016. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗦𝗜𝗫𝗧𝗘𝗘𝗡 ──
── 𝗍𝗁𝖾 𝗇𝗂𝗀𝗁𝗍 𝗐𝖺𝗌 𝖿𝗎𝗅𝗅 𝗈𝖿 𝗍𝖾𝗋𝗋𝗈𝗋𝗌 •˖* 📼 ☄️
LLEGO EL GRAN DÍA, y justo por eso, en un intento de ser un soporte, habíamos bajado a desayunar junto con Harry en esta mañana del veinticuatro de junio, dispuestos a hacerlo reír y olvidar un rato todo eso de la tercera prueba.
Tío Sirius ya le había mandado un tarjeta deseandole a Harry buena suerte, aunque no era más que una trozo de pergamino con una pata de perro marcada, era algo que al azabache le sirvió un poco para calmarse un poco, pues estaba muy nervioso.
─ Una pegatina para ti. ─dije, pegandosela en su mano derecha.
Harry era un estatua cuando nos sentabamos juntos, así que cuando me aburría en clases, solía hacerle dibujos en las manos y brazos, o le ponia pegatinas.
─ Gracias. ─murmuró él, pero no estaba con los mejores animos, así me que limite a obligarlo a comer mejor esta mañana, porque si por el fuera, simplemente comería su tipico desayuno, huevos con tocino.
Yo tambien estaba comiendo, mi desayuno de hoy consistía en tostadas francesas y un gran vaso de leche.
─ ¡Merlin! ¡¿Qué paso?! ─le pregunté a Hermione cuando esta escupió sin querer su jugo de calabaza de la boca.
─ Nada. ─se apresuro a decir, mientras Harry y yo compartiamos miradas de confusión, pues no era una actitud tipica de ella.
De pronto, vimos a Ron tomar el ejemplar de las manos de Hermione, leyendolo rápidamente. Lo vimos hacer un mueca y luego dijo:
─ No puede ser. Hoy no. Esa vieja rata...
─ ¿Que? ─le interrogue con preocupación por el tono de voz que había usado para decir eso ─. Es otra vez Rita, ¿no?
─ No. ─negó el pelirrojo, al igual que Hermione.
─ Es sobre mi, ¿verdad? ─le preguntó Harry en un tono serio, para que así Ron no siga dandole vueltas al asunto.
Comprendiendo la situación, giré a ver al azabache.
─ Si Ron y Hermione dijeron que no es nada, no es nada. Mejor trata de calmarte para que estar a tu ciento diez por ciento en la tercera...
Pero mi mensaje motivacional fue interrumpido por Draco Malfoy, quien grito desde la mesa de Slytherin:
─ ¡Eh, Potter! ¿Qué tal te encuentras? ¿Te sientes bien? ¿Estás seguro de que no te vas a poner furioso con nosotros?
También Malfoy tenía en la mano un ejemplar de El Profeta. A lo largo de la mesa, los de Slytherin se reían y se volvían en las sillas para ver cómo reaccionaba Harry. Aun no entendíamos nada, ellos simplemente hacian muecas raras y ruidos.
─ Déjame verlo. ─le dijo Harry a Ron en un tono que incluso a mi me dio miedo.
Ron le entregó el periódico. Me acerque a Harry, para tambien leer lo que contenía el articulo, él le dio la vuelta y vio supropia fotografía bajo un titular muy destacado:
HARRY POTTER, «TRASTORNADO Y PELIGROSO»
─ Al parecer ya no te tiene mucho cariño, eh. ─comenté luego de que terminaramos de leer todo el contenido del articulo.
Todos nosotros, pudimos observar como en la mesa de Slytherin, Malfoy, Nott, Crabbe y Goyle se reían de Harry, atornillándose eldedo en la sien, poniendo grotescas caras de loco y moviendo la lengua como lasserpientes...
¿Como me pude equivocar tanto?
─ ¿Cómo ha sabido que te dolió la cicatriz en clase de Adivinación? ─preguntó Ron, y era cierto, ella ya tenía prohibido entrar al castillo, y si fuera así, Moody la hubiera detectado ─ . Ella no podía encontrarse allí, y es imposible que pudiera oír...
─ La ventana estaba abierta. La abrí para poder respirar.
─ Ya vez, es tu culpa, ¿para que necesitar respirar? ─bromee, haciendolo reír por breves segundos.
No había notado que sonrisa tan linda tiene...
─ ¡Estaba en lo alto de la torre norte! ─objetó Hermione, interrumpiendo mi acto y mis pensamientos─. ¡La voz de Harry no pudo llegar hasta abajo!
─ Bueno, eres tú la que se supone que está investigando métodos mágicos de escucha ─dijo Harry, sin despegar la mirada de mi, cosa que últimamente hace muy seguido ─. Dinos tú cómo lo hace...
─ Es lo que Hazel y yo intentamos averiguar ─admitió Hermione ─. Pero... pero...
De repente, la cara de Hermione adquirió una expresión extraña y absorta. Levantó una mano lentamente y se pasó los dedos por el cabello, como si estuviera rebobinando en el tiempo y obteniendo respuestas para algo.
─ ¿Te encuentras bien? ─le preguntó Ron.
─ Sí ─musitó Hermione.
Volvió a pasarse los dedos por el cabello y luego se llevó la mano a la boca, comosi hablara por un walkie-talkie invisible. Harry y Ron se miraron sin comprender.
─ Oh, chicos, tranquilos, esto pasa seguido, ahora mismo esta ordenando las miles de ideas que tiene en su cabeza, en breves momentos, nos diera balbuceos de lo que piensa, pero no entenderemos. Luego ella se ira dejandonos con la duda y dentro de unas horas volvera a explicarnos todo.
Conozco demasiado a la castaña, más de tres largos años con ella, aprendí mucho.
─ Se me acaba de ocurrir algo ─explicó Hermione, mirando al vacío, mientras yo decía "Se los dije" ─. Creo que sé... porque entonces nadie se daría cuenta... ni siquiera Moody... y ella podría haber llegado a lo alto de la ventana... Pero no puede hacerlo... lo tiene tajantemente prohibido... ¡Creo que la he pillado! Necesito ir dos segundos a la biblioteca... ¡Sólo para asegurarme!
Diciendo esto, Hermione cogió la mochila y salió corriendo del Gran Comedor casi corriendo.
─ ¡Eh! ─la llamó Ron─. ¡Tenemos el examen de Historia de la Magia dentro dediez minutos! Vaya ─dijo, volviéndose hacia nosotros ─, tiene que odiar mucho a esa Skeeter para arriesgarse a llegar tarde al examen.
─ ¿Qué vas a hacer en clase de Binns, leer otra vez? ─interrogue a Harry.
─ Estaba pensando en leer el libro que hiciste.
─ Uh, bueno, esta en mi mochila, ahí te lo doy. ─asentí repetidas veces.
Pues como él estaba exento de los exámenes de fin de curso por ser campeón deHogwarts, en todos nuestras evaluaciones que había habido hasta el momento, Harry se había sentado al final del aula y había estudiado nuevos maleficios para la tercera prueba.
En fin, justo cuando estaba a punto de tomar otra galleta, la profesora McGonagall llegó hacia Harry, bordeando la mesade Gryffindor.
─ Potter, después de desayunar los campeones tenéis que ir a la sala de al lado ─le informo.
─ ¡Pero la prueba no es hasta la noche! ─exclamó Harry, manchándose de huevorevuelto la pechera y mirandome para confirmar aquello, como si tuviera miedo de haberse equivocado en la hora.
─ Ya lo sé, Potter. Las familias de los campeones están invitadas a la últimaprueba, ya sabes. Ahora tienes la oportunidad de saludarlos.
Y se fue. Harry se quedó mirándola con la boca abierta.
─ No esperará que vengan los Dursley, ¿verdad? ─nos pregunto todo atonito.
─ Ni idea, pero ahora Milan y yo debemos ir la clase del profesor Binns para nuestro examen.
─ P-pero...¡Mi galletita! ─chillé, cuando Ron empezó a tirar de mi, alejandome de la mesa y de mi tan preciado postre, aquel que como despues de cada desayuno, como una recompensa personal.
─ Ron, dejala comer, ¿desde cuando amas llegar temprano a los examenes? ─preguntó Harry, quien se burlaba de la escena, mientras yo era cada vez más alejada de la mesa.
─ ¡Mi galletita!
Hice un puchero mientras intentaba no ser arrastrada por mi mejor amigo pelirrojo, aunque no pude hacer, pero justo antes de cruzar las puertas del Gran Comedor, Harry se apresuro a venir, dejando un par de galletas en mis manos.
─ ¡Galletita! ─sonreí de oreja a oreja.
─ Creo que debemos enseñarle a decir otras cosas. ─se burlo Ron.
─ Galletita. ─lo mire con enojo, haciendo que me suelte de inmediato.
─ Milan te logro asustar con una sola palabra. ─Harry comenzó a reír, para luego despedirse de nosotros.
ESTABA BUSCANDO A HAZEL, aprovechando la brecha de tiempo libre que tenemos entre cada clase el día de hoy, porque se que acompañara a Cedric, y tal vez luego no tendremos tanto tiempo para pasar juntas. Así que le daré su regalo de cumpleaños ahora, claro, cuando logre encontrarla.
─ Uh, lo siento, Mily, no te he visto ─se disculpo alguien, con quien no había chocado, pero estaba a apunto de hacerlo.
Casi de inmediato reconocí aquella voz.
─ ¡Feliz cumpleaños! ─fue lo primero que dije, dando pequeños brinquitos y empezando a sacudir enfrente de la castaña el regalo que tenía para ella ─. Para ti, de mi...espero que te guste. No es algo lujoso, pero lo hice con todo mi amor.
Detrás del montonar de regalos que tenía ella en brazos, la vi sonreír por una de aquellas ranuras.
─ ¡Aw, gracias! ─exclamó, para luego supirar ─. Eh... ¿Podrías ponerlo encima de la caja azul?
─ Uh, claro. ─asentí, dejando el regalo encima de la caja indicada.
─ Prometo que lo abriré en cuanto pueda, estoy segura de que es algo lindo si lo hiciste tú.
─ Soy muy mala para los regalos, pero me esforcé mucho en este ─sonrei apenas, pues suelo ser muy insegura cada vez que doy obsequios, pienso que no son lo suficientemente buenos ─. Y...es mejor que uses un hechizo para trasportar todo.
Ella asintió ─ En realidad, ni siquiera puedo tomar mi varita y pensar en un hechizo para hacerlo sin usarla, es difícil ya que apenas y siento mis manos... ¿Podrías ayudarme un segundo?
Sin pensarlo mucho, saque la varita de mi tunica, hice un rápido movimiento en el aire, sosteniendo los regalos de Hazel en el aire, haciendo que ella suelte un suspiro de alivio, pues en verdad estaba cansada.
─ Listo. ─sonrié orgullosa de mi hechizo, aunque simple, pero servía.
La castaña tomó de sus rodillas mientras sostenía su cadera como un mayor de edad, sonriendome de vuelta.
─ Uh, no le digas a Cedric que tantos regalos he recibido de chicos hoy. ─pidió en broma.
─ Porque se muere, y aún lo quiero vivo.
en verdad quiero que viva . . .
Rió ─ Sí, en especial yo.
Cuando finalmente se recupero el aliento, fue hasta mi, para así abrazarme fuertemente, sentía que me hacia un puré.
─ Extraño pasar tiempo juntas ─murmure ─, al menos ya acabaste tus TIMOS, por cierto, ¿Cho sigue conservando su cabello? ¿Como les fue?
Era gracioso, pues este último trimestre había visto a Cho estudiar por todos lados, a todas horas, creo que se ha leído toda la biblioteca.
─ De puro milagro, pero bien, espero tener un Aceptable al menos, presiento que Pociones no es muy mi fuerte.
─ Y aunque lo fuera, Snape nunca pone buenas notas, y menos si eres de alguna casa que no sea Slytherin. Ya te acostumbraras.
Era verdad, una vez...Theo y yo presentamos el mismo trabajo, y nos pusieron notas diferentes. Adivinen quien tuvo más alta nota.
─ Esperemos que ese día llegue ─contesto ella ─. Por ahora solo a esperar los resultados, Cedric me ha dicho que han pasado más tiempo juntos, me alegro que sean amigos.
─ Hubieras visto lo nervioso que estaba, creo que lo ayude un poco. Es un buen amigo, me ha salvado de muchas. ─confesé, recordando el día en que lo vi.
─ Sí, siempre lo hace, creo que es hora de que deje todos esos regalos en mi habitación si quiero llegar antes con cedric ─admitió, sacando ahora si su varita.
─ Nos veremos en la prueba, si nuestros compañeros no me aplastan por la emocion, ire a pasar un rato contigo, si aceptas, claro. ─sugería aquello.
Hazel asintió rápidamente ─ Claro, siempre puedes pasar el rato conmigo, Mily, eso no se pregunta.
Yo sonreí, para luego despedirme de ella, quien tomo su varita y se puso a cargar los obsequios que le habían dado a lo largo del día.
RON Y ESTABAMOS SONRIENDO A MÁS NO PODER, pues habíamos salido de nuestra prueba y estabamos más que satisfechos...probablemente habíamos hecho todo mal, pero no esta demás sonreír.
Entramos al Gran Comedor, y rápidamente acudimos a la mesa de Gryffindor.
─ ¡Mamá... Bill! ─exclamó Ron, atónito, apresurando su paso hacia su familia ─.¿Qué hacen aquí?
Yo por mi parte, he corriendo hasta los brazos de Bill, quien me dio un gran abrazo y luego revolvió mi cabello, como lo hacia cuando era pequeña.
─ Hemos venido a ver a Harry en la última prueba ─dijo con alegría la señora Weasley, mientras iba hacia mi para darme un abrazo─. Tengo que decir que me gusta el cambio, no tener que cocinar. ¿Qué tal les fue en el examen?
Ron y yo nos vimos entre si.
─ Eh... bien ─contesto él ─. No pude recordar todos los nombres de los duendes rebeldes, así que me inventé algunos. Pero estuvo bien. A Milan si que le fue excelente, viniendo aquí me estuvo diciendo los nombres de los duendes, y se parecen mucho a los que invente la verdad, ─añadió, sirviéndose empanada de Cornualles, mientras la señora Weasley lo miraba con severidad ─. Todos se llaman cosas como Bodrod el Barbudo y Urg el Guarro, ¡No me juzgues con la mirada, madre!
Cuando me iba asentar con los demás hermanos Weasley, escuche como Harry me llamó, así que bordee la mesa y tome su mano cual me la ofreció para así sentarme junto a él. Todo muy raro.
Fred, George y Ginny ya estaban aquí, sentados con nosotros, pasando un momentos ameno y haciendo olvidar a Harry sobre la prueba que habra esta noche.
Luego, despues de casi diez minutos, mi mejor amiga apareció, sentandosé a mi lado en un asiento libre.
─¿Nos vas a decir...?
Hermione negó con la cabeza pidiendo que se callara, y miró a la señora Weasley.
─ Hola, Hermione ─la saludó ella, mucho menos afectuosa de lo normal, esto se siente aún más extraño.
─ Hola ─le respondió Hermione, con una sonrisa que vaciló ante la fría expresión de la señora Weasley.
Harry miró a una y a otra, y luego dijo:─ Señora Weasley, usted no creería esas mentiras que escribió Rita Skeeter en Corazón de bruja, ¿verdad? Porque Hermione y yo no somos novios.
─ ¡Ah! ─exclamó la señora Weasley ─. No... ¡por supuesto que no!
─ Claro ─escuchamos decir a Ron, ─ Cof, cof ─empezó a toser falsamente ─, cof, cof, pero no niega lo de Milan, cof, cof...
Él recibio un zape de parte de Harry, quien extendió el brazo para golpear a su amigo, haciendome reír ante tal divertida escena.
─ Milan ─llamó él señor Weasley, así que le vante la mirada ─, ¿podríamos hablar fuera un momento?
Yo asentí, dejandome mi plato de lado y levantandome cuando él lo hizo, ambos rodeamos la mesa de Gryffindor por nuestros respectivos lados y luego nos encontramos en la puerta del Gran Comedor, de donde salimos y nos fuimos a un pasillo poco transitado, y más porque en hora del almuerzo.
─ ¿Como estas? ─fue lo primero que pregunto.
─ Bien. ─respondí sin dudarlo, empezando a jugar con uno de mis mechones de pelo.
El suspiro y coloco una de sus manos en mi hombro.
─ Te conozco desde pequeña Milan ─me recordo, diciendo aquello con una voz sumamente dulce ─. Se que cuando juegas mucho con tu cabello es porque estas nerviosa o preocupada, se que cuando sonries y no tienes ese brillo caracterisco en la mirada, estas triste.
Yo solté un suspiro, era como tener un segundo padre, no lo podía engañar. Así que decidíi decirle la verdad.
─ Desde el articulo donde cuantan quien es mi madre, he estado un poco triste, debe ser por eso ─confese con un poco de pena ─. Compañeros de la escuela me han molestado...otros se han ido...y...
─ Ven aquí, hija mía. ─dijo, y de inmediato me envolvió en un fuerte abrazo, él cual disfrute todo el tiempo que este duro.
A MEDIDA QUE PASABAN LAS HORAS, Harry estaba cada vez más y más nervioso. Así que, aprovechando que él no comería, y que algunos alumnos no estaban pues querían estar preparados para ser espectadores con otras cosas para la tercera prueba, tome su mano y lo lleve a una parte vacia de la mesa de Gryffindor.
─ ¿Porque nos alejamos de los demás? ─preguntó, mirandome fijamente.
─ Estas nervioso.
Él soltó un gran suspiro, y su semblante cambio de inmediato.
─ Lo estoy, ¿como no lo voy a estar? ─comenzó a decir demasiado rápido ─. Puedo morir esta noche, ¿te acuerdas lo que nos dijo Hermione sobre el Torneo de los tres magos? Que era peligroso y que la gente moría o salía herida y yo...yo...no me siento capaz, Milan. No he practicado lo suficiente, yo...no le puse demasiado esfuerzo...y-yo....
─ Tú ─dije, colocando mis dos manos en sus hombros ─, estas preparado. Pusiste todo tu esfuerzo en esto, y solo tienes que calmarte.
─ ¿Estaras ahí?
─ Si, Harry. Como en cada partido de Quidditch, estare antes que empiecé, y tambien cuando termine. Yo estaré ahí.
siempre estaré ahí . . .
─ Damas y caballeros, dentro de cinco minutos les pediré que vayamos todoshacia el campo de quidditch para presenciar la tercera y última prueba del Torneo delos tres magos. En cuanto a los campeones, les ruego que tengan la bondad de seguirya al señor Bagman hasta el estadio. ─escuchamos que dijo Dumbledore desde la mesa de los profesores.
─ Anda, vamos. ─le dije, mientras nos empezabamos a levatar.
Y sin previo aviso, senti como Harry me rodeo en un abrazo, el cual correspondi. Lo abracé con fuerza, me acurruque en el hueco de su cuello, sintiendo su aroma y el tacto de sus manos dejando caricias en mi espalda.
No importaba que todo el mundo presente en el Gran Comedor nos viera, juro por mi vida que incluso sería capar de vestirme de pollo y bailar en frente de todos si tan solo aquello aliviara a mis amigos.
─ Te quiero mucho, Milan Lupin. ─lo escuche murmurar.
Mi corazón dio un vuelco de felicidad al escuchar aquello, no pude evitar sonreír de oreja a oreja...pero era momento de decir adiós, todos los campeones debían ir tras Bagman en el tiempo que lo indico.
Era dificil decir adiós, incluso si apenas se iría por una prueba.
─ Yo tambien de quiero mucho, Harry Potter. ─murmuré, despidiendome de él para así poder ir a despedirme de mi otro amigo.
Busque con la mirada a Cedric, y lo encontre junto a los demás campeones. Sonreí en su dirección y él me devolvió el gesto.
─ Te vi ─empezó a reir, pero luego frunció el ceño y me miro con diversión ─, ¿porque se despiden de nosotros como si nos fueramos a la guerra y no regresariamos más?
No pude evitar tirarle un zape en el brazo.
─ ¡Ni lo pienses! ─chillé ─. Tú regresaras, y vivo, porque necesito ver tu boda con Hazel, ¿okey?
─ Okey.
─ No juegues con eso, Cedric, tu regresaras bien de esa prueba. Recuerda que la palabra tiene poder.
─ Estoy algo nervioso ─confesó soltando un suspiro, para luego sacudir su cabeza y subirse a si mismo los animos ─, pero solo es una prueba.
solo es una prueba . . . ¿verdad?
TODOS ESTABAN EN LAS TRIBUNAS, cada uno apoyaba a su campeon favorito; en estos momentos, cada uno de ellos pasaba al centro junto con algun familiar, siendo recibido por aplausos de sus respectivas escuelas y barras, así como tambien por el coro y la banda.
Cuando fue el turno de Harry, no les dire quien salto, aplaudió y grito como una real fan loca, si...no les dire quien soy...digo, ¡Quien es!
De un momento al otro, Bagman se apuntó a la garganta con la varita, murmuró «¡Sonorus!», y su voz,amplificada por arte de magia, retumbando en las tribunas:
─ ¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneode los tres magos! ─comenzo a decir, para luego mirar a los respectivos campeones ─. Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones:empatados en el primer puesto, con ochenta y cinco puntos cada uno... ¡el señorCedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del colegio Hogwarts!
Mis amigos y yo nos levantamos de los asientos ante la mención del nombre de Harry, aplaudiendo y haciendo que él nos mirase con una sonrisa en rostro.
─ En segundo lugar, con ochentapuntos, ¡el señor Viktor Krum, del Instituto Durmstrang! ─más aplausos —. Y, entercer lugar, ¡la señorita Fleur Delacour, de la Academia Beauxbatons!
Antes que del el pitido para que Harry entre al laberinto, saqué a Sookie de mi chaqueta y la sacudí, alzandola frente a mi, pues estaba con una mini camiseta que decía Potter atras, junto con el numero 7, que era el que él usaba en quidditch.
Sookie la menos fan.
Harry ensancho su sonrisa, pero casi de inmediato fue borrada, pues Bagman ya estaba listo para dar luz verde a esta prueba.
─ ¡Entonces... cuando sople el silbato, entrarán Harry y Cedric! ─grito Bagman─. Tres... dos... uno...
Dio un fuerte pitido, y Harry y Cedric penetraron rápidamente en el laberinto, perdiendosé entre este.
Merlin, protege a ambos ahí dentro . . .
ESTABA ENTRE HERMIONE Y RON, a nuestro lado estaban más chicos de gryffindor, como Neville, Seamus, Dean, los gemelos, Ginny y demás. Todos habíamos visto como hace unas horas los campeones habían ingresado al campo de juego, sin embargo, se estaban demorando demasiado.
Hace como unos cinco minutos, Fleur había pedido salir, así que fueron a ayudarla, y ahora estaba esperando junto a su escuela, ella se escontraba muy cansada y con algunos rasguños. No me puedo imaginar como estan los demás.
─ Milan, calmate, Harry va a estar bien. ─me aseguró Hermione, dejando palmaditas en mi espalda.
─ Pero miralos ─murmuré, señalando a Dumbledore y Bagman ─, incluso ellos estan nerviosos.
─ Harry ya va a salir, incluso tal vez gane. ─soltó Ron, mientras yo me abrazaba a mi misma, en un intento de calmarme.
Él me preocupaba, Cedric tambien lo hacia. Se estaban demorando mucho, y ninguno de ellos ─incluido Krum─, habían usado su varita para pedir ayuda, así como lo hizo Fleur. Espero que no esten haciendose a los poderosos ahí dentro.
Cuando menos lo pense, comencé a morderme el labio inferior, y golpeaba con mi talon el suelo por la angustía que me causaba la espera.
─ Espero que cuando Harry vuelva se lo digas. ─escuche decir a Hermione.
─ Si es que vuelve. ─balbuceo Ron, y ambas giramos a verlo, fulminandolo con la mirada.
─ ¡Ni lo pienses! ─chillé, y dentro de mi cabeza millones de escenarios eran creados, todos con descenlaces trágicos y devastadores.
Pero, de pronto, un ruido caracteristico me sacó de mi mente traicionera, levante la mirada al percatarme de escuchar ese sonido caracteristico, ya saben, aquel "Plin" de cuando alguien aparece.
Escuche a la banda tocar la canción de victoria, escuche a las personas gritar de alegría, aplaudir; el campeon ganador había llegado, y con eso la alegría de todos desbordaba, tanto que delante mío empezaron a amontonarse muchas personas, impidiendome ver y alejandome de mis amigos rápidamente.
Así que aprovechando que soy pequeña, me abrí paso entre la multitud de alumnos, llegando al frente de todos luego de algunos segundos, encontrandome con aquella escena.
Parpadee un par de veces, pues quien había llegado no estaba lucía feliz por su vistoria, y eso solo me hizo estremecerme y asustarme.
Él estaba muy demacrado, con las lágrimas brotando por los ojos, el pelo revuelto, rasguños y moretones por todos lados, la ropa sucia y rasgada, y abrazando la copa como si su vida dependiera de ello.
Era Cedric.
¿Que demonios había pasado en el laberinto?
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