1.4 [🥀 Prólogo]
En uno de los muchos riscos del bosque esmeralda, se encuentra un pequeño grupo bastante... peculiar, él conocidísimo director de la academia de cazadores local, Ozpin miró al chico a su lado. ¿Qué piensas de tus nuevos compañeros?
—... caperucita roja y el caballerito están fuera de su liga—. Él ojiazul levantó la mirada de su videojuego para ver al pequeño grupo.-El resto es... aceptable, en el mejor de los casos.
La rubia se acomodó los lentes mientras miraba su pergamino. —Tiene unos estándares bastante altos, señor Romanov.
—Su especie es demasiado complaciente.
Cerró su consola y se levantó. —Iré a estirar las piernas. Sin más que decir, se dejó caer.
Él director tomó un sorbo de café. —Diviértete.
—¿Estás seguro de dejarlo ir? Ese tipo es más peligroso que cualquier Grimm ahí abajo—. Alejada del pequeño grupo se encuentra una mujer de piel pálida, vestida de morado.
—¿Tú quieres detenerlo?
—No estoy loca.
—Yo tampoco.
Mientras Tanto | Con Los Protas
Él rubio soltó un profundo suspiro, estaba muerto del cansancio y casi no había hecho nada. —Al fin se terminó...
La pelirroja a su lado se rió un poco. —Solo esta empezando Jaune.
—Nunca he estado más de acuerdo—. De repente, al lado del rubio apareció un chico de más o menos su edad, tenía puesto un abrigo negro que casi absorbía la luz.
Jaune tuvo la reacción más normal de su pequeño grupo. —¡Ah, ¿de dónde saliste?! —De un caldo primigenio que intenta borrarme de la existencia.
—Eso es... ¿triste?
—¿Oh, alguien nuevo? —La usuaria del martillo/ lanzagranadas del equipo improvisado miró al encapuchado. ¡Es un placer, me llamo Nora! -Tomó al chico de verde a su lado. —¡El es Ren! La de allá es Pyrrha, ¿tú cómo te llamas?
—... Alexander Romanov—. Del bolsillo de su abrigo sacó una extraña una extraña pistola morada y le apunto al rubio. —Es un placer.
Del cañón salió una enorme nube de humo que cubrió al rubio, el susodicho soltó otro grito de sorpresa, que se llenó de dolor, pequeños destellos aparecieron en la humareda.
—¡Jaune! —Antes de que la pelirroja pudiera moverse para ayudar a su nuevo amigo (ella esperaba que lo fueran) él encapuchado le apunto con esa rara pistola. —¿Qué le hiciste?!
Él se retiró la capucha mientras se daba la vuelta, su rebelde cabello oscuro se movió con el viento. Le hice un favor, el pobre no iba a durar una semana, así que le di un "empujoncito".
De la humareda salió algo, que no se parecía a Jaune en lo más mínimo, era un ser humanoide púrpura, amarillo y negro, que, si me lo preguntan, parece un puño apretando una naranja.
—¿Jaune... estás... ahí? —La chica con temática de gladiadora se acercó a su compañero, despacio, el la "miró" y le lanzó un puñetazo, que a duras penas pudo bloquear con su escudo. —¡Creo que no! —La fuerza detrás del impacto la mando volando a la arboleda.
La chica de rosa convirtió su lanzagranadas en martillo y golpeó al antiguo rubio. —¡Quédate abajo, chico grande! —"Jaune" casi no se movió, de hecho, las secuelas las sufrió la propia Nora. Ren miró a sus alrededores. Ese tipo se fue....
Pyrrha volvió a la batalla, lanzando su escudo, que rebotó como si nada en la "piel" de "Jaune". —Ok... eso no resultó como esperaba.
—Dímelo a mí. —Nora agarró su martillo con una sola mano y agitó la otra. —Ser suave es una mala idea.
La cosa en la que se había convertido Jaune rugió tan fuerte que creo una onda expansiva, llamando la atención de un cuarteto que se apresuró a la zona.
De repente, "Jaune" perdió el equilibrio por una bala que salió de la rifle/guadaña motorizada de una adolescente que, por su ropa, estaba haciendo cosplay de caperucita roja... si, todo eso en serio paso. —¿Qué tanta armadura tiene esa cosa? ¡No le hice nada!
—¡Mi turno! —La rubia del cuarteto corrió hacia la cosa que parecía un puño apretando una naranja lanzo un puñetazo relleno de aura que fue bloqueado por el escudo de la pelirroja, el rostro de la ojimorada se llenó de confusión. —Ok... ¿Qué mierda?
Antes de que la gladiadora pudiera responderle, el extraño monstruo le lanzo un puñetazo al dúo, Pyrrha no tuvo tiempo para darse la vuelta y bloquear el ataque, para su suerte, una chica de cabello blanco se interpuso, creando un glifo negro que apenas ralentizo la arremetida, antes de romperse, el trío fue sacado de la trayectoria por una pelinegra.
—¡Ok, ¿alguien me puede decir que carajos esta pasando?! —A la chica de blanco "sin querer" se le escaparon sus verdaderos pensamientos.
Ren acribillo al adolescente mutado, no le estaba haciendo nada de daño, pero si que lo hizo retroceder. —Ese es Jaune, un tipo raro con un abrigo negro apareció y lo convirtió en... eso.
La albina se quedó en absoluto silencio, hasta que le respondió con otra pregunta. —¿Quién?
—Te burlaste de él está mañana—. Le respondió la usuaria de guadaña mientras mantenía a raya al adolescente mutado.
A lo lejos, escucharon una sonora risa, incluso "Jaune" miró al pelinegro sentado en la rama de un árbol, riéndose como foca retrasada. —¡P-perdón, e-es que son demasiado divertidos!
Pyrrha apretó los dientes furiosa y reconvirtió su arma en escopeta. —¡Devuélvelo a la normalidad!
Al ojiazul le tomó unos segundos calmarse para responderle. —No—. Esquivó un escopetazo casi sin moverse. —Dios, cálmate mujer, ni que se fuera a morir.
De repente, tuvo una guadaña rodeándole el cuello. —Ya la escuchaste.
Él la miró súper confundido. —¿Como hiciste e-...? Oh, tú—. Al chocar miradas, la expresión del chico se llenó de enfado.
La chica de mechones rojos se sintió un poquitito herida por su tono. —¿Te conozco?
—... no—. De su abrigo sacó un pequeño tuvo con partes negras. —Resolver su problema es muy fácil, derrótenlo y absorban el gas nébula que use para convertirlo en esa cosa.
—Y para eso está ésta cosa—. Le quitó el extraño objeto y se convirtió en una avalancha de rosas, volviendo con sus nuevos amigos, que habían retomado el combate. ¡Chicos, tengo la solución!
La albina se limpió el vestido. —Te escuchamos, Yang, aplasta.
—¡Lo que la reina de hielo diga! —La rubia se corrió hacia el adolescente mutado, golpeándolo con todas sus fuerzas, cada puñetazo le trajo secuelas. ¡Mierda, DUELE!
—¡Yo te ayudo! —La usuaria del martillo atacó a Jaune desde arriba, enterrándolo un poco.
Todos atacaron al monstruo hasta que, pequeños rayos escaparon de su "piel", que se comenzó a volver gas, la chica de capucha usó su semblanza para acercarse y abrió la boquilla del raro objeto, el extraño gas fue atraído al interior, dejando a un rubio un poco herido en el piso. Y en su mano el tubo tomó otra forma.
—Yo me quedaré con eso—. La ojiplateada no tuvo tiempo para reaccionar, en un instante, le habían quitado la rara botella y le apuntaban con esa rara pistola. —Hoy estoy de buen humor, así que les daré un aventón.
Rocío a todos los presentes, devolviéndolos al risco en el que empezaron las pruebas.
Ozpin se volteo para mirar a sus nuevos alumnos y como todo un caballero, dijo. —¿Quieren té?
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