| BIOGRAFÍA DE: HARRY |

POR FIN ENCONTRÉ LAS QUE FALTABAN LPTM.

pd: *si hay partes con errores de ortografía, contradicciones, etc. Perdonen, era joven y pendeja a los 16. Y me da hueva corregir alv

pd2: * hay una parte de la bio que es tóxica, abstenganse de comentar ''ciwill icidimy''. i hate that

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Nombre: Nicolò Cordone Scarcello (Harry Cordoglio Styles)

Edad: 27 años

Ciudad Natal: Milán, Italia.

Residencia Actual: Londres, Inglaterra.

Nicolò nació una tarde de Halloween, bajo la línea sanguínea de una de las familias más privilegiadas de Europa. Listado como el primer heredero de los negocios de su padre, la atención y cuidados iban dirigidos principalmente hacia él; Aquello, crearía un conflicto silencioso entre su hermana menor Gemma y él.

La mayor parte del día, Harry se encontraba entre nanas y empleados de la mansión que cuidaban de él y se aseguraban de que comiera y durmiera a sus horas, jugara lo necesario y permaneciera limpio para el tiempo de llegada de sus padres.

La relación con su hermana jamás había sido sana, ni siquiera tranquila. La pequeña Gemma desarrolló un gran rencor hacia el ''bebé'' de la familia, puesto que desde el nacimiento del rizado, toda atención y cariños eran dirigidos hacia él.

¿Por qué su madre no le leía antes de dormir? ¿Por qué no le decía lo bonita que era, ni halagaba el color de sus ojos, si eran solo un poco más oscuros que los de su hermano? ¿Por qué las criadas la educaron, en vez de sus propios padres?

Ambos se hacían mas grandes, y a medida que pasaba el tiempo, Harry se volvía más y más malcriado.

Empezó por faltarle el respeto a los criados y ayudantes; gritaba, chasqueaba los dedos, escupía y rechazaba la comida al más mínimo error, como una pizca de sal o la falta de los cubiertos correctos. Daba órdenes y hacia lo que quería. Y como no, si su padre nunca estaba en casa y su madre se la vivía de compras con sus tantos amantes. Gemma y él eran los únicos en casa y la chica, a pesar de la fortuna, tenía acceso a lujos limitados.

No como Harry. Nunca como él.

Los hermanos crecían, la familia se metía cada vez más en finanzas, lujos y uno que otro trato ilegal con personas peligrosas, sin embargo, de su mismo círculo social.

Cuando Harry cumplió los quince, ya era más que conocido por la prensa italiana y una que otra revista de chismes internacional, gracias a todas sus inapropiadas aventuras. A pesar de la mala fama, faltaba a la escuela de vez en cuando (porque a pesar de todo, el heredaría los negocios de su padre, y debía estar calificado).

Pero aun así, las fiestas no faltaban. Tampoco el alcohol ni las mujeres. Ese, era el punto clave por lo cual ni su padre ni su madre se preocupaba por meterlo en cintura; el chico era un mocoso engreído, irresponsable y fuera de control. Creía saberlo todo y no tenía ni idea.

No fue hasta su cumpleaños número dieciséis, cuando Harry se dio cuenta de su sexualidad. Y no fue con cualquier hombre: fue con nada más y nada menos que Stefano Gallera. Stefano era el guapo y exitoso hijo de veinticinco años de uno de los socios más importantes de su padre. El hombre vivía viajando, pero siempre se hacía tiempo para ir hasta Italia y visitar a su amor. Esto, y muchas cosas más, hicieron que Harry se enamorara perdidamente de Stefano.

El veinteañero era conocido también por las distintas drogas que consumía, y por supuesto, Harry compartía todas esas drogas con él. Las fiestas, las drogas, el sexo y el alcohol. Toda esa densa tormenta de prejuicios y adicciones, que rápidamente se convirtió en huracán.

El padre de Harry fue envenenado a principios de Noviembre. Un negocio que no se concretó en tiempo y forma, combinado con que una de sus amantes le había robado una fuerte suma de dinero, selló su destino. Y el de toda la familia.

Como Harry ya se encontraba liado con Stefano y todos esos vicios, los enemigos de la familia tomaron como blanco a Gemma, quien también consumía drogas. Solo que las que ella conseguía, estaban adulteradas. Entre eso y el excesivo consumo, aquello la volvió una completa adicta. Solo bastó una sola dosis de más, para convertirla en lo que sería toda la vida.

Pronto las deudas del padre de Harry se amontonaron, haciendo que su madre tomara el liderazgo, pues su joven hijo estaba demasiado ocupado viviendo de motel en motel con su novio clandestino. Claro que ella creía que Harry se encontraba en fiestas y otras reuniones sociales con los jóvenes de su estatus, jamás le pasó por la mente que su hijo estuviese inhalando cocaína o bebiendo hasta la inconsciencia en bares de mala muerte con un hombre que le ganaba por nueve años. Harry, sin saberlo, se encontraba en una relación tóxica.

Celos enfermizos, palabra hirientes, uno que otro golpe subido de tono durante el sexo (justificado como gaje de tal práctica) y la forma en la que Stefano le trataba cuando la droga se acababa, hacían de aquella relación algo peligroso. Pero a Harry jamás le importó o siquiera le afectó, porque así como Stefano alzaba la voz y lanzaba cosas, Harry se defendía y no permitía que el hombre le tocara un pelo. Ambos se odiaban tanto como se querían.

Y cuando la madre de Harry descubrió a su hijo y a Stefano besándose en un baile de beneficencia, el auge de Harry abrió paso a su caída. El rechazo de la familia comenzó con remover su acceso al dinero. Después del escándalo de aquel viaje a España, Anne había estado deseando hacerlo. Luego de eso, la madre de Harry recurrió a medidas extremas: habló con algunos conocidos y mandó golpear a su propio hijo. Comenzó a golpearlo y a negarse a alimentarlo. Y como Harry había construido una enemistad de años con los empleados de la familia, nadie quería ayudarle.

Para Stefano no hubo consecuencias, pero para Harry. Oh dios, que si las hubo.

Harry comenzó a adelgazar por la falta de alimentos, su bronceada piel siempre se veía pintada de tonalidades violáceas y verdosas, debido a los golpes que recibía. Incluso tenia cicatrices de rasguños y quemaduras de cigarrillo hechas por su propia madre, quien le recordaba lo asqueroso que era. ¿Y por qué Harry no escapaba? ¿Por qué no se largaba lejos?

No podía, era menor. Todo el mundo le conocía la cara. Cualquier intento de fuga seria fallido, y terminaría en él volviendo a casa con su madre, con una paliza segura.

No fue hasta que un día, accidentalmente hizo enojar de más a su madre y esta le ordenó a uno de los ex-socios de su padre, que le golpeara. El hombre lo dejó muy herido del rostro; ambos ojos tenían negros moretones y la mayoría de la cara se encontraba inflamada debido a los golpes. Y esa noche, Harry tuvo una idea.

Simplemente, espero a que su hermana se escapara a la hora de siempre a conseguir droga, para seguirla con maleta en mano. Separó caminos unas cuantas calles lejos de su hogar, pensando que Gemma no le había visto. Hasta que esta se volvió a verle y le sonrió con labios resecos.

''Te has enterado de que mamá pensaba matarte mañana, ¿cierto? ¿Por eso huyes?'' le dijo, riendo con crueldad.

Harry echó a correr, sin siquiera voltearla a ver por última vez. ¿Su propia madre pensaba matarlo? No, no era posible. Era su madre.

Pero....ella misma lo había mandado golpear muchas veces. Ella misma le había creado esas cicatrices. Y todo ¿por qué? Porque se había confiado. Permitió que su madre se diese cuenta de quién era, de la manera más estúpida y predecible.

Y allí, solo en la noche sin tener una idea a donde ir, Harry se dio cuenta de quién era realmente. Un mocoso estúpido, de apenas diecisiete. Un niño rico que gastó, usó y manipuló sin consciencia, sin interés.

A cuanta gente había herido, cuantas cosas había tomado por sentado.

Era como una delicada pieza de arte que ahora se encontraba entre las sucias baratijas de algún comerciante callejero. En algún momento de la noche se vio a si mismo frente a la estación de autobuses de Milán. Contó el dinero que le había robado a la maldita de su hermana y le alcanzaba apenas para el viaje de cuatro días hasta Londres y para alimentarse uno o dos días. Al ser un servicio público, no pedían ninguna identificación, y su cara estaba lo suficientemente hinchada como para ser reconocida. Y él, se encontraba lo suficientemente abrigado como para no ser deportado a Servicios Sociales.

Cuando llegó a Londres, Harry vivió en la calle. Por dos semanas, aproximadamente. Comía bien, pues en Europa, la gente tira en veces, comida en perfecto estado. Una sola mancha de vejez y va a parar a la basura, y de allí, al estómago de jóvenes como Harry. Un día, mientras hurgaba en la basura de un bar, vio salir a varios hombres cantando del establecimiento. La mayoría tenía maquillaje en la cara, a pesar de estar vestidos con ropa de hombre. No pasaban de los veinte, a excepción de uno. Parecía tener treinta y pico; el hombre portaba una peluca de color lila y unas gafas muy extravagantes típicas de los años cuarenta. Todos parecían haber sido echados del bar, pero eso no impedía que soltaran sonoras carcajadas mientras algunos bailoteaban, cantando sin parar Dancing Queen de ABBA.

Harry no dejó de hurgar en la basura, mientras tarareaba en voz baja la canción.

El hombre de peluca notó al chico y se le acercó, cantando.

''Dancing queen, Young and sweet'' le cantó, señalándole para que continuara.

Harry se paralizo, volteó a ver a los chicos, quienes le sonreían esperando a que siguiera.

''Only seventeen...'' cantó Harry, apenas. El grupo de chicos rio y continuaron cantando con él un poco más, mientras el hombre de peluca sonreía.

Se presentó como Garrett, y esa noche le ofreció un lugar donde dormir. Harry aceptó a regañadientes, inseguro de quienes eran, pero no tardó mucho en averiguarlo. Garrett le explicó su vida, le presentó a todos los chicos que vivían con él y lo que hacían: eran drag queens, y ese era su trabajo. A pesar de que Harry aun no exteriorizaba su sexualidad, ni Garrett ni nadie le obligó a comenzar o siquiera probar aquella práctica. Ellos simplemente le dieron un lugar donde quedarse.

Y aunque Harry comenzó limpiando y ayudando en aquella casa, pronto se interesó por el drag y las distintas formas que existían de llevarlo. Garrett y los chicos le enseñaban los muchos trucos y procedimientos que hacían a un drag queen, y Harry estaba más que entusiasmado por aprender.

Al principio, comenzó a ir con los chicos a distintos eventos del orgullo gay; vendían pastelitos, bailaban o pintaban la cara de los asistentes a dichos eventos. Hacían mil y una cosas por juntar fondos para sustentar aquel oficio. Pronto, Harry tuvo suficiente dinero para acudir al registro civil. Garrett, quien ya sabía la historia (pues Harry le había contado), decidió acompañarle. Y allí, basto con presentar algunos certificados de nacimiento. Harry pasó inadvertido, porque al parecer la mujer del mostrador no leía revistas de chismes, o simplemente no le prestó atención suficiente a su trabajo como para notar quién era.

Y asi, Harry pasó de Nicolò Cordone Scarcello a Harry Cordoglio Styles. Ambos apellidos habían sido idea de Garrett. Cordoglio significa condolencias en italiano, y aunque a Harry no le gustaba, Garrett le suplicó que lo colocara en su nueva identidad. Y como decir que no, si el hombre le había dado asilo por dos años ya y de no ser por él, seguro seguiría en la calle. Así que aceptó y colocó ambos apellidos en su nuevo nombre, como muestra de gratitud hacia Garrett.

Los años pasaron. Harry cumplió los dieciocho años. Su trabajo ya no consistía en solo disfrazarse y contonearse por ahí; a veces cantaba y bailaba, pero claro, nunca sobre un escenario. No hasta una noche, en donde un nuevo club en la ciudad llamado Maison de Poupées había invitado a cada club de la ciudad a participar en una noche de micrófono abierto, pues se encontraban buscando bailarines para sus shows.

Harry se moría de ganas por participar, pero temía equivocarse o que le abuchearan. No era lo mismo bailar por la calle y alguno que otro club, a subirse a un escenario e interpretar. Un poco de ánimos de Garrett y sus amigos fue todo el impulso que necesitó el de ojos verdes para subir a ese escenario y presentar Respect de Aretha Franklin.

No hace falta decir que Liam y todo el mundo allí aclamo el número del chico. Todos supieron que su lugar era allá arriba.

Y bueno, el resto ya lo saben.


Hobbies: Ver Grey's Anatomy hasta altas horas de la noche,

Cantante favorito: David Bowie y Morrisey.

Color favorito: Negro y rojo.

Algo que odia: los gritos, la indecisión, rupturas, la falta de igualdad.

Algo que ama: estar en el escenario, desvelarse viendo películas viejas, el invierno. Y muy probablemente, a Louis.

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