La cena con mamá fue agotadora. Dejó un enorme agujero en mi cabeza con todas sus preguntas, mientras luchaba por disfrutar de mi comida favorita a la misma vez. Entonces decidí que lo mejor era llamarla más menudo si me iba por mucho tiempo.

    Después de la cena, recibí un mensaje de texto de Mitchell preguntándome si me apetecía quedar con él en veinte minutos. No tenía nada planeado para entonces así que, quedar con él, no estaba nada mal. Le pregunté si quería pasar cuando abrí la puerta un poco más tarde. Pero dijo que prefería caminar.

    ¿Caminar? Es la misma persona que solía venir a mi casa tres veces a la semana solo para jugar con la consola y comer toneladas de cheetos. Por QUIÉN mi madre guardaba una reserva de cheetos pot si él llegaba a aparecer. Y acababa de rechazar mi invitación por ir a caminar. Algo iba mal.

    Asentí con la cabeza y comencé a caminar a su lado. Metiendo mis manos en los bolsillos.—¿Qué pasa, Mitchell?

    Le costó unos minutos responder— Estoy totalmente jodido.

    Levanté una ceja hacia él. Tony me lanzó una mirada. Luego se volvió a centrarse en el suelo, arrastrando un suspiro profundo.— Necesito tu ayuda con Lisa.

    ¡Oh, diablos, no! No me hables de ella. Darle consejos a otro chico sobre la chica que yo quería ni siquiera estaba en mi lista. Pero, aquí estaba, con una sonrisa en la cara y respondiendo —¿qué puedo hacer?

    —La quiero en el equipo.

    Estuve a punto de dejar de caminar. Bueno, eso era algo que definitivamente yo también quería.—Ella dijo que vendría al entrenamiento mañana. Eso es un comienzo ¿no?

    —Sí. Vendrá, pero aún no la has visto con un balón. Si pudiera, preferiría tocarlo con unos palillos chinos antes que con sus propias manos.

    —Eso es solo porque odia que juegues cuando podrías pasar más tiempo con ella en su lugar.— Hice una mueca. ¿Por qué diablos dije eso?

    Tony estaba tan distraído pateando una piedra que ni se dio cuenta de la mueca que había puesto.—A lo mejor. Pero no va a tener ninguna oportunidad en las pruebas de mañana.

    Ajá. Estaba preocupado por si fracasaba. No debería. Diablos, he estado esperando demasiado tiempo para que ella pudiera entrar en el equipo que, sinceramente, me daban igual sus habilidades. Lo que quiera que hiciese Lisa mañana, me aseguraría de que entrara en el equipo de los Bay Sharks del Grover School para el final del día.

    Pero entonces me empecé a preguntar—De todas formas, ¿por qué la quieres en el equipo?

    Llegamos al parque infantil donde Rachel y yo solíamos jugar cuando éramos pequeños y, mientras tomaba asiento en uno de los columpios, Mitchell se sentó en el tobogán, apoyando los codos en las rodillas. Me lanzó una mirada significativa.—Tenías razón esta mañana. Estoy saliendo con Cloey Summers.

Disculpame si me levanto y hago un estúpido baile de la victoria ahora mismo. Aclaré mi garganta, manteniendo mi expresión y dije—Eso está bien.

    —Es solo que no sé cómo lo encajará Lis. Estaba un poco molesta por algo que hice antes... o que aparentemente no hice. No quiero hacerle daño, pero sé que va a ser horrible cuando descubra que me estoy viendo con otra chica.

    —Sip, vas a destrozarla. Es un hecho.—Pero no te preocupes, estaré ahí para hacer que se sienta mejor.—Aún así... ¿cómo se supone que te ayudaría tenerla en el equipo?

    —Lis odia a Cloey y solo han pasado veinte minutos juntas. Espero que lleguen a conocerse mejor. Tal vez se hagan amigas—Tony se recostó en el tobogán poniendo sus manos sobre su cabeza. Alzó la mirada hacia el cielo oscuro.—No quiero perder a Lisa solo porque ahora tenga novia.

    No supe qué responder además de—Es una situación complicada—y lo era para los dos. ¿Ninguno de los idiotas de mis amigos veía que no era el chico indicado para dar consejos de amor cuando se trataba de esa chica? Sería tan fácil romper la relación entre Lisa y él ahora mismo. Pero Mitchell era mi amigo y, una vez más, me até las manos y le dije lo que necesitaba oír de un buen amigo.

    —¿Estás seguro de que estas haciendo lo correcto, Mitchell? Quiero decir, Lisa Matthews está locamente enamorada de ti. De una forma que cualquier chico desearía. Ella está bien, es guapa, inteligente y divertida. Es lo que siempre he oido de ti—Dejé escapar un largo suspiro. Desearía no tener que haber dicho esto.—¿Qué te ha impedido salir con ella durante todo este tiempo?

    Tony se volvió a sentar cruzando las piernas.—No sé— Sonaba muy sincero.— Sabes cuanto me gusta. Pero no nos veo saliendo juntos, no de la manera que me veo con Cloey. No es que no vea a Lisa atractiva, no. Joder, probablemente sea la chica más guapa del pueblo.

    Joder que sí lo era. Estaba cada vez más confuso.

    —Pero ya la conozco. Cada pequeña cosa sobre ella. Ha sido mi amiga desde siempre y me encanta salir con ella. Pero Cloey...

    Joder, ahí estaba el suspiro que había metido a muchos, antes que él, en problemas.

    —Ella es muy diferente. Es salvaje y me dice lo que quiere. Ni siquiera le importa que sea unos meses mayor que yo.

    Las cadenas del columpio sonaron cuando me levanté y me dirigí a un árbol, apoyando un hombro en él y con las manos en el pecho, dije—¿Te das cuenta que a lo mejor ha hecho lo mismo con todos los chicos con los que ha salido antes de ti? Y con eso me refiero a hace unas semanas atrás.

    —Me dijo que conmigo era diferente. Que nunca había sentido nada igual por ningún otro chico.

    ¡JÁ! Quise reírme por eso, pero era tarde y estaba oscuro, además en ese parque infantil hubiese parecido un asesino en serie y no me podía reír de mi amigo.

    —Creo que quiero que sea oficial— Confesó Tony.

    Me pasé las manos por la cara, sintiendo la necesidad de arrastrar a Tony a una ducha de agua fría para abrirle los ojos.—Mira, no quiero sonar como el hermano mayor ahora.— Sobretodo porque odiaba que Rachel lo hiciera conmigo.—Pero Creo que deberías replanteártelo otra vez. Tú y Cloey... Bueno, No los veo en un futuro juntos. A ella no le van ese tipo de relaciones. Ella es-

    —¿Como tú?

    —Si, Gracias—dije—Pero tienes razón. Probablemente sea así. Esa chica tiene un récord de conquistas. Estas interesado en ella ahora, pero ella te dejará antes de que te puedas volver a poner los pantalones.

    —No va a pasar. Me gusta de verdad.

    Maldita sea, no me está escuchando.Es realmente frustrante. Me enderecé y mi voz se volvió fría.—¿Has planeado acostarte con ella pronto?

    Tony apretó sus labios y se encogió de hombros.

    —Bien. entonces hablaremos otra vez. Pero, prepárate porque después de que te acuestes con ella puede que Lisa no te esté esperando con los brazos abiertos.

    —Lis y yo convirtiéndonos en pareja es algo que no va a pasar. No necesito que me espere. Es solo que no quiero perder a mi amiga.

    —La forma en la que se siente ella por ti, eso podría cambiarlo todo, Mitchell.

    —Solo necesito tiempo para contárselo. Así que solo necesito que tú y los chicos no digan nada al respecto, hasta que se lo diga.

    Me reí—Luego no digas que no te lo advertí.

    Entonces me di cuenta que si decía algo más, podría romper todas las posibilidades que tenía enfrente. No iba a rendirme ahora que Tony quería salir con Cloey. Como sea, había algo que tenía que conseguir para llegar directamente a ella. La corteza del árbol se me clavó en la espalda cuando apreté más fuerte contra el tronco.—¿Quieres a Cloey? Tómala. ¿Quieres que Matthews entre en el equipo? Considérala miembro. Pero solo bajo una condición.

    —Y, ¿Qué será eso?

    —Como parte de mi equipo, todo el mundo la verá como eso y no como tu pequeña novia secreta.— Hice una pausa, para darle un respiro antes de seguir.—Ella juega en el equipo y viene a mis fiestas. No la puedes detener y lo que sea que pase ahí (Si los chicos intentan algo). Aprendes a vivir con ello, amigo.

    Los segundos pasaron y Tony se mantuvo en silencio.

    —Simplemente no quiero rivalidades en el equipo.—Añadí.—¿Está claro?

    Seguía con la boca cerrada. Se puso en pie y caminó lentamente hacia la salida del parque y no dio la vuelta cuando me dijo.—Trato.