25

Cuando tenía 13 años Andrómeda se fue de casa. No por encontrar algo propio (al menos no algo que nuestros padres aceptaran) Padre la echo de casa al enterarse de su noviazgo con un nacido de Muggles y luego de una pelea que mi mente bloqueo por lapsos es que ella se fue.

No la vi más, y en la escuela lo último que me dijo fue: "Ahora no, aún no"

Ese "ahora" nunca llego.

Cuando tenía 17 Bellatrix se casó y se unió a las filas de mortifagos enorgulleciendo a mi padre. Antes de eso ella apenas me hablo y una vez en ese lugar la interacción no existió nunca más, no estuvo ahí.

Cuando tenía 19 mis padres murieron, Andrómeda no asistió al funeral y Bellatrix estaba ocupada ayudando a la "causa".

A los 21 me case y sin mis padres cerca creí que mi hermana vendría a mi boda, pero por más invitaciones que mande ella jamás se presentó. ¿Estaba tan molesta con mis padres que aquella ira se traspasó a nosotras?

A los 25 tuve a mi hijo.

Ninguna vino, ese diciembre Bellatrix fue llevada a Azkaban. En esa corte no sabía quién era la persona sentada diciendo ser mi hermana, no recordaba apenas su rostro o voz.

Cuando Draco camino mande cartas a Andrómeda mientras en las noches lloraba por la extraña que decía era Bellatrix.

A las primeras palabras de Draco Andrómeda regreso una pila de cartas de años que mande a su nombre. Eso me rompió y por meses no salí de mi habitación.

Cuando Draco monto una escoba por primera vez fue que entendí que el odio de mi hermana era hacia su familia. Que ella, al igual que Bellatrix, me abandono.

Bellatrix regreso apenas siendo la sombra que alguna vez pudo ser, pase días y noches recuperando lo que era mi hermana y cuando lo logre, cuando pensé que... Estaría conmigo una vez más. La encontramos Severus y yo tirada en una calle del Londres muggle cuál perro asesinado.

La cure de nuevo, drene mi magia en ello tomando un descanso de una eterna pesadilla al ver las costillas rozando la piel de mi hermana y los labios como huesos igual de partidos. Cuando desperté no estaba.

Y supe finalmente que estuve siempre sola. Me crie sola, aprendí sola, crecí sola.

Sin ellas. Dejada en un estante de mármol y marfil, llena de polvo y llanto.

En total soledad.

-Madre- llama Draco poniendo su mano sobre las mías, ¿Cuándo crecieron tanto como para cubrirlas, como para que el niño al que le cepillaba el cabello ahora sea un hombre torturado? -¿Te encuentras bien?- pregunta con fuerza en sus palabras.

-Si- susurro mirando que mis manos tiemblan bajo las suyas, dejo lentamente la taza de té en la mesita. Suspiro lo más pausado que puedo para sentir una vez más el peso del libro familiar de los Black en mis piernas, libro del que me he aferrado desde que Bella desapareció y se presentó como una traidora.

-¿Qué te tiene de esa manera?- dice de manera comprensiva, y una vez más no entiendo como paso de ser el chiquillo que lloraba en cartas al no lograr ser amigo del Chico-que-vivió a un hombre. Firme, seguro y a la vez tan derrumbado y asustado como ese mismo niño.

-Solo he pensado en mi familia, estos meses han sido... Duros-

-Entiendo- se sienta y bebe de su taza. Juega con el dedo en la porcelana de la misma y abre como cierra la boca -Aún no sabemos de la tía Bella, no desde Grimmauld Place al menos. Y la tía Andrómeda parece no estar en esto, así que, en caso de que ganemos... Podríamos alegar a ella, decir que era neutra al conflicto. Pero la tía Bella luego de esas declaraciones-

-Draco- interrumpo -¿Alguna vez tuviste la duda, del por qué no tuviste hermanos?-

-Lo hice. Muchas veces- mira ahora a un lado de su plato buscando su varita, luego del... Año que tuvo, no se aleja de ella por nada en el mundo -Cuando era niño pensaba que era porque era su especial, fui creciendo y llegue a la conclusión de que alguno de los dos tenía un problema médico. Y ahora, bueno... Ahora creo que mi padre solo quería a un heredero o que simplemente se acabó la luna de miel para los dos-

Listo. Siempre listo, sin saber el panorama completo se acercó bastante a lo que realmente ocurre y pasó. Tras todo el traje y los mimos veía a un joven Bellatrix, tan inteligente y tan molesta como mimada y arrogante. Pero también una Andrómeda que solo quería vivir su vida sin que alguien la pausara.

-A veces me pregunto si hubiera sido buena idea darte un hermano. ¿Qué hubiera cambiado?-

-Mamá-

-Tu padre siempre quiso una niña. Cuando éramos jóvenes enamorados decía que de tener una hija la mimaría, le daría toda la riqueza del mundo y más para que cuando hablara de su padre todos los demás tuvieran celos-

-¿Entonces solo quiso a alguien que continuara con el nombre Malfoy?-

-No te confundas e interrumpas. Tu padre te ama, sé que él quiere llorar en tus brazos por lo que tuviste que vivir y que está tan orgulloso del hombre que se tuvo que convertir su hijo por su familia-

-¿Crees eso?- pregunta bajando la mirada.

-Lo hago... Una vez te tuvimos y paso el año, tu padre quiso esa hija. Lo intentamos, pero...- dejo las palabras flotando en el aire, el picor en mis ojos inicia y entre la borrosa vista veo que mi hijo trata de acercarse -No- es todo lo que pido limpiando mis lágrimas -Tenías cinco cuando el intento se abortó por si solo, llegaste a Hogwarts y volvió a pasar y cuando era tu segundo año solo paramos. Tu padre no quería verme llorar más-

Draco pasa por alto mi pedido y me cubre con sus brazos. Escondo el rostro en su pecho y cierro los ojos pensando en lo corto y tan rápido que fue el tiempo para nuestra familia.

-A veces siento que fue mi culpa-

-Mamá, no digas eso. Tú no...-

-Tenía tanto miedo de que fueras como mis hermanas, que lo dejaras a él o a ella solo a la merced del mundo. Solo y abandonado al igual que yo-

Draco mi silencia con un beso en mi cabeza dejando solo atrás los quejidos que salen de mi boca. Me aferro a los brazos de mi hijo, por dentro hay una tormenta. Por una parte estoy orgullosa en el hombre que se transformó y por otra me siento fatal de ser yo quien llore en los brazos de solo un chico arrastrado a una guerra que ha perdido el sentido de mi ser y de mi familia.

-No estás sola- dice sorbiendo de la nariz -No estás sola, mamá- vuelve a decir con más fuerza en el cuerpo y en la voz.

Y por segundos le creo.

Le creo porque es mi hijo, le creo porque es mi amor y mi orgullo.

Le creo... Porque solo esto tengo de mi familia.

.......

Shrewsbury es una ciudad aburrida del montón. Muy Muggle para magos y a la vez perfecta para ocultar a estos. Desde el cambio "curioso" en el ministerio la orden se ha encargado de rescatar a todos los magos que planten cara con cosas tan sencillas como el colar una lista de los muertos y desaparecidos.

Grace Hooler es de eso valientes que toman el toro por los cuernos. Mi mamá diría que es una estupidez intentar hacer el bien con algo tan tonto y corto, pero yo solo lo veo como la muestra del cambio que se quiere dar a futuro, por lo que luchamos.

Aun con ello no hemos dado con esa bruja por lo que Lupin ha decidido darla por perdida (a petición de no usar otra palabra) Paramos una vez más en el centro de la ciudad esperando (al menos yo) Que algo se nos revele y en el mejor y más amable de los casos, que sea Grace Hooler. Pero eso fue hace ya tres horas.

-Tonks- dice de nuevo -Nos debemos ir, no creo este aquí y si nos quedamos-

-Lupin- interrumpo -Solo, esperemos... Un poco más-

Él no dice nada mientras se sienta en una banca dando por terminada la tarea sé ahora es imposible. Es solo que, con tanta muerte y dolor pensé que un débil rayo de luz sabría que hacer a continuación con esto que cargo en mi vientre.

Un mundo así no es el indicado para un niño.

-Oye- llama levantándose -¿Esa no es tu madre?- señala la espalda de una señora idéntica a mamá. Mismo cabello, mismo estilo anticuado de ropa y misma cara... Sip. Es mamá.

-¡Mamá!- grito corriendo a ella. Cuando nos fuimos en busca de Grace Hooler ella nos pidió dejarlo, que esa persona se podría cuidar sola y que nosotros somos rostros conocidos y buscados por mortifagos y ministerio. Pero puede que cambiara de opinión, que el color azul de mi cabello lo dijera todo -¡Má!- y la abrazo. Salta, me empuja y caemos.

-¿¡Quien eres!?- grita la persona tirada en el piso.

Sostengo mi cabeza por el golpe y para cuando iba a quejarme me quedo congelada. Su cara, su cabello, su... Todo, es como verla en el espejo y a la vez no.

-Bellatrix- susurro recibiendo miedo en sus ojos. Una chica de cabello negro y corto se acerca rápido a las dos, desenfunda una varita de su jeans y se me queda viendo.

-¿Tonks?-

-¿Hermione?-



















Perdón por ser tan corto, pero he pasado por... Cosas, y no he tenido fuerza de escribir nada. 

De igual manera tratare de actualizar un poco más seguido. Ahora las hermanas Black aparecen ¿Qué pasara con eso? 

No, enserio. ¿Qué pasara? Mis borradores con ellas aun no son claros, aaaaah


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