Capítulo XLIII
Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.
"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena
— Gomen nasai — se disculpó por tercera vez.
— No tienes que disculparte, Hinata-chan — siguió con su vista al hombre que había ido de visita, mientras este tenía la mirada perdida en el cielo y la copa de los árboles que adornaban su jardín en el complejo.
Hace ya algunas noches, Kakashi había decidido volver a la aldea, sin completar los días reservados para la luna de miel. Llegaron a Konoha casi al amanecer, y en vez de ir al departamento de Hatake, este la había dejado en la seguridad de la mansión.
Los miembros del clan habían estado sorprendidos por el cambio de planes, a lo que ella excusó a su esposo, diciendo que tenía mucho trabajo. En un principio entendieron, era el Hokage después de todo. Pero al pasar los días y no ver rastros de él empezaron a preocuparse aunque no se atrevían a emitir comentario. Tanto que Kō en persona se encargaba de invitar a alguno de sus amigos para que la visitaran, pues no le gustaba la mirada triste de su antigua protegida.
Había pasado exactamente una semana, ansiosa esperando por su visita. Pero él parecía decidido a evitarla a toda costa, y ella no tenía la valentía suficiente para ir a enfrentarlo.
— Fue difícil para mí, ¿sabes? — habló de pronto el rubio junto a ella, sacándola de su ensoñación — En un principio pensé que el niño era de Sasuke. Digo, si analizas la conversación que escuche de ambos y la reacción de él mismo años atrás, es lo único que puede pensar — ella lo miró en silencio, parecía perdido — Pero luego de hablar con ella... — su voz se entrecortó.
— Naruto-kun — colocó una mano en su hombro pretendiendo reconfortarlo.
— Me enteré que el bebé que espero no es mi primer hijo, o hija... — ella no tenía palabras, más cuando ella ayudó a su amiga en el proceso — Nunca lo sabré y no sé como sentirme, dattebayo —
— ¿Entonces Sasuke-kun...? — dejó la pregunta al aire, pero el rubio la entendió muy bien.
— No. Hablé con él y me contó todo. Desde sus sospechas hasta sus pláticas contigo — la encaró directamente — Dice haberlo hecho porque estaba preocupado por mí, sabía lo mucho que deseaba una familia. ¿Es raro no crees? — esa frase atormentó su débil corazón.
— No del todo. Ustedes son amigos así que es normal para él preocuparse —
— Cierto, al menos lo intenta — rió con tranquilidad — Y no sientas culpa Hinata-chan — tomó un mechón y lo acomodó tras su oreja — A pesar de todo, me alegra que estuvieras ahí con ella. No tuvo que pasar por eso sóla gracias a ti — empezó a caminar hacia el pequeño estanque — Y aunque me atormente, entiendo su decisión y lamento no haber estado con ella para apoyarla —
— Sakura-chan no te culpa — se detuvo tras él, que parecía más tranquilo.
— Lo sé, dattebayo — se desperezó con serenidad — Aún así necesitaremos ayuda para volver a ser nosotros otra vez... y creo que tu también la necesitas —
— ¿Y-Yo? — asintió con firmeza.
— El Teme me contó ciertas cosas, y aunque no las entiendo muy bien... — lo vio mover su cabeza de lado a lado — Creo que tiene razón y me mandó a darte esto — le tendió una nota.
La leyó y contuvo el aliento, miró a Naruto con agradecimiento al tiempo que este asentía y le decía en la mirada que ella podía hacerlo, sólo tenía que ser valiente.
— Arigatō — sin duda alguna, era el empujón que le faltaba.
●●●●
Toc... Toc... Toc...
— Adelante — habló sin despegar la vista de los papeles.
— Kakashi... ¿qué significa esto? — se tensó al identificar la voz de la última persona que quería ver.
— ¿Qué haces aquí? Creí haberte dado una misión — espetó aún sin mirarle.
— Está completa — tiró el pergamino sobre su escritorio para luego estampar el papel que contenía otra misión — Ahora dime qué demonios es esto —
El Hatake tenía una semana asignándole misiones de lo más absurdas, las cuales le tomarían tiempo a un Shinobi ordinario, pero Uchiha Sasuke no era exactamente eso. Su Rinnegan le facilitaba las cosas, y más cuando se trataba de trasladarse de un lugar a otro. Pero estaba harto, al igual que su mujer, quien se dedicaba a reclamarle y luego llorar debido a las hormonas. Ya no lo soportaba, se volvería loco si seguía a este ritmo. Además, ¿qué no habían más Shinobis en la aldea?
— ¿Qué no es obvio? — dijo sarcástico — Es una misión —
— Ah, ya entiendo — dijo conteniendo su carácter — Es por la Hyūga, ¿verdad? — sonrió burlón al llamar por fin su atención — Hmph, ¿no se supone que como Hokage debes ser imparcial? —
— ¿No te dije que no te metieras en lo que no te importa? — el pelinegro suspiró cansado.
— Si tienes problemas con Hinata sólo solucionalo, no vale la pena darle largas, creeme — su seriedad lo descolocó un poco, no había rastro de burla en sus palabras — Además, si sigues con esto — alzó la hoja donde tenía su próxima misión inscrita — La señora Uchiha se sumará a tu lista de problemas — lo observó partir en silencio sabiendo que tenía razón, incluso Genma e Iruka habían dicho lo mismo.
Quizá estaba siendo injusto con él, pero aún no se recuperaba del todo de lo sucedido. Y aunque quisiera salir corriendo a los brazos de su mujer, no lo haría. Debía ser ella quien acudiera a él, así se lo había hecho saber aquella noche. Por eso se llenaba de trabajo, para no sucumbir a la tentación de ir tras ella. Además que debía resolver la situación con Hanare, quien seguía persistiendo con él, a pesar de que ya no se encontraba en la aldea.
"Estoy harto de todo esto"
●●●●
Caminó inquieta frente a la puerta del departamento de Kakashi, lo sabía porque había estado ahí unas cuantas veces. Kakashi había llegado al caer la tarde, lo supo porque ordenó a Hanabi personalmente avisarle cuando este apareciera. Llevaba varios minutos decidiendo si tocar o no, estaba muy nerviosa.
— ¿Puedo ayudarte en algo? — la había notado desde el momento en que había aparecido y al ver que no se decidía salió por la ventana de su cuarto para interceptarla.
— ¡! — sorprendida volteó en su dirección — Kakashi — murmuró anonada.
"¿No se suponía que estaba dentro?" se preguntó internamente.
— ¿Creíste que no te notaría? — se acercó a ella, casi rozando su cuerpo con el suyo. Por inercia ella dio un paso hacia atrás, momento en el que se inclinó casi cubriendola por completo.
Ella no sabía qué decir, tenerlo tan cerca no era sano para su pobre corazón, ¡Y menos en ese estado!. Llevaba una remera negra, sin mangas y cuello alto, acompañado de su típica máscara. Lo único que era inusual, es que no llevaba su banda ninja. Se veía guapo y relajado, tanto que casi estaba tentada a cerrar los ojos y esperar lo que él quisiera hacer con ella. Eso hasta que un movimiento a sus espaldas llamó su atención. Kakashi había abierto la puerta.
— Puedes pasar — la invitó a hacerlo primero, mientras ella se sonrojaba por el curso de sus pensamientos. Le vio cerrar la misma luego de entrar después de ella, dirigirse a la cocina y preparar algo de té — ¿Y bien? — su tono no era ni dulce ni rudo, sólo algo neutro y monótono.
— P-Pues yo... q-quiero hablar contigo — tragó grueso cuando ambas orber conectaron con su mirada, intensas y curiosas por lo que podría pasar.
— Puedes empezar — se dirigió hacia ella con dos tazas, de las cuales le entregó uno color lila, y se sentó frente a ella.
— Yo... vi algo en nuestra boda — "¿Nuestra boda? ¿Qué tiene que ver nuestra boda?" pensó el peligris — U-Una mujer de cabello oscuro, con la banda de otra aldea... — el la miraba aún sin entender. Tomó aire para calmar sus nervios, cerró los ojos y soltó de golpe — ¡Los ví a ambos apartarse, los seguí y te vi besándola! —
Kakashi, quien hasta ahora había permanecido impasible, abrió grandemente los ojos, se atoró con el té que bebía e inevitablemente empezó a toser.
Los nervios de Hinata iban en aumento al ver la expresión de terror en su rostro, estaba empezando a temer lo peor.
— S-Sakura-chan me dijo que su nombre es Hanare — musitó bajito mientras el hombre se recuperaba — Por esa razón mencioné a Sasuke-kun cuando... b-bueno cuando tu y yo... — no terminó la frase, no podía.
— Hinata... — mencionó su nombre después de mucho tiempo, haciéndola llorar — Escucha lo que viste no es lo que parecer ser —
— Yo quiero que me perdones — su voz salía distorsionada, estaba haciendo un esfuerzo para no derrumbarse — Pero también necesito saber quien es ella, Kakashi —
— Ahhhh ~ — suspiró, todos ese problema por un mero malentendido — Hinata — se acercó a ella, quitó la taza de sus manos, se colocó en cuclillas frente a ella y empezó a limpiar sus lágrimas — Lo que viste... lo que crees ver, es sólo un error — la vio contener la respiración — Hanare llegó a la ceremonia buscándome para recuperar lo que teníamos. Me separé con ella porque no quería que te la toparas, no quería que se encontraran y que de alguna forma te hiciera sentir mal —
— E-Entonces... —
— Déjame terminar — la interrumpió con cariño — Discutimos, le dejé en claro que no había un nosotros, que estaba enamorado y felizmente casado con alguien más. Ella intentó persuadirme por supuesto y ante mi negativa intentó besarme — ante la mueca de la peliazul agregó — Y digo intentó porque no llegó a hacerlo. Así que sólo malentendiste la situación — la explicación la hizo sentir aliviada por una parte, pero angustiada por lo demás — Aunque creo que fue mi error, debí contarte. Pero para mí no tenía importancia —
— ¿No tuviste nada con ella? —
— Mmmm... no realmente — ladeó su cabeza, haciendo que mechones de cabello se fueran en una sola dirección — No llegamos a tener nada, ella volvió a su aldea y todo quedó en el olvido — se puso de pies y se acercó a la ventana — Eras Genin por ese tiempo, así que fue hace bastante — musitó con simpleza.
"Eres una tonta Hinata" se dijo internamente, a la par que secaba el sudor frío acumulado en su frente, justo bajo su flequillo.
— Y-Yo lo siento —
— No te preocupes — le dijo tranquilizador — Ahora que te explicas entiendo tu actuar... no lo comparto, pero lo entiendo —
Un silencio se instaló entre ellos, lo suficiente para que la ojiperla se calmara y pensara en su siguiente movimiento.
— ¡! — sintió como le abrazaban por la espalda, mientras enterraba en su espalda su rostro — ¿Hinata? —
— No me gusta Sasuke-kun — sintió la necesidad de decirlo, Kakashi estaba rígido por su contacto — Me comporté como una tonta. Fui infantil contigo, así que perdóname —
— Tranquila — colocó sus manos aún enguantadas sobre las suyas — Ya se aclararon las cosas ¿no? — él decía eso, pero la tensión en su cuerpo aún no se iba.
"Debería enviarla a casa" se dijo internamente. Casi estaba perdiendo los papeles, tenerla enfrente con ropa ligera, sonrojada y pegada a su cuerpo estaba despertando sus instintos. Pero no quería tomarla en ese estado a pesar de que todo se había esclarecido, ambos necesitaban tiempo para recuperarse.
— Creo que deberías volver al... —
— ¡Quiero que me tomes! — gritó temblorosa, interrumpiendo su oración. Ahora si estaba paralizado, situación que fue aprovechada por ella para rodearlo y quedar frente a frente — Quiero que me tomes — repitió al no verlo reaccionar.
— Hina no creo que se buena idea —
— Por favor, tómame — recargó su cuerpo totalmente en él, presionando sus pechos contra su torso — Hazme tuya Kakashi — susurró de forma pausada.
Ese fue el límite para él, no podía contenerse ante tal tentación. Además, ¡Ella lo había dicho sin vacilar!. Su cara sonrojada por la pena, toda temblorosa y anhelante, fue más de lo que pudo soportar.
La dejó que bajara la máscara que cubría su rostro, y cuando esta hubo abandonado su cabeza, se lanzó a sus labios, hambriento. Fue un beso lento, pausado, un beso que prometía el inicio de un juego previo peligroso e interesante. Con su lengua, pidió permiso para entrar en su cavidad, la cual degustó con fervor, siendo correspondido por entero.
Ambas lenguas se encontraron, danzaron en la boca del otro hasta dejarlos sin aire. Y a la hora de separarse, sólo quedó un hilo de saliva entre ellos.
— Dilo de nuevo — exigió jadeante, quería escucharlo otra vez para cerciorarse.
— Quiero que me hagas tuya, Hatake Kakashi — un susurro sensual sobre sus labios, una tentación que no pensaba rechazar, así que la besó de nuevo antes de cogerla en volandas y dirigirse a la cómoda.
— A sus órdenes, señora Hatake —
La colocó sobre el futón y la ayudó a desnudarse con delicadeza, benerando y besando la piel que iba quedando expuesta a su paso. Tocando cada parte de su ser, como dueño y señor del cual se proclamaría.
Descendió por su cuello, arrancando suspiros y jadeos, melodía dulce y prohibida para sus oídos, latigazos e incienso a su deseo consumidor. Besó sus pechos y acarició su humedad, que empezaba a desbordarse entre sus dedos, una clara invitación para su miembro, que contento esperaba su turno de entrar en acción.
— K-Kakashi~ — gimió gustosa, cerca de la sensación que había experimentado esa vez. Lista para cerrar los ojos y dejarse llevar por la marea de sentimientos que la abrumaban.
— Mírame Hinata — se acercó a su rostro y depositó un beso sobre su frente — No apartes tus ojos de mí — una orden dicha con voz ronca por el deseo, no se podía negar.
El mayor introdujo un dedo dentro, y lo movió con maestría, mientras el pulgar atacaba su botón, que cada vez estaba más sensible y duro.
— MmmHh~ — ronroneó cuando el lóbulo de su oreja fue mordido.
— Puedes dejarte ir — su aliento caliente agitó sus sentidos, y su lengua resbaladiza sobre la piel sensible la hizo estallar por fin, pronunciando su nombre y sin romper con contacto visual.
Se sentía flotar, perdida en un mundo de colores, lejos de la realidad que la rodeaba. Pero ese no era el final, aún sin recuperarse del todo, Kakashi introdujo dos dedos más y los movió con rapidez.
— Aaah~ — movió sus piernas inquieta, por lo que se vio obligado a separárselas él mismo.
Jugó un poco más, hasta que la sintió totalmente lista. Sacó sus dedos, y sin dejar de mirarla los llevó hasta su boca, alarmándola y tiñendo de colores su rostro.
— ¡Kakashi! — estaba muy avergonzada, pero él sólo le dedicó una traviesa sonrisa y la besó, haciéndola probar su propio sabor — ¡! — abrió los ojos espantada al sentir algo frotándose en su entrada.
— No tengas miedo mi amor — entrelazó sus manos y las llevó sobre su cabeza. Se acomodó entre sus piernas, y con una última mirada, se hundió en ella de una sola estocada.
— Ugh~ — una mueca de dolor surcó su rostro, acompañada de discretas lágrimas que viajaban por sus ojos. Lágrimas que Kakashi se encargó de secar a besos, caricias y arrumacos, todo hasta que el dolor pasara.
—¿Ya estás animada? — murmuró divertido al verla mover sus caderas con insistencia, a pesar de que él trataba de hacerle el menor daño posible.
— P-Por favor... — dijo suplicante.
— ¿Por favor? — lamió sus pezones hinchados con deleite antes de repetir — Mmmm... ¿por favor qué? —
— P-Por favor... lo necesito — murmuró roja por la pena — M-Muévete.... Por favor... ¡! — no pudo terminar la oración, pues el peliblanco inició un vaivén lleno de energía y vigor.
Hinata era deliciosa, su interior se cerraba sobre él como si quisiera engullirlo por completo.Era la mejor sensación sentida hasta ahora, y no era precisamente por el acto en sí mismo. Era su mirada, esa mirada de deseo y entrega. Esa mirada que le decía que lo amaba, que lo deseaba, que era su mundo... lo tenía encendido. La pasión en sus orbes estaba por consumirlo, el deseo y el gozo en sus ojos inflaba su ego, lo hacía sentir en la cima, el rey del mundo... sólo por y para ella.
— Hinata~ — gimió extasiado, a punto de llegar al clímax.
— Kakashi~ — correspondió ella, sintiendo como apretaba su seno con ganas.
Sintiendo cómo su mundo tambaleaba y era sólo un objeto de adoración entre sus manos. Se sentía deseada, se sentía adorada, se sentía cuidada... pero sobre todo se sentía amada. Estaba tan perdida que sentía ganas de llorar.
Al notar su mirada, Kakashi aceleró el ritmo en busca de aquel lugar. Y cuando lo encontró, su mujer explotó, entregándole el mejor de sus orgasmos, el cual vino después de ella.
— Te amo mi amor — le dijo ella entre besos, aun sin separarse uno del otro.
— Yo también te amo, Hime —
Enredados en su amor, en su deseo, en ellos mismos. Pasaron la noche, donde se amaron con intensidad una vez más.
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La imagen un poco picante :v lo sé. Pero le caía perfecto al cap.
Pd: si les molesta la quito XD no me denuncien.
Esto es el fin de esta historia. En unas horas subiré el epílogo.
Nos leemos (✿◠‿◠)
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