1. Regula los estados de ánimo positivo y negativo

Un desajuste en la producción de esta sustancia puede tener efectos muy negativos en nuestro bienestar, en nuestra manera de sentir y comportarnos. Bajos niveles de serotonina nos llevan a enfadarnos más, mostrarnos más irascibles, estar de peor humor, presentar comportamientos más impulsivos, etc... Las personas con depresión tienden a presentar bajos niveles de esta sustancia. Además, se cree que el motivo por el cual algunas personas están de mal humor al despertar, es el descenso de esta sustancia al amanecer.

[...]

Matteo caminaba por los pasillos de la academia con una sonrisa de oreja a oreja, no había nada que pudiera quitarle el buen humor ese día, estaba dispuesto a todo... ¿y quién no? La regadera no lo atacó, no se quedó atrapado en el tráfico, llegaba temprano a clases, la noche anterior hablo hasta tarde con la chica de sus sueños...

—No me hables, no me mires, no me toques, no respires —el italiano se sorprendió por la irritación con la que la chica lo dijo. Iba a preguntar pero fue interrumpido, nuevamente por ella—. Matteo, si aprecias tu vida no preguntes.

—Oh, Mansfield no estés de mal humor preciosa, tu caballero de brillante armadura está aquí para socorrerte en lo que necesites —el chico hizo un mofe de una pose heroica y le sonrió. Pudo notar un atisbo de sonrisa en ella, genial.

—Bueno, si tan caballeroso y noble eres, querido Matteo —comenzó ella acercándose y depositando un beso en su mejilla—. Te facilitaré el honor de dar tú la noticia a mi familia de que Benicio y yo terminamos.

Y justo ahí sintió como un balde de agua fría le caía encima...

—No hablas en serio —el italiano la sujetó de los hombros y la zarandeo un poco, quizás demasiado emocionado—. ¿Emi?

—No creas que será tan fácil volver a conquistarme, primero debes demostrarme que vale la pena volver contigo —la chica se separó de él e hizo un ademan con su mano fingiendo que se limpiaba las uñas—. Ah y por cierto, ya encontré tutor de gastronomía oriental, y el chico está como comer pollo con las manos.

Juraría que la vio morderse el labio, pero de seguro eran los celos que lo traicionaban.

Él iba a protestar pero el taconeo de la chef entrando en el aula lo hizo retractarse, miro por el rabillo del ojo como una mujer de mediana edad con cabello oscuro y castaño se acomodaba detrás de uno de los puestos de cocina y sonreía muy falsamente a los estudiantes.

—Yo soy un puente roto, a mí nadie me cruza —oh, qué éxito, tenían a un orco como maestro.

— ¿Hacemos el altar en tu casa o en la mía? —susurró Matteo previniendo que deberían usar brujería para poder sobrevivir a aquel taller de vanguardias culinarias.

[...]

—Vieja cacatúa, seguro no le dieron anoche —murmuró Emilia sintiéndose acribillada al salir de aquella clase, nunca en su vida le habían preguntado tantas veces las diferentes técnicas de horneado y cocción.

—Yo creo que a ti no te dieron anoche —replicó Matteo, oh, ese día quería jugar a la ruleta rusa—. Como sea, ¿quieres que te lleve? Podemos hacer una parada especial...

El italiano le guiñó un ojo dándole a entender algo erróneo, por lo que terminó con una mano marcada en su mejilla y una Emilia que se negaba a contestarle los mensajes.

"Pero si yo solo quería invitarte a comer". Fue lo último que le escribió, pero las dos malditas palabras de 'En Línea' y las dos viñetas satánicas en color gris daban a entender que la chica no se tomó la molestia ni de leer el chat, es más se atrevería a decir que hasta borró la conversación.

No fue sino hasta después –gracias a Dios un fin de semana-, que la linda y sensual Emilia Mansfield se apareció en su casa con tres bolsas de comida tailandesa y refrescos de uva que el italiano supo que su estado anímico había mejorado. Dejo las bolsas en la cocina y la recibió sujetándola de la cintura y dejando un tierno beso en su cien, desconcertándola un poco.

—Dijiste que debía demostrar que vale la pena volver conmigo, bueno, debo ser suave —Matteo le respondió con una sonrisa y le apretó los mofletes, haciéndola reír—. ¿Voy por buen camino?

Emilia arrugó la nariz sonriendo divertida y dijo que si con la cabeza.

—Genial, porque no aguantaba las ganas de hacer esto —él sonrió apretándole los cachetes y dejando varios besos cortos en la comisura de sus labios, Emilia se separó riendo y le dijo: —Ganas puntos por cariñoso.

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En esta parte de la saga vamos a hacer una sola narración por capítulo, y solo uno de los capítulos tendrá a los tres chicos narrando, porque es uno muy especial... vayan dejándome sus comentarios y mucho amors porque hoy (22/07/18) soy una fangirl de luto y merezco el cielo por haber actualizado.

Tal vez alguno sea más corto que otro pero todo depende de la inspiración, por ahora disfruten mientras puedan :)

P.D.: Se busca un alma bondadosa y benévola que me haga una portada a cambio de un adelanto...

ErxLee.