Otro filtro de paz pasa por mi garganta tan rápido como me lo permite el cuerpo, el temblor en las manos se va calmando de poco en poco para finalmente tener total control de ellas.

Suspiro, miro las runas que estoy terminando sobre un escritorio de madera negra (mis padres tenían algo con el color negro) en dónde alguna vez jugué con Andrómeda a ser las jefas de familia.

Aprecio la runa usada para generar energía que pondré sobre la lavadora que compró Kreacher hace unos días. Trazo el último semi círculo en el papel que posteriormente se quedará en el aire cerca del aparato, está runa tomara la energía necesaria (electricidad en pocas palabras) de los residuales de al lado.
Esa energía que sus aparatos no usan será atraída hacia los míos.

Tan fácil y a la vez complicado.

Me levanto de mi asiento para que, al dar el primer paso, tres botellas de filtro de paz choquen con mis zapatos.

-Oh- susurro recordando que he logrado en tres meses y medio. La respuesta es clara, nada.

La sala, la cocina y el lugar de lavado cuentan con aparatos Muggles. Aparatos comprados por Kreacher usando ilusiones, jamás fui por ellos.

Usados para tener sonido por sobre los murmullos que escarban la mente. Los pensamientos mueren cuando la música Muggle se sobrepone a ellos al igual que los sonidos de la televisión.

Lo más lejos que he llegado de Grimmauld Place ha sido a una esquina. Para después regresar con el corazón en mi garganta pues en cada ocasión diferente en la que doy un aventurado paso... Él está ahí. Esperando entre la apenas multitud de la calle, escalofríos hacen me contraiga para acabar con lágrimas en los ojos y sangre en mi labio al ser mordido para contener el grito y llanto.

Y ese aventurado paso se convierte en una carrera hacia la aún oscura casa.

No importa que tantas cosas muggles adornen el espacio, que tanta luz logré hacer en las habitaciones y sala. Al final sigue esa oscuridad.

He dormido más tras literalmente tragar poción de Sueño sin sueños, he estado más tranquila después de que Kreacher llenará un estante de filtro de paz y demás pociones cuyo único funcionamiento es hacer que... Ellos se vayan.

Pero sin importar que tome o que haga, Él y Sirius siguen ahí.

Ambos esperando de un paso en falso y terminé conmigo.

Lo único "bueno" de estos meses es la ligera y aún conflictiva como... No grata.
"Enemistad" con la anciana Muggle y el chico con su radio.

La anciana me saluda cada que me ve y ha llegado a tocar la puerta ofreciendo pastelitos, galletas y demás basura que cómo en desesperación. En un inicio no fui capaz de saborear pues con solo comer y tener ese dulce sabor en la boca corrí a vomitar y a castigarme con un auto Crucio por apreciar de más algo hecho por un Muggle.

Contradictorio, pues esa misma noche disfrute un programa Muggle sobre los animales en África.

Y el chico... Lo único que hacemos cuando tengo la "suerte" de coincidir es escuchar música antes de la llegada del grupo de amigos.

Jamás esperé estar así. Sola en Grimmauld Place, usando magia para poder hacer funcionar cosas Muggles. No hay senda más desastrosa y poco ética y de clase que está.
Si mi padre me viera, si mi madre me viera o Cissa y Andrómeda. Todos ellos me lanzarían un Cruciatus que aceptaría gustosa.

Pero al final. Es mejor a estar de nuevo frente a Él.

Escucho tocan la puerta y camino a la entrada, lentamente abro esperando finalmente el ataque que acabará con mi vida ya sea por parte de Aurores o de Mortífagos.
En lugar de eso es la anciana que tiene un... Algo metálico en las manos.

Sonríe, siempre sonríe con su arrugado rostro a nada de la muerte.

-Hola, Bellatrix- saluda cortésmente -No quisiera molestar, ¿Lo hago?-

"Lo haces maldita lodosa"- pienso sujetando con fuerza la puerta -No, solo estoy... Terminando unas anotaciones-

-¡Perfecto! Verás, hoy venía mi hija de visita con su familia, pero ocurrió algo y no podrán venir. Lamentablemente yo había hecho bastante comida y admito no poder comer esto. ¿No lo querrás?-

En el traste que sostiene sobresale queso y lo que creo es salsa, poco más a eso puedo ver.
Se ve tan asqueroso y vomitivo que no me sorprendería esto haya sido la razón del abandono familiar.

-Eh... Si- me muerdo la lengua -Pasa-

Sus cansadas y patéticas piernas se mueven mientras ella tararea con una sonrisa.
¿Qué se cree? Si aún estuviera en el lado correcto de la historia está anciana estaría pidiendo piedad... ¿Y si?

-Que linda casa. Tan iluminada y amplia-

-¿Qué?- pregunto mirando aún la falta de claridad -"debe ser ciega la vieja decrépita"- sonrió con mis pensamientos y caminamos hacia la cocina en dónde prendo el televisor para tener ruido de fondo. La anciana deja la "comida" y busca con la mirada, veo toma un cuchillo y para eso yo tenía preparada mi varita y las palabras.

-Mi hija- empieza a cortar el queso haciendo me relajé. Camino por el comedor y regreso con dos platos y cucharas (Kreacher aún me los tiene escondidos) -Ella es una empresaria. Tiene tres restaurantes a su nombre. Ese amor a la comida empezó cuando le prepare a mis hijos lasaña por primera vez-

Deja un trozo bastante grande de la "lasaña" es grasosa, con queso, carne y creo salsa. Lleno la cuchara y trago esperando vomitar. Pero en lugar de eso sonrió y cómo más.

-Sabe bien- admito sin dejar de comer.

-Gracias...-

-¿Pasa algo?- pregunto con una preocupación fantasma que incluso me sorprende.

-Lo siento cariño, solo. Me hace feliz que alguien diga eso- admite con una tristeza disfrazada tras su sonrisa -El mundo avanza al igual que mis hijos y yo quedo atrás- niega, suspira y come -Hubieras conocido a mi esposo, él hizo que mi hija lograra su primer restaurante. La apoyo en su sueño hasta el final-

-Que bien...-

¿Cómo era mi padre?
Recuerdo era apático, estoico y estricto. Pero no parecía ser mala persona hasta que Él llegó a nuestras vidas.

O puede que mi padre ya haya sido así en los años de Grindelwal solo que usaba máscaras como los Mortífagos en un inicio. Padre siempre quiso un hijo, alguien que continuará el legado que quería dejar.

Solo tuvo hijas.

Solo me miraba como una futura esposa. Algo que daba dinero y poder a la casa Black.
Algo de estatus. ¿Si padre hubiera apoyado a alguna de sus hijas, que sería?

-¿Pasa algo cariño?- pregunta la anciana -Te vez distraída-

-Solo pensaba. Mi padre no era de apoyar a ninguna de sus hijas- admito con cuidado. ¿Por qué razón siento puedo abrirme con esta Muggle? Cómo si ella pudiera comprender y más lo que siento y vi -Pensaba... En, ¿Qué hubiera pasado?-

-Oh- contesta alejando su plato -Lamento oír eso-

"Tus hijos te abandonaron Muggle de mierda"- pienso con rencor.

-El mundo está hecho sobre cimientos de: "¿Qué hubiera pasado?", ¿No lo crees?-

-¿Si?-

Ambas nos quedamos viendo, ella mirando directo mis ojos como si fuera una especialista en Legerimancia.
Al mismo tiempo empezó un noticiero Muggle en dónde hablaban de; asesinatos, violaciones, guerra en el Congo, la aún recuperación de un fallido golpe de estado en Paraguay y demás basura.

Ver esto hizo cerrada los puños con fuerza sobre la mesa y presionará, presionará con fuerza.

Si esto pasa en el mundo Muggle, ¿Qué estará ocurriendo en el mágico? Ya tiene una semana que llegaron a Hogwarts los mocosos, pero Él no para ante eso. ¿Qué me estoy perdiendo, vendrá por mí? Si, si, si. ¡Lo hará! Lo traicioné, Él no tolera eso, me buscará y me asesinará peor que un Muggle a un cerdo.

Quemará todo a su venganza y me hará ser testigo de la crueldad que siempre he aplaudido.

¡Él, Él, Él!
¡Él vendrá y me asesinará!

-Cariño- dice la Muggle tomando mis manos y acariciando estás con delicadeza, como una madre a su temerosa hija -Mi esposo, que en paz descanse. Me contó que cuando estuvo en la guerra muchas veces perdía sentido de todo, algo que... Compartimos... Una vez me contó que un pensamiento cruzó en la noche. Decía que las noches eran horribles porque en el día como mínimo sabrías quien murió. Me dijo: "Un día pensé, que a Miles de kilómetros había un niño peleando con su madre para dormir más tarde pues su revista de historias era interesante, a cien metros de ahí, una pareja de jóvenes se daban su primer beso en una cálida noche estrellada, y a cincuenta metros. Una pareja de ancianos usaba la noche para leer y recordar sus tiempos de Juventud" ... Dijo que al decirle eso a sus compañeros, lloraron, al igual que él lo hizo. Pero... Algunos no lo hicieron-

Sube una mano, limpia la lágrima traicionera que sale de mi ojo.

-¿Qué? Me dirás, ¿Qué ellos estaban felices por proteger eso? Que estupidez- escupo con asco e ira.

-Para nada- dice con una carcajada -Yo dije lo mismo... Mi esposo dijo lo mismo, pero no. Esas personas estaban felices al saber que lejos de ellos, de todo ese sufrimiento, el mundo seguía girando, que vidas seguían intactas. Y que una vez terminará todo. Verían un mundo cuerdo y sano, no uno que solo les mostrará el mal que ellos vieron-

-... pero-

-La vida nos es justa, cariño, esa es la cruel verdad y la injusta broma de la misma. Sé dé eso, lamentablemente lo sé demasiado bien- cierra los ojos, ahora ella deja salir una lágrima. Niega y vuelve a sonreír -Pero son los momentos en dónde comemos en paz y vemos televisión que le dan sentido a la vida-

-Yo... Solo...-

-Tienes tu historia, y yo la mía. Cuando puedas escucharé, cuando quieras tú escucharás. ¿Trato?-

-... Trato-

Sonríe, sonrió.
Suelta mis manos y vuelvo a dar un bocado a la lasaña.

-Sabe bien- admito una vez más.

Y ella sonríe.