La pelimorada se armó de valor para ir al supermercado.

Le había prometido a su madre que saldría más y que mejor idea que ir a comprar algo de comida.

Caminó por las diferentes secciones e inconscientemente llegó a la zona de tés sin darse cuenta.

A la zona donde siempre iba con Momo.

Alargó su mano en dirección a uno de los numerosos tipos de té cuando alguien se chocó con ella.

—Lo siento—se disculpó una voz masculina.

Cuando elevó la mirada su cuerpo se congeló.

Era Shoto Todoroki.

—Oh—dijo el bicolor, con un rostro más bien indiferente—Hola, Jirou.

Las palabras no salían de sus labios y tragó saliva intentando hablar.

—Todoroki—le saludó—Que sorpresa encontrarte aquí.

—Bueno, estamos en un supermercado así que no es tan extraño.

El chico seguía manteniendo un rostro inexpresivo y Jirou le dedicó una sonrisa nerviosa.

La pelimorada sintió la necesidad de preguntarle sobre Momo, pero las palabras no salían de sus labios.

—Ya, tienes razón.

—Me alegra verte de nuevo, nos vemos.

El chico no parecía tener prisa, pero seguramente no querría hablar más de la cuenta con ella. Después de todo él y Momo eran muy cercanos.

—¡Espera!—dijo antes de que este pudiera dar media vuelta.

El chico la miró expectante.

—¿Sí?

—Yo...Quería saber que tal se encontraba Momo.

Armó todo su valor esperando una respuesta, pero la expresión del bicolor se volvió algo sombría.

—Si quieres saberlo deberías hablar con ella ¿No crees?—preguntó cortante—Deberías preguntárselo tu misma si tanto te importa y dejar de ignorarla.

Jirou sintió mucho dolor por sus palabras, fueron duras.

Aun así tenía razón.

—Por favor, Todoroki. Solo quiero saber si está bien...—agachó la mirada—Me he enterado de que está viviendo contigo.

El chico suspiró.

—Sí, está viviendo conmigo ¿Sabes por qué?—la miró—Se sinceró con sus padres y en pocas palabras ha perdido todo lo que tenía.

—Yo...

—¿No es lo que tú querías que pasara? ¿Qué hablara con ellos, verdad? Pues aquí tienes el resultado.

—Yo no quería...—notaba un nudo en su garganta—Yo no quería que acabara así.

—¿Y cómo esperabas que acabara? ¿Con flores y sonrisas?—preguntó sarcástico—No todos los padres son como los tuyos, deberías pensar en ello.

—Yo...—sentía que no podía hablar.

Tenía un nudo en la garganta.

El bicolor suspiró de nuevo. No quería seguir hablando con ella, sabía que solo iba a ir a peor.

—Nos vemos, Jirou.

—¡Espera!

—¿Qué?

El bicolor le miró con cierta molestia.

—¿Momo me odia?

—¿Por qué no se lo preguntas tu misma?

La pelimorada iba a volver hablar, pero el chico se marchó sin darle tiempo a decir nada.

Ahora estaba segura de que Momo debía odiarla.

¿Y si todo este tiempo la egoísta había sido ella?

—Mierda—susurró para ella misma.

Sin más tiempo que perder decidió pagar y salir del supermercado.

Había querido salir para no pensar en Momo y había resultado ser todo lo contrario.

Tal vez se había equivocado.

Solo tal vez su orgullo lo había fastidiado todo sin percatarse de ello.

¡Hola! He decidido que la historia tendrá más o menos unos 13 capítulos. Gracias por leer y espero de corazón que os este gustando <3