Capítulo XIV
Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.
"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena
Sakura no podía estar más feliz, por fin había tenido la oportunidad de hablar con Sasuke seriamente sin temer a sus rechazos como cuando eran niños. Tsunade le había dado el día libre y por ende se había animado a pasar parte de la mañana con él, quería aclarar los sentimientos que se contradecían incesantemente en su interior. Había encontrado a Sasuke cerca del antiguo distrito Uchiha, sin animarse a entrar, así que aprovechó la oportunidad como una excusa para poder hablar con él tranquilamente. Y aunque no lo dijo, el Uchiha agradecía la compañía de aquella menuda chica, ella tendía a calmarlo de alguna manera.
Luego de recorrerlo todo y escuchar algunas anécdotas de infancia de su compañero, las cuales le hicieron entender por todo lo que había pasado, caminaron por la aldea a paso lento. Estaban más cerca que nunca, se sentían en armonía. En última instancia, y a petición de Sasuke, subieron hasta la cima que se encontraba sobre los rostros de los Hokages. Tomaron asiento cerca de la orilla, admirando la inmensidad de la aldea y sus alrededores, siendo tocados por los rayos del sol.
— S-Sasuke-kun, quisiera preguntarte algo — comentó la pelirosa con un imperceptible sonrojo. Era momento de afrontar lo que sea que había estado sucediendo entre ambos por tanto tiempo, debía sacar esa interrogante de su ser. No podía vivir toda su vida detrás de un amor que era tan cambiante e inestable como la vida misma.
— Adelante, di lo que tengas que decir — apremió aquel hombre, sin despegar la vista de todo aquello que se extendía ante él.
— Ahora que ya estás devuelta, y que no tienes nada pendiente en tu vida — empezó a decir mientras colocaba un mechón de su corto cabello tras su oreja — ¿Qué piensas hacer? —
El moreno que quedó analizando la pregunta un momento, sabía a qué venía todo eso, o por lo menos lo sospechaba. Él tenía en cuenta la obsesión de aquella chica por él, hasta cierto punto sentía algo hacia ella, pero no podía decir que era amor. De eso era lo único que estaba seguro en ese instante.
— Voy a expiar mis pecados y compensar mis faltas con la aldea. Luego de eso o en el proceso, buscaré una mujer digna para restablecer mi clan. Alguien que pueda otorgar al apellido Uchiha algo valioso — respondió mirando a la chica, quien esperaba escuchar las palabras que necesitaba — Los Uchihas deben recuperar su estatus en la aldea —
Con Sasuke siempre era lo mismo, solo le interesaba el poder, la distinción, ser más fuerte que los demás. Ella se había preguntado más de una vez qué hubiera sido si su historia fuese diferente, si en vez de crecer como el chico solitario y alejado de todos, sumido en su dolor y desesperación y venganza, el chico hubiera crecido con su familia y todo su clan. ¿Sería igual, el mismo Sasuke obsesionado, o habría sido más educado?, dejó caer ligeramente su cabeza en signo de decepción, sería imposible tratar de hacer una conexión con el que la ayudara a aclarar sus dudas.
Pero pasó lo que nunca imaginó que pasaría en esa situación. Sasuke se acercó ligeramente a ella después de notar como sus palabras la habían afectado, tomó su mentón suavemente y sin más procedió a besarla. Fue un beso suave y húmedo, sus labios danzaban en sincronía. Los de ella tenían un toque dulce, en cambio los de él tenían un fuerte sabor a menta. Sasuke estaba embriagado por el sabor, sus instintos reprimidos estaban emergiendo, gritándole por todo lo alto que siguiera con aquello y lo llevara a más.
Sakura por su parte estaba sorprendida, esperaba sentir mariposas en su estómago, cosquillas en sus manos, su pecho tornarse tibio por el sentimiento de ser correspondida. Pero todo lo que sentía era su corazón retumbar en sus oídos, se le iba a salir del pecho, la situación era surrealista. Estaba sintiendo el nerviosismo apoderarse de ella, se había dado cuenta de algo importante.
De los sentimientos que guardaba por el Uchiha solo quedaba amistad, nada más. Ese beso había disipado sus dudas, Uzumaki Naruto le gustaba más de lo que podía manejar, y hasta ahora se daba cuenta. Iba a seguir con sus cavilaciones sobre el asunto cuando un ruido seco llamó la atención de ella y su acompañante, haciendo que ambos se separaran y miraran en su dirección.
— Naruto — susurró la chica espantada. Solo había visto la sombra del chico salir despedida lejos del lugar, era obvio, ¡los había visto!
— Interesante... — mencionó el pelinegro tomando del suelo el maltrecho ramo y la caja que hasta hace poco estaban en las manos del Uzumaki.
— ¿Qué tienes ahí? — ni siquiera se había dado cuenta que el pelinegro no estaba más a su lado, así que decidió imitarlo, acercándose lentamente hasta él para ver claramente que era lo que sostenía.
— Parece que hay cierto Dobe que desea hablar contigo seriamente — inmediatamente llegó a su altura este le tendió todo lo que había recogido — Tendré que hablar con él y explicarle —
— No, yo hablaré con él — debía alcanzarlo cuanto antes para explicarle todo lo que había descubierto. Tenía que darse prisa, antes de que Naruto armara una película con todo lo que había visto. ¿Pero cómo excusar un suceso que estaba más que claro?, todo el asunto empezaba a agobiarla, y aún faltaba poner las cosas claras con el chico frente a ella.
— Sakura — llamó su atención. Había notado el cambio de actitud en la chica — Sobre lo de hoy... sólo olvídalo. No significó nada, las cosas entre ambos no han cambiado — expresó con toda la seriedad que lo caracterizaba. Aunque muy en el fondo sabía que ese evento entre ambos marcaría un antes y un después en su relación, al menos para él, pues había sacudido levemente el corazón de aquel pelinegro.
Esa fue su señal, salió corriendo detrás de aquel muchacho que había luchado desde el inicio por ganar su corazón, para tratar de hacer lo mismo esta vez. Dejando a un pelinegro frustrado por la molestia dentro de sus pantalones, tendría que buscar con quien descargar su problema.
"Tal vez Karin esté disponible. Aunque si no lo está poco importa" pensó y sin más se encaminó hacia donde la chica se hospedaba, tenía una erección que aprovechar.
●●●●
Corría todo lo que sus pies le dejaban, Naruto era mucho más rápido que ella, por tanto lo había perdido de vista. Estaba desesperada, ver los detalles que el chico había preparado para ella, la había conmovido, necesitaba decirle que correspondería sus sentimientos. Quizá no lo amaba con la misma intensidad que él a ella, pero intentaría todo lo posible por darle al chico el hogar que no había tenido. A partir de ahora él tendría un hogar al cual regresar, junto a ella, eso si no la rechazaba por lo que había visto.
Saltaba de techo en techo sin saber a dónde dirigirse, estuvo tentada a ir por Ino para que la ayudase, pero desechó la idea inmediatamente algo hizo click en su mente. Cambió de dirección, Naruto debía estar en ese lugar. Se adentró en el espeso bosque que rodeaba Konoha, a lo lejos se podía ver una gran cascada, la misma donde el rubio había perfeccionado el jutsu que lo caracterizaba.
Lo ubicó cabizbajo, sentado en el banco de madera que Yamato había hecho para comodidad de Kakashi aquella vez. Estaba agitada, el miedo la embargó de repente, ¿Y si Naruto la rechazaba? ¿Y si luego de tantos desplantes simplemente pasaba de ella?, no iba a poder soportarlo si eso pasaba, no viniendo de él.
— N-Naruto... — el chico no se movió de su lugar, decidió acercarse más — ¿Puedo acompañarte? —
— ¿Qué haces aquí Sakura-chan? ¿Qué no estabas ocupada? — "Con tus labios bien pegados a los del Teme" pensó dolido, desde que tenía memoria había intentado conseguir un beso de la pelirosa pero no había obtenido resultados. En cambio Sasuke siempre la había tenido suspirando por él, y sin ningún esfuerzo había conseguido aquello que él tanto añoraba.
— Necesito hablarte — y solo entonces el rubio levantó su mirada hacia ella — Y-Yo... bueno, verás. Sasuke y yo, lo que viste entre nosotros, pues... — se sentía sumamente nerviosa, las piernas le temblaban como gelatina.
— Si vas a hablarme de su relación pues felicidades — negó insistentemente con la cabeza, causando una mirada interrogante al chico frente a ella. Naruto se había fijado que tenía las cosas que compró para ella en las manos.
"Seguro viene a devolverlas" se sentía realmente triste.
— No es lo que crees. Entre él y yo no hay nada Naruto... —
— Los vi besarse Sakura, no debes mentir, descuida — le regaló una sonrisa falsa, tan parecidas a las de Sai.
— No, no es eso — empezó a revolver con la punta de su pie derecho la tierra baso estos, tratando de calmarse — Yo no siento nada por él. Y-Yo te quiero Naruto, me gustas — el rubio se levantó violentamente de su asiento y la tomó por los hombros con fuerza.
— ¿Es en serio?, otra vez con eso Sakura. ¿Cuánto más vas a burlarte de mí? — esperaba cualquier reacción por parte de él, menos esa.
— L-Lo digo en serio Naruto, me di cuenta luego de besar a Sasuke que yo... yo tengo sentimientos por ti — sus ojos se estaban cristalizando, le dolía ver la desconfianza en los ojos de aquel, pero se lo tenía bien merecido.
— ¡Por favor!, lo besas a él y ¿luego me saltas con esto? — la soltó como si quemara — ¿Qué demonios sucede contigo?, no me quieres pero tampoco me dejas ir. Debes decidirte de una buena vez — el Naruto divertido y despreocupado había desaparecido ante sus ojos, para dar paso a un hombre despechado lleno de reclamos.
— ¡Es la verdad maldita sea! — no podía seguir aguantando las lágrimas, así que las dejó salir — Te quiero conmigo, quiero ser tu hogar desde ahora y hasta que pueda. Por favor entiende, es a ti a quien ha elegido mi corazón — gritaba mientras era sacudida por los intentos de controlar sus sollozos — Dame un oportunidad, por favor... — estaba petrificado a la par que emocionado, su enojo había pasado a un segundo plano al escuchar las sinceras palabras de su compañera.
— No debes jugar con estas cosas, no otra vez... lo entiendes ¿verdad? — preguntó despacio tomando el rostro de su amor entre sus grandes manos — Si no me estás diciendo la verdad no voy a perdonarte jamás — la miró con intensidad por unos momentos hasta que la escuchó decir lo que necesitaba.
— No miento, estoy aquí para corresponderte por completo. Para intentar hacerlo con la misma intensidad que lo haces Naruto-kun — escuchar la forma en la que lo llamó fue suficiente. Junto sus frentes suspirando de alivio.
— Bien, permíteme quitarte el mal sabor de boca entonces — susurró despacio. Juntó sus labios e inmediatamente el mundo se detuvo para ambos, las cosas cayeron de las manos de la chica, mientras él la estrechaba contra su cuerpo.
El beso de Sasuke era nada comparado al otorgado por los labios de aquel chico que había estado para ella siempre, sentía su cuerpo vibrar con intensidad, necesitaba acercarlo más. Se sentía completa en su brazos, desde hace un tiempo era así, ahora lo podía ver claramente. Naruto, aquel al que había despreciado, maltratado y rechazado incontables veces estaba ahí haciéndola ver que una vez más tenía el corazón grande para perdonar.
No entendía el por qué siempre perdonaba sus faltas, incluso aquella vez cuando se declaró falsamente, justo después de que Hinata se sacrificara por él y le había dicho que lo amaba. Ese día sintió que perdería parte de Naruto que sentía le pertenecía y eso, sumado a las palabras de Sai, la empujaron a realizar dicha acción. Pensar en Hinata la hizo sentir mal, así que se separó despacio mientras el rubor bañaba sus mejillas.
— N-Naruto... — no podía verle a los ojos, no después de los pensamientos que la abordaron — ¿Qué hay de Hinata?, los vi hace días hablar y parecían estar... — pero no pudo seguir diciendo todo eso que le preocupaba, el rubio había colocado uno de sus dedos sobre sus labios. Por Kami, Hinata era su amiga, ella incluso le había animado a intentar ser menos tímida y acercarse a Naruto más de una vez.
— No te preocupes por ella. Le dejé claros mis sentimientos por ti — la abrazó con todo el amor que tenía para darle — Ella entenderá. Ahora solo permíteme disfrutar este momento — esto último lo susurró en su oído, estremeciéndola de pies a cabeza. Todas sus preocupaciones se esfumaron por el momento, ya se preocuparía por la reacción de su amiga, en ese momento sólo importaba tratar de ser feliz con el hombre a su lado.
— Ven vamos a tener una cita cómo se debe — se separó de ella, tomó su mano y luego miró las cosas que estaban esparcidas sobre el césped — Ya sé dónde empezar —
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¡Capítulo Narusaku!, si bien ninguno de los dos se merece. El ship me gusta, harían una pareja divertida y hasta cierto punto funcional.
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