| TRENTE DEUX |

QUE PEDO CON HARRY EN EL GIF I'M LDJADFJA


Harry y Louis se encontraban en el centro de la ciudad de Los Ángeles. Habían tomado un taxi hasta la ciudad, y ahora se encontraban caminando entre las calles mientras admiraban los edificios y todas las obras arquitectónicas y artísticas de la zona.

''Oh, eso es tan grande'' dijo Harry, alzando la barbilla mientras observaba la altura de un edificio de MetLife.

''Conozco un restaurant que te encantará, ¡apresúrate!'' urgió Louis, tomando al chico del brazo y haciéndolo caminar detrás de él.

Caminaron unas cuantas cuadras hasta llegar a lo que parecía un grupo de negocios esparcidos en una sola construcción.

''Louis, ¿Qué es esto?'' preguntó Harry, observando los carteles de las tiendas de música y boutiques incorporadas en el edificio.

''Chitón, Hazz. Ya lo veras'' susurró Louis, abriendo una puerta de madera y comenzando a bajar por unas escaleras de metal.

Pronto descendieron a un pequeñísimo pasillo, en donde Louis abrió otra puerta de madera, revelando un restaurante.

La luz era atenuada, contrastando con las pequeñas lámparas azules, violetas y rosadas que colgaban de las paredes, sostenidas por una especie de cuerda delgada.

Las mesas se encontraban esparcidas alrededor, en el frente de la estancia se apreciaba un pequeño escenario unos diez centímetros por encima del piso y la caja registradora, que se encontraba frente a una pequeña ventana que dejaba ver parte de la cocina.

''Esto es...asombroso'' exclamó el rizado en un susurro, mirando a su alrededor.

''Imagine que te gustaría. Tiene música en vivo la mayoría parte del tiempo y la comida es muy buena, pero no es nada muy extravagante'' aportó Louis, dirigiéndolos hasta una mesa. Le abrió la silla a Harry y esperó a que el menor se sentara para poder sentarse él.

Harry suspiró, aliviado. ''Estaba preocupado. Creí que me llevarías a uno de esos restaurantes de cinco estrellas con cosas demasiado caras.''

Louis negó. ''No quisiera agobiarte con cosas como esas. No por el momento.''

Harry, ladeó la cabeza, mostrando una ligera sonrisa de sorpresa. ''¿Por el momento? ¿Planeas invitarme a salir de nuevo?''

''Cuantas veces pueda, joven Harold'' replicó Louis, alzando las cejas mientras sonreía.

Harry asintió, entrecerrando sus ojos hacía el ojiazul mientras se cruzaba de piernas. ''Pareces muy seguro.''

''Lo estoy'' replicó rápidamente Louis.

Existía esa placentera atmosfera de coqueteo entre ambos. Los dos la sentían y no parecían resistirse a ella, pues intercambiaron miradas y sonrisas disimuladas durante todo el almuerzo.

Ambos ordenaron una merienda ligera: Harry escogió un club sándwich con papas, mientras Louis optó por una ensalada Cesar. Mientras comían, una banda comenzó a preparar los instrumentos sobre el pequeño escenario, para momentos después comenzar a tocar un ligero jazz.

Louis observó a Harry sonreír detrás de su comida. ''¿Qué?''

''Nada'' negó el chico, sacudiendo su cabeza.

''¿Qué pasa?'' insistió el ojiazul, tomando un trozo de pollo con el tenedor.

''Es que,'' pausó para pasar saliva, ''Estas golpeando tu pie al ritmo de la música y cuando te llevas un bocado a la boca, bizqueas para verlo y es muy gracioso'' explicó el rizado, soltando una risita.

Louis lo observó incrédulo, luchando por no mostrar su sonrisa. ''¿Te estas burlando de mí?''

La cara de Harry se tintó de un rosa vibrante. ''No'' murmuró, fallando en contener otra risa.

Louis le sonrió. ''Es una de mis canciones favoritas'' replicó simplemente, llevándose un trozo de lechuga a los labios.

Harry sonrió para sí mismo. La canción que la banda se encontraba tocando era un buen cover de Michelle, de los Beatles. ''Es una canción bonita'' comentó.

El ojiazul asintió. ''La mayoría de las canciones de los Beatles son bonitas, genio.''

Harry negó. ''No todas.''

''Nombra una que no sea buena'' retó Louis, cruzándose de brazos.

''Strawberry Fields Forever'' dijo el menor, encogiéndose de hombros. ''No me parece tan buena como las demás.''

Louis dejó salir un sonido herido, como si alguien le hubiese golpeado el estómago con fuerza. ''No acabas de decir eso.''

''Lo dije'' anunció Harry, victorioso. ''O como Imagine, de John Lennon. Es un icono y lo que tú quieras, pero no sé porque la alaban tanto si no es una canción buena.''

El ojiazul se llevó una mano al pecho. ''Te acabas de ganar el odio de medio millón de personas, Harry. Esas son palabras muy grandes.''

El menor rio. ''Es verdad, al menos para mí.''

Louis sonrió. ''Prepárate para las hordas de gente con antorchas y machetes tocando a tu puerta.''

Harry se encogió de hombros sin borrar su sonrisa. ''Que vengan.'' Luego de eso, se estiró y tomó rápidamente un trozo de pechuga de la ensalada de Louis.

''¿Qué haces?'' preguntó el mayor, observando como el rizado se echaba a la boca la pieza de pollo.

''Comiendo'' replicó el menor en un tono de obviedad.

''Eso...'' dijo Louis, estirándose y tomando un par de papas fritas de la comida del menor. ''No se hace, Harry.''

''Hey, si querías papas las hubieras ordenado'' peleó el rizado en broma, mientras le quitaba el tenedor a Louis y comía un poco de ensalada.

Ambos terminaron comiendo de la merienda del otro, compitiendo a pequeña escala sobre quién sería el primero en terminarse todo. Permanecieron unos momentos más en el restaurante, charlando y disfrutando del ambiente y la música.

* * *

''¿Cuál es la crítica final, señor?'' Habló Louis dentro del taxi que ahora los llevaba hasta Santa Mónica.

''Mhhhmm, diez'' opinó Harry, tomando un sorbo del frappé que ambos compartían.

Louis sonrió, dedicándole una expresión victoriosa.

''En una escala del uno al cien'' añadió Harry, soltando una risita al observar lo rápido que la cara de Louis se volvió dura como piedra.

La sonrisa de Louis volvió de repente. ''¿Qué fue eso?''

''¿Qué fue que?'' respondió Harry, confundido.

''Esa risita'' dijo Louis, acercándose. ''Sonaste como un niño pequeño''

Eso hizo que Harry se sonrojara un poco, presionó sus labios juntos mientras observaba como Louis se acercaba poco a poco a él.

Harry estuvo a un segundo de abrir la boca y cerrar los ojos, pero entonces Louis le arrebató el frappé de las manos y volvió a su lugar.

''¡Ja! ¡La crema es mía!'' exclamó, quitando la tapa plástica de la bebida.

''¡Hey!'' chilló Harry ofendido, tratando de arrebatarle nuevamente el vaso de café helado. Pero Louis logró esquivarlo hasta que terminó la mayoría de la crema batida que contenía.

''Eso fue trampa'' se quejó Harry, frunciendo el ceño.

''Eso, se llama estrategia. Y caíste directo en ella'' sonrió orgulloso Louis mientras se limpiaba la crema batida de la boca. Aquello había estado muy cerca de convertirse en algo más.

Estuvo a nada de besar al idiota de Harry en el taxi. De nuevo.

'¡No puedes dejar que lo sepa hasta que no termine con aquel subnormal!' le gritoneó su subconsciente.

''Oh dios...'' susurró Harry, pegándose como una mosca a la ventana. Eso hizo que Louis abandonara sus pensamientos.

Louis observó el mar y el muelle de Santa Mónica, con los coloridos juegos de feria y la gente caminando por todos lados. Harry se encontraba anonadado por la hermosa vista que todo aquello proporcionaba.

El taxi se detuvo en un área verde con palmeras, frente a la playa. Louis y Harry bajaron del vehículo. Louis se acercó hasta la ventanilla del taxista, pagándole el viaje.

''Maricas'' murmuró el hombre, tomando el dinero.

El instinto de Louis ni siquiera lo dejo ofenderse o siquiera ponerse nervioso. Simplemente atacó.

''Disculpa'' dijo, retirando el billete del alcance del hombre. ''Me dijiste marica mientras tu trabajas como chofer para gente que debe tener más dinero y vida que tú, porque simplemente viéndote puedo adivinar que no tienes novia y que vives con tu madre, ¿me equivoco?''

El hombre vio a Louis con rencor.

''¿Quién es el marica ahora?'' murmuró Louis, lanzándole el billete y colocándose los lentes de sol mientras se alejaba.

''¿Qué fue todo eso?'' preguntó Harry, quien había observado toda la escena.

''Un idiota que fue puesto en su lugar'' dijo Louis como si nada. ''¿Quieres ir al muelle?''

El menor asintió vigorosamente mientras Louis sonreía y comenzaba a caminar junto a él.

Mientras curioseaban por el muelle, Louis se dio cuenta de algo.

Hace unos meses, si alguien lo hubiese llamado marica, se hubiese avergonzado y probablemente se hubiese alejado de Harry. Pero ahora, simplemente se había puesto a la defensiva y un tanto descarado.

Lentamente, Louis comenzaba a aceptarse a sí mismo. Le estaba dejando de importar lo que las demás personas pensaran sobre él. No le importaba nada.

Y era extraño, porque Louis nunca había sufrido tantos cambios y revelaciones. Bien dicen que cuando uno se enamora, descubre una parte de sí mismo que jamás pensó tener.

Y ahora que admitía que sentía algo por Harry, se encontró a si mismo queriendo ser mejor. Quería ser y hacer todo lo que estuviese en su poder para mantener aquella sonrisa en el rostro del menor, que lentamente, se instalaba en su corazón.

''¡Louis, oh dios! ¡Es el restaurante de Bubba Gump!'' exclamó Harry a lo lejos.

''¿Quieres comer allí? Sirven los mejores camarones de todo Santa Mónica'' dijo Louis, acercándose y acariciando el cabello del rizado.

''Claro'' respondió el menor. "¡Pero antes deberíamos subirnos a esa montaña rusa!'' gritó, tomando la mano de Louis y echándose a correr.

Sin notar el rubor y la sonrisa bobalicona en el rostro del ojiazul.

* * *

Niall se encontraba en el supermercado, con Theo sentado en el asiento del carrito mientras ambos decidían que comprar.

''¿Froot Loops o Trix?'' preguntó Niall, observando los estantes con las distintas cajas de cereales.

''¡Lucky Charms!'' exclamó Theo.

''Theo, a ti no te gustan los Lucky Charms'' negó Niall. ''La semana pasada, Papá te compro una caja pequeña y no te los comiste.''

El bebé pareció pensarlo un poco más, observando los colores frente a sus ojos. ''¡Ese!'' exclamó, señalando una caja marrón.

''¿Cocoa Pebbles?'' preguntó Niall, tomando la caja y observando a Pedro Picapiedra comiendo entusiasmadamente el cereal. ''¿Y si no te lo comes, que te hago?''

Theo observó la dura mirada de su papi, sin sorprenderse. ''Los tiras.''

Niall rio, mientras lanzaba el cereal al carrito de compra. ''Que inteligente eres.''

Continuaron eligiendo cosas distintas, Theo ocasionalmente opinando. Niall se estaba decidiendo entre un olor de detergente, cuando el bebé habló de nuevo.

''Papi'' dijo.

''¿Hmm?'' tarareó Niall mientras colocaba el detergente de manzana en el carrito.

''¿Estás seguro, segurísimo, segurisisisimo de que papá y tú no se van a pelear?'' preguntó el niño, mordiéndose el dedo medio y el anular.

Niall dejó lo que estaba haciendo y observó a su hijo. Se acercó a él y comenzó a andar de nuevo. ''¿Por qué me preguntas tanto eso, eh?''

Theo se encogió de hombros. ''No sé. Tío Zen se miraba muy triste. No quiero que tu estés triste, papi'' explicó inocentemente.

El corazón de Niall pareció saltarse un par de latidos. ''Pues, no puedo estar segurisisisimo de que papá y yo no vamos a pelear. La gente a veces se enoja, bebé. Y a veces se grita y se dice cosas muuuy feas. Pero, después, se piden perdón y entonces son felices de nuevo. Si tú quieres mucho a una persona, jamás la lastimas, Theo. Existe un límite.''

''¿Qué es un límite?'' preguntó de repente el rubiecito.

''Algo que indica el final de algo, a veces algo peligroso'' explicó el rubio, mientras tomaba algunos paquetes de pasta. ''Por ejemplo, hay un límite de velocidad en la calle. Si alguien pasa ese límite, corre peligro. Si tu cruzas el límite de groserías con alguien, entonces corres peligro de que ya no te quiera.''

''¿Entonces por eso el Tío Lian es un desgraciado?'' habló Theo. Niall casi deja caer el frasco de mermelada que tenía en las manos. ''¿Es un desgraciado porque cruzó un límite?''

''No digas eso, es una grosería'' le regañó Niall. El niño se cubrió la boca con las manos. ''Y, sí. Digamos que el Tío Liam es un grosero porque cruzó el límite con el Tío Zayn y por eso pelearon.''

Theo asintió. ''¿Tu y papá no cruzarán el límite?''

Niall detuvo el carrito. ''No, no lo haremos. ¿Sabes por qué?''

Theo abrió sus hermosos ojos azules con esperanza. ''¿Por qué?''

''Porque te amamos'' finalizó Niall, besando la nariz del pequeño y provocando una ronda de risitas salir de su boca.

''Papi, quiero macarrones'' expresó el bebé, señalando las cajas de aquella pasta.

''¿Si? Yo quiero un poni. Pero todos queremos cosas'' bromeó Niall, fingiendo pasar de largo por el estante mientras observaba de reojo a Theo, quien hacia un ligero puchero pero no se quejaba.

''Bromi, enano'' sonrió por fin, retrocediendo y tomando tres cajas. ''¿Con estas logro que te calles?''

Theo rio, aplaudiendo ligeramente. ''¡De los que tienen extra queso!''

Niall rodó los ojos. ''Ay enano, no se puede contigo.''

Estaba comenzando a caminar hasta las cajas de galletas cuando su celular vibró en su bolsillo.

''¿Hola?'' respondió.

''Niall, ¿Dónde estás?'' era Josh.

''En el supermercado, con Theo. ¿Por qué? ¿Estás bien? Suenas agitado.''

''Necesito que evites la casa por la próxima hora, hasta que yo te llame.''

''Josh, ¿Qué está pasando? ¿Tú también me vas a engañar o qué?'' preguntó el rubio.

Josh intentó reír. ''Es tu padre. Está en la sala. Quiere hablar contigo y ver a Theo.''

La expresión de Niall se endureció. ''Sobre mi cadáver va a ver a mi bebé'' habló, volteando a ver a Theo, quien miraba a su alrededor, ausente.

''¿Puedes ingeniártelas por unas horas?'' preguntó Josh.

Niall asintió. ''Si, ya sé a dónde ir. Visitaré a Zayn. Cuídate, amor.''

''Cuídense, los amo'' se despidió Josh antes de colgar.

Niall guardó el celular y comenzó a empujar el carrito nuevamente. ''¿Quieres ir a prepararle macarrones al Tío Zen?'' preguntó, obteniendo un gritito de alegría por parte de Theo como respuesta.

* * *

Zayn se encontraba sentado en la cama, con el cabello húmedo de la ducha y la radio encendida en una estación estática.

Escuchaba los golpes a su puerta. Quería levantarse a abrir, pero no encontraba las fuerzas para avisarle a su cerebro que comandara a su cuerpo para levantarse y abrir la puerta.

''Zayn, sé que estás ahí. Puedo verte desde la ventana'' habló esa familiar voz con su fuerte acento extranjero.

''¡Tío Zen hace mucho frío!'' se quejó una pequeñita voz. ''Estas cruzando mi limite.''

''Theo, no puedes usar esa palabra para todo'' habló Niall.

Zayn escuchaba la conversación entre ambos chicos, con una pequeña sonrisa indecisa en sus labios. Lentamente se levantó de la cama, avanzó hasta la entrada y quitó el seguro de la puerta.

''Hola chicos'' murmuró sin animo, dándose la vuelta y volviendo a la cama.

''Ew, ¿Quién se murió aquí?'' habló Niall, cerrando la puerta de una ligera patada mientras balanceaba algunas bolsas de comida y a Theo en sus brazos.

''Fuchi'' habló Theo, cubriéndose la naricita. ''Huele fello.''

''Es que el Tío Zayn no se baña'' bromeó Niall, Theo volteó a ver a su papi mientras sonreía. ''Dile, 'Fuchi Tío Zayn, báñate' ''

''Fuchi Tío Zen, báñate'' repitió Theo, entre risitas. Zayn rio junto a él.

''A ver'' dijo Niall, colocando las bolsas de comida en la mesa y abriendo la puerta de par en par. ''Aquí urge una limpieza.''

Zayn gruñó, captando la atención de Theo.

''¿No te gusta bañarte?'' preguntó, ladeando la cabeza. Zayn negó, siguiéndole el juego.

''A mí tampoco'' susurró el bebé, confiándole su mayor secreto al moreno. Zayn soltó una pequeña carcajada.

''Theo, deja de molestar a tu tío. Mejor ponte a limpiar esa mesa'' dijo Niall, señalando la mesa de café mientras le entregaba un estropajo. Theo fue corriendo hasta allí y comenzó a limpiar torpemente.

Niall se acercó a Zayn y se sentó en el borde de la cama. ''No necesito preguntarte como estas'' habló, observando las ojeras debajo de los ojos del moreno.

''Zayn, sonaré muy estúpido, pero no debes deprimirte por ese imbécil. Me refiero a que no debes dejar que ese desgra- Ese tonto, te afecte de esta manera.''

Zayn frunció el ceño ante el trastabille de su amigo. Niall señaló a Theo con la mirada y Zayn asintió, comprendiendo.

''No quiero que llegue al punto en que tengas que tomar el maldito Prozac, Zee. ¿Te acuerdas de eso? ¿Lo recuerdas?'' presionó el rubio, agravando su tono. Zayn asintió. ''¿Recuerdas las noches de paranoia al no tomarlo? ¿El insomnio? ¿Ese sentimiento de no poder controlar tus emociones? Yo las recuerdo, y recuerdo que Mirage no podía existir debido a que el chico detrás de ella se estaba desmoronando por culpa de una horrible enfermedad que se lo estaba comiendo vivo.''

Los ojos de Zayn comenzaron a brillar por las lágrimas.

''Yo recuerdo ver a mi amigo desmoronarse sin yo poder hacer nada. ¿Pero entonces que paso, Zayn? Entonces, tú mismo saliste de aquella situación. Tú cavaste y tocaste fondo, y ahora estas fuera. Y no voy a dejar que vuelvas a enterrarte tú mismo, ¿me entiendes? Así que sal de esa cama, ponte unos zapatos y ayúdame a limpiar esta casa que parece chiquero'' comandó el rubio, chasqueando los dedos.

Zayn permaneció inmóvil, observando a su amigo.

''¿Qué me ves, cabrón? Órale, mueve ese culo huesudo que tienes y ponte a limpiar'' exigió el rubio. Zayn se acercó lentamente y envolvió sus brazos en el cuerpo del rubio, abrazándolo con fuerza.

''Zayn...''

''Si tú y Theo no hubiesen llegado hoy, estaría muerto'' murmuró Zayn.

Niall se congeló. ''¿Pensabas?-''

''No'' interrumpió Zayn. ''Pero estaba considerando abrir la llave del gas y acostarme a dormir un día de estos'' dijo. ''Estoy cayendo de nuevo, Ni.''

''No es cierto'' espetó el rubio. ''Yo te estoy sosteniendo.''

Zayn rio entre lágrimas, apretando al rubio una vez más antes de separarse. ''Gracias.''

''Bueno, como sé que no estás bien pero tampoco estas mal, me vas a ayudar a limpiar. Porque esto'' dijo el rubio, señalando los platos sucios y los envoltorios esparcidos por el cuarto. ''Es una porquería.''

Zayn curveó los labios en disgusto. ''Ew, ni me lo digas.''

Niall sonrió. ''Anda, ayúdame.''

* * *

''No entiendo que es lo que quiere de Niall'' habló Josh, sentado frente a David Horan.

El hombre canoso sonrió. ''Quiero hablar con él. Y quisiera ver a mi nieto'' sonrió, simplemente.

Josh negó. ''Me temó que no puede decirle nieto si está tratando de alejarlo de su familia. Y menos si trató de esa forma tan ruin a uno de sus padres.''

David rio. ''Quiero lo mejor para el niño. Crecer en un ambiente antinatural como este simplemente le traerá confusión y burlas cuando crezca. No será un niño feliz'' opinó.

Josh rio junto a él. ''Y usted sabe mucho sobre como criar niños, ¿no?'' comentó, sarcástico.

David entendió por dónde iba Josh. ''Lo que pasó con Niall no tiene nada que ver con el hecho de que se lo que es correcto para cualquier niño. Este bebé no puede crecer en un ambiente inestable.''

''¿Inestable? ¿Inestable como tus constantes peleas con Maura?'' atacó Josh, sin miedo.

David lo vio inexpresivo. ''Inestable como el hecho de que sus padres no podrán casarse nunca. ¿Qué piensan decirle cuando se enteré de que sus padres no están casados como los de sus amigos? Si es que tiene amigos, claro. Nadie quisiera ser amigo de un niño con padres gay.''

Josh rio con ganas. ''Wow, se nota que no pones atención. ¿Ves esto?'' dijo, levantando la mano con su anillo de matrimonio. ''Esto, viene de eso'' señalo una foto en la pared. La foto de su boda. ''Estamos casados, legal y religiosamente. ''Y, verás David. En el mundo existen niños huérfanos, viudas, niños con padres divorciados o con familias disfuncionales. La diversidad existe. Ninguna familia es perfecta. Y eso es algo que Niall y yo le estamos ensenando al bebé. Si lo criamos a tu manera, creerá que el mundo gira alrededor de él y que solo lo que él piense y crea correcto, es lo único que está bien, y que todos los demás deben ser como él ordena. Creo que la forma en la que estamos criando a nuestro bebé, está bien. Si él tiene gustos y sueños distintos a los míos, los apoyare. Porque lo amo, y es mi deber como padre apoyar a mi hijo y alentarlo a perseguir sus sueños. Pero claro, la forma en la que a ti te criaron te hace ver las cosas desde el ángulo incorrecto.''

''Si p-''

''No, escúchame'' lo interrumpió Josh. ''Le estoy dando lo mejor a Theo, al darle la oportunidad de crecer en una familia que lo ama y se preocupa por él. ¿Tú crees que le darás lo mejor, regresándolo al orfanato en donde estaba? ¿En serio?'' inquirió el castaño, cruzándose de brazos. ''Él va a tener amigos, David. Los tendrá porque crecerá amando y aceptando a los demás, siempre y cuando no le perjudiquen. No crecerá juzgando y tratando de que todo sea a su manera. No crecerá de la forma en la que tu creciste.''

''Retírate de mi casa, por favor. No quiero que te acerques aquí. No te acerques a Niall, ni a mí, mucho menos al bebé.''

David se levantó del sofá. ''No puedes alejarme de mi propio hijo.''

''Ya es mayorcito, no depende de ti'' dijo Josh, caminando hasta la puerta y abriéndola. ''Desaparece de nuestras vidas.''

David salió lentamente de allí, observando a Josh.

''Mientras no cambies de opinión, no tienes nada que hacer aquí'' dijo el castaño, cerrando la puerta en la cara de David.

* * *

''¡Louis, llegaremos tarde!'' vociferó Harry desde la sala, donde se encontraba atándose los zapatos de cuero.

Louis y él habían ido de compras a Santa Mónica Place. Harry había escuchado de aquel lugar antes: era la zona más cara de Los Ángeles. Solo las celebridades y la gente con muchísimo dinero compraban allí.

Al principio se había negado rotundamente a que Louis le comprara ropa para la boda. Louis terminó ganando la discusión, aceptando la condición de Harry de solo comprar en las tiendas más baratas.

Claro que sabía que la tienda más barata del lugar era Kitson, que era una tienda de souvenirs judía donde lo más barato eran las camisetas de cien dólares.

Harry terminó rindiéndose, dejándose arrastrar por Louis tienda tras tienda, probándose distintas cosas. Al final, Louis le había comprado más ropa además de la ropa para la boda. Y ni siquiera necesito preguntarle a Harry. Simplemente prestó atención a las prendas de ropa que Harry se pasaba más tiempo observando, y, con la ayuda de la dependiente que tomo las medidas de Harry, había escogido exitosamente dos cambios de ropa nuevos para Harry.

''Esto es demasiado, Louis'' dijo, arreglándose la corbata de moño y observando las bolsas de ropa de Urban Outfitters, Abercrombie & Fitch y muchos más.

''¿Sigues con eso?'' habló Louis, haciéndose el nudo de la corbata mientras caminaba hasta la sala. Su cabello estaba peinado en el copete de siempre, mientras su camisa pulcra y blanca se encontraba fajada en los pantalones que abrazaban gentilmente su redondo trasero. ''Ya te dije que no es problema. Es más, considéralo como un regalo de cumpleaños adelantado.''

Y le guiñó a Harry, quien apartó la mirada mientras sonreía.

A Harry siempre le había encantado cuando los chicos guiñaban. No sabía porque, simplemente le parecía sexy.

''¿Por qué siempre que alguien hace lindo por ti, tú lo rechazas?'' preguntó Louis, dejándose la corbata y colocándose el saco.

''No lo sé'' murmuró Harry, metiendo sus manos en los bolsillos. ''Creo que... de tantas cosas por las que he pasado, llegue a un punto en el que creo que no merezco que nada bueno me pase'' dijo, relajado.

El corazón de Louis se estrujó un poco ante las palabras del chico. ''Eso no es cierto. Todos merecemos cosas buenas'' comentó.

'Por ejemplo, tú te mereces una buen cogida' piropeó su subconsciente a Harry, quien se veía particularmente sexy en su traje.

El ojiverde sonrió. ''Eso me han dicho'' respondió, sacando a Louis de sus inapropiados pensamientos.

Louis le sonrió, antes de ver su celular. ''Bueno, creo que ya podemos irnos'' habló, abriendo la puerta para Harry.

''Vamos media hora tarde'' se quejó Harry, cruzándose de brazos mientras observaba como Louis cerraba la casa.

''Esto no es como en Inglaterra, cariño. Aquí, si te dicen que la fiesta comienza a las ocho, tu llegas a las ocho y media'' espetó, sin detenerse a pensar mientras avanzaba hasta el coche y ebria la puerta para Harry.

Louis lo había llamado cariño.

Las mejillas de Harry quemaron mientras subía al auto y Louis cerraba la puerta.

Todo el día, Louis parecía haberle coqueteado en ciertas ocasiones. ¿O solo era él? No, definitivamente algo estaba pasando.

¿Y si Louis por fin se había decidido? ¿Debería seguirlo?

Aun cuando hace unas horas había decidido que Robert, se podía ir a la mierda debido a las palabras que le había dicho antes de irse, Harry se sentía culpable. Una pequeña parte de Harry se había comenzado a enamorar de Robert.

Pero la mayoría de su ser seguía rogando por el amor de Louis.

Y eso, era mayoría. Y si Louis intentaba algo más esa noche, Harry le seguiría el juego.

Todos esos pensamientos abarcaron su mente, mientras observaba con deleite las luces y edificios, a medida que llegaban a la boda.

La ciudad siempre era más bonita de noche.

Y era aún más bonita cuando el perfume de Louis le hacía cosquillas en la nariz y su presencia le proporcionaba calor y felicidad.

Una vez que llegaron a la fiesta, la noche pasó rápidamente.

Louis presentó a Harry con sus colegas y amigos. Incluso brindó en el micrófono por los 'casados'. Bob le dedicaba miradas cómplices a Louis, mientras este reía y hablaba con Harry.

La fiesta se encontraba en el techo de uno de los hoteles en el centro de Los Ángeles. La decoración era simple, con cables de luces tenues curveándose en el aire, dándole a la fiesta un toque despreocupado y elegante.

Harry se encontraba apoyado en el borde izquierdo de aquella terraza, balanceando una fresa entre sus dedos mientras observaba soñadoramente la ciudad.

''Si tomas un sorbo de champaña y muerdes una fresa, sabe bastante bien'' murmuró Louis, colocándose al costado de Harry, quien le sonrió.

''Hola'' murmuró el rizado, observando al mayor. ''Perdón, no puedo dejar de admirar todo. Es tan... lindo.''

''Sí que lo es'' opinó Louis, respirando el fresco aire de Octubre. Observó cómo Harry admiraba todas las edificaciones y monumentos, con todas esas luces que resaltaban en la oscuridad.

''Es que todo es tan... majestuoso. Me hace sentir pequeño e insignificante'' suspiró el menor, dejando su vista vagar por la ciudad.

Louis pensó. Pensó en la historia de Harry, en su pasado. Porque el menor le había confiado algunos fragmentos hace algunos momentos, y la verdad era, que Louis no podía digerir como un chico como Harry podía permanecer así de encantador, después de vivir todo aquello.

Pensó en la risa de Harry. Su incomodidad, su torpeza, su amabilidad, esa ternura e inocencia a momentos. Esa parte sexy y confiada que muy pocas veces mostraba.

Se desconectó un momento, tratando de controlar su mente y evitando admitirse algo.

Se concentró en la música sonando en la fiesta.

¿Alguna vez has experimentado ese momento en la vida en que una canción que conoces perfecto, encaja perfecto en ese momento, y es como una señal?

Porque eso le estaba pasando a Louis.

City Of Blinding Lights de U2, sonaba fuerte y claro. Louis no pudo evitar voltear a ver al joven junto a él, quien observaba sonadoramente hacia los monumentos y hermosas obras de la ciudad.

Louis sabía que la obra más hermosa y majestuosa del mundo se encontraba junto a él, usando un traje ajustado y con los verdes ojos perdidos en la distancia.

Y allí, disfrutando del clima, el ambiente y su compañía, lo supo: se estaba enamorando de Harry.

Sin comas, sin paréntesis, sin exclamaciones.

Simplemente, lo sentía.

''Harry'' murmuró.

El menor se volvió a verle, tan tierno y hermoso como siempre.

¿Cómo es que Louis tenía a este hombre tan magnifico y perfecto frente a él y se resistía a la tentación de besarlo?

Iba contra todas las leyes de su naturaleza, contra todos sus ideales. Estar con Harry significaba salir de su zona de confort. Significa renacer y descubrirse a sí mismo de nuevo. Él siempre había pensado ser alguien.

No pensaba ser Louis Tomlinson, un empresario millonario que gusta de hombres. Encontraba increíble lo fácil en que todo puedo cambiar. Si alguien le hubiese dicho hace seis meses, que se encontraría con un chico que lo haría reconsiderar quien era y que pondría su vida de cabeza, Louis sin duda lo hubiese tachado de lunático.

Pero aquí estaba ahora, a centímetros de ese chico. Ese chico que lo estaba cambiando, que lo estaba haciendo darse cuenta de quién era y de quién siempre fue. De ese chico de ojos verdes y cabello rizado que lo hacía acallar las opiniones y pensar en su única felicidad.

¿Cómo era posible que un chiquillo le hiciese sentir toda esa revolución en su pecho?

''¿Louis?'' llamó Harry.

''Salgamos de aquí, ¿quieres? Todavía tienes que contarme sobre ti. ¿Lo recuerdas?'' habló Louis, resistiéndose una vez más.

Harry asintió. ''Bien'' sonrió.

Louis y Harry se despidieron de Bob y Pathyna, antes de abandonar la fiesta. Louis se mordia el labio, tratando de evitar su sonrisita orgullosa mientras observaba como algunos de los chicos que se habían pasado la noche mirando a Harry, lo veían con rencor al ver como el ojiazul caminaba junto al menor, con un brazo alrededor de la cintura del más alto.

Ambos caminaron un poco, deteniéndose a comprar algunos dulces y comida antes de llamar a Joe y viajar hasta la casa de Louis.

Una vez allí, ambos se cambiaron a algo más cómodo. Después subieron hasta la terraza y se sentaron en el suelo, admirando el paisaje y las lejanas luces de la ciudad.

''Así que... ¿me contarás?'' habló Louis, toqueteándose la barbilla para parecer no muy interesado.

Harry asintió. ''Bueno... mi familia solía ser muy prestigiada. Como te conté, mamá era joyera. Papá murió cuando yo tenía un año. Mi hermana Gemma y yo solíamos ser bastante unidos. Ella estaba en preparatoria, yo aún estaba en la secundaria. En ese tiempo, tuve mi primer beso con un chico. Y lentamente, me di cuenta de quién era. Fue fácil asimilar que mamá entendería, porque ella me amaba ¿no? Siempre lo decía, así que ¿Por qué me rechazaría?'' pausó, volteando a ver a Louis. El ojiazul asintió, indicándole que continuara.

''Un día, después de cenar, se lo dije. Al principio me vio esperando que fuese una broma. Al darse cuenta de que estaba hablando en serio, ella simplemente... me abofeteó. Solo así. Sin decir nada, lo hizo y se fue a su habitación.''

''No pasó mucho tiempo para que comenzara a insultarme y a tratarme cada vez peor. Gemma en ese entonces, ya tenía problemas con sus adicciones debido a sus estúpidos amigos en la universidad. Y si lo analizó ahora, mamá debió pensar que estaba perdida. Ya sabes, una hija drogadicta y un hijo gay, la dejarían caer en su estatus social, ¿no? Imagínate, alguien tan poderoso y adinerado como ella, codeándose con un homosexual ¡qué horror!'' ironizó el rizado, antes de darle un mordisco al regaliz de cereza que tenía en las manos.

Louis sintió su estómago encogerse ante las palabras del chico. Él jamás había pensado algo así, pero los pensamientos estúpidos que tuvo en el pasado mientras se negaba a aceptar su atracción por Harry, no distaban de los pensamientos de la madre del chico.

''Así que un día, mientras regresaba de la escuela, un amigo de mamá se ofreció a darme un aventón a casa, y dije ¿Por qué no? Lo conozco desde la infancia'' el menor pausó, tragándose su nudo en la garganta para poder continuar. ''Yo sabía que mamá tenía amigos involucrados con la mafia pero nunca imaginé que ella los usaría para darme una advertencia, ¿sabes? Nunca imaginé que me llevarían a un callejón y me golpearían.''

Louis apretó los puños, sintiéndose impotente.

''Me quemaron con cigarrillos, por eso tengo estas marcas'' explicó el menor mientras se levantaba la camiseta, mostrando las cicatrices en su costado izquierdo. '''Me dijeron que debía abandonar Italia y dejar a mi familia si no quería acabar muerto.''

''Después de eso, simplemente corrí a casa y me fui. Empaque un poco de ropa y dinero y me fui de la casa. Mamá anunció que yo había acudido a un viaje escolar, y meses después confirmó falsamente que había muerto en dicho viaje. Pero yo me encontraba viviendo en un asilo allí mismo en Italia. Simplemente trabajaba ayudando a hornear pan. Un día, un chico entró a repartir publicidades sobre un show de Madonna. La idea me encantó, así que ahorré lo suficiente y asistí. Quedé maravillado con todo aquello. Me quedé hasta el final para hablar con el creador de todo eso, y así conocí a Garrett. Pronto el me ofreció quedarme con él y fue como un padre para mí, ¿sabes? Me puso de nuevo en la escuela, me dio un techo y comida sobre la mesa. Me dio una familia'' suspiró el menor, concluyendo.

Louis sentía que había una parte que Harry no le estaba contando. Pero decidió no presionar más.

''Has pasado por mucho'' reconoció el mayor, observando el rostro del chico.

''Lo sé, ¿pero quién no? Todos pasamos por cosas malas en un momento dado ¿no es así?'' respondió el chico, sin observar a Louis.

Louis asintió. ''Pero la mayoría se amarga. O deja de ser lo que era antes. Y por lo que me cuentas, tú sigues siendo el mismo. Sigues siendo el mismo chico amable y cariñoso que fuiste en ese momento.''

Harry volvió su mirada esmeralda hasta el mayor, quien observaba el suelo.

''Y no me cabe en la cabeza que exista alguien tan perfecto como tú, Harry. No puedo creer que existan personas que lastiman a alguien tan precioso y tan... lindo''

El filtro de Louis se había ido para nunca jamás volver. Y ahora se mordía el labio, evitando sonrojarse.

''Déjame besarte, Harry'' habló claro el mayor, postrando su mirada en los labios rellenos y rosados del menor, sin miedo.

''¿Qué? Louis no...'' Harry quería besar al chico que lentamente lo hacía perder la cabeza, de verdad que sí. Pero tenía miedo. ¿Qué tal si lo usaba? ¿Qué tal si era indiferente, como antes?

''No era una pregunta, Harry. Voy a besarte'' murmuró Louis, alargando sus brazos hasta la cara de Harry. La tomó entre sus manos y juntó sus labios.

Ambos siguieron el beso. Y ambos sabían que esto no era para nada como los besos de antes.

Estaban conscientes. Ambas partes lo deseaban tanto como la otra.

El pecho de ambos sufría una guerra por dentro. Las luces de la ciudad eran testigos de aquel par de enamorados demasiado orgullosos y temerosos de admitirse su amor. Pero no importaba.

No importaba, por ahora aquel beso lleno de deseo y necesidad era más que suficiente prueba de que esto no era simplemente un enamoramiento etéreo.

Esto era amor.

Harry fue el primero en desconectarse de esa pequeña unión. Abrió los ojos, observando como Louis abría los suyos igualmente.

''¿L-louis?'' preguntó temeroso. ''¿Qué fue eso?''

''Necesitaba hacerlo, Harry'' dijo el mayor, tras un suspiro.

''¿Por qué?''

''Creo...creo que me gustas.''

* * *

Ese fin de semana pasó rápido.

Louis y Harry pasaron sus días restantes en Los Ángeles sin dejar de intercambiar miradas y sonrisas coquetas.

No hubo más besos después del de aquella noche. Pero no hacían falta. Ambos dormían en la misma cama (debido a que la casa de Louis solo contaba con una habitación), y dormir abrazados o cerca del otro era todo lo que necesitaban para estar bien.

Estaban bien porque estaban juntos.

Y por otro lado, ese domingo, Josh partía hasta Tailandia. Niall y Theo lo habían acompañado hasta el club, en donde recogió unas cuantas cosas de la cabina.

Ambos rubios esperaron en el auto mientras Josh ingresaba rápidamente al club. El castaño quitó el seguro de la puerta pensando que estaba solo.

Al abrir la puerta, descubrió que estaba equivocado.

Liam se encontraba en el escenario. Bailando con fuerza y precisión. Su torso cubierto por un sueter gris extragrande, dejaba ver su tono muscular y su trabajado cuerpo debido a que se pegaba a su piel por el sudor.

7/11 de Beyoncé resonaba en el club, mientras Liam bailaba, asaltando sin piedad el escenario. Josh no pudo hacer nada más que detenerse a ver la pasión y ganas con las que se movía su amigo.

''Hace tiempo que no te veía bailar en tacos altos'' habló sobre la música, atrayendo la atención de Liam.

El castaño se volvió a verle, dejando atrás su demandante rutina de baile.

''¿Qué haces aquí?'' preguntó, tomando aire.

''Lo mismo te pregunto'' sonrió Josh. ''Vine por unas cosas antes de ir al aeropuerto.''

''Estoy frustrado. No sabía que hacer así que vine aquí a desahogarme de la única forma que se'' explicó Liam.

Josh asintió. ''¿Y además de eso, estas bien?''

Liam negó. ''No''

''Espera'' dijo Josh, corriendo hasta la cabina. Liam esperó de pie en el escenario, marcando ligeramente algunos pasos hasta que Josh regresó.

''¿Qué es lo que pasa?'' habló Josh, ahora cargando una pequeña caja entre sus manos.

''Creo que tengo una enfermedad'' habló Liam, llevándose una mano a la cabeza. ''Leí sobre un tumor en el cerebro que te hace hacer cosas indebidas y decir palabras hirientes sin razón alguna, ¿Qué tal si yo tengo eso?''

Josh pensó un momento, tratando de averiguar a qué se refería Liam. Una vez que recordó, simplemente sonrió mientras negaba. ''Deja de buscar excusas, Li.''

Liam lo vio, interrogante. Por lo que el castaño continuó.

''Lo que digo es, que somos humanos Liam. Podemos tenerlo todo y a todos, pero siempre queremos más. Porque esa es nuestra naturaleza. Tenemos que conquistar y adquirir cosas nuevas para seguir viviendo, de lo contrario, no estamos satisfechos. No te estoy justificando, lo que hiciste es malo. Pero, eres humano. Los humanos cometemos errores.''

Liam asintió mientras observaba sus pies. ''Tienes razón, Josh. Pero aún con eso, no sé porque lo he hecho. Y lo peor es que he perdido y herido a una persona importante.''

Josh asintió. ''Como dije, es normal equivocarse. Después del error, viene el segundo intento y por lo general, el éxito. Busca el éxito, Liam. Enmienda tus errores.''

Liam asintió. ''Buena suerte en tu viaje.''

Josh sonrió, comenzando a avanzar. ''Gracias'' y así, salió. Dejando a Liam solo con sus pensamientos.

* * *

No tenía un buen presentimiento sobre este viaje.

Sentía una opresión en el pecho pero no sabía si era su instinto o simplemente los nervios de no tener a Josh con él por un mes. Por lo tanto, decidió no hacer caso y simplemente concentrarse en lo que estaba pasando.

''¿Te vas a ir?'' preguntó Theo, observando incrédulo a Josh, quien cargaba su maleta.

''Si, pero regresaré. Regresare en Noviembre, te lo prometo'' habló Josh, acariciando la mejilla de Theo.

El pequeño comenzó a hacer pucheros, arrancando un ''aww'' por parte de ambos chicos.

''Ay, cariño no llores'' dijo Niall, abrazando al bebé contra su pecho. ''Papá va a volver antes de tu cumpleaños, vas a ver.''

'Vuelo 145 hasta Turquía, favor de abordar por la compuerta...'

''¿Turquía? Creí que era un vuelo directo'' habló Niall, frunciendo el entrecejo.

Josh negó. ''Hace escala en Turquía, India y después directo a Tailandia.''

Niall asintió lentamente. ''Oh, bueno... ten un b-''

Josh le interrumpió, dándole un buen y merecido beso.

Niall se separó un momento. ''Hacía tiempo que no me besabas así'' rio.

Josh lo besó una vez más. ''No sé qué haré un mes lejos de ti.''

''Oh, tan cursi como siempre'' se burló el rubio. ''Auto-complacerte mientras piensas en mi es un buen plan.''

Josh rio. ''Lo tomaré en cuenta.''

Niall volteó hacia el pequeño que se encontraba refugiado en su pecho. ''Tete, dile adiós a papá.''

Theo se volvió hasta Josh, quien lo cargó y abrazó una última vez antes de tomar su maleta y comenzar a avanzar hasta la compuerta.

''¡Adiós papá!'' gritó en un balbuceo, mientras sacudía su pequeña mano. Josh correspondió el gesto, al igual que Niall.

Una vez que el castaño desapareció detrás de las puertas, Niall se dio la vuelta y comenzó a avanzar fuera del aeropuerto, con la preocupación carcomiéndole el pecho cada vez más.

''Papi, ¿Qué es auto-complacerse?''

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