capítulo 2.
Deportes. Aquella inútil y fastidiosa clase era la que más odiaba. Tom se cansaba demasiado al trotar por más de diez minutos, pero claro, para perseguir al ratón podría correr tanto tiempo fuera necesario, aunque usualmente sus persecuciones no duraban tanto.
Jerry, por otra parte, le daba igual esa clase, pero tenía más resistencia que su compañero. Ser perseguido a diario por un maldito loco tenía sus ventajas, el tener práctica para correr gracias a él era una de ellas.
No compartían muchas clases, pero claro, Thomas nunca desaprovechaba las oportunidades que tenía de atrapar al otro. El castaño no tenía ni idea de por qué Tom se esforzaba tanto en atraparlo, ¿qué planeaba, presumirles a los otros gatos que él solito había cazado a un ratón?
Estaban haciendo un simple y suave trote para calentar. No tenían ni la menor idea de qué otra cosa les pondría a hacer el profesor; Tom esperaba que fuera algo que involucrara trabajo en equipo o algo por el estilo para facilitarse el molestar a Jerry, y éste solo quería no tener que aguantar al gato.
Tom aceleró levemente, intentando alcanzar al otro, quien, a pesar de simplemente estar trotando, lo hacía un poco más rápido que varios de sus compañeros, aún si no fuera intencional.
"¿Cómo es que es tan rápido?" cuestionaba mentalmente mientras veía como el otro trotaba tranquilamente sin verse ni un poquito cansado. Thomas, por otra parte, quería tirarse en el suelo y no volver a hacer esa actividad física por el resto de su vida, pero no le quedaba otra opción que seguir, o fingir que se había lastimado.
Aceleró aún más su paso, logrando alcanzar al otro y quedando a su lado. Miró de reojo como Jerry tenía una mirada perdida, tal vez dormía con los ojos abiertos y a la vez moviéndose sin chocar con algo. El minino desvío su mirada, intentando hacerse el que no sabía ni que el ratón estaba junto a él, y luego, con su codo izquierdo, empujó sin cuidado al más pequeño, logrando tambalearlo.
Mientras Tom seguía viendo hacia otra parte, con una tonta expresión de "yo no fui", Jerry le miró molesto. Se acercó más al contrario, y sin mirarlo, chocó fuertemente con él, logrando tirarlo.
El castaño siguió con calma su camino, volteando solamente para ver al de cabello azulado en el suelo y sacarle la lengua como un niño pequeño.
Tom frunció el ceño y arrugó su nariz, el que él había sido quien inició no significaba que no se iba a molestar con el más bajo.
Se levantó, sobándose el trasero y con la cara considerablemente roja por el enojo, y caminó golpeando el suelo con su pie hacia el ratón, quien parecía ignorar lo que pasaba alrededor. Al por fin estar cerca de Jerry, levantó su mano, listo para darle un fuerte golpe en la cabeza, pero el tonto silbato del profesor sonó.
—¡Bien hecho, chicos! —dijo el señor, al parecer ignoraba el hecho de que la mayoría de alumnos solo estaban caminando, otros estaban tirados en el suelo, y otros como Tom se habían caído—. El día de hoy jugaremos quemados —anunció.
Las quejas no se hicieron esperar. La mayoría eran murmuradas, principalmente de los chicos menos fuertes y ágiles, puesto que gracias a eso eran el blanco del resto de alumnos.
Thomas solo veía aquella gran caja con ruedas que tenía las pelotas; era muy obvio a quien intentaría ganarle.
Varios ya sacaban las pelotas para poder empezar el juego, mientras el gato quería encontrar una pelota grande y pesada, ya que no sabía con exactitud si había algunas más pesadas que otras o si todas eran iguales. Intentaba comparar algunas pelotas con otras para ver si había diferencia, pero ya la mayoría de pelotas habían sido sacadas por sus compañeros y le quedaban pocas para elegir.
Jerry se acercó con curiosidad a Tom, ya se había tardado algo escogiendo; sentía que tramaba algo. Se inclinó para alcanzar una pelota, y al notar que el otro lo había visto simplemente le ignoró.
El de cabello grisáceo había perdido el tiempo, todas eran iguales.
—¿Ya están listos chicos? —preguntó el profesor con su silbato cerca de su boca, listo para hacerlo sonar.
Tom corrió a la cancha con su pelota en mano, buscando al ratón con la mirada, intentando ser lo menos obvio posible. Varios asentían como respuesta al maestro, otros exclamaban desesperados "¡Sí!", y gracias a la respuesta positiva de sus alumnos, el profesor sin más hizo sonar su silbato.
Varios lanzaron sus pelotas casi al instante, varios perdieron en tiempo récord, y Jerry esquivaba lo mejor que podía las pelotas que varios le lanzaban mientras evitaba soltar la suya, ya que planeaba golpear a alguien con ella cuando fuera necesario o tuviera la posibilidad de no fallar.
Su gato menos favorito tardó en verlo. El ratón intentaba estar fuera de la vista de los otros, agachándose en algunos momentos, e incluso llegando a ponerse detrás de otras personas más altas para "camuflarse", especialmente en Spike, ya que era incluso más alto que Tom, y mucho más fuerte, así que era una buena opción para ocultarse detrás de él.
Thomas comenzó a seguirlo, intentando pasar por donde menos gente estuviera lanzando pelotas, con su típica sonrisa malvada, mirando únicamente a Jerry. Estaba seguro de qué lo podría golpear con su pelota, y si ponía la suficiente fuerza incluso tirarlo y atraparlo. Demasiado fácil.
Y cuando estaba listo para lanzar su pelota, fue golpeado fuertemente en el rostro por otra, logrando tirarlo. Sin embargo, el que lo había golpeado no había sido Jerry.
—¡AAAAUCH! —gritó adolorido, con sus ruidosos gritos de siempre, llamando la atención de todos.
El castaño lo vio. Se acercó con cuidado de no ser golpeado hacia él, y comenzó a reír. Tom nunca había oído la risa del ratón, pero nunca pensó que sería tan jodidamente aguda y molesta.
Mientras el felino se intentaba levantar, Jerry aprovechó la vulnerabilidad ajena y sin pensar de más le aventó el balón directo a la cara, tirándolo de nuevo.
Varios seguían lanzando sus pelotas, pero ya que Tom se había quedado rendido en el suelo, varias pelotas terminaron golpeándolo en varias partes de su cuerpo, afortunadamente no en alguna que le causara demasiado dolor.
"Odio los deportes" fue el único pensamiento que tenía mientras Jerry levantaba balones del suelo y se los lanzaba, y el inútil de profesor seguramente ni siquiera estaba viendo, o tal vez estaba disfrutando el dolor de su alumno.
HOLA CUMPLI CON ESO D CAPITULO CADA SEMANA
quibo, corregi el coso pero si hay errores diganme x fis para corregir lomas pronto posible pq sepa cuándo vuelva a releer pa corregir jaja
ya casi es año nuevo asi q felis navidad y prospero año nuevo d parte d su escritor irrelevante no favorito wii
los leo la proxima semanaaaaa
(capítulo publicado el 27/12/21)
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