𝟬𝟬𝟱 | little wolf
005. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗜𝗩𝗘──
── 𝗅𝗂𝗍𝗍𝗅𝖾 𝗐𝗈𝗅𝖿 •˖* 📼 ☄️
𝗥 𝗨 𝗡 𝗔 𝗪 𝗔 𝗬 . 𝗩 𝗢 𝗟 𝗢 𝗡 𝗘
" Finalmente, Harry ha hallado el amor en Hogwarts: Colin Creevey, suíntimo amigo, asegura que a Harry raramente se lo ve sin la compañía deuna tal Hermione Granger, una muchacha de sorprendente belleza, hija demuggles y que, como Harry, está entre los mejores estudiantes del colegio."
─ Pense que estarías molesta conmigo. ─murmuró Hermione con temor, mientras haciamos juntas los deberes de Historia de la magia.
Fruncí el ceño. ─ ¿Porque estaría molesta?
Ella enarco una ceja, con su tipica expresión de "Ajá".
─ Noup ─solté, haciendo un ruidito y recargando de tinta la pluma ─. No entiendo porque debería estar molesta.
─ Te gusta Harry, yo lo sé, Ginny lo sabe, creo que media escuela lo sabe, todos menos tú.
─ Solo te lo conte a ti, y fue cuando teníamos doce años ─recrimine ─. A esa edad no sabía ni que dulce era mi favorito.
─ ¿Entonces ya no te gusta?
─ No se ni siquiera si algún día me gusto ─me encogí de hombres ─. Y cambiando de tema, ¿qué tal tú día?
─ Horrible ─soltó ella de pronto ─, a pesar que Ron es mi amigo, es un necio, muy necio, sin embargo, mañana, en nuestra salida a Hogsmeade, he quedado con Ron, y ahora tu labor es decirle a Harry que venga.
─ ¿Quieres que me mate?
─ No se va a negar si se lo pides.
─ Eso tu no lo sabes.
─ Milan...él no presento deberes el año pasado porque a ti te entro la idea de aprender a jugar quidditch. ─me recordo, y yo suspire.
─ Bien, pero si se enoja conmigo, será tu culpa. ─señale con mi pluma.
─ Oh ─Hermione salto de su asiento ─. ¿terminaste mi dibujo?
─ No, de hecho, cuando vayamos a Hogsmeade pasare a comprar las pinturas que me falta.
─ Gracias ─sonrió ─. Por todo esto, se que te cargue la mano pidiendote hacer los carteles para la P.E.D.D.O.
─ Me gusta dibujar, y más si es para ayudar a una amiga. ─le sonreí de vuelta, para después volver a enfocarme en mi redacción.
Y no es por presumir, pero está quedando muy bien.
─ ¡Harry! ─llegue dando pequeños brinquitos hasta alcanzarlo...bueno, en realidad había llegado a la habitación que compartía con los demás chicos, saludé a Neville antes de entrar y bueno, Seamus y Dean ya habían salido a esperar afuera a que nos indicaran ir.
─ ¿Qué haces aquí?
─ Auch. ─solté, llevandome la mano al corazón, como si lo hubiera quebrado.
─ Lo siento ─murmuró ─. Pero enserio, ¿qué haces aquí?
─ Tengamos una cita ─dije, y el palicedio al instante ─. Ya sabes...tú, yo, Hermione y...
─ No iré si va Ron, ¡No querrás que vayamos con él!
─ Es que pense que podríamos quedar los cuatro en las tres escobas. ─me encogí de hombros.
─ No, Milan.
─ Pero por favor...hazlo por mi, ¿si? ─pedí ─. Voy a llorar si no vas.
Él rodó los ojos. ─ Tú no vas a llorar.
─ Claro que lo haré. ─aseguré, cruzandome de brazos.
─ Está bien, iré, pero no quedaré con Ron, me pondre la capa invisible.
─ Como quieras ─termine aceptando, ya que era la única forma en la que el iría ─. Pero debes saber que me molesta mucho hablar contigo con la capa puesta, no se si estoy mirando a la nada o a ti.
Vi a Harry colocanrse la capa de invisibilidad, y bajo conmigo las escaleras, o eso creo.
Bueno, camine junto a Hermione directo a Hogsmeade, viendo como la mayoría de estudiantes tenía la insignia de "Apoya a Cedric Diggory", y no me molesta, es más, me agrada que apoyen a Cedric, y mucho más que él cumpla su promesa.
Ahora ningun estudiante de Hufflepuff lleva la insignia de "Apesta Potter", y me pude arreglar con Theo para que me ayude a que los de Slytherin nunca más lo usen, no todos le hicieron caso, pero algo es algo.
─ La gente piensa que estamos locas ─dije de mal humor, mientras comía un enorme dulce ─, Creen que le hablamos al viento.
─ Pues cuando me hablen no muevan tanto los labios.
─ No te vamos a volver a hablar ─aseguró Hermione del mismo mal humor que yo ─. ¿verdad, Milan?
─ Es más, ¿quien es Harry Potter? ─pregunté a forma de broma, para luego suspirar ─. Harry, porfavor, nadie te va a molestar.
─ ¿No? ─replico él ─. Miren detrás de ustedes.
Ambas giramos, y vimos a Rita Skeeter y su amigo fotogramo salir de las tres escobas, paso al costado de nosotras, y supusimos que Harry tuvo que retirarse para no ser atropellado por la reportera.
─ Debes alojarse en el pueblo ─comenté, para luego girar a ver donde creo que esta Harry ─. Y ahora iremos a Las Tres Escobas, a tomar una cerveza de mantequilla.
─ De hecho estoy al otro lado. ─murmuro el de lentes entre risas.
─ Te odio. ─refunfuñe.
Entramos al negocio, Hermione fue a buscar una mesa y a pedir las bebidas, y Harry, sin embargo, yo me fui a saludar a los gemelos, a Ron y a Lee Jordan, que compartían una mesa.
─ Hola...Milan ─saludó Jordan en un tono coqueto ─. Venga ya, aquí hay un sitio para ti, ahora te pido algo.
─ De hecho vine con Hermione, solo pase a saludar, pero gracias. ─dije con una pequeña sonrisa, para luego despedirme con la mano e irme a sentar con Hermione.
─ Quisiera saber como Fred y George entran a las cocinas del colegio. ─me dijo Herms apenas me senté.
─ Bueno, es fácil, si quieres luego te indico, he ido varias veces con...sola...─me auto corregí.
─ ¿Con Nott? ─inquirió mi mejor amiga y yo asentí, viendo de reojo como Hazel, Cho y otras chicas de Ravenclaw conversaban en otra mesa.
Espera... ahora me siento mal...¡Merlín, me olvide de Theo!
─ Tengo que irme, lo siento, nos vemos luego. ─me despedí apresuradamente.
─ ¿Y tu bebida? ─inquirió Hermione.
─ Ni siquiera le gusta la cerveza de mantequilla. ─escuche decir a Harry.
En fin, salí a toda prisa del reciento, corriendo hacia Honeydukes, entre y ahí encontre al pelinegro, viendolo apoyado en una de las paredes, conversando con Pansy, Draco y Blaise.
─ Hola ─saludé a todos, para luego ver a Theodore ─, ¿vamos?
─ Claro. ─se levanto, despidiendosé de sus amigos y saliendo junto conmigo del recinto.
Enlacé mi brazo con el suyo, más bien el me ofreció su brazo, suelo ser muy torpe con caminando en la nieve.
─ Me sorprende que tus amigos no comentaran nada sobre mi. ─dije, casi siempre Pansy suele burlarse o señalar algo malo sobre mi atuendo, pero está vez incluso pude ver una sonrisilla...o tal vez solo me esté haciendo ideas.
─ Porque estás bonita. No tienen nada que criticar, además, hable con ellos, no te molestaran ─aseguró ─. Ahora, dime, ¿qué quieres hacer?
─ Estaba pensando en atascarnos de dulces, y luego guardas más para la noche, hoy es mi último día de castigo y bueno, debemos celebrar, ¿no?
─ Claro. ─me sonrió.
Nos encaminamos a comprar dulces de todas las tiendas que había, y luego nos fuimos lo más alejados posibles del lugar, llegando a una parte delsolitaria del bosque que estaba cubierta de nieve.
Acomparación de otros años, este si paso tiempo con él, generalmente la pasaba con Harry y susu problemas, y aunque ahora tambien lo hago, tambien paso tiempo con Theo, ha sido bueno conmigo, y luego de saber lo malo que son sus padres, quiero pasar tiempo con él.
Al parecer le hace feliz mi compañia, incluso ha insistido en que vaya a sus reuniones secretas con sus amigos, pero siento que eso sería dar un gran paso.
─ Dime, Mills, ¿qué te gusta hacer en tus ratos libres? ─me preguntó, sentando encima de la nieve, apoyando su espalda en un tronco.
─ Pintar, amo pintar, aunque tambien me gusta la adrenalina.
─ ¿No quieres intentar en quidditch el próximo año?
─ Tal vez...
─ ¿Qué pasa? ─inquirió ante mi silencio.
─ Tengo una idea ─dije con malicia, porque sabái perfectamente que habría muchas risas provenientes de mi.
─ Me das miedo.
No pregunten de donde conseguí dos patines, bueno, solo tuve que conseguir uno, ya que con un simple hechizo atraje mis patines, yo si tenía unos propios, los otros fueron traidos a mi por los gemelos.
Por unos galeones esos chicos te traen lo que sea, incluso un dragon.
─ Milan, pienso que esto es una mala idea. ─dijo él, ya con los patines puestos, pero sentado en el borde del lago congelado.
─ Claro que no ─aseguré ─. Yo soy buena patinando.
─ ¡Yo no!
Me reí, lo sabía perfectamente.
─ Ven, vamos ─dije, empezando a dar unas vueltas, para luego acercarme al borde del lago donde estaba él.
Le ofrecí mi mano, y lo mire con una sonrisa de lado.
─ ¿Confias en mi?
─ Desgraciadamente si. ─respondió.
─ ¡Hey! ─exclamé con diversión, sujetando sus dos manos.
Empecé a patinar de espaldas, guíandolo a Theo en todos sus movimientos.
─ No me mirés a mi, mira el camino. ─negué sonrienté, ya que el me observaba como Ron a un trozo de jamon.
─ Estás muy...─alargó las palabras ─...bonita.
─ Theo, aunque me alagues todo lo que quieras, te voy a soltar, solo así aprenderás a patinar.
Suspiró en rendición, y tiempo después, lo solté poco a poco.
Lo hizo bien...al menos por un corto periodo de tiempo, sin embargo, empezó a tambalear, yo intente sostenerlo, pero no pudimos mantener entre los dos el equilibrio, así que terminamos cayendo sobre el hielo.
Theo en un movimiento rápido, y agil a decir verdad, logro que yo no sufra un gran golpe, por otro lado, él creo que si sintió algo de dolor.
─ ¿Estás bien? ─le pregunté, pero él solo me miraba.
Estabamos en el suelo, nos separabamos, y ahora solo nos mirabamos entre nosotros. Segundo a segundo se acercó más y más a mi, sentí como todo paro a mi alrededor, dentro mío algo explotaba, y no sabía que.
Pero para sorpresa de ambos, dije:
─ No, yo...no así...es decir...─balbucee como si fuera una tonta, luego me levanté, y simplemente me fui.
Estaba en el salón de Snape, estaba limpiando, se suponía que Theo estaría aquí, pero me dejo una nota, y Blaise vino a dejarla hace un rato, ahí decía que sus padres habían venido en la tarde, y se lo llevarón, así que no verá la primera prueba, y tampoco se atascaría de dulces conmigo, lo cuál me ponía muy triste.
Luego de un rato termine, dejando todo limpio, cerré el estante y me quedé viendo por la ventana el cielo nocturno, mientras veía las estrellas y comía dulces, pude ver a Harry regresando del bosque.
Así que de inmediato cerré todo y fui a alcanzarlo al castillo, él me preocupaba. ¿Qué hacia a estás horas de la noche en el bosque?
Bueno, si lo sabía, había ido a conversar con Hagrid, pero pensé que lo iba a hacer con Hermione o solo, o al menos más temprano.
En fin, aprovechando el momento, me escondí detrás de una de las columnas, y cuando lo vi acerandosé...
─ ¡Hola! ─exclame, haciéndolo sobresaltar.
Me miró espantado, y estaba apunto de atacarme, pero me reconoció, así que decidió no tirarme una maldición imperdonable.
─ ¿que haces aquí? ─cuestióno.
─ Esperándote, desde tu pelea con Ron te has alejado del mundo, creí que necesitabas a alguien. ─me encogí de hombros, viéndolo sonreír.
─ No pensé que arriesgarías tus nueve horas de sueño por mi.
Él pensaba que mi castigo solo duró tres días, pero le mentí, no quería que se sintiera culpable, así que cada noche me escabullía con ayuda de Hermione para venir al bosque.
─ No dormiría por ti, así que no te aproveches de mi nobleza. ─dije en su lugar.
Su sonrisa se ensancho más, esto era lo que necesitaba luego de todo lo que pasó con el caliz de fuego, y luego de su pelea de Ron, y basicamente luego de todo.
─ Venga, vamos, te cuento en el camino, y... ¿me ayudas a practicar un poco?
Yo asentí, y el paso la capa de invisibilidad por nosotros, y para estar más cómodos y estables, paso su brazo por mis hombros, para que así el objeto nos cubra a ambos por completo y no tengamos contratiempos con ningun prefecto.
─ El salón de Moody debe estar libre a estas horas, no debe haber ni una mosca. ─susurre y el asintió.
Se veía extraño, espero que no se a por mi abrigo de conejitos.
¿Qué?, luego de mi castigo voy directamente a la cama, y para no hacer ruido poniendome el pijama, lo hago desde mucho antes.
Y ante la situación, no pude evitar preguntar.
─ ¿Estas nervioso por lo que te dijo Hagrid o por mis conejitos amenazantes? ─sonreí con algo de burla, no se si para el o para mi misma por vestir con este abrigo.
Pero no me juzguen a mi, juzguen a Ginny, que fue quien lo tejió para mi la navidad pasada.
─ Por tus conejos, es obvio, esa mirada de ternura... ─paro de hablar por unos segundos, mirándome fijamente ─, mataría a cualquiera.
¿Se refería a los conejos o a mi?
A los conejos, es obvio.
De todas formas, empezamos a caminar por los pasillos, con cuidado que nadie nos descubriera. Dentro de unos minutos, estábamos a las afueras del aula deseada, sin embargo, Harry casi tropieza cuando quiso abrir la puerta.
─ Shhh. ─sisee, tomando la perilla y abriendola por mi cuenta, y sacandonos la capa, dentro del aula no debe haber nadie, así que estabamos seguros.
Cuando ambos entramos, encontramos algo...mejor dicho, encontramos a dos personas demasiado cerca a decir verdad.
Uy, ¿qué es esto?
Cubrí la boca de Harry antes de que diga algo. Cedric es prefecto y nos puede castigar si quiere, y Hazel...MERLIN.
Hazel y Cedric estaban apunto de... no... ¿O si?
Ambos chicos sobresaltaron de pronto al percatarse de nuestra presencia.
─ ¿Milan? ─cuestión ella frunciendo levemente el ceño.
Creo que interrumpimos algo, si es así, estoy segura que Cedric se vengara.
─ ¿Hazel? ─contraataque.
Confundirlos y luego huir, ese es mi plan.
Diggory dio un paso al frente, y juro que nos está odiando en secreto, o al menos nos castigara, hablara con nuestro prefecto y nos castigaran.
¡Y apenas acabo de salir de un castigo! ¡No quiero meterme en otro!
─ ¿Que hacen ambos fuera a estas horas? ─nos preguntó Cedric con una cara muy seria.
─ Me preguntó lo mismo... ─se apresuró a decir mi compañero de crimen, y le dejé un buen golpe en las costillas para que dejara de meter la pata, literalmente.
─ Soy sonámbula. ─menti, claramente, y eso Hazel lo supo perfectamente.
Espero que tambien sepa leer mi mirada suplicante.
Sin embargo, al dar mi gran excusa, todos giraron a ver a Harry, incluso yo.
─ Ehhh.. ─él empezó a titubear, nunca me delataria, lo sé ─, la estaba cuidando, salió de la sala comun y...
─ Yo creo que dicen la verdad ─Hazel nos ayudo, dandome a mi una mirada de complicidad ─. Los conozco, no sé meterían en problemas.
Ts, ¿Harry y yo en problemas? Nunca, jamás.
─ Claro, lo entiendo, Potter ─dijo Cedric, y suspire con alivio ─. Pueden irse, solo... no dire que los he visto aqui si ustedes hacen lo mismo.
Ambos a sentimos.
─¿Pero ustedes que...? ─pregunto Harry, y yo le tome del brazo, jalandolo hasta afuera antes que meta la pata, a otra vez.
Con más detalles se lo preguntare a Hazel mañana.
Los cuatro salimos, pues Cedric nos acompañaría hasta cierto punto por si aparecen prefectos o alguien a retarnos.
─ Creí que eran fantasmas. ─admitió Hazel mientras caminábamos
─ Solo eran un par de hormonales ─explicó Cedric con una risilla de burla.
Harry yo lo vimos muy indignados, y ambos al mismo tiempo soltamos un:
─ ¡Solo somos amigos!
Vi a Hazel reírse, así que aproveche la situación.
─ Además ─cuestione mirándo a Cedric y a Hazel. ─ ¿Que se supone que hacían ustedes?
Entre ambos se miraron, sin saber que decir.
─ Buenas noches, chicos ─se apresuró a decir ella, tomando el brazo de Cedric y huyendo, pues ya habían llegado a las escaleras de gryffindor, y aunque no fuera así, creo que también hubieran huido.
Yo estalle en risa mientras Harry me tomaba del brazo para no caer con las escaleras que se movían.
Y en poco tiempo, llegamos frente al cuadro de la Señora Gorda, dijimos la contraseña y entramos.
Dentro, ambos nos sentamos en las butacas frente al fuego, y Harry me miró.
─ ¿Porque creyeron que éramos un par de hormonales?
─ ¿quienes son un par de hormonales?
Harry y yo pegamos un brinco.
─ ¡tío Canuto! ─chille, acercándome a la chimenea
─ Hola, pequeña lobita, ¿cómo has estado?
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