C A P Í T U L O 3

°° Tercer capítulo °°


"Declaran desaparecida a (T/N) Ross, hija del empresarios Ross, desde ayer por la noche después de no encontrarla en su residencia en Las Vegas. La policía aún está buscando testigos, pero las únicas personas que habían viajado con ella también están desaparecidas..."

El somnífero había hecho efecto en ella desde que habían partido de Las Vegas. No específicamente en avión de primera clase, si no más bien en un tipo de jet de una tal agencia llamada S.H.I.E.L.D la cual ella jamás había oído hablar. Con gritos, amenazas, y llantos Steve había logrado que (T/N) no hablará en todo el viaje. Que carácter tiene esa mujer, discutía tanto con él como podía cada vez que tenía oportunidad ¿Acaso no sentía ni un poco de miedo con él?, era diferente...Muy diferente a cualquier otra.

Steve la tomó del brazo, después de ocho horas de viaje, era la primer a vez que la tocaba. La sostuvo fuertemente (T/N) solo cedió. Él metió las llaves del departamento en la cerradura y procedió a abrirlo, hizo entrar a (T/N).

- ¿No te gusta? -Le preguntó a ella, refiriéndose al departamento-.

- No - Le respondió ella. Seca y con un hilo de voz, de inmediato se adentro más al pequeño cuarto que Steve había conseguido para los dos-.

- ¿Pensabas que iba a comprarme una suite solo para tenerte a ti? -La vio entrar. Delicadamente posó sus ojos en la cadera de ella, sin que (T/N) lo notará del todo-.

Relamió los labios ahora al observarla, y si...tal vez al pensar un poco...todo lo que haría con ella. Cerro la puerta del departamento, solo el sabía como asegurarla por si (T/N) quisiera escapar. Dos candados, tres y después se hicieron cuatro, una barra de seguridad y otra amenaza.

- Creo que no tengo que repetirte lo que pasaría si intentas salir ¿no? -Sus ojos azules se posaban en el pequeño cuerpo de (T/N)-.

(T/N) ni siquiera respondió, su cuerpo empezaba a debilitarse. Ahora más que nunca deseaba dormir. El somnífero de Steve, el que había utilizado en su pañuelo, le había hecho efecto o tal vez solo deseaba llorar un poco en algún lugar lejano, sin que él pudiera verla.

- Necesito dormir...-Le confesó ella. Steve la miró de reojo. No es que realmente le importará lo que ella necesitaba, su misión era solo tenerla y exprimir todo el dinero que pudiera conseguir de ella, pero de alguna u otra manera... Quiso atenderla-.

- No hay lugar -Le dijo él, por primera vez se atrevía a mirarla a los ojos (T/N), también lo hizo- esto no es un hotel nena -.

- No necesito una cama, solo necesito dormir -Le dijo ella, ahora con la voz debilitada-.

¿Qué le pasaba? De pronto se sentía peor que nunca. Descompuesta. Lo último que le faltaba en ese momento era enfermarse.

Steve escuchó las últimas palabras. Se adentró a la última habitación que había en ese pequeño departamento y entrecerró la puerta para que (T/N) No pudiera observar lo que había dentro. Sacó un par de sábanas y una manta gruesa para luego tenderlas en el piso.

- Duerme aquí -Le dijo él, frío, como siempre, (T/N) lo escuchó y fue hasta la habitación en donde Steve estaba-.

- Gracias...-Susurró ella, sorprendida. No sé esperaba ese gesto de él. Levantó la mirada, que guapo era, de verdad, le gustaba mucho mirar aquellos ojos azules. Aunque pareció una tontería-.

Él asintió.

- (T/N)...-Murmuró él y a ella le dio un pequeño escalofrío al escuchar su nombre entre sus labios- no causes problemas ¿Si? No quiero tenerlos contigo -Le dijo, antes de cerrar la puerta de la habitación-.

Con todo esto no había llegado a preguntarle su nombre, ¿Cómo es que se llamaba? Aún no lo sabía. Pero después de todo no había resultado tan mal...observó lo que había hecho por ella para que pudiera dormir y le dieron ganas de llamarlo, preguntarle su nombre, se río de ella misma al escuchar sus propias fantasías.

¿Que dirían sus amigas de algo cómo eso?, volvió a reírse. Ahora se concentró en su ropa. No sé la cambiaba desde ayer, como odiaba aquello, volteó a mirar la puerta de la habitación completamente cerrada. No perdería nada si se cambiaba ahí mismo, así que se quitó la ropa que traía desde ayer y se adentró al pequeñisimo baño que había en la habitación, colocándola sobre el lavadero. Su bonito encaje quedó descubierto, al quedar así inmediatamente se acostó en las sábanas que Steve le colocó para así quedar rendida.

Pov's Steve...

Pero que linda estaba, muy buena, guapísima. Con todo su lugar. Y si empezaba por las piernas, pararía en el lugar prohibido que su lengua moría por probar. ¿Qué pasaría si lo intentaba ahora? Steve intentó aguantarse las ganas, miraba todo desde la puerta ¿Es que acaso era un maldito plan para provocarlo como nunca en su vida? Relamió los labios, ahora mirándole debajo del cuello, redondos y jugosos pechos.

Deseó tanto probarlos ahora mismo hasta hacerla gritar tan fuerte como podía, era su única petición, la cual era poseerla.
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Muy bien chicas, aquí les dejó el tercer capítulo de esta historia.🤷🏻‍♀💗

No olviden votar ⭐ y comentar 📢 mis nenas lindas.

Hasta la próximaaaaaa!!

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