Para Sky, no existían caminos alternativos. Su vida era una línea recta, trazada con precisión desde el momento en que nació. No había margen de error, no había espacio para deseos propios. Cada aspecto de su existencia estaba estrictamente regulado, desde lo que comía hasta la manera en que debía respirar en público.

Sus padres controlaban todo. Dictaban lo que vestía, a qué hora dormía y qué palabras debía pronunciar en cada situación. No había decisiones que tomar, solo órdenes que seguir. Un engranaje más dentro de la máquina perfecta que su familia había construido.

Pero ese día... algo fue distinto.

Ese día, conoció a alguien que no encajaba en su mundo meticulosamente organizado. Un chico realmente lindo, diferente a los herederos fríos y calculadores con los que estaba acostumbrado a tratar. Él no tenía la rigidez de quienes crecían con el peso de un apellido importante. Su sonrisa no era una fachada ensayada frente a un espejo, sino un reflejo puro de lo que sentía en ese momento. Libre.

❀࿆⃧፝྅⃕ꦿ Sky lo observó en silencio, sintiendo una punzada desconocida en el pecho. Era extraño verlo. La forma en que sus mejillas se inflaban levemente cuando hablaba, cómo su sonrisa se ensanchaba sin restricciones, cómo su piel se sonrojaba con naturalidad. Todo en él era espontáneo, impredecible... prohibido.

Pero el tiempo no se detendría solo porque él lo deseara. La rutina debía continuar.

El deber lo llamaba de vuelta a la academia antes de que el profesor Jim llegara. El aula lo esperaba, con sus reglas inquebrantables y su atmósfera carente de emociones. Allí, Sky era intocable. Allí, no había lugar para distracciones.

Los demás alumnos no significaban nada para él. Eran pasajeros sin rumbo, jóvenes sin la carga de un linaje sobre sus hombros. No entendían lo que significaba vivir bajo expectativas inquebrantables, ser criado para alcanzar una perfección inalcanzable.

Al llegar al aula, sacó su lienzo y acomodó las pinturas. Tomó el carboncillo con la precisión de un cirujano y comenzó a dibujar.

Pero su mente estaba lejos.

No pensaba en el futuro programado por sus padres. No pensaba en las reuniones familiares donde debía ser el reflejo impecable de su apellido. No pensaba en los negocios, en las apariencias, en las reglas.

Pensaba en él.

Pensaba en su risa fácil, en el aroma del café capuchino con espuma flotando como nubes, en el color de sus mejillas cuando hablaba. Y sin darse cuenta, lo plasmó en el papel.

Los trazos surgieron con una precisión inquietante. Cada detalle estaba allí: la curvatura de sus labios, la expresión de sus ojos, la calidez de su sonrisa.

Hasta que un grito de sorpresa rompió el silencio.

—¡Jiaaaaa!!

Sky parpadeó, su respiración alterada. Frente a él, su lienzo mostraba un retrato perfecto.

Pero lo que más lo aterraba no era que lo hubieran descubierto.

Sino que, por primera vez en su vida, había dibujado algo sin que nadie se lo ordenara.

Y eso... eso era un problema.

، ،، ∿ ⋆ Despedida ◝˚. ꒷ ‧♡ ◞

♡‧ Gracias por llegar hasta aquí.

espero que desde hoy te lo pases genial entre nosotros ‧♡

☇᜶_____Notas finales____☆᜶

꒷ ‧♡ ◞¡Gracias por leer este capítulo de Sweet Boys!*꒷ ‧♡ ◞"Toda su vida le dijeron qué hacer, cómo pensar, cómo vivir. Pero ahora, con una simple mirada y un dibujo prohibido, Sky estaba a punto de desafiarlo todo. ¿Será capaz de enfrentar las consecuencias?

Si esta historia te atrapó, no dudes en votar ⭐, comentar 💬 y compartir 📢. ¡Tu apoyo hace que esta historia siga creciendo! Nos leemos pronto. 💖"*

، ،، ∿ ⋆Sígueme para no perderte actualizaciones