18
Al final entendí que conseguir veneno de Basilisco es lo mismo que encontrar el arca perdida. Eso desanimo a todos por igual aunque solo haya sido dos días desde que Harry le ordeno parar a Mundungus, pero era un conocimiento que todos estaban guardándose para sí.
"Posiblemente tenga Snape"- solté al aire, pero todos sabíamos que era lo mismo a suicidio. Potter ya se había encargado de decir eso.
De nuevo en el mismo y oscuro camino. Sin nada y con todo, dos Horrocruxes de una posible gran o corta lista, están ahí, esperando para ser destruidos y simplemente no podemos ir más allá con ellos si no queremos llamar la atención de toda la comunidad mágica y Muggle con un fuego maldito en medio de Londres.
Los pocos ánimos que pudimos tener están muriendo al igual que mi reserva de filtro de paz y sueño sin sueño.
Ahora la investigación gira en torno a toda la magia disponible para la destrucción, sin importar lo oscura o blanca que sea. Hay algunos candidatos, pero todos podrían costar la vida del mago o de un tercero.
Así que, sin opciones o alguna buena situación. Tome las riendas de este predicamento mental (o mejor dicho Arlet lo hizo) Miro de nuevo el papel en mis manos, es corto, de forma irregular y rara para cualquier mago. Pero lo he visto ya en tantas series y películas como al asistir a alguna boba obra de teatro comunitario que Arlet me obliga a ir o yo misma encuentro en deleite mundano.
-¿Iremos al cine?- pregunta Potter mientras extiendo los boletos a sus ojos -¿Por qué? Digo, no he ido al cine nunca, pero-
-"Air Bud..."- murmulla la comadreja -¿Es buena?-
-No sé. Lo único que se es que hay un perro con pelota- Hermione mira su boleto, sonríe y siento que hice las cosas bien -La función es a las cinco, así que tenemos tiempo-
-Creo es algo para niños- se queja Potter.
-Lo sé, pero la verdad es que necesitamos algo con lo cual distraernos de... Bueno, todo. Ha sido un mes difícil y no puedo asegurar que el siguiente será mejor-
Los dos idiotas restantes toman su boleto, la comadreja palmea a Potter y agradecen. Ambos toman camino a la cocina dejándonos a la chica y a mí solas en la sala. De manera incómoda me siento a su lado y subo el volumen del televisor, no sé que mira, pero hay una señora en blanco y negro que al mover su nariz hace magia.
-Eso sería raro, ¿Lo imaginas?- digo sonriendo con gracia -Solo velo, a Harry moviendo la nariz para hacer un Expelliarmus-
-O un Patronus- amabas reímos con fuerza hasta que de poco en poco la diversión se va apagando. Miro a Hermione, su cabello con un apenas esfuerzo en el peinado, un lápiz en su oreja y mancha de tinta en la manga del suéter rojo Gryffindor que lleva. Frente a ella hay tres libros en torre, todos ellos con pequeñas hojas pegadas en ellos y los dos Horrocrux a ese costado -No podía parar, así me calmo. Raro, ¿No crees?- dice señalando el desastre de su investigación.
-Hermione- digo recibiendo un brillante par de ojos.
-¿Si?-
-Lo siento- susurro con las palabras atoradas en mi garganta. Ella se sorprende de la misma manera que hice yo al escuchar tales palabras.
-¿Por qué?- pregunta con una risa -No has hecho nada-
-Correcto. No he hecho nada- explico dejando mi mente o lo que sea que haga esto, tome el control -Se supone que para esta fecha esas malditas cosas estarían destruidas, pero no llegamos a nada. Te di esperanzas falsas, te hice ver que yo sería la encargada de llevar esto por un camino. Pero estoy igual de perdida y ciega que Harry, siempre lo he estado, pero... No lo sé. Solo-
-No me debes ninguna disculpa-
-Lo debo. Vine y me impuse, ¿No lo entiendes?-
-Lo que entiendo es que eres una idiota-
-La idiota eres tú, niña estúpida. Acepta mis disculpas- elevo la voz ante un extraño ardor en mi piel.
-¡No, tú eres la idiota!-
-¿¡Lo soy!? Tú eres la que se puso a jugar al héroe de guerra con sus amigos de la escuela-
-¡No te atrevas, Bellatrix!-
-¡Eres una!- sus manos cubren mi boca, doy un respingo, pero su cara seria me hace mirar a todas partes. Señala con los ojos la mesita y vemos como el frasco en donde está el guarda pelo da pequeños brincos -¿Qué?-
-No sé. Debemos decirle a los demás-
El frasco se agrieta al mismo tiempo en el que los gritos de Harry y la comadreja se alzan sobre todo sonido. Corremos con varita en mano, finalmente nos encontraron, ¿Es eso? No hay otra lógica explicación a eso, ¿Verdad?, ¿Él viene?, ¿Me encontró?, ¿Qué nos hará?
-¿¡Acaso esperabas que encontráramos Horrocruxes todos los días, que sería una aventura diaria!?- grita Harry empujando a la comadreja, Hermione se acerca a ellos recibiendo gritos de como ella debería ser más ardua en su investigación.
-¡Estamos todos en esto, te pudimos dejar de lado desde la cámara de los secretos!- ahora es Hermione la de los gritos -¡Nos alejamos de nuestras familias por ti, para ayudarte a TI!-
-No pedí su ayuda, pude hacerlo yo solo-
-¿Cómo esa vez con Aragog?- dice la comadreja -¿O qué tal en el ministerio? Bellatrix habría acabado contigo de con solo mover un dedo. ¡Nos debes mucho y nunca pedimos nada!-
-Pues- comienza a tartamudear Harry mirando a todos -Yo, ustedes-
-Harry, cálmate- susurro queriendo apartar el círculo que formaron -Todos. Sé que arde, que quieren decir todo. Pero calma-
-Yo, yo...-
-Harry- lo vuelvo a llamar -Calma, todo esto se solucionará. Podremos terminar esto-
-Con nuestra ayuda, como todo- brama la comadreja.
-¡Entonces no me ayuden a detener a VOLDEMORT!-
Escucho el cristal explotar a lo lejos, Harry se cubre la boca con un salto y los demás vemos pasmados el alrededor. No hay sonido, ni externo o interno.
Todo está en un mortal silencio.
-Kreacher- susurro apareciendo el elfo -Saca todo el dinero que puedas- digo antes de gritar pues el brazo me arde como nunca lo hizo, sostengo el medallón con fuerza hasta que Hermione me sostiene en brazos.
-¡Bellatrix!- grita abrazando con fuerza -¡Harry haz algo!-
-Yo...-
Una explosión hace volar el techo y el ardor se detiene. Una nube de polvo se eleva dejándome sin vista mientras que un pitido en mi oídio me hace alce la voz en un mal momento.
-¡Hermione!- grito viendo su silueta correr hacia las escaleras o creo la sala -¡Harry!- El sonido constante en mi oído me hace arrastrarme en el piso. Miro mis manos, una esta cubierta de algo negro y espeso mientras que la otra tiene mi varita en mano. Veo el líquido negro hasta notar es sangre de mi propio brazo.
Me levanté con dolor y un graznido. Una silueta apareció y a punto.
-¡Traidora!-
Un destello rojo lanzó al mago contra la pared, Harry toma mi mano y comenzamos a correr en el polvo y humo, una vez llegamos a la luz miro al cielo.
Una calavera cubre el cielo hasta hace momentos azulado y radiante de brillo. Humo negro sale de la boca y serpiente. El morsmordre hace un sonido que parece rasgar el cielo, como si se burlara de magos y Muggles por igual. Los mortifagos rodean la casa en su apenas vuelo de humo y risas, bombardas chocan contra Grimmauld Place y las demás casas haciendo volar roca y escombro.
Harry comenzó a lanzar hechizos al azar sobre los humeantes mortifagos siguiéndolo al momento. Los Protego Horribilis nos cubrían y los Expelliarmus volaban sin un claro objetivo, la comadreja y Hermione aparecieron al poco, ella con el cofre de la copa y él con el guarda pelo colgando en su cuello.
Más y más mortifagos llegaban, lo que fue una fuerza de posibles cinco, pasaron a diez y de diez a quince.
-¡Incendio!- grito cubriendo a dos mortifagos que gritan y entre su dolor continúan atacando hasta caer en silencio.
-¡Debemos irnos!- grita Hermione tomando mi mano seguida de Harry, todos nos preparamos viendo llegar una nueva oleada de mortifagos.
-¡BELLATRIX!- grita Arlet.
-Arlet... ¡Arlet!- grito desesperada dejando al trío. Corro en el humo y hechizos encontrándola contra la pared de su propio edificio. Tomo su mano para llevarla con los demás, justo los veo una bombarda me deja contra la puerta de la destruida casa, el dolor punza por todas partes -Arlet- digo tratando de ponerme de pie.
Un mortifago aparece en su nube de humo sobre mi mano y presiona su bota contra mis dedos. Trato de ahogar mi grito, pero eso solo lo hace sonreír.
-Maldita traidora de sangre- alza su varita, el color verde es claro, no debo escuchar siquiera el hechizo. Cierro los ojos.
Un ruido tosco hace los abra y lo que debió ser un mortifago era Arlet con un trozo de madera en sus manos y un mortifago en el piso.
-Vámonos cariño- dice ayudándome a levantar.
El trío nos cubre, Hermione se ve molesta, pero al ver a la Arlet suspira. Tiende su mano...
-¡Avada Kedavra!-
El grito de Hermione fue lo último que escuche... Al ver a mi derecha, tan lento como mi cuello me deja, veo a Arlet recargada en mi cuerpo, como si se hubiera desmallado.
-Ar... ma...-
Grito.
Grito como nunca lo hice, grito como si esos días oscuros en Azkaban o en inicios de esta casa fueran iguales a risas de bebe. Abrazo su cuerpo, escucho apenas mis alaridos, sedo y termino en el piso abrazando su cadáver.
Su rostro se ve tan... Natural, como si se hubiera aburrido viendo una película. Estiro mi mano, tiembla y apenas se mueve, cierro sus ojos en un ritual que vi en la televisión.
-¡Protego Diabolica!- una pared de fuego azul cubre la entrada de Grimmauld Place. Todo aquel que trata de llegar a nosotros arde al instante y se convierte en ceniza -Arlet- sollozo -Arlet- repito.
-¡Bellatrix, debemos irnos!- grita Potter jalando mi brazo.
-¡No, No, No me toques, No!- araño su cara para correr al cuerpo de lo que considero una segunda madre. La comadreja me teclea y me sujeta con fuerza ambos brazos -¡Déjame, déjame!- lloro pateando el piso.
Los tres me rodean, siento la magia cubriéndonos y miro de nuevo el cuerpo de Arlet. Miro como la entrada de Grimmauld Place se derrumba e incendia.
-¡Déjenme, déjenme aquí!-
El sentir de ser succionada y jalada hace cierre los ojos. Termino contra yerba y tierra. Miro el alrededor, es un bosque que está comenzando a perder hojas, nada que diga invierno, pero si otoño.
-Bellatrix- habla Potter tratando de acercarse. Lo aparto y busco mi varita, pero la tiene Hermione.
-Dámela-
-No, Bellatrix-
-¡Dame mi varita!-
-¿¡Para que corras a matarte!?- dice poniéndola en el bolsillo de su pantalón -No voy a dejar que vayas a suicidarte-
-¡Dame mi maldita varita, sangre sucia!- grito caminando a ella, a lo que Potter me sujeta por la espalda y me levanta -¡Déjame ir, déjame ir!- pido con ardor en la garganta y con una apenas vista de Hermione y la comadreja, todo culpa de las lágrimas en mis ojos -Déjame ir con ella- pido lentamente -Por favor, deja que vaya, por favor-
-No puedo- dice poniéndose frente a mí -Solo no puedo, Bella-
Potter me suelta, camino tallando mis ojos lo veo.
-Lo siento, no debí... Decir su nombre, Bellatrix, yo-
Golpeo su estúpido rostro dejándolo en la tierra, me subo sobre él y sigo tratando de conectar golpe tras golpe, pero de diez él solo recibe tres. Me empuja y ahora Potter esta sobre mí, ejerce fuerza en mis muñecas y no dice nada.
-¡Es tu maldita culpa, por tu culpa ella esta muerta!-
-Lo sé-
-¡No lo sabes, no sabes nada Potter!-
-¡Lo sé porque me hiciste lo mismo Bellatrix!- grita con más fuerza en su agarre -Sé lo que sientes, lo sé bien... Me hiciste lo mismo. Sé que quieres regresar y matar todo lo que se mueva o morir junto a ella. ¿¡Crees que no lo sé!?-
Sus lágrimas se sobreponen a las mías, evito mirarlo viendo a mi izquierda. Entre los árboles esta este... "Fantasma" de Sirius, viéndome desde lejos y los hechos de ese día se reproducen en mi mente, como él me estaba superando por mucho, como por momentos era igual a en aquellos tiempos en donde practicamos hechizos. Y después de eso la deshonrosa forma en la que lo "derrote" solo para burlarme y regodearme de mi felicidad.
Burlándome de Sirius, de lo que fue alguna vez.
De Harry.
-Lo siento- sollozo tratando de verlo -Lo siento- lloro igual que una niña. Harry me suelta y Hermione corre a abrazarme, escondo mi cara en su cuello pensando que eso me calmara. Pero solo escucho con mayor fuerza mi llanto.
-Perdóname- dice ella apuntándome con su varita. Y todo se vuelve negro.
.....
La tienda se puso con la ayuda de los tres y la comida fue preparada por Kreacher que llego a la hora con varias bolsas hechas pequeñas con ayuda de magia: "Dinero Muggle" dijo entregándomelo. Las horas pasaron en silencio y el silencio desapareció por una lluvia que nos hizo ocultarnos tras la tienda y unos pocos hechizos de protección que nos podrán ayudar por al menos para dormir con calma.
Bellatrix yace dormida en una cama de las... "Habitaciones" de la enorme tienda. Los pocos ánimos que se habían levantado en la mañana desaparecieron junto con Grimmauld Place y una inocente de esta guerra.
Harry fue con Bellatrix luego de comer y, en una impulso de curiosidad mórbida, mire como él estaba sentado al lado del catre de tela de Bellatrix. Regrese con Ron el cual no dejaba de mirar el boleto del cine, ahora sucio y con una parte cortada, pero con aun la función y nombre de película bastante legibles.
-Todo paso tan rápido- dice dejando el boleto en la mesa -Harry yo nos comenzamos a pelear de la nada, solo...-
-Fue el Horrocruxe, es eso- digo mirando el guarda pelo sobre la mesa a un lado del cofre de la copa -Cuando Bellatrix despierte debemos votar quien perderá su magia por dos días-
-Si- Ron comienza a jugar con sus dedos, está nervioso, ¿Y quién no? Acabamos de perder lo que se convirtió en nuestro hogar por estos meses -Tú...-
-¿Yo?-
-Al diablo, solo lo diré... ¿Qué sientes por Bellatrix?-
-¿Sentir?- pregunto hundiéndome en la silla - No sé de qué hablas-
-Por favor, Hermione. ¿Crees que Harry y yo no vemos esas miradas que se lanzan?-
-¿Qué? Ron, ¿De qué tiene que ver esto con lo ocurrido hoy?-
-Lo digo porque vienen días duros, tal vez semanas, meses o años. Y Bellatrix se pondrá inestable y lo último que quiero es que te haga daño de cualquier forma-
-Por la manera en la que lo dices parece que sugieres que voy a correr a sus pies o ella a los míos-
-¿Y no?- dice con una risa -¿Qué es eso de "Bella"?- mi falta de respuesta parece darle la razón a su punto -Mira... Yo sé que puedes admirar a Bellatrix, yo le tengo respeto como persona y bruja, porque se lo ha ganado. Pero lo que quieres es complicado-
-¿Acaso te debo pedir permiso de algo que sugieres?-
-No mientas, Hermione, no te va. Y no... No me debes pedir permiso o algo así de estúpido. Pero lo digo porque eres mi amiga y creo ella igual. Bellatrix estará inestable, dolida y furiosa. Y lo último que quiero y sé que quieres, es dejarte llevar en un camino que te arrastrara a un lugar oscuro-
-Ron Weasley el experto en mujeres y vida- me burlo a lo que él se pone rojo -Lo que insinúas no tiene sentido, y de tenerlo, ¿Qué te importa? No te afecta en nada, Bellatrix y yo solo somos amigas. Solo eso-
-Claro- dice levantándose de la silla -Sigue mintiendo hasta que te lo creas... Y por cierto. No nos queda más filtro de paz-
Ron se pierde en una de las entradas de la casa de acampar. Suspiro, aun dolida por lo dicho y con cada parpadeo solo vienen imágenes de ella gritando y llorando. Me levanto y camino a la entrada, me siento mirando la fuerte lluvia que si no fuera por magia la casa hubiera volado desde hace horas.
Busco en el bolsillo de mi pantalón, saco la varita de Bellatrix. Se siente cálido, un cosquilleo recorre la palma y una sonrisa me hace cueste dejar la varita.
Al poco encuentro mi boleto de cine, está completo a comparación del de Ron. Me le quedo viendo, recordando a la sonriente Bellatrix de esta mañana. Se siente tan alejado y ajeno...
-No sé que hacer- admito mirando la lluvia, en espera de una respuesta.
No llega.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top