Capítulo XXXI

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

Kakashi no había dejado de pensar en las palabras dichas por Sasuke esa tarde. El hecho de que el Uchiha se tomara la molestia de dejarle en claro que no estaba interesado en Hinata, y que le ayudara a abrir los ojos respecto al tema, era algo muy inusual en alguien como él. Pero si en algo tenía razón Sasuke era que el tiempo era valioso y limitado, así que dejaría de actuar como un cobarde y se lanzaría al precipicio con los ojos vendados, sólo para alcanzar el amor de aquella peliazul que se había ganado su corazón.

Desperezándose en la cama de su pequeño departamento, armó un plan para citarla a medianoche, debía decirle de manera clara lo que sentía por ella y pedirle que fuera su novia sin dudas. El problema era, ¿qué lugar era lo suficientemente romántico y privado para su declaración?, pues Hinata era una persona sencilla y bastante impresionable, pero él quería algo único y especial.

Después de varios minutos pensando al respecto, y luego de descartar la posibilidad de hacer su cita en el valle del fin, llegó a la respuesta que esperaba. Una pequeña y privada cascada cerca de la aldea, oculta tras un sin fin de arbustos y que de seguro a la luz de la luna se vería hermosa. La conocía debido a Naruto, pues sus primeros entrenamientos con Jiraiya-sama habían sido en ese lugar, justo antes de su pelea en la tercera ronda de los exámenes Chūnin.

Con todo listo, envió a dos clones, uno a la casa de su amada y el otro a buscar aquellas singulares flores. Que siempre le recordaban la belleza y delicadeza que caracterizaban a esa honorable mujer.

"Llegó la hora" se dijo tratando de infundirse seguridad.

●●●●

Con la ayuda de Hanabi, escogió un sencillo vestido acompañado del típico abrigo y las sandalias ninja. Salió de la mansión con sumo sigilo, y luego de llegar a las afueras de los muros activó su línea sucesoria para dar con el peliplata. No sabía con exactitud a qué cascada se refería, pero no supuso mayor problema gracias a su Byakugan. Cuando lo hubo ubicado, no muy lejos de donde se encontraba, saltó de rama en rama hasta llegar a él, quien al sentir su presencia tensó los hombros a la expectativa de qué podría pasar.

Oculta tras la seguridad de los arbustos, lo repasó con timidez. No sabía qué deseaba de ella para citarla en un lugar como ese, pero esperaba que fueran buenas noticias. Se acercó sin prisa, dando suaves pisadas hasta estar a menos de un metro de distancia.

Oyasumi Hokage-sama — 

Kakashi — dijo el peliplata, para luego voltearse en su dirección.

¿N-Nani? — le miró confundida.

Deja los formalismos Hinata — curvó su boca en una discreta sonrisa — Llámame por mi nombre, después de todo no hay razón para ser tan formales cuando ya hemos compartido más que un beso — y como esperaba las blancas mejillas se tiñeron de un rojo intenso.

Etto... K-Kakashi... — no sabía que decir al respecto.

No has cambiado tanto después de todo — dijo después de soltar una seductora risa, Hinata pudo jurar que era la risa más varonil que había escuchado jamás — Oyasumi Hinata-chan — se decidió a saludarla por fin.

Ha-Hai — estaba nerviosa, eso era más que obvio, pero tratando de no parecer la tímida chica de antaño se obligó a preguntar — ¿P-Para qué me ha llamado, Kakashi-sensei? —

Acércate Hinata, no muerdo — sacó una de sus manos de sus bolsillos para indicarle que se aproximara.

Ambos se quedaron mirando la cascada y el arroyo que corría con tranquilidad, Hinata entonces se fijó en las sumires que flotaban en el mismo, decorando el agua que brillaba con intensidad debido a la luz de la luna.

Cuando me asignaron entrenarte esa vez, estaba tentado a negarme — empezó a relatar, con la mirada perdida en el horizonte — No quería cargar con esa responsabilidad, pero no podía negarme a una petición directa de Tsunade-sama — clavó sus ojos en ella con intensidad — Y me alegro de no haberlo hecho. Si bien fue difícil, creciste mucho más de lo esperado y eso me llena de orgullo... 

"¿Acaso la había llamado para hablar sobre su antiguo entrenamiento?" se preguntó la joven confundida, pues no sabía a qué quería llegar el mayor con todo esto. Se sentía extrañamente emocionada por la intensidad del momento, pero más que eso se encontraba totalmente desconcertada.

Te desarrollaste ante mis ojos, dejaste de ser aquella chiquilla apenada para convertirte en la mujer que eres hoy — acunó su mejilla mientras le colocaba una flor en el cabello — Poco a poco te metiste en mis pensamientos, te adueñaste de mi mente, de mi piel y posteriormente de mi corazón. Y creo que será difícil sacarte de ahí, pues no lo has abandonado en todos estos años — acarició su pómulo mientras jugaba con uno de sus mechones.

Hinata estaba impactada, no podía creer la escena que se desarrollaba ante ella. El sonrojo no tardó en intensificarse, sus ojos brillaban de emoción, esas habían sido las palabras más bonitas dirigidas a ella. La dulzura en los ojos del Hatake daba a entender lo serio del tema que estaban tocando, por fin se abría en mar de sentimientos para fluir con libertad. Él por su parte estaba nervioso, pero guiado por el corazón, las palabras simplemente salían sin siquiera procesarlas.

Quiero preguntarte Hinata... — se acercó a su rostro, eran pocos centímetros, mientras sostenía sus húmedas mejillas — ¿Serías mi compañera de aventuras? — preguntó suavizando la mirada — ¿Serías mi novia, Hyūga Hinata? —

Antes de que pudiera responder, y luego de bajar su máscara, la atrapó en un ansiado y desesperado beso. Kakashi quería asegurarse de probar esos labios, por los cuales había estado implorando durante los últimos dos años, antes de que ella le diera su respuesta. Disfrutaron del mismo unos minutos, deleitando su paladar con el sabor del otro, sintiendo que sus almas por fin se reencontraban después de vagar por un desierto a anhelo.

Cuando se separaron, Kakashi hizo una señal a sus Ninkens, y cientos de luciérnagas bailaron alrededor de ellos. Era un espectáculo grandioso y único, que adornaba el ambiente, tornándose más íntimo. Hinata, conmovida por todo el esfuerzo de Kakashi por agradarle, recostó su cabeza en el pecho del peliblanco disfrutando del cálido abrazo, la compañía y la hermosa vista.

Hai — dijo para satisfacción del mayor — Sí quiero, Kakashi... 

●●●●

Compartían la mesa luego de una misión extensa, Shino frente a él comía con tranquilidad, mientras Akamaru aguardaba pacientemente cerca de la entrada del local. Estaban en Barba Q, y como en la mayoría de los locales, las mascotas no estaban admitidas. Por eso habían tomado la mesa más cercana a la puerta, desde donde podrían alimentar a su querido amigo y compañero de equipo.

¿Sabes? — preguntó Kiba de pronto, mientras masticaba algo de carne — Desde hace algunos meses Hinata está actuando extraño, casi no la vemos últimamente 

¿Extraña en qué sentido? —

No lo sé... pero algo se trae Shino —

¿Y cómo estás tan seguro si no sabes lo que es? 

Tssk... Shino, eres molesto — suspiró agotado Kiba.

¿Cómo podría serlo si...? —

¡Oi! — saludo Shikamaru, uniéndose a su conversación.

¡Hombre! — exclamó el Inuzuka, tratando de evadir las preguntas de su compañero — ¿Cómo, tú por aquí? —

Tiene razón, es extraño verte fuera de la oficina del Hokage tan temprano —

Bueno, el Hokage ha sido más responsable — apuntó con diversión, pidió su orden para llevarla a casa con su esposa — Llega temprano, cumple sus deberes y el trabajo no se acumula. Es menos fastidioso — tomó un trozo de carne, mientras los amigos se miraban extrañados.

Shikamaru aguardó hasta que le trajeran su pedido, se despidió de ambos Shinobis con dirección a casa, Temari quizá se pondría feliz al llevarle su antojo favorito. Kiba y Shino continuaron disfrutando de su comida, hasta que algo en el ambiente llamó la atención del castaño.

Shino — al Aburame levantó la mirada de su plato — ¿Ves a Hinata por alguna parte? 

No —

¿Seguro? —

Ya te dije que no — Kiba olfateó el aire una vez más para estar seguro.

Su aroma está en el aire Shino —

De seguro sólo está en tu cabeza —

Observó el local y en efecto, su amiga no estaba en ninguna parte. Sólo vio al Hokage en una esquina, acompañado de Iruka, Yamato y Genma, con pinta de que acababan de llegar. 

"Sigue siendo muy extraño" se dijo el Inuzuka, mientras se juraba investigar al respecto.

●●●●

Habían pasado momentos increíbles desde ese día. Siempre que estaba desocupado, Hinata pasaba tiempo con Kakashi, quien para aprovechar las horas junto a su amada era más puntual con su trabajo y sus obligaciones. A ambos se les veía radiantes, aunque nadie sabía el porqué, cosa que no les molestaba en lo más mínimo. Acordaron mantener su relación en secreto, sólo la cotilla de Hanabi estaba al tanto de algunas cosas.

Cocinar los platillos favoritos de su pareja se había vuelto el pasatiempo favorito de Hinata, Kakashi aceptaba gustoso cada bento que era preparado con amor, se sentía cuidado y querido después de mucho tiempo. Por fin era feliz después de tanto tiempo, el sufrimiento del pasado no interferiría en las posibilidades que se abrían paso para los dos.

"Recuerda llegar puntual" leyó la nota que le había enviado su Hime.

Terminó su jornada y salió disparado al encuentro con su cita, sin saber que a lo lejos un equipo de tres lo vigilaba atentamente. Kakashi por su parte esperó pacientemente a la llegada de la peliazul, a quien besó ante la atónita mirada de Kiba.

Debemos hablar con Kurenai-sensei — apuntó molesto, no dejaría que ese pervertido infundiera sus ideas en la dulce y tímida Hinata.

No deberías meterte donde no te llaman Kiba —

Iremos lo quieras o no — y se marcharon del lugar.

Llegaron a la casa de su Sensei, quien observaba a su hija jugar en el jardín, la pequeña Mirai había aprendido a caminar y su madre disfrutaba de verla tropezar y levantarse sin descanso.

¡Kurenai-sensei! — exclamó Kiba sobresaltando a la mayor — Es urgente, tiene que venir —

Kiba, no exageres —

¿Qué sucede? — preguntó su Sensei preocupada.

Kakashi-sensei quiere enseñarle sus perversiones a la dulce Hinata — Shino negaba resignado por lo alarmista que era su amigo.

¡¿Nani?!

●●●●

Caminaban tranquilos, uno cerca del otro, mientras Kakashi trataba de ser gracioso para escuchar la suave risa de su bella noviecita. Habían pasado un buen momento, comieron helado y miraron las nubes, nada muy elaborado pues querían aprovechar el tiempo antes de que sus ocupaciones les exigieran más. Absortos y ajenos a su propio mundo, andaban por aquel pasillo que daba paso a las puertas de la aldea, casi no era concurrido y Sasuke lo había usado para salir sin ser visto aquella vez.

Tengo algo para ti, Kakashi — detuvo sus pasos y se giró para ver la expresión sorprendida de su amado.

Mmmm... ¿para mí? — se hizo el desentendido — ¿Y qué es, preciosa? — se acercó a ella interrogante.

Etto... — se apenó por la cercanía del mayor — Tome — envuelto en un delicado pañuelo le entregó todos los libros Icha Icha edición especial, los cuales tenían una portada única y difícil de conseguir.

Arigatō — emocionado intentó tomar los volúmenes de su lectura erótica favorita cuando escuchó una voz a lo lejos.

¡Maldito Kakashi, me la vas a pagar! — gritó Kurenai enojada, pues había visto a su amigo darle esos libros para sinvergüenzas a su virginal protegida.

Vio Kurenai-sensei, le dije que intentaba pervertir a nuestra Hina-chan — dijo el castaño con exageradas lágrimas en los ojos, mientras Shino negaba con la pequeña Mirai en brazos.

¿Eh? ¿Nande? — se sorprendió el peliplata, pues su amiga y compañera corría hacia él con una cara de los mil demonios.

Te voy a matar —

Espera Kurenai, ¿qué demonios te sucede? 

Hinata estaba tan impactada que apenas se dio cuenta de que su Sensei y su actual pareja, peleaban como si no hubiera un mañana, siendo apoyados por Kiba, quien parecía disfrutar de todo el asunto.

¿Shi-Shino...? — trató de preguntar al más sereno de los tres.

Larga historia — fue la escueta respuesta del chico.

E-Esperen, deténganse —

Aún no entiendo cómo te fijaste en él Hinata — le dijo Kiba — Es una mala influencia para ti 

Nos hicimos cercanos mientras me entrenaba aquella vez... — miró a los Shinobis que aún combatían, Kunai en mano — Kurenai-sensei, espere —

Te dije que la cuidaras Kakashi, no que la cortejaras — pensar que alguien como el Hokage se aprovechara de uno de sus niños, la ponía de mal humor.

Detente Yūhi — trató de razonar el peliplata — Si lo piensas bien es un ganar ganar, la cortejo y la cuido a partes iguales — por la mirada que puso la pelinegra, se dio cuenta de su mala elección de palabras.

Puerco de agua dulce — susurró por lo bajo — ¡Hatake Kakashi, eres un pervertido! —

Así que fue él quien te hirió — dijo Kiba luego de analizar la conversación de aquellos dos. Kiba se unió a la paliza que Kurenai pensaba darle al Hatake.

Shino, haz algo — le dijo a su amigo con la esperanza de que intercediera y resolviera la situación.

Está bien — 

Esperanzada, tomó a Mirai en sus brazos, quien pedía atención jugando con los cabellos de la peliazul. Pero al ver a cientos de abejas rodear a Kakashi comprendió con horror lo que pretendían hacer. Shino también se vengaría por las heridas que Kakashi le había causado durante el entrenamiento.

No, no. ¡Deténganse! — fue el grito aterrador del Hokage, cuando aquellos tres ninjas lo acorralaron.

¡Oh no...! — se lamentó la ojiperla, aquello le dolería al día siguiente.


~~~~~
¡Y aquí estoy de nuevo!

Me reí bastante mientras escribía este cap. Me tomó el día completo pero creo que salió como esperaba.

La frase "puerco de agua dulce" se la robé a una lectora XD, si ves esto me encantó tu frase.

La idea de este cap. surgió debido a este fanart :

Kakashi: Estudia esto Hinata-chan. Habrá una prueba una vez que lo termines. Una "Oral" LOL.

Kiba: Ahí está, oficial. Le ha estado dando p*rno a menores.

Me gustó bastante, espero que sientan lo mismo :3

Nos vemos en el próximo capítulo (✿◠‿◠)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top