Capítulo 7
Ya entrando en la sala, fue un total dolor de cabeza distribuir los asientos. De alguna manera, Lucy había conseguido sentarse junto a Lucas y yo del otro lado, aunque se le veía algo incómodo al estar en medio de nosotros.
Una vez apagadas las luces, ella, con la excusa de agarrar palomitas de maíz, se pegaba a él descaradamente cada vez que podía y a mí se me estaban poniendo los nervios de punta.
—Eli, ignórala y disfruta la película por favor —me dijo Lucas al escucharme susurrar un par de insultos hacia la chica.
—No puedo, me molesta —le solté sin pensar, tratando de concentrarme en la película.
Lucas me miró con una pequeña sonrisa y disimuladamente tomó mi mano y la entrelazó con la suya en el pequeño espacio que separaba nuestros asientos.
— ¿Mejor? —preguntó en voz baja. Su sonrisa creció y adoptó un toque burlón.
Resoplé, él no podía burlarse de mi cuando era igual con Chris. Y al menos yo si tenía claros mis sentimientos.
Suspiré y me acomodé mejor en el asiento. Debía relajarme y ver la película, total, ya él la había rechazado.
Con eso en mente, le presté atención a la pantalla y pude entender algo de la película y he de decir que me gustó. La rubia siguió coqueteando durante lo que restó de la misma, pero con mi mano entrelazada con la de Lucas, no me importó demasiado.
—Estuvo bastante buena, ¿cierto Eli? —me preguntó Chris abrazándome por detrás, mientras restregaba su mejilla contra mi cara como un gato.
—Sí, lo estuvo —contesté tratando de zafarme de su abrazo, un tanto asfixiante, a lo cual él afianzó el agarre en mi cintura.
Chris me soltó lentamente cuando miró el ceño fruncido de Lucas y sonrió inocente.
—La película me gustó mucho Lucas, deberíamos volver a salir de nuevo —Lucy se acercó a él con sus ojos brillando y una sonrisa en su rostro.
—Lo siento, no creo que pueda, estaré ocupado con lo del equipo de ahora en adelante.
La chica bajó la mirada, decepcionada. Era cierto, Lucas estaría más ocupado ahora con sus prácticas. No nos veríamos tan seguido, pero él estaría haciendo lo que más le gusta, así que por mí no había ningún problema.
Sonreí para mis adentros mientras salíamos del cine.
Las hermanas se despidieron primero y los chicos después de unas cuantas calles, al final quedamos Cinthya, Lucas y yo.
—Esa chica no te quitaba la vista de encima Lucas, parece que va en serio —comentó la chica.
—Lo sé... —suspiró Lucas mirándome de reojo.
— ¿Y no te molesta? Digo, ya la rechazaste, ¿no?
—No me molesta, porque ya le dejé claro lo que siento por ella, y no le estoy dando falsas esperanzas. Supongo que en algún momento se rendirá, y si podemos seguir siendo amigos a pesar de eso, pues genial
—Eso está bien. Oye, Lucas, ¿no hay alguien que te guste actualmente? —Miré perplejo a Cinthya. ¿Se lo iba a preguntar ahora?
—Sí, hay alguien pero no te diré quién es, al menos no por ahora —le contestó sin mirarla.
La chica hizo un gracioso puchero mientras se quejaba, alegando que ella era su confidente y que debía decírselo. Sin embargo, Lucas solo le sonrió tranquilo sin decir una palabra, al menos no en mi presencia.
La mañana siguiente, por primera vez Lucas no me buscó y Cinthya ya se había ido cuando fui a recogerla, lo que se me hizo muy extraño.
Llegué al instituto y vi a Lucas en uno de los pasillos, caminé hacia él rápidamente para no perderle de vista.
— ¡Lucas!
Este volteó sorprendido.
—Hola, Eli —me saludó con una sonrisa.
— ¿Por qué te fuiste primero?
—Lo siento, tenía algo que hacer con Cinthya. Disculpa por no haberte avisado.
Lo miré con duda para, finalmente, asentir. Caminamos juntos hasta donde se encontraban nuestras aulas, y cuando sonó el timbre, entramos a clases.
En el descanso busqué a Cinthya, encontrándola a punto de entrar al comedor. La alcancé y la tomé del brazo. Ella volteó extrañada, pero al verme se relajó y sonrió.
—Eli, vamos a comer. —Esta vez ella me arrastró y nos sentamos con los chicos en una mesa.
—Cinthya, ¿por qué te fuiste tan temprano? —Me miró nerviosa.
—Es que... debía hacer algo con Lucas. ¡Discúlpame!
— ¿Puedo saber qué?
—Nop' no puedo decirte nada, pero no te preocupes, es algo bueno... especialmente para ti —me mostró una sonrisita para probar su punto y continuó comiendo.
— ¿Para mí? ¿De qué hablas?
Ella negó y pasó sus dedos por sus labios como si un cierre estuviera en ellos.
La miré con un pequeño puchero. ¿Cómo esperaba que no me diera curiosidad?
Entonces miré a Lucas, quien al percatarse de mi mirada me sonrió aparentando inocencia, como si no hubiera estado escuchando nuestra conversación. ¿Qué estarán haciendo estos dos?
Antes de volver a clases, Kevin me pidió que lo ayudara con unos ejercicios de física que no entendía, a lo que accedí y acordamos reunirnos esa tarde en mi casa.
~Lucas~
Luego del descanso me dirigí a mi próxima clase, y recibí la noticia de que al parecer el profesor se había ausentado y tendríamos hora libre. Decidí salir a caminar un poco por los pasillos para distraerme.
Pasé por el salón de Eli, si no me equivocaba estaba en clase de historia. Eché un vistazo y lo encontré cabeceando ligeramente, solté una risita y negué con la cabeza lentamente.
Observé como su cabello caía sobre su cara cada vez que cabeceaba y como él lo quitaba en cada oportunidad con una mueca de fastidio que me pareció adorable.
En ese momento Kevin volteó, agitó su mano en mi dirección con disimulo y llamó a Eli. El rubio me miró extrañado, formó un puchero mientras señalaba con un dedo al profesor que seguía hablando sin parar, vaya a saber de qué, sin percatarse que la mayoría del salón no le estaba prestando atención en absoluto, pobre.
Soltó un enorme suspiro y me regaló una hermosa sonrisa, le sonreí de vuelta y me despedí con la mano.
Seguí vagando por los pasillos aún con una sonrisa plasmada en mi rostro. El ver a Eli siempre me ponía de buen humor, no importa si solo era por unos minutos.
Esta mañana realmente quería venir al instituto con él, como siempre. Pero Eli es demasiado curioso, y no podía permitir que se arruinara la sorpresa.
Suspiré.
Tendría que cuidar que nadie abriera la boca, sobretodo Cinthya.
Saqué mi celular y miré el calendario con aquella fecha marcada, mi sonrisa se agrando aún más.
Levanté la vista del aparato y Rachel, la hermana de Lucy, entró en mi campo de visión, caminaba hacia mí, y parecía perdida en sus pensamientos.
—Rachel —me acerqué a ella —. ¿Todo bien? —la chica me miró levemente sorprendida e hizo una mueca.
—Lucas, hola, eh... Sí, todo bien, creo...
— ¿Crees?
Rachel me observó nerviosa, y se removió en su sitio, como si se estuviera debatiendo en contarme.
—Es que... acabo de dejar a Lucy con alguien y... estoy preocupada. Parecía que iban a discutir, no quería irme, pero ella insistió. Tengo un mal presentimient-...
Antes de que pudiera terminar de hablar, se escuchó un fuerte golpe que provenía de uno de los patios. De inmediato corrimos hacia allá.
Lo que me encontré, me molestó bastante. El cuerpo de un chico alto y castaño estaba sobre una pequeña chica, prácticamente aplastándola. Me acerqué rápidamente y pude ver que se trataba de Lucy.
— ¡Aléjate de ella! —Tal vez no fuéramos muy cercanos pero, aun así, no podía dejar pasar esto.
~Elián~
Finalmente terminó la clase, odiaba historia con mi alma, o bueno, la parsimonia con la que el profesor daba la clase, me había hecho odiarla.
Salí junto con Kevin, bostezando y deseando llegar a casa. Caminábamos por los pasillos hasta que vimos a Luis correr hacia nosotros a gran velocidad con una expresión asustada en su rostro.
— ¡Eli! ¡Kevin!
Una vez que llegó a nuestro lado trató de hablar pero le faltaba el aire, luego de unas cuantas respiraciones forzadas habló.
—Pa-pasó algo muy malo... Lucas está peleando con un chico de otro salón... ¡Vengan rápido!
Me alarmé y extrañé al escuchar eso, Lucas no es una persona violenta. Enseguida empezamos a correr en dirección a uno de los patios siguiendo a Luis.
Lucas, ¿qué hiciste?
Llegamos al lugar y mis ojos se abrieron a más no poder, al ver la escena frente a mí.
Lucas tenía el labio partido y un moretón enorme en su mejilla. El otro chico, que era bastante más alto que él, lucía casi igual, con la diferencia de que su camisa estaba un poco rasgada en su hombro derecho.
Pero, ¿qué mierda?
— ¡Lucas!
El pelinegro volteó enseguida y pude distinguir la furia emanar de sus verdes ojos. Al reconocerme suavizó su mirada, miró alrededor como si recién se diera cuenta del alboroto que habían armado y retrocedió, alejándose del otro chico.
— ¡¿Qué coño está pasando aquí?! —pregunté confundido y molesto.
—Tu amiguito se metió donde no lo llamaron —respondió el castaño con una sonrisa torcida.
— ¡Cierra la boca, desgraciado! ¿Qué creías que hacías encima de ella? —le gritó Lucas, enfurecido.
¿Ella?
Miré alrededor y distinguí una rubia cabellera. Lucy estaba siendo abrazada de manera protectora por su hermana, mientras temblaba ligeramente y miraba nerviosa al castaño con el que Lucas había estado peleando.
Entonces entendí, la pelea había sido por ella.
De pronto, alguien gritó: — ¡El director!
Y como por arte de magia todos los presentes desaparecieron, quedándonos únicamente los chicos, las hermanas, el castaño, Lucas y yo.
El director, quien ahora sabía que es pariente de Chris, apareció con una expresión molesta. Al vernos levantó una ceja y cruzó los brazos esperando una explicación. Al ver que nadie hablaba, hizo una seña a los dos chicos heridos indicándoles que lo siguieran, obviamente, a la dirección.
Antes de desaparecer por los pasillos, Lucas me dirigió una mirada tranquilizadora y trató de formar una sonrisa, consiguiendo una mueca bastante rara.
Entonces, no pude aguantar más, y con molestia me acerqué a largas zancadas a la rubia.
—Escúchame bien: No sé qué fue lo que pasó, pero Lucas acaba de meterse en problemas por defenderte, así que lo menos que puedes hacer es ir a la dirección en este preciso instante, para que expliques lo que pasó y lo saques de este embrollo. —La chica me miró confundida, entonces su expresión se tornó temerosa, pero al ver que no se movía me molesté aún más—. ¡Ahora!
Dio un pequeño brinco en su sitio, debía lucir aterrador, su hermana me fulminó con la mirada.
— ¡No le grites! —me gritó de vuelta, alejando a Lucy de mí.
—Entonces que se apresure a sacar a Lucas de esto —insistí de nuevo, tratando de calmarme.
Después de unos segundos, Lucy me miró y asintió. Tomó a su hermana de la mano y empezó a caminar rápidamente, desapareciendo por los pasillos.
Suspiré.
—Oye, Eli, trata de relajarte. Lucas no es tonto, estará bien —dijo Luis acercándose a mí.
—Eso espero, sería muy malo que lo suspendieran ahora —la molestia dio paso a la preocupación, confiando en las palabras de Luis y en que Lucy trataría de ayudar a Lucas, me dirigí adentro con los chicos siguiéndome.
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