𝟬𝟭𝟳 | the night was full terrors II

017. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗦𝗘𝗩𝗘𝗡𝗧𝗘𝗘𝗡 ──

── 𝗍𝗁𝖾 𝗇𝗂𝗀𝗁𝗍 𝗐𝖺𝗌 𝖿𝗎𝗅𝗅 𝗈𝖿 𝗍𝖾𝗋𝗋𝗈𝗋𝗌 II  •˖* 📼 ☄️

(no me traten de cuestionarlo, solo gozenlo)

TODO SE HABÍA CONVERTIDO EN UN ALBOROTO EN TAN POCOS MINUTOS, desde la llegada tan repentina de Cedric aquí, en medio de todos y en ese estado, tan herido...y asustado, me ponía los pelos de punta, estaba tan nerviosa. Pero no soy la única.

Vi a Dumbledore acercarse a Diggory tan rápido como pudo, vi como entre ellos compartieron algunas palabras, pero parecía que el chico apenas podía formular palabra, pero entre aquellos balbuceos que pude percibir, logre deducir que solo se podía tratar de algo malo, no había otra explicación, pues nuestro director había tomado otra postura, se notaba preocupado, aunque no lo suficiente para que el ojo común lo note, además, tambien era fáci dejar eso de lado entre tanta multitud entrando en pánico.

Casi al instante en que Dumbledore se alejo un poco de Cedric, los padres de este y Hazel se acercaron, luego de unos segundos, vi como se lo llevaban, probablemente a enfermeria.

Y regresando a mi, yo no sabía que hacia en realidad, mis pies empezaron a caminar por si solos, ni siquiera lo pense, y solo me di cuenta cuando Ron apareció a mi lado y me tomo del brazo para así impedir que siga avanzando. Sin embargo, aun así no pare, seguí caminando, pero esta vez no al laberinto ─como lo hacia antes─, si no que me dirigía hacia Dumbledore, que ahora le ordenaba algo al maestro Moody.

─ Profesor Dumbledore ─llamó Hermione, que se había unido a nosotros hace unos segundos, ella lucía tan preocupada como yo o Ron ─ ¿que sucedio?

─ ¿Y Harry? ─inquirí con miedo por la respuesta, temía que se tratase de algo malo, y entonces la duda y el terror me invadio ─. ¿Él...murió?

Dumbledore me dió una suave mirada, aunque duro apenas unos segundos, luego dijo:

─ Chicos, él señor Diggory me explicó todo, hasta donde sabemos Harry esta vivo, pero no les daré más detalles. ─puntualizo él en un tono muy serio, pero a su vez, sonaba angustiado.

Apenas termino de decir aquelo, comenzó a dar zancadas hacia la entrada del laberinto, yo quede boquiabierta pero no pude evitar comenzar a caminar, más bien correr. No podía quedarme ahí parada sin hacer nada sabiendo que cosas horribles esta pasando con Harry.

─ ¡No, yo voy! ¡Harry! ─grité con la voz casi quebrada, pero otra vez fui detenida por Ron, otra vez, solo que esta vez pasosus manos por mi cintura, deteniendome de ir tras el amor...

Tras Harry.

Aunque de todas maneras ahora que estoy pensandolo bien, era inutil ir tras Dumbledore, pues el había desaparecido en la entrada del laberinto.

─ Tambien quiero ir por él, pero somos niños, Milan, si paso algo malo con respecto a quien-tu-sabes, no podremos. ─me dijo Hermione, mientras Ron comenzaba s soltandome poco a poco, pasando sus manos por mis hombros, y eso mismo hizo con Hermione.

─ Ella tiene razon, ahora solo queda esperar que él este bien. ─murmuro el pelirrojo, que por primera vez en este año, coincidia algo con Hermione.

─ Va a estar bien. ─le aseguré a ambos.

Los minutos pasaban, las horas, los años...si, quizá este exagerando, pero así se sentía. La preocupación que había en mi había cruzado cualquier limite humano, mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho, y las palmas de mis manos sufriar grandes consecuencias al ser heridas por las uñas que me estaba clavando en ellas.

De pronto, levante la mirada al ver un par de sobras salir del laberinto.

─ ¿Ese es...? ─pregunté, separandome de mis amigos para dar un paso al frente, o varios en realidad.

Era Dumbledore, no fue díficil de deducirlo, pero lo verdaderamente angustiante es que traía en brazos en cuerpo de alguien, aun no lograba ver de quien se trataba por la oscuridad de la noche.

A medida que se iba acercando, mi corazón se rompio en dos, aunque fue por solo unos instantes, se que de todas maneras este era un escenerio triste, pero mi solte un suspiro de alivio al notar que el cuerpo sin vida que llevaba el profesor Dumbledore en brazos, no era Harry, si no que se trataba de Viktor Krum. 

Comencé a avanzar tan rápido como pude, viendo a Harry detrás del director, caminando cabizbaja, completamente derrotado, herido y agotado.

Moody se acercó a Dumbledore cuando este dejo el cuerpo de Kurm en el suelo cuando el padre de este de acerco a ellos, y aunque sonara insensible, no me importo en ese momento, yo solo corrí donde Harry Potter.

Llegue hasta donde él se encontraba, lo tome del brazo pero me aparto rapidamente, aunque eso cambio al instante, pues levanto la mirada y me reconocio, lanzandose al instante hacia mi. Pero a diferencia de cualquier otro abrazo, este era diferente, se sentía diferente. Harry practicamente estaba aferrandosé a mi, sentí como sus piernas flaquearon un poco, estaba muy cansado, muy agotado.

─ H-ha retornado ─susurro en mi oído, con la voz quebrada ─. Ha retornado, Milan. Voldemort.

Un frió aire recorrió por todo mi ser al escuchar ese nombre...y uniendo cabos, si se trataba de él, lo que Cedric, Krum y Harry tuvieron que vivir ahí.

Merlin . . .

Y por mucho que mis emociones me intenten jugar una mala pasado, no puedo llorar, no ahora. Harry me necesita. Así que lo seguí abrazando, y protegiendo entre mis brazos, al menos hasta que el profesor Moody llego hasta nosotros.

─ Tienes que acostarte muchacho, te tienen que curar. Vamos, ven. ─pidió él, seprandome de Harry, tirando de su brazo.

─  Yo lo llevo a enfermería. ─me ofrecí, pero él negó, indicando que Dumbledore le había pedido exclusivamente a él que lo llevara.

─ No me alejare de ella, no. ─negó él repetidas veces.

Yo gire a ver a Harry, ante la mirada de Ron y Hermione, si, aquella mirada que me pedía que lo tranquilice de alguna manera. Así que coloque una de mis manos en su mejilla y lo mire a los ojos.

─ Harry...

─ No me separare de ti, no quiero...

─ Te alcanzare, te vere en enfermería, lo prometo, pero ahora debes ir con el profesor Moody, ¿si?

El asintió como un niño chiquito asustado, yo  deje un rapido beso en su mejilla, para luego verlo irse con el profesor hacia enfermería.

─ ¿Ya se casaron?

─ Callate, Ron, ¡No es el momento! ─soltó Hermione a mi lado.







─ Juro que cuando esto pase, los encerrare ambos en una habitación y no les abrire hasta que sean novios, esten casados y tengan dos hijos, ¿entendiste?

─ Ron, ella no te escucha ─explicó Hermione, que estaba a mi lado, con los brazos cruzandos y dando toquesitos con su dedo indice, lo cual era lo único que me mantenía cuerda, si ella dejara de hacerlo, colapsare, no es broma ─, y si lo hace, te golpeara luego, cuando sepa que Harry esta bien.

Luego, cuando salí de un pequeño trance, miré a Hermione, compartimos miradas y luego ambas giramos a observar a Ron. Sabiamos perfectamente que el ocultaba su preocupación ocupandosé de nosotros o con burlas, en este caso, burlas hacia mi, pero en el fondo sabemos que es su mecanismo de defensa. Todos tenemos uno.

Nosotros si estabamos aquí, parados frente a la puerta, por otro lado estaba la señora Weasley y Bill, que no dejaban de volver loca a Madame Pomfrey con preguntas sobre el paradero de Harry.

─ Se supone que debería estar aquí ya ─solté, apunto de volverme loca por no saber nada, y si, intente buscarlo, creanme, pero mis amigos no me dejaron, Hermione aseguro que seguro estaría con Dumbledore ─. El profesor Moody esta ahi en una cama y Harry no esta, voy a empezar a llorar.

De un momento al otro, y antes que en verdad empiece a llorar de angustia, vimos a Dumbledore abrir la puerta de la enfermería, y afortunadamente, detrás de él venía Harry Potter.

La señora Weasley y Bill, de lo que estaban interrogando a Poppy, fueron inmediatamente hacia donde se encontraba Harry, pero Dumbledore se interpuso de inmediato, así que Hermione, Ron y yo, fuimos con más cautela.

─ Molly ─le dijo levantando la mano ─, por favor, escúchame un momento. Harry ha vivido esta noche una horrible experiencia. Y acaba de revivirla para mí. Lo que ahora necesita es paz y tranquilidad, y dormir. Y me temo... ─añadió, mirando también a Ron, Hermione a Bill y a mi ─, no pueden quedarse, es mejor que Harry descanse.

Era verdad, era mejor que nosotros nos fueramos para que así él descansé, Merlin sabe que cosas terribles ha vivido, es mejor la soledad...

─ Profesor ─la voz de Harry se escucho ─, ¿M-Milan se puede quedar?

El director me miro, sonriendo de lado y asintiendo, dando luz verde al pedido de Harry.

─ Claro, yo soy su mejor amigo, con quien comparte habitación y todo, pero la elige a ella ─refunfuño con Ron, para luego mirarme ─. Sin rencores, Milan.

─ Claro, sin rencores. ─murmure con diversión.

Todos empezaron a salir poco a poco, dejando la enfermería solitaria y silenciosa, claro, a excepción de eso...

─ Dumbledore ─dijo la señora Pomfrey una vez nos quedamos solos, mirando fijamente el perro grande y negro en el que se había convertido tío Sirius ─, ¿puedo preguntar qué...? 

─ Este perro se quedará un rato haciéndole compañía a Harry ─dijo sencillamente Dumbledore ─. Te aseguro que está extraordinariamente bien educado. Esperaremos a que te acuestes, Harry. 

Yo reí por lo bajo, acercandome a tío Sirius en su forma de animago, dejandole caricias en la cabeza, y haciendo que mueva la cola, en una acto que me hizo sonreír.

Ah, si, Dumbledore nos comento que debía encontrarse con el señor Fudge, así que se despidió de nosotros.

─ Señorita Lupin, ¿puede vigilar que este jovencito no haga nada loco mientras voy a buscar una poción? ─me pregunto la señora Pomfrey y yo asentí.

─ Claro, yo me encargo. ─sonreí, viendola irse a toda prisa.

Yo me fue a sentar al borde de la cama, sintiendo la mirada de tío Sirius sobre mi, ay, ya me imagino que si se ve con papá, que va a contar.

Ese par de adultos es muy chismoso, se los juro. Y encima, tío Sirius va a exagerar las cosas, es capaz, lo sé.

─ Ron esta muy celoso. ─trate de bromear, pues hasta donde se, Harry ya a contado la historia de los hechos un par de veces, es mejor que al menos su mente se despeje un poco.

─ ¿Por ti? ─enarcó una ceja con asombro.

─ Noup ─negé, mientras tío Sirius se sentaba a nuestro lado ─, por ti, ustedes dos y su relación de novios de años.

El soltó una risilla vaga, pero al fin y al cabo, era una risa. Seguimos hablando de cosas sin importancia, incluso sin sentido, pero nos detuvimos cuando Madame Pomfrey llego con una extraña poción de color purpura.

─ Asegurate que tome todo, porque si el señor Potter es tan terco como tú al enfermarte, nunca lo tomara ─me dijo, y era verdad, odió tomar pociones, casi siempre tenía que ser engañada para hacerlo ─. Es una poción para dormir sin soñar.

─ Si, yo me encargo.

─ Ire a revisar al señor Diggory. ─informo y yo asentí.

Yo tome la poción y la vacie en una copa cercana, luego giré sobre mis talones con una gran sonrisa.

─ ¿Te ayudo? ─pregunté, pues el ya estaba con la pijama y metido entre las sabanas.

Lo vi asentir, así que me acerqué a la cama, lo vi acomodarse y luego lleve la copa hasta su boca, colocando mi mano libre debajo de su barbilla por si caía alguna gota.

─ Todo. ─ordené.

Y así fue, se termino hasta la última gota, y luego pretendió decirme algo, pero el efecto de la poción fue más fuerte, pues cayó rendido en un profundo sueño.

Acomodé su cabeza, pues había caído de una forma extraña por el repentino efecto de la poción, tambien acomodé un poco las sabanas y me senté en una silla cercana.

─ No me mire así. ─le adverti a tío Sirius, que parecía burlarse.






UN MES HABÍA PASADO DESDE AQUELLA TRÁGICA NOCHE, y todo es complicado, en especial para Harry y para Cedric, ambos habían cambiado, y la razón era de suponerse.

Ambos andaban por los rincones, tratando de evitar a las personas, y a pesar que Dumbledore advirtio a toda la escuela de no preguntarles nada, había algunos alumnos rebeldes que intentaban hacerlo.

Muchos de ellos eran cegados con el articulo de Rita, donde afirmaba que Harry estab transtornado y que era peligroso.

Personalmente yo me había encargado de cerrar un par de bocas, creanme, cuando te dejas de preocupar por "El que dirán", se vuelves más segura de ti misma, y que mejor si es para defender a mis amigos.

─ Te encontre. ─escuche decir a Harry.

─ Todos los días estoy aquí, no es muy díficil ─dije, colgandome practicamente del borde para ayudarlo a subir.

Si, era nuestro lugar, esta ventana en la lechuzeria.

─ ¿Desde cuando escribes un diario? ─me preguntó luego de unos minutos de solo verme escribir en mi cuaderno.

─ Desde hace años, vaya, no me conoces nada, Potter. ─bromee, pues lo había empezado hace unas dos semanas.

─ ¿Que escribes? ─inquirió con curiosidad.

Yo sonreí. ─ Pensamiento, tambien hago garabatos, o simplemente plasmo cosas que no quiero decir en voz alta. Mira, este fue mi último dibujo.

Gire el cuaderno, mostrandole aquella página donde había dibujado al cuervo que siempre me acompaña, pero que en esta ocasión, no se encontraba.

─ Nuestro amigo el cuervo. ─señalo.

─ Ese mismo ─dije, ese pequeño animalito nos ha seguido durante este último mes, no sé porque hoy no se encuentra ─. Tal vez es nuestro protector, ¿no crees?

─ ¿Tu crees?

─ Puede ser.

Ambos nos quedamos en silencio, simplemente disfrutando de la compañia del otro. En un mometo, él se sento a mi lado, y creanme, cualquier movimiento en falso puede ser el fin de uno de nosotros, bueno, no exageremos, había suficiente espacio.

─ Duermete en mi hombro si quieres ─le ofrecí, pues lo estaba viendo bostezar ─, dibujo muy bien con mi izquierda.

─ Gracias. ─murmuró, acomodansoé poco a poco en mi hombro.

Se quedo dormido a los pocos minutos, mientras yo pro alguna razón sonreí como boba, pero bueno, seguí con lo mío, haciendo dibujos y escribiendo una que otra cosa, desde muy pequeña se me ha facilitado usar ambas manos, pero solo para el dibujo, creo que es porque he entrenado mi mano solo para eso. Porque mi letra salía de la patada.

─ Me duele el hombro, pero aquí tienes a Milan Colchon Lupin ─murmure ─. Pero esto me gano yo por tratar de ser amable.

Y cuando menos lo pensé, solté un suspiro, al ver al cuervo llevar, y puedo jurar que se esta riendo, o tal vez me este volviendo loca.

─ No te rías, o juro que te hare cuervo a la brasa.







Era la última noche en Hogwarts antes de irnos a nuestras casas, yo ya me había encargado de meter mis cosas a mi baúl y devolver toda la ropa que le robe a mis amigos durante el ciclo escolar, y estaba buscando a Harry, pues hoy si no se podía escapar del banquete de hoy, si tenía que estar presente desde el inicio, es por eso que lo estaba buscando.

Pero claro, ni este dia lo podía tener en paz, por Theodore Nott se había ocupado de seguirme desde que salí de la sala común de gryffindor.

─ Recuerdame...¿cuantas veces te pedí amablemente que te largaras? ─gire a enfrentarlo, pues ya me estaba cansando.

Nunca podremos arreglar las cosas, nada volvera a ser lo de antes.

─ Unas diez ─respondió ─, ahora, ¿podemos hablar como personas normales?

─ ¿Me citaras hoy a medianoche para hacerme sentir de lo peor? ─enarqué una ceja, y él no contesto nada ─. Si, eso pensé. 

Acelere mi paso, pues había reconocido el cabello rojo de Ron en toda la multitud. Pocos minutos despues me reúni con ellos, entrando juntos al gran comedor.

Donde no había la acostumbrada decoración, en su lugar, habían colgaduras negras, en señal de respeto por el fallecimiento de Krum.

Ahí tambien se encontraban sus compañeros, él era muy estimado, además de una eminencia en el quidditch. Pero...al que no veo por ningun lado es a Karkarov.

─ Herm, ¿estas bien? ─inquirí, cuando la vi frotarse los ojos mientras avanzabamos.

─ Lo estoy ─aseguró ─. Venga ya, busquemos un sitio. ─ordeno.

No estaba bien, se que él la había invitado a pasar vacaciones...hablare con ella después.

En fin, una vez encontramos un sitio, los cuatro nos sentamos como de costumbre, dos a cada lado.

─ El fin de otro curso ─dijo Dumbledore ─. Son muchas las cosas que quisiera decirles esta noche, pero quiero antes que nada lamentar la pérdida de una gran persona que debería estarahí sentada ─señalo la parte en la que los alumnos de Durmstrang estaban sentados ─, disfrutando connosotros este banquete. Pero, ahora quiero pediros, por favor, a todos, que se levanten y alcen sus copas por Viktor Krum.

Los primero el levantarse fueron los alumnos de Durmstrang, seguidos de cada alumno presente, todos alzaban sus copas y repitieron a una sola voz:

Por Viktor Krum.

Hubo un breve silencio mientras nos sentabamos, pero luego, Dumbledore volvio a hablar.

─ Su muerte nos ha afligido a todos, lo conocieran bien ono. Creo, por eso, que tienen derecho a saber qué fue exactamente lo que ocurrió. 

Sentí como alguien tomo mi mano, y ni me moleste en fijarme de quien se trataba, aquel tacto podía ser de solo una persona, Harry.

─ Viktor Krum fue asesinado por lord Voldemort ─murmullos de terror invadieron el lugar ─. El Ministerio de Magia  no quería que se los dijera.Es posible que algunos de sus padres se horroricen de que lo haya hecho, ya seaporque no crean que Voldemort haya regresado realmente, o porque opinen que no se  debe contar estas cosas a gente tan joven. Pero yo opino que la verdad es siemprepreferible a las mentiras, y que cualquier intento de hacer pasar la muerte de Krum por un accidente, o por el resultado de un grave error suyo, constituye un insulto a sumemoria.

— Anda, ven, tengo dos manos por algo. —dije, extendiendo mi mano libre por encima de la mesa, para que así Hermione la tomara.

No estaba bien.

— El propósito del Torneo de los tres magos fue el de promover el buenentendimiento entre la comunidad mágica —comenzó a explicar Dumbledore —. En vista de lo ocurrido, del retorno de lordVoldemort, tales lazos parecen ahora más importantes que nunca. Todos nuestros invitados —continuó, y sus ojos se demoraron en los alumnosde Durmstrang —, han de saber que serán bienvenidos en cualquier momento en quequieran volver. Y les repito a todos que, ante el retorno de lord Voldemort, seremos másfuertes cuanto más unidos estemos, y más débiles cuanto más divididos. 

La fuerza de lord Voldemort para extender la discordia y la enemistad entrenosotros es muy grande. Sólo podemos luchar contra ella presentando unos lazos deamistad y mutua confianza igualmente fuertes. Las diferencias de costumbres ylengua no son nada en absoluto si nuestros propósitos son los mismos ...







YA NOS ENCONTRABAMOS EN EL TREN, habíamos conseguido un compartimiento para nosotros solos. Y yo, estaba jugando a vestir a Sookie, quien debe estar harta de mi por ponerle tantas atuendos, pero debe comprender que estoy aburrida.

Escuchaba atentamente las cosas que decían mis amigos como los planes de Voldemort para detener a Dumbledore. Bueno, Harry y Ron comentaban eso, pues Hermione había salido desde ya un rato.

De un momento al otro, vimos a Hermione entrar al vagón, pero no lo hacia sola, si no que tambien estaba Hazel.

─ ¿Es su nueva mascota?─inquirió Ron con curiosidad.

─Uh...trajeron una pequeño animalito. No sabía que adoptaron una mascota. ─tome el fraco con curiosidad, mirandolo de todos los angulos posibles, comenzando a sonreír, pues todo lo que tenga que ver con animales y naturaleza, es mi fascinación.

Solté Sookie, y tome mis plumones, comenzando a hacer dibujos en el frasco.

─ No te preocupes por Rita, Harry ─aconsejo Hazel, supongo que porque vio a Harry con un periodico ─. Dudo que escriba cosas estas semanas.

Pero tambien en ese momento, frunci mi ceño, mirando a la mayor de los Longbottom ─ ¿Porque dices eso? ¿Le paso algo? ¿Le hicieron algo...? 

─ ¿De que hablas?─inquirió Ron.

Hermione y Hazel se dieron una mirada de complicidad ─ Bueno, digamos que hemos averiguado como se las arregla para escuchar conversaciones privadas cuando tiene prohibida la entrada a los terrenos del colegio─ explicó hermione.

─¿Cómo lo hacía?─se preguntó harry.

Hazel dejo que Hermione explicara.

─Bueno, en realidad fue Hazel la que me dio la idea— finalizó mi mejor amiga ─, con lo del tema de animagos.

La mencionada asintió ─ Así es.

─ Eso fue muy inteligente, eso explica porque Hermione salió volando a la biblioteca aquel día ─murmuro Milan, orgullosa por los actos de ambas, eso había sido un buen movimiento contra Rita ─. Ahora esta encerrada sin poder hacer nada...uhm... Aun no puedo creer que ella sea este escarabajo. Si es ella ...¿verdad?

─ Sí, ella sí ─Hazel sonrió.

Dentro del frasco había ramitas, hojas y el pequeño y gordo escarabajo, que ahora debía vivir en un frasco muy colorido.

─ No puede ser, nos están tomando el pelo. ─aseguró Ron.

Hazel negó ─No, es en serio, Ron, lo he tomado cuando estaba en la enfermería con cedric, si lo miran de cerca verán sus espantosas gafas.

Harry tomo el frasco, arrebatandolo de mis manos, para así analizarlo.

─Bueno, es todo tuyo, Hermione, ahora es tu decisión qué hacer con ella. ─Hazel se levantó.

Herms asintió ─ Fue un gusto hacer planes contigo.

Sonrió ─ Sí y avísame por cartas que harás con ella, ¿Vale? O si necesitas ideas también.

─ Lo hare, lo prometo.

Hazel se despidió de todos, para luego perderse por el pasillo. 

Pasaron unos minutos, cuando decidi tomar a Sookie y ponerla en mi mochila, me levante y les dije a mis amigos:

─ Ire a buscar a Neville, ya saben que siempre voy mitad de camino con él. 

Ellos asintieron, pues ya me conocian. Así que empecé a caminar por los pasillos del tren, buscando a Neville, pero cuando lo hice, noté que no estaba solo, de hecho el compartimiento donde estaba se encontraba lleno, así que di media vuelta y decidí regresarme.

Pero en el camino, cuatro personas se interpucieron, empujandome a un compartimiento vacio.

─ Vaya, ¿no pudiste solo convencer a una chica de hablar contigo que tuviste que traer a tus matones? ─me burlé, soltando una risa y cruzandome de brazos.

─ Milan, voy a perder la paciencia.

─ Eso debiste pensar antes de tirar una relación de tres años a la basura, al parecer no te importo ni un poco todo eso. Cada momento, cada risa, cada recuerdo. ─le grité, mientras veía como sus tres amigos, Crabbe, Goyle y Malfoy se quedan fuera.

─ Nos debemos una charla.

─ No, no nos debemos nada. Esto se termino, y no quiero volver a hablarte y si es posible nunca más verte en mi vida. ─dije, y esta vez vi como sus amigos pretendían entrar a la cabina, así que saque mi varita.

─ Como si la mestiza me diera miedo. ─escuche soltar a Crabbe.

¡furnunculus! ─grite sin pensarlo, cuando esos cuatro pretendían acercarse más a mi.

Pero mi maleficio no fue el único que fue lanzado, pues vi otras luces venir de un lado del pasillo. Yo quede paralizada unos segundos, pero luego vi a Harry llegar, junto a mis amigos, incluídos los gemelos.

─ ¿Como...? ─les pregunte.

─ Sabiamos que si esos cuatro venían, no había nada bueno. ─explicó Fred.

─ Luego tu melodiosa voz hizo más fácil encontrarte. ─termino de decir George con burla, mientras Harry me ofrecía su mano para así poder pasar por encima de los cuerpos de los cuatro chicos de Slytherin, que a decir verdad, por tantos maleficios, habían terminado con un aspecto grotesco.

En fin, salí de ese lugar con mis amigos, y el resto del viaje fue muy ameno, pues los gemelos se quedaron, y jugamos a los naipes explosivos, adivinanzas y varias cosas más.

La verdad es que nunca te podrías aburrir con ellos, pero como todo, había llegado el final del viaje. Harry me pidió esperar en el pasillo, pues hablaría con los gemelos.

Una vez termino, y los gemelos Weasley se fueron, él llego hasta mi y se quedo por unos segundos solo viendome fijamente, muy raro.

─ Te extrañare en el verano.

─ Y yo ─admití, para luego abrazarlo tan fuerte como pude ─. Espero poder enviarte cartas.

─ ¿Que nos pasa? ─preguntó de pronto, haciendome quedar confundida, y más porque luego sacudió la cabeza ─. Nada, mejor hay que salir, solo quería despedirme de ti a solas.

─ Fue muy lindo de tu parte. ─dije mientras saliamos.

Cuando salimos del tren, él dejo un rápido beso en mi mejilla, y se fue como si estuviera nervioso por aquella acción, que a mi solo me dejo confundida, y si no fuera porque mi papá vino hacia mi, nunca saldría de ese trance.

─ ¿Lobita? ─llamó mi papá, y ahí salté a sus brazos.

─ ¡Papá! ─chillé con emoción, pues desde hace mucho anhele este abrazo ─. Tengo mucho que contarte.

─ Guardate las historias para la casa, corazón, donde me las contaras a mi y a cierto perro negro, que dijo que tenía información ultraconfidencial sobre ti y Harry.

─ No le hagas caso ─tome su mano, mientras él cargaba mi equipaje ─, tío canuto esta entrando a la locura.

Papá soltó una risa, mientras seguiamos avanzado, es ahí donde dijo:

─ Pasaremos unos días como siempre soñe...o bueno, casi.

Mi papá extraña a amigos, a sus hermanos, y él futuro que hubieran tenido juntos si las cosas hubieran sido diferentes . . .



























[Fin del Caliz de fuego]

































───AUTHOR'S NOTE:

¡Banda! diganme si les gusto el fic hasta aquí, la descisión de dejar vivo a Cedric y eso. Tambien acepto criticas constructivas, y sugerencias de cosas que quieran ver en un futuro.

¿Que tal les parece la nueva dinamica de Harry y Milan?

En fin, espero sus comentarios, nos vemos muy pronto.


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