|☪ Cᴀᴘ. 045 ☪| ᴛᴇ ʟᴏ ᴀᴅᴠᴇʀᴛɪ́ ✔

Capítulo +18

⇒Leen bajo su responsabilidad.

⇒Si no les gusta pueden saltarse al siguiente capítulo, no se perderán de nada, sólo el placer que se dan nuestros protagonistas.

     —Vamos, Jules, no sé que hice mal —Jung Kook cerró la puerta de su apartamento de golpe, mientras yo caminaba a paso rápido a la habitación.

     No sé porque me hervía tanto la sangre pensar que Jung Kook estaba jugando conmigo o que sólo quería sexo y como ya lo consiguió, abrirá las alas como un ave y partirá hacia otro rumbo.

     Tenía miedo de perderlo por no decirle lo que siento.

     —Jules, si cierras esa puerta, simplemente no respondo —Se escuchaba molesto y con pasos agigantados detrás de mí.

     —¿Me estás amenazando? —Entré a la habitación dispuesta a cerrar la puerta.

     Faltaba unos centímetros para cerrarla, pero Jeon no dejó que aquello ocurriera, obstaculizó lo que faltaba para cerrarla con su pie.

     —Te lo advertí.

     Salí corriendo hasta la cama, me quité los zapatos altos que tenía y me subí en ella lo más rápido posible, Jeon me sonrió negando con su cabeza, haciendo que trague en seco bastante saliva. Se fue acercando a la cama, yo me movía de una esquina a otra, para que no me agarrara, pero fue difícil. Él era más rápido que yo y sólo me jaló de los pies, cayendo de espalda contra el colchón, fue subiendo por mi cuerpo, hasta que quedó completamente encima de mi.

     —¿Creías que una cama iba a detener al gran Alfa? —Rodé los ojos y desvié la mirada. Jeon con su dedo índice me hizo volver a verlo a los ojos— Me vuelves loco, Jules y no sé exactamente que te hice, pero lo siento —Parecía sincero, pero ¿Por qué lo hacía?

     —¿Por qué lo sientes? —Pregunté y él sólo sonrió.

     —Por esto.

     Una de sus manos comenzaron a dirigirse a mi s pechos, acariciando uno de ellos por encima de la tela del vestido, ¡Dios, se siente tan bien!

     —¿Estás excitado? —Pregunté disfrutando de su toque.

     —No tienes la menor idea.

     Cambiamos de posición, Jung Kook estaba sentado contra el respaldo de la cama y yo estaba encima de él acariciando su erección, mientras él estaba entretenido con mis pechos. Lentamente él corrió los breteles de mi vestido y vió mis pechos sorprendido, ¿Acaso pensaba que tenía brassier? Mis senos estaban firmes y mis pezones muy erectos.

     Él sin pensarlo dirigió su boca a uno de ellos, mientras al otro pecho le daba el mismo trato, pero con sus manos, alternandolos. Mordiendolos, succionandolos y lamiendolos, no pude resistirme y lo apegué más a mis pechos acariciando las hebras de su cabellera, dejándome caer nuevamente en la cama, gimiendo cuando aumentó el exquisito trato que les estaba dando a mis senos.

     Por inercia, comencé a buscar nuevamente su pene por dentro de sus pantalones. Estaba duro como roca, sentía un poco húmedo sus bóxers, él estaba tan excitado como yo.

     Yo parecía una fuente allí abajo.

     Agradecía que Jeon no se había puesto su saco de nuevo y se había quitado la corbata, pero quedaba la tediosa camisa, saqué mi mano de donde la tenía para desabotonar los botones de su camisa, uno por uno, mientras él se deleitaba con mi pecho, al terminar, le ayudé a deslizarsela por los brazos, él la aventó por algún rincón de la habitación, pero ya había logrado mi cometido.

     —Es mi momento de jugar —Dije invirtiendo la situación.

     Yo estaba encima de él, besando sus labios ferozmente, no quería aceptarlo, pero él era el hombre más perfecto que había conocido, con un hermoso pene, tenía que agregar. Besé su mandíbula, bajé por su cuello, lamiendo y besando muestras seguía con mi recorrido, sentía como él se removía debajo de mí y me motivó a seguir con mi objetivo: Hacer que explote de placer. Acaricié sus abdominales, no me había dado el tiempo de apreciarlos y darle un buen trato, dejé besos húmedos por aquella piel, hasta que llegué a la cintura de sus pantalones.

     —Vas a matarme.

     Sonreí desabotonando el pantalón, lo bajé lentamente y ví su gran erección en sus bóxers, besé su pene por encima de la tela, escuchando pequeñas maldiciones por su parte, lamí el mismo, dejando el bóxer algo húmedo, sin poder aguantarme más ante la situación, bajé ambos hasta sus tobillos, quité sus medias, porque ya se había quitado sus zapatos, terminé de quitar el pantalón junto a los bóxers, lanzando aquellas prendas por algún rincón de la habitación.

     Me acerqué y pasé mi lengua desde la base por toda la longitud hasta terminar en su glande, de abajo hacia arriba, mientras con una de mis manos jugaba con sus testículos, sentía su mirada en mí y su mano enredandose en mi largo cabello, pero lo más excitante fue escucharlo gemir mi nombre y como se le ponía más dura con cada una de mis lamidas.

     Lo introduje en mi boca, a penas podía introducir la mitad de su rigidez en ella y estaba algo disgustada por no poder darle más placer en toda su longitud, chupaba como si fuera un dulce y con mi mano le daba atención a la parte que no podía abarcar con mi boca.

     —Dios, Jules, ¡Me vengo! —Avisó, pero intencionalmente me incrustó toda su longitud en la boca, sintiendo como su pene duro, tieso y venoso explotaba en mi boca.

     Una gran descarga dejó salir, sientiendome más húmeda de lo que estaba, Jung Kook se había corrido más rápido de lo que pensaba. Luego de que llenó mi boca con leche, él sacó su miembro y yo me tragué todo el semen, sabía tan bien.

     —¿Estás bien? —Me preguntó. Él sabía que había sido algo brusco, pero no me importaba en lo absoluto— Lo siento. Fue el... —Lo interrumpí terminando de sacarme el vestido, dejándole ver mi piel desnuda y mi hermosa braga de encaje negro.

     Él me tomó por la cintura y me acostó en la cama con delicadeza, le dió una vista rápida a mis pechos y subió a besarme, frotando su pene en mi húmeda intimidad que estaba cubierta por la tela de encaje, inconscientemente empecé a mover mis caderas, quería tenerlo adentro, hasta el fondo de mi centro.

     Me miró a los ojos después de despegarnos de aquel fugaz beso y dirigió sus manos a mi centro, lentamente comenzó a bajar mis bragas, hasta sacarla por completo, tirándolas por algún rincón y sentí como uno de sus dedos se colaba por mi vagina. Solté un suspiro al tenerlo dentro de mí, se sentía jodidamente bien y más cuando Jung Kook lo hacía.

     —¿Dejarás de molestarte por nada? —Me miró a los ojos y negué— Tú te lo buscaste —Introdujo otro dígito haciéndome gemir por la intrusión en mi interior.

     Sacaba y metía sus dedos con rapidez, sentía que me vendría en cualquier momento de tantas oleadas de calor que sentía en mi cuerpo, pero sólo paró dedicándome una sonrisa, pronunciando “No, todavia no”, dejándome perpleja. Sacó los dedos de mi interior y los dejó muy cerca de mi boca, lo miraba esperando a que me dijera que se supone que debería hacer, pero tampoco debía ser adivina, había visto muchos vídeos pornográficos como para no saber que debía abrir la boca y chupar sus dedos, probando mi escencia.

     Abrí mi boca y chupé sus dedos como si de una paleta se tratase, él me miraba asombrado y un brillo sobresalía de sus ojos, se habían vuelto blancos, sonreí sin dejar de chupar su dedos, índice y medio, sabía que él tenía una gran erección o mejor dicho, jamás dejó de tenerla.

     Sacó sus dedos y me besó, probando mi escencia en un rico beso, pero él quería más, dejó besos húmedos desde mis pechos hasta la cara interna de mis muslos, ya sabía que iba a hacer y sólo me relajé sintiendo su respiración en mi intimidad.

     Dió una primera lamida, sacándome un gran gemido, su lengua húmeda rozando desde mi entrada hasta mi clítoris era más de una razón para gemir tan fuerte, él era un experto y yo simplemente quería ser la chica que descubra todo lo referente al placer a su lado. Sin más, penetró mi vagina con su lengua húmeda, saboreando hasta la parte más profunda de mi ser.

     —Si no paras, me voy a venir —Avisé enredando mi mano en su hermoso cabello castaño oscuro.

     —Aguanta, muñeca, sé que puedes aguantar mucho más —Dijo contra mi vagina, sintiendo su aliento caliente en ella, ¿Cómo se supone que iba aguantar?

     Sólo le suplicaba que me penetrara o la diversión se acabaría, porque iba a terminar muy agotada. Él me complació y rozó su cabeza en mi entrada y luego su longitud, estimulandome aún más, pero no podía y por la desesperación guié su cabeza a mi entrada, auto penetrandome.

     ¡Dios, me sentía en las nubes! Lo rodeé con mis piernas y mis brazos lo abrazaron por el cuello, pero con cada embestida, enterraba mis uñas en su espalda y parte de sus hombros, ¡Juro que moriré por tanto placer! Necesitaba algo más y mordí su cuello, sintiendo su descarga en mi interior, haciendo que me venga también junto a él.

     —¿Qué pasó? —Pregunté con la voz agitada.

     —Acabo de correrme como un jodido adolescente justo cuando me mordiste —Él estaba molesto y lo podía notar por su ceño fruncido, su frente sudorosa y el fuerte agarre en mis caderas.

     —Jung Kook, yo no sabía que era tu punto sensible —Besé su barbilla, pero él no estaba dispuesto a verme, sólo analizaba que pasó en ese momento.

     Molesto se veía tan tierno.

GRACIAS POR LEER💕❤️

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