca abierta embobado, sonrió hacia él y le guiñó un ojo.

Louis sintió que su pecho hormigueo y que la sangre se le bajaba hasta los pies.

Lo había puesto nervioso, y ni siquiera le había hablado aún.

La chica se irguió nuevamente y comenzó a caminar lejos, hacia el centro del escenario.

Entonces, los demás chicos y chicas se unieron detrás de ella; todos comenzaron a bailar.

La multitud se volvió loca: todos gritaban ''¡Kitty, Kitty te amamos!'' ''¡Diamante, por aquí amorcito!''

Louis despego la vista un momento de la chica, que era alzada en brazos por los demás bailarines mientras echaba la cabeza hacia atrás.

''¿Quién es Kitty?'' preguntó sobre la música.

Mirage soltó una risita ante su ignorancia. Apostaba que jamás lo olvidaría de nuevo.

''Kitty es el nombre real de la pequeña Spark'' explicó, manoteando un poco. ''Veo que te ha gustado''

Louis limito su respuesta, con una sonrisa tímida. Había hecho más que gustarle. Le había hecho sentir la necesidad de tocarla, hablarle. Aunque claro, sabía que no debía ser el único.

Feed me diamonds, oh oh!

Kitty dio unos cuantos giros por el escenario antes de volver al centro de este, en ese momento, los bailarines comenzaron a desnudarla.

Una de las chicas le arranco la parte inferior del top que antes había ido con el vestido, dejándole en un bustier con diamantes por todos lados, mostrando unos atrevidos tatuajes de golondrinas; otro de los bailarines le desgarro las medias, dejándole al descubierto la pálida piel.

Continuo bailando después de eso, a cada giro, a cada gesto, Louis se inclinaba más hacia delante, extasiado.

En el último momento, alguien la cargo y la lanzo al aire, antes de ser atrapada por todos los bailarines; después, ella misma se retiró el antifaz de la cara, mostrando así, la perfecta simetría de su rostro.

Fue la primera vez que alguien le robaba el aliento a Louis, después de tantos años.


* * *

HARRY-

El bustier le abrazaba el pecho.

Los reflectores le brindaban ese calor tan bienvenido y familiar.

La multitud estaba vuelta loca.

Y él tenía una gran sonrisa en su rostro.

Él sabía, que ellos recordarían quien era él. Kitty, seria recordada toda la noche.

Absorbió el calor de los aplausos mientras se tomaba de las manos con sus compañeros para dar una ovación hacia delante.

Sin quererlo, tuvo el bellísimo error de hacer contacto visual con esa monada de ojos azules y cabello castaño revuelto. Le sonrió con discreción mientras volvía a incorporarse; sus compañeros comenzaron a recoger las monedas y billetes esparcidos sobre el escenario mientras él tomaba las rosas rojas que le tiraban, lanzando besos al aire y regalando sus sonrisas a todo el público.

Esto, esto era su destino, su razón de ser. Ahora y siempre que interpretaba, le quedaba claro.

''¡Denle un gran aplauso a Kitty y a las Poupées!'' animó Josh a la multitud; obtuvo lo que quería al escuchar los vítores y los silbidos de aprobación.

''Daremos un breve momento de descanso para que nuestras pequeñas muñequitas se refresquen un poco'' anunció Josh por los altavoces, ''Pero mientras tanto, ¿Por qué no probar uno de nuestros famosos cocteles? Bienvenus au reste de sa vie'' pronunció en un perfecto francés.

La multitud comenzó a moverse a medida que las luces subían hasta el punto más tenue.

Volteó una última vez hacia ese ser de mirada azulada, antes de desaparecer tras el telón, llevándose consigo la satisfacción de tener su mirada de vuelta.

''¡Vamos vamos pequeñas basuras, el show debe continuar!'' gritó Niall en una voz ronca y apurada. ''¡Beatriz, mueve tu gordo trasero hacia acá! ¡Joseph, maldita sea. ¿Qué te cobran por ponerte relleno o qué? ¡Quiero más muslo! ¡Kitty, pequeña mierda, ven para acá cabrón!''.

Harry sonrió para sí mismo mientras se quitaba la peluca con cuidado, junto a la red que le contenía los rizos achocolatados. Camino entre los estrechos pasillos que separaban los camerinos del taller de costura y del almacén de vestuarios, chocando un poco con sus compañeras, que soltaban risitas burlonas y le propinaban palmadas en el trasero a medida que pasaba. Ese era un gesto de camaradería característico en Maison de Poupées; desde Liam hasta Josh.

Sonreía apenado y halagado ante los cumplidos que brotaban de las chicas y chicos mientras se aproximaba hasta el taller de Niall. Una vez allí, entro sin vergüenza alguna y se cruzó de brazos, esperando que el rubio notara su presencia: el susodicho estaba demasiado ocupado ajustándole el corsé a una de las chicas nuevas mientras balanceaba una pila de vestuario en otro brazo.

''Mas te vale no respirar mientras estés bailando. Y vas a venir al acondicionamiento toda la semana; esas piernas tuyas son imposibles'' dijo dándole una palmada en el trasero a medida que la chica se iba.

La chica sonrió a Harry antes de salir y cerrar la puerta detrás de ella.

''¿Qué necesitas de mí, Horan?'' pregunto Harry mientras ladeaba la cadera un poco.

''Necesito que dejes de hacer tanto musculo de pecho y más bíceps, eso necesito. Rompiste mi vestuario, otra vez'' dijo mientras se le acercaba, con costurero en mano. ''Date la vuelta.''

Harry hizo lo indicado mientras Niall le alzaba los brazos de un tirón y le metía el corsé por la cabeza. ''Hoy toca Rihanna'' le explico, mientras le acomodaba el relleno del pecho y asemejaba las protuberancias femeninas. ''Voltéate.''

Harry obedeció y dejo que Niall lo moviera a su antojo mientras iba retirando los alfileres de su creación y cosía directamente de Harry.

''No entiendo porque no me tomas medidas como cualquier diseñador normal'' se quejó Harry, asustado de que Niall pudiera coserle la tela a la carne, observando lo rápido que metía y sacaba la aguja.

''Porque creces y luego vuelves a encoger. Además de que esta mierda no estira'' manejó para decir Niall, con los alfileres colgándole de entre los labios. Metió unas cuantas veces más la aguja y de un fuerte tirón, corto el hilo. ''Ya está.'' Replicó sonriendo, ''Fuera de aquí.''

Harry tomó el rostro de Niall entre sus grandes manos y le dio un sonoro beso en la mejilla ''¡Gracias, Ni!''

''No. Me. Toques.'' Dijo Niall alejándose, pero solo obtuvo que Harry se le prendiera como un koala al pecho. ''Que me sueltes, mocoso'' dijo forcejeando, mientras se quitaba los alfileres de la boca.

''Gracias'' dijo Harry nuevamente, en un tono adorable.

Niall alzó uno de los alfileres y se lo clavo en una nalga, haciéndolo saltar.

''¡Ah! ¡Maldito salvaje!'' se quejó Harry, llevándose una mano al pecho.

''No pude resistirme'' replicó Niall, antes de lanzarle un beso exagerado y salir del taller.


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