𝟬𝟬𝟲| until the end

006. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗦𝗜𝗫──

── 𝗎𝗇𝗍𝗂𝗅 𝗍𝗁𝖾 𝖾𝗇𝖽 •˖* 📼 ☄️

𝗥 𝗨 𝗡 𝗔 𝗪 𝗔 𝗬   .   𝗩 𝗢 𝗟    𝗢 𝗡 𝗘

─ En cuanto a los dragones ─dijo  tío Canuto, luego de explicarnos todo lo que sabía, sobre sus sospechas de Karkarov, hasta la desaparición de Bertha Jorkins, y posibles planes malvados que atenten contra la seguridad de Harry ─, hay una manera, Harry. No se te ocurra emplear el encantamiento aturdidor: los dragones son demasiado fuertes y tienen demasiadas cualidades mágicas para que les haga efecto un solo encantamiento de ese tipo. Se necesita media docena de magos a la vez para dominar a un dragón con ese procedimiento. 

─ Sí, ya lo sé, lo vi. ─acepto Harry, luego de verlo por si mismo en el bosque.

─ Pero puedes hacerlo solo ─prosiguió Sirius─. Hay una manera, y no se necesita más que un sencillo encantamiento. Simplemente... 

Sobresalte al escuchar pasos provenientes de la escalera de caracol, así que le hice una seña a tío Canuto para que dejara de hablar.

─ ¡Vayanse! ─nos ordeno ─ ¡Vayanse! ¡Alguien se acerca!

Nos pusimos de pie tan rápido como pudimos, escuchando un "Plin", a nuestras espaldas, comprendiendo que tío Sirius ya se había ido.

De la escalera de caracol, vimos a Ron con su pijama roja, él se detuvo frente a nosotros y miro a su alrededor.

─ ¿Con quien habablan? ─nos pregunto ─. Escuche una tercera voz.

─ ¿A ti que te importa? ─gruño Harry a mi lado, haciendo que lo vea con el ceño fruncido, odio verlos pelear ─ ¿Qué haces tu aquí a estas horas?

─ Me preguntaba donde estarías...pero bueno, me vuelvo a la cama.

─ Se te ocurrio que podías venir a husmear un poco, ¿no? ─grito Harry.

─ Lo siento mucho ─respondió Ron, muy rojo de ira ─ Debería haber pensado que no querías que te molestaran teniendo tu momento con Milan. Te dejare en paz para que sigan con ella y para que practiquen juntos tu siguiente entrevista.

─ ¡Chicos, basta! ─pedí exasperada.

Pero no me hicieron caso, Harry tomo de la mesa una de las insigniasa que decáin "Potter Apesta De Verdad", y se la tiro con todas sus fuerzas a Ron, haciendo que le golpeara la frente.

─ ¡Ahí tienes! ─chilló Harry ─. Para que te la pongas el martes. Ahora a lo mejor hasta  te queda una cicatriz, si tienes suerte...eso es lo que te da tanta envidia, ¿no?

Harry estaba muy enojado, pero se acercó a mi como si nada pasara, planto un beso en mi mejilla diciendo: "Buenas noches, Milan", y se volvió a girar enojado, caminando a grandes zancadas hasta las escaleras que dan a los cuartos de varones, empujo a Ron levemente, y luego salió de mi campo de visión.

¿Qué fue eso?

Sacudí mi cabeza, y luego vi como Ron no regresaba a los dormitorios, en su lugar, él  fue hasta una de las mesas bajas, y se sentó ahí.

─ ¿No vas a regresar? ─inquirí.

─ ¿No me vas a regañar? 

─ ¿Porque lo haría? ─camine hacia él y me deje caer a su lado, cruzandome de brazos y acomodandome entre ellos ─. Ambos tiene la culpa, además, es cosa de ustedes dos, aunque Hermione y yo quedamos en el medio.

─ Es divertido verlas a ambas de aquí para allá.

─ No te burles. ─pedí entre risas, contagiendolo a él, que tambien empezó a reir.

Nos quedamos juntos por un rato, ya que a ambos se nos había quitado el sueño, y nos habíamos puesto a jugar guerra de pulgares, un juego que parecía tonto cuando se lo vimos por primera vez a unos niños del mundo muggle, pero entretiene un montón.

─ Extraño cuando eramos niños y le pintamos el cabello a Ginny de azul.

─ Yo tambien extraño eso. ─aseguré, suspirando con melancolía.

Ambos en el fondo sabíamos que se aproximaban tiempos oscuros . . .







Ya era la mañana del domingo, yo estaba desayunando con Ginny y Hermione, sin embargo, nuestra paz fue interrumpida por Harry, que llego a nosotras y nos pidio ayuda.

A Hermione y a mi para ser más especificos, pero la chica Granger había llegado hace poco, así que le dije que luego vaya con nosotros, que desayune tranquila.

Y ella acepto, así que termine yendo con el azabache.

─ Harry, estás muy nervioso. ─dije preocupada, notando su actitud.

─ Luchare con dragones, ¿como quieres que este?

─ Cierto. ─balbucee, mordiendome los labios.

Estuvimos caminando por los terrenos del colegio, dandole tres vueltas al lago, tratando de pensar en que podiamos hacer para que saliera vencedor de la prueba de los dragones.

 Tío Sirius nos intento dar una solución, pero lastimosamente no pudo terminar de decirnos, ya saben, creímos que alguien más bajaba.

─ No te preocupes con Karkarov ─intente tranquiliizarlo ─. Al menos no por ahora.

Él no respondió, solo se quedo pensando en que hacer, pero al no tener ni una sola idea, fuimos a la biblioteca, donde tomamos todos los libros sobre dragones que encontramos.

Es extremadamente difícil matar a un dragón debido a la antigua magia que imbuye su gruesa piel, que nada excepto los encantamientos más fuertes puede penetrar...─leí en voz alta ─. Creo que tío Sirius nos mintió, yo no veo nada sencillo aquí. Agh ─solté ─, seguire buscando uno en el libro de Encantamientos Sencillos.

Poco tiempo después, llegó Hermione con aún más libros, y empezó a pasar páginas y páginas rapidamente, cuchicheando cosas que veía interesantes y que podían servir, o simplemente ideas a las que llegaba luego de leer un encantamiento.

─ Hermione ─pidió Harry exasperado ─, ¿quieres callarte un momento, por favor?

La castaña se callo, mientras yo solo veía todo desde mi linda y comoda esquina, con el temor que si digo algo Harry exploté como una bomba.

Sin embargo, al ver a Hermione un poco cabizbaja, me acerqué con sigilo a Harry:

─ Ella intenta ayudar, debes disculparte. 

─ Esta bien. ─aceptó él, más rápido de lo que creí.







Me parecía completamente injusto saber que los demás campeones sabían sobre los dragones, pero que Cedric ni siquiera sabía a que se enfrentaría, y a tan poco tiempo de la prueba.

Estaba pensando en contarsela a él, o a Hazel, pero me pareció correcto decirle a Harry.

─ Creo que deberías decirle a Cedric sobre los dragones ─le dije a Harry, creyendo fervientemente que él chico de hufflepuff debe saber sobre la primera prueba ─, se buen compañero. Los dos son alumnos de Hogwarts.

El suspiro asintiendo. ─ Dile a Hermione que las alcanzo en el invernadero.

─ Okey ─sonreí ─. Es lo correcto. 

─ Siempre que me pides algo, te sales con la tuya, ¿verdad?

─ Es que soy un encanto ─movi mis hombros con gracia, haciendolo reír ─. Tengo ese don desde que nos conocimos. Pero tu no te quedas atrás, como venganza, haces que yo este en absolutamente todas tus aventuras.

─ Desde los once...

─ Desde los once...







Estaba junto a Neville, yo redactaba algo rápido, y él le daba de comer a sus plantas. Todo este tiempo estuve tan ocupada con Harry, que descuide mucho a mi gran amigo.

─ ¿Quieres probar? ─le pregunté, señalando mi pequeña bolsita llena de dulces.

Él asintió timidamente, así que le pedí que hiciera con sus manos un pequeño cuenco, y ahí verti varios dulces.

─ Gracias. ─balbuceo, mientras volvía a su trabajo.

─ ¿Cómo está Trevor? ─le inquirí, mientras le daba una leída rápida a mi redacción.

─ ¡Trevor! ¡No le di de comer! ─exclamó, y yo empecé a reir como una loca, haciendo que él giré a mirarme espantado ─ ¡¿Porque te riés?!

─ Yo...yo le di de comer, y está en la sala común. ─aseguré.

─ ¡Eres la mejor!

─ Lo sé. ─sonreí.

Él se calmó, y me preguntó. ─ ¿Porque no tienes una mascota?

─ Yo quería un Escarbato ─conté, haciendo una muequita ─, pero, papá ni yo encontramos uno, y las lechuzas que vimos, no tenian carita de "Yo quiero irme con Milan"

─ ¿Porque las lechuzas no quisieran irse contigo? 

─ No lo sé, preguntaselo a ellas ─refunfuñé ─, aunque estoy feliz así.

─ Siempre podre compartir a Trevor contigo. ─se encogió de hombros, haciendome sonreir ante la propuesta.







Harry estaba viniendo a nosotras, diciendo qué debía aprender el encantamiento convocador, ¡Uno que él no sabe hacer!

Es decir, lo queremos, pero no hacemos milagros.

O tal vez si.

Hermione y yo nos pusimos a trabajar al instante, haciendo un plan de lo que haríamos, ella ayudaría en el almuerzo, y yo toda lo noche, o al menos todo lo que podamos.

Así que luego de que Hermione cumpliera su turno de la tarde, yo le terminaba de pasar mis apuntes, mientras a su vez, obligaba a Harry a comer, para luego regresar juntos a la sala común.

─ Dame eso, Milan, yo termino nuestros deberes. ─me aseguro Herms, mientras me despedía de ella para así poder ir con Harry a un aula vacía.

─ ¿Lista? ─me preguntó Harry, y yo asentí.

Así que el paso su capa de invisivilidad por encima de ambos, y así nos encabullimos por los pasillos, llegando a las aulas de abajo.

Una vez nos acomodamos, me ocupe de poner algunas cosas a una distancia prudente del azabache, y luego le mostre como se hacia el encantamiento convocador.

─ No me sale. ─refunfuño, luego de practicar por un tiempo y no poder atraer nada.

─ No te va a salir si sigues con ese humor.

─ Me voy a enfrentar a dragones mañana, ¡Dragones! ─chilló, soltando una gran suspiro, dejando caer su varita...más bien él la lanzo por lo aires, y luego oculto su rostro en las manos.

Me levante del suelo, y camine hacia él, dejandome caer a su lado, pase mi brazo por su espalda y lo rodee con una gran abrazo.

─ Hey, estarás bien. ─le aseguré, mientras dejaba caricias en su brazo.

─ ¿Estarás ahí? ─preguntó entre balbuceos.

─ Claro, en cada prueba ─dije ─. Será como los partidos de Quidditch, incluso con una pierna rota, ahí estare.

─ Gracias. ─murmuró, abrazandome como podía desde su poscisión.

Nos quedamos así por unos minutos, en todo este tiempo nos habíamos ocupado en ayudar a Harry a practicar, pero nadie se había puesto a pensar en como se sentía.

Y sumado a su pelea con Ron...debe ser complicado.

Estabamos teniendo un momento  entre nosotros, al menos hasta que Peeves empezó a lanzarnos objetos, y con temor que el ruido atrajera a Filch, regresamos a la sala común, que afortunadamente esta vacia, solo estaba Hermione, que ya había terminado nuestros deberes y nos esperaba.

Así que ahí seguimos practicando entre los tres. 

─ Cierto, Harry ─hablé, mientras acomodaba los libros y cosas con las que él iba a practicar ─, ¿me prestas el mapa del merodeador?

─ Claro ─asintió ─. Pero, ¿para que?

─ Es un secreto. ─me encogí de hombros.

Hazel iba a estar castigada, y me propuso un plan para ayudarla a salir y ver a Cedric antes de la prueba, así que, yo le propuse que podía usar el mapa del merodeador, para así poder movernos con más facilidad.







Ya eran las dos de la madrugada, y habíamos puesto enfrente de Harry un sin fin de objetos, para que siga practicando, ya que desde hace ya una hora, le salía el hechizo medianamente decente.

─ Esta mejor, mucho mejor que tus miles de intentos anteriores. ─felicite.

─ ¡Milan! ─me regaño Hermione.

─ Perdon, pero, ha mejorado. ─asegure, y Hermione asintió, coincidiendo conmigo.

─ Bueno, ya saben que hacer la proxima vez que no sea capaz de aprender un encantamiento ─nos dijo Harry, lanzandome un diccionario para poder volver a practicar el encantamiento ─: amenacenme con un dragon y ...─vio como lo estaba mirando ─. Bien, entendi, ¡Accio Diccionario!

El pesado volumen escapo de mis manos, y atravesó la sala, llegando hasta Harry.

─ ¡Bien! ─chille como niña pequeña ─ ¡Ya lo dominas!

─ Espero que mañana funcione ─hizo una muequita ─. La Saeta de Fuego estará mucho más lejos que todas estás cosas: estará en el castillo, y yo, en los terrenos de ahí abajo.

─ Solo debes concentrarte y desearlo de verdad, la Saeta irá a ti ─le recomende ─. Pero ahora, ve a descansar.

─ Okey. ─asintió.







Me había desviado del grupo que iba a los terrenos de juego a presensiar la primera prueba, estaba de pie siguiendo las indicaciónes que me dió Hazel, para así seguir con nuestro plan.

Afortunadamente tuvimos la ventaja de que todo el mundo, incluido profesores, están muy ocupados en  la prueba, pero aún así, debemos tener mucho cuidado.

Así que con el mapa de merodeador que tomo del baúl de Harry, me encamine hacia el aula de castigos, donde estaba Hazel; tome tu varita y conjure un alohomora, dirigida a la perilla de la puerta, para así poder abrirla.

─ Uf ─fué lo primero que solté al entrar, como si esto de rescatar personas de torres fuera pan de cada día─, tu plan salió mal y tuve que desmayar a unos cuantos maestros, pero todo bien.

Vi a Hazel abrir sus ojos de par en par, estaba muy espantada, se levanto de golpe del pupitre en el que se encontraba sentada, y se acercó a mi.

─ ¿Qué? ¿A qué maestro desmayaste? ─preguntó perpleja ─. Por favor dime que no fue a Flitwick. ─pidió, más bien, rogada que no fuera dicho maestro.

─ No tuve que desmayar a nadie, tranquila ─asegure entre risitas ─, pero valió la pena ver tu cara de pánico.

La vi soltar un suspiro de alivio al escuchar mis palabras.

─ Que mala. ─murmuró, tratando de no reírse.

─ Crecí con los gemelos, y con los Weasley en general, esté era mi momento ─me encogí de hombros, muy animada por ayudar a una amiga ─. Intente conseguir la capa invisible de Harry, pero solo Merlín sabe donde la dejo, sin embargo, tengo el mapa del merodeador, con esto podremos salir sin problemas.

Ella asintió ─Vale...─miró por el rabillo del ojo el reloj de manecillas que había en la pared ─. Faltan quince minutos para que empiece, deberíamos darnos prisa.

─ Cierto. ─coincidí con ella, tomando mi varita y apuntando al mapa que tenía en mis manos ─. Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas.

El mapa empezó a revelar el paradero que cada persona en Hogwarts.

─ Milan ─llamó Hazel, algo sorprendida ─, eres asombrosa.

Yo sonreí, me sentí bien porque alguien me diga eso, suelo ser muy insegura con lo que hago, y siento que todo lo arruino.

─ Lo sé. ─dije en su lugar, sonriendo.

Luego de eso, juntas, y usando uno de los pasillos secretos que habían contado los gemelos que había en las instalaciones, salimos rapidamente del castillo, cruzando los invernaderos, bajando la colina y llegando a la tienda donde estarían los campeones.

Todo sin dificultades.

─ Su parada, señorita. ─dije con gracia, haciendo una pequeña reverencia.

Ambas entramos, y casi de inmediato, divisamos a los chicos, vi de reojo como Hazel corrio hacia Cedric, mientras yo hice los mismo, solo que con Harry.

Me lancé hacia Harry, quien tardo ubnos segundos en procesar lo que pasaba, pero finalmente, paso sus brazos por mi cintura y me envolvio en un abrazo, suspirando con un alivio impresionante.

Aquello me hizo fruncir el ceño, así que me separe un poco de él.

─ ¿Qué paso? ─pregunté preocupada ─, ¿estas bien?

─ Y-yo...no te vi en el comedor, Hermione se despidió, pero me dijo que no sabía donde estabas.

─ ¿Preocupado por mi, Potter? ─inquirí.

─ Algo así ─se encogió de hombros ─, es que se me hizo raro no verte ahi.

─ Tuve que ayudar a una amiga ─sonreí, mirando rápidamente a Hazel y Cedric tener su momento ─, además, sabes que me gusta hacer entradas epicas.

Él sonrio ─ Ya veo.

Tome una bocanda de aire, volviendolo a abrazar, en verdad temía por lo que podía pasar hoy, siempre me voy a preocupar por él.

─ Vas a superar la prueba ─le aseguré, sin dejar de abrazarnos ─, practicaste para esto y lo haras genial, estoy segura. Volar es lo que mejor haces.

Le iba a dar unas palabras más, sin embargo, escuche unos pasos acercarsé aquí.

─ Uh, Hazel, debemos irnos. ─dije, girandome a ver a la castaña.

─ Recordare esto. ─murmuró Harry, haciendo que giré a mirarlo.

─ Siempre contigo, hasta el final. ─aseguré, acercandome a él y despidiendome con una rápido beso en la mejilla.

Habían notado nuestra presencia los profesores, es por ello que ahora se acercaban. Intente asomarme sobre la contina con cuidado que no me vieran, y saber por donde huir, pero fue muy tarde para cuando intentamos salir.

─ ¡Merlin nos bendiga! ─escuche mascullar a Hazel a mi lado.

Estamos en problemas . . .
















───AUTHOR NOTE'S

En mi mente, Milan y Harry ya estan casados, tienen dos bendis y un Escarbato de mascota 🫀.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top