Capítulo 18
Le doy otro sorbo al tercer cocktail de la noche.
Las luces blancas del sanitario me obligan a enfrentarme con todas mis facciones, mascarilla corrida por las lágrimas y poca estabilidad.
Soy un puto lío por dentro.
—¿Me pasas el desodorante?— Pregunta alguien.
No sé cuantas personas ya pasaron por este lugar pero seguro fueron más de cinco.
Vaya...¿cuánto tiempo he estado ocultándome?
—Bowie, hey...
Alzo la mirada a mi reflejo y observo a la dueña de aquella voz. Me doy vuelta al darme cuenta que la que está detrás de ese disfraz de chica ochentosa, es Christine.
Su cabello luce menos fucsia que antes.
—¿Te conozco, verdad?— me pregunta mientras le alcanzo el desodorante.
Christine luce divertida, como si estuviese pasando un buen rato y su escapada al baño fuese apenas una urgencia rápida.
Eso sería agradable...
—¡Espera! ¡Lo recuerdo!...¿¿La fiesta en lo de Quentin y Jesse?? ¡Tu nos tomaste fotos en el balcón!
Bueno, al menos alguien recuerda todo lo que ocurrió aquella noche.
Parece que pasaron años luz de aquella fiesta.
—Si, tienes razón...—admito.
Se coloca el desodorante, sin quitarme esa vista de encima.
—Soy Christine.— comenta.
Sonrío con gracia antes de estrechar manos.
Si supiera que lo sé todo...
—Skyler.— Finjo.
—No te voy a mentir...—comenta mientras saca un pequeño perfume de su cartera.— Vi unas fotografías tuyas con Jesse en las redes...¿Están juntas o...?
Mis manos se arraigan del mármol frío y mi espalda choca contra las puntas. Christine se pone pintalabios deteniendo su mirada en mi respuesta y su propio reflejo.
—¿Por casualidad tienes un par de tijeras?— le pregunto.
Un silencio incómodo crece, obligándome a dar por terminada mi visita extendida al baño.
—Estaré en...la pista...—agrego procurando no caer y llevándome lo que resta de mi trago.
La música se hace más fuerte del otro lado, dándome a entender que comenzó el momento de las baladas. Sonrío como una idiota mientras los BeeGees resuenan por todos los parlantes del bar y los cuerpos se mueven lento al bailar.
Los colores de la pista disco se encienden a mis pies, el humo nos envuelve a todos por igual. Sonrío para no llorar, aunque puede que en cualquier momento deje de poder contener las lágrimas.
—¡¡Skyler, linda!!
¿Quentin? Me doy la vuelta mientras mi trago ya vacío me es arrebatado de las manos. Esa que está detrás de él...¿es Jesse?
—¿¿Dónde mierda estabas??— me pregunta.
—Estaba...
Jesse baila sexy y lentamente con otra chica. Esta es pelirroja. Tiene un pelo abundante y brilloso que cae extenso por su fino y delicado cuerpo. Lleva una sudadera color amarilla de mangas largas, bien estiradas por sobre sus nudillos. Creo que es la única que no está disfrazada en toda la fiesta.
Quentin se da vuelta para confirmar lo que observo.
—Y ahí va White...Uf, nunca es bueno competir con esta mujer. Margaery es básicamente Jesse en el país de las maravillas versión tumblr...mientras Lana del Rey te canta en los oídos...y tienes un orgasmo.
La pelirroja le lame lentamente los labios. Mierda. Nunca había sentido semejante dolor por amor. Lo identifico por la manera en la que mi pecho se siente quebrarse por dentro, como si el corazón se me estuviese quebrando.
—Sentí que ya no estaba interesada en mi pero...no lo sé, pasó tan rápido.—admito sin tapujos, comprendiendo al mismo tiempo que lo explico.
No sabía que lo sentía así...no había pensado que su distancia se debía al poco interés que tenía hacia mi. Supongo que debería haberlo adivinado, ¿verdad? Al fin y al cabo, ella es la criatura indomable, exótica, distinta... y yo la típica chica ingenua, de pueblo chico y poca ambición ¿Cuánto más debía pasar para que se diera cuenta que yo no era suficiente? ¿Cuánto tiempo necesitaré yo para aceptarlo?
—¿¿Qué?? ¡No!— responde Quentin cómo si hubiese dicho cualquier cosa.
—¡Sí, el otro día apenas me besó!— le explico.— Lo único que me cuesta entender es que ha llegado el momento...¿¿Cómo iba a ser tan ilusa de creer que se enamoraría de alguien como yo??
—¡¡Skyler por el amor de dios!! ¡¡Ella sabe!!
Lo observo fijamente.
—¿Qué?
—¡¡Jesse sabe que ese chico Adam es tu novio!!
Mi mirada se desvía nuevamente a ellas dos. Se están besando.
—Me dijo que ese chico que se cruzaron en el parque habló de este otro chico, Adam...pero ella descubrió que era él cuando vio tus mensajes esta mañana cuando te estabas duchando. Yo pensé que ibas a hablarle durante el día pero ¡desapareciste! Y Jesse inmediatamente comenzó a pretender como si nada hubiese pasado, ya sabes como es...
Ahora es Christine quien baila con Jesse. Se ríen y bailan con los cuerpos pegados. Christine le dice algo al oído, Jesse me observa directo a los ojos. El mundo se me ahoga y siento las lágrimas nublarme la vista.
Jesse sonríe volviéndose a Christine. La empuja hasta la pared, donde chocan en medio de un apasionado beso. Justo como solíamos hacerlo nosotras dos.
—...Te estaría mintiendo si no te dijera que está realmente jodida la situación, Skyler—continúa Quentin.— Te amo y lo sabes pero al final, todo este tiempo ¿nos ocultaste tu noviazgo? Las llamadas, los mensajes en el baño...¿no era tu familia?
Jesse toma la mano de Christine para llevársela fuera de la pista.
Sacudo la cabeza mientras mis piernas corren para salirse de allí, antes de que mis lágrimas inunden la pista de baile.
Al llegar agradezco la ausencia de Adam para permitirme romperme en mil pedazos en el baño de lo que esta noche es, nuestra habitación.
Me muerdo la mano apoyada contra la pared, conteniendo mis gritos. Arranco la toalla del gancho para gritar pegada a ella.
—¡¡AAAHHH!!
Me encuentro en el espejo mientras el maquillaje completamente destruido, intenta retener el llanto. Soy un asco.
—¿¿Skyler??— pregunta Adam mientras su voz comienza a hacerse presente en mi espacio, como si antes mi capacidad auditiva hubiese estado apagada.—Skyler, mi amor...¿qué pasó?
Adam llega al baño y aún en el marco de la puerta, me desplomo en sus brazos. No dejo de llorar, no porque no quiera sino porque no puedo. Suelta sus llaves sobre el lavabo para poder sostenerme.
Mi cara se hunde en su bufanda y chaqueta ahora pudiendo identificar el olor a perfume masculino. Me dan arcadas pero no tengo la fuerza suficiente como para soltarme.
—Shhh, va a estar bien...todo va a estar bien.—comenta acariciándome el cabello.
¿...Que?
De alguna forma encuentro la fuerza para despegarme con fuerzas de su cuerpo.
—Sky, yo...
—¡¡Por favor!!...Quiero estar sola— respondo ya abandonando el baño.
—¿¿Qué quieres que haga, eh?? ¿¿qué siga 'adivinando'?? ¡¡Si no me hablas, Skyler, no hay una mierda que pueda hacer!!— Interrumpe logrando congelarme en el lugar. Creo que nunca lo había escuchado gritar así.
Me quedo quieta pero aún me quedo de espaldas.
—No lo entiendes, Adam...—Respondo en voz baja mientras una lágrima nueva hierve por mi mejilla.
—¡No si no me lo cuentas, no si ni siquiera lo intentas más!— responde dando lugar a un pequeño y oscuro silencio.—¿Nunca se te ocurrió pensar lo difícil que fue para mi todo este tiempo?— Adam ríe sarcásticamente.— Claro que no...estabas rodeada de niños ricos y 'comunidades gay', divirtiéndote, viviendo la vida mientras yo estaba trabajando hasta el pellejo todo el puto día para ganar suficiente dinero ¡solo para poder visitarte!
—Si me vas a culpar por algo, Adam mejor elije algo razonable y libre de resentimiento.— Respondo con la mirada en llamas, ya dada vuelta para enfrentarlo.
—Oh...¿¡Algo razonable!? Okay, bueno... ¡¡no hablemos de nosotros si eso no es lo suficientemente 'razonable' para ti!!
—Ni se te ocurra— Le respondo en un último intento de salvarme del ahogo.
—¿¿Sabes qué?? ¡Lo haré!— responde.—¡Porque eres autodestructiva! Eres como...una bomba nuclear. Crees que estás solo correteando y jugueteando, destruyéndote a ti misma por mero placer pero hay gente como tu familia, como yo...¿y todos nosotros? Caemos contigo...¡incluso cuando ni siquiera te importa, maldita sea! ¡SUCEDE!
Lloro aún más. Lo sé, lo hice. Los lastimé a todos. Por querer mantenerlos a salvo, no me di cuenta que el único peligro vivía solamente en mi.
—Me estoy ahogando.— le respondo sin abrir los ojos por completo, literalmente ahogada en angustia y dolor.
—¿¿Qué no lo entiendes?? ¡¡Todos nos estamos ahogando contigo!!
—¡Vete, Adam! Déjame sola.
—...Trabajaste tan duro para obtener esa beca y ¡mírate! Echándolo todo a perder ¡¿por un par de freaks, viajes en coche y fiestas?! Esta no eres tú, Skyler.
—Si alguna vez me quisiste Adam, vete. Ya que soy una maldita bomba nuclear, déjame explotar en soledad.
La barbilla de Adam comienza a temblar, como si hubiese imaginado que esto podría ser arreglado. Después de todo lo que me dijo, después de todo el daño que le hice.
—¿¿De que hablas?? ¡Esto no se trata de ti, Skyler!—Responde queriendo repararlo todo en un segundo, mientras sus ojos aguados, me observan más profundo que nunca.
—¡¡¡Como podrías saber quien soy, si ni siquiera yo lo descubrí todavía!!!— Le respondo en un grito rotundo mientras él deja que las lagrimas salgan sin dejar de observarme.
Cierro los ojos, rogando que el día termine.
***
El día terminará, pero el caos generado no. ¿Qué es lo que debería hacer Skyler para empezar a acomodarlo todo? →
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