10

En la noche del cuarto día Bellatrix caminaba de un lado a otro por toda la cocina mientras se rascaba con fuerza el brazo derecho al grado de enterrar sus uñas. Harry miraba con miedo cada que la bruja chocaba contra una silla y saltaba haciendo ruidos ahogados de miedo, Ron entendió mejor que Harry cuál era la desesperación de Bellatrix.

Pero no hizo mucho salvo decirnos la razón (que es obvia realmente).

Cuando la preocupación de que por su ataque Bellatrix terminara cortando su carne y desangrándose era más alta que mi enojo. Kreacher apareció junto a Dobby, ambos forcejeando con un mago que tiene una bolsa deslavada cubriendo su cabeza.

El desconocido logra tomar a Kreacher y lo azota contra la alacena con la fuerza suficiente que incluso Dobby se asustó.

-¡Desmaius!- grita Bellatrix lanzando a la persona contra la pared. Corre hacia el elfo y lo levanta con toda la delicadeza que alguien como ella puede tener (que es jalando de su brazo)

-Gracias, ama. Kreacher agradece-

-¿Quién es?- pregunta Harry quitando la bolsa de su cabeza.

Mundungus Fletcher levanta las manos al aire de inmediato, mira a todos en la cocina y busca en su saco la varita, pero Harry toma con fuerza su muñeca y con ayuda de Ron lo obligan a sentarse en una silla.

Mundungus mira a Bellatrix, y tiembla.

-¿¡Qué hace ella aquí!?- grita sin apartar los ojos de ella, aunque Bellatrix solo se limita a dejar la varita en la mesa y verle bastante molesta. Y yo, como la idiota que soy, no dejo de ver su brazo al rojo y con pequeñas líneas de sangre -¿¡Qué les hice!?-

-Robaste el guarda pelo de mi elfo, ¿Dónde está?- pregunta Bellatrix con fuerza.

-No sé de qué hablas, Harry- llama -Por favor amigo, solo me gano la vida-

-Nos traicionaste- Harry apunta su varita sin titubear -Dejaste que Ojo loco muriera-

-¡Todos sabían que no soy un guerrero! Solo les daba información, hasta Dumbledore entendía eso-

-Solo dinos donde esta- dice Bellatrix tomando su varita con la mano buena -Y será rápido-

Mundungus se pone pálido al igual que Ron, pero Harry no lo hace y eso dice mucho. El mago calvo y arruinado asiente y con la mano temblorosa toca la madera de la mesa.

-Lo robé al elfo cuando se distrajo, pensé era una baratija. Lo vendí bastante barato a una bruja-

-¿Cómo era?- pregunto acercándome con una libreta para anotar lo necesario.

-Era baja, cabello de señora... Rosa a un nivel que lastimaba la vista en el callejón Knoctrun, perfume raro-

-Umbridge- digo con fastidio. De todas las personas conocidas, tenía que ser ella. Incluso hubiera preferido irrumpir en la mansión Malfoy a tener que ver una vez más a tan detestable mujer.

Los tres nos vemos con caras entre molestia y asco, Bellatrix parece conocerla pues tiene la misma cara.

Luego de una "charla" de media hora con Mundungus sobre como se encuentra el mundo mágico, una horrible sensación se apoderó de todos en la sala. No solo las desapariciones van en aumento, sino que el ministerio comenzó a juzgar y a interrogar a hijos de Muggles o mestizos. Es un "secreto" sabido en silencios, que ese es el perfil detrás de los acusados.

Todos Muggles o Mestizos.

Un nuevo negocio salió de todo esto el cual consiste simplemente en ayudar a magos a salir del país. Éxodos de personas sin documentos, pero con dinero, han hecho que personas como Mundungus no se preocupen siquiera por lo que tan rápido todo se va al demonio. Pero... ¿No cosas así pasan en el mundo Muggle en las grandes guerras o en los problemas en países menores y mayores? Nunca preste atención a algo parecido en el mundo mágico, puede que sea para mantener esa... Magia.

Pero cuando la muerte y miedo se siente incluso ahora en el Londres Muggle, es que sabemos que tan mal puede estar todo. El callejón Diagon es básicamente un lugar fantasma que perdió incluso el brillo de la tienda de los gemelos que tuvo que cerrar ante su búsqueda secreta que todos en la orden saben y temen.

El malestar que sube de mi estómago a la garganta hace entienda lo que quiso decir Harry con la "injusticia" de nuestra estadía en Grimmauld Place.

Cuando las luces de la casa se apagaron y le pagamos a Mundungus por mantenernos informados (además de la amenaza de Bellatrix a este si salía de hablador) Todos concordamos en que dormir nos ayudaría a pensar en un plan.

Pero pasar paseando en tu propia cama no ayuda en nada a conciliar el sueño. Baje al primer piso y escuche la televisión, en un inicio pensé en los chicos, pero claramente que era Bellatrix recargada en el sofá con la boca entreabierta y con control en mano. El brillo fantasma de la pantalla la hace ver bastante cansada al igual que su cabello suelto y su camisón totalmente negro.

Voltea a verme, baja el volumen y aparta la mirada al instante.

-No puedes dormir-

-No-

-Yo menos...-

Trago lentamente y camino hacia el sofá, me siento a su lado (lo bastante alejada) Y veo esta mirando un documental sobre la guerra en Vietnam. Bellatrix señala la pantalla con el control y se ríe apenas.

-¿Lo puedes creer? Es una maldita estupidez-

-Todo conflicto lo es. Esa guerra se disfrazó tanto que incluso las personas no saben qué pensar... Primero era una guerra de "paz", luego una de una ideológica pura. Pero había razones económicas detrás, incluso por el sentido ideológico. Capitalismo, comunismo. No importa que tipo de ideología sigas, al final todas te escupen en la cara de alguna u otra forma-

-... Suena a Anarquía-

-Que me queje de los modelos sociales no quiere decir que apoye menos a uno que a otro, o este a favor de alguno. Prefiero decir que soy neutral-

-Pero vives en un modelo capitalista y el mundo mágico aún tiene vestigios de feudalismo o monopolios descarados-

-Curioso que lo diga una antigua Black, ahora una Lestrange-

Bellatrix me mira, ambas lo hacemos. Con sus ojos cansados siento intenta leer mi mente, sonríe y rasca su nariz.

-Si, lo sé...- las dos vemos la televisión de nuevo en admito un como silencio, silencio que lamentablemente no dura mucho -Pensé lo que dijiste... Tienes razón-

-¿Disculpa?-

-Me escondo... En Kreacher, en Arlet... En el filtro de paz. No lo niego-

-¿Harás algo con eso?-

-Tal vez. Es verdad que no quiero volver, me gusta... Esto, sea lo que sea. Arlet y otros dicen que la casa es cálida y que siempre hay luz en ella. Yo lo veo todo oscuro, siempre tengo frío. Hay tantas luces desde la natural a la artificial solo para alejar un poco a las sombras. Pero no funciona, siempre es cálido para que el frío restante de Azkaban no me haga tiritar...-

Una vez más toco a Bellatrix.

Sostengo su mano, con la otra acaricio esta como mi madre hace cuando las cosas me sobrepasan. Mamá le daría un buen sermón a Bellatrix sobre el tipo de persona que es o la que quiere ser, pero la apoyaría y entendería.

Pero yo no soy mamá.

No soy papá.

Con suerte hago esto, que sienta mi mano para que vea no hace frío, para que vea que para bien o mal. Estamos juntos todos en esto, aunque ella no quiera. Tal vez las palabras ayuden más que una simple acción. Incluso estoy esperando quite su mano y me grite como lo hizo en la mañana, pero en su lugar la sostiene con fuerza.

Su mano, delgada, liviana y algo fría es menor entre la mía que es grande y con buen índice de carne. La cubro casi que en totalidad.

-¿Por qué crees que Sirius viene?- pregunta en un susurro que ni un ratón hubiera escuchado, pregunta acercándose haciendo sienta el calor de su cuerpo, pregunta con una mirada llena de preocupación y temor.

-Tal vez- digo, con miedo al ver que sus ojos suplicantes hacen no quiera apartar la vista -Te... Sientes culpable-

-¿Culpable?-

-Sí, puede que en el fondo le tuvieras algo de cariño o respeto-

-¿Cómo hago que calle?-

-No lo sé, Bellatrix... Puede que, solo tal vez. Si ayudas a Harry no en la guerra sino como persona. Si le das un poco de lo que Sirius le quiso dar, puede con suerte él se vaya-

Bellatrix parpadea confundida, como si tratara de entender lo que dije (de la misma manera que yo al pensar en mis palabras) Mira de nuevo a mis ojos, negro sobre marrón.

-¿Crees eso? ...-

-Puede, no estoy segura-

-No seremos familia, ¿Lo sabes?-

-Bueno... Legalmente... Algo son, Sirius era el padrino de Harry por lo que con la muerte de sus padres él pasaría a ser su tutor legar. Como un padre adoptivo, eso de cierta forma lo haría un Black, Y a la liberación de Sirius... Al menos ante la orden...-

-Lo haría su tutor en legalidad, ¿No?-

-De cierta forma. Claro que no se llevó a cabo, pero... Esta ese estigma entre las dos familias, un vació legal o mágico. Aunque creo no se estudió a profundidad eso, no hubo... Tiempo- la realidad me golpea y me doy cuenta de que ambas estamos demasiado cerca, me aparto con fuerza, pero no dejo su mano -Mejor no digas eso, ambas. Solo... Trata de guiarlo en lo que Sirius no pudo-

-Suena bastante romántico y rosa... Pero... Lo intentaré -

Suelto la mano de Bellatrix, acción que ella ve y parece ser intenta detener pues su mano tiembla y quiere tomarme de nuevo. Pero se aleja rápidamente.

Vemos por unos minutos más la televisión hasta que Bellatrix golpea mi hombro, molesta la encaro, pero ella sonríe.

-Lo tengo, sé cómo entraremos al ministerio-

-...¿Entraremos?-

-¡Si! Poción multijugos- dice señalando un texto sobre la información en donde aparece la palabra "espías" e "Infiltración" -Debemos buscar personas que podamos alejar del ministerio unas horas, ya sea mandándolos a otro lugar o incapacitarlos. Hacemos la poción y buscamos el guarda pelo-

-Eso... Bellatrix, ¡Eso es brillante!-

-Mejor a buscar a esa maldita gorda y hace un desastre mayor-

-Sé hacer esa poción de memoria, solo necesitamos las cosas. La tendremos lista en 24 horas-

-Bien, tenemos un plan. Una vez tengamos el guarda pelo podremos ir libremente por la copa, con algo más de seguridad... Pero, ¿Cómo?-

-No tengo idea. Usar fuego maldito ayudaría, pero... Olvídalo, por ahora tenemos un plan de acción-

Bellatrix se levanta, estira los brazos y en lo que era una niebla de comodidad amigable, veo su brazo. Ella nota esto y lo esconde rápidamente.

-Es bastante tarde, debemos dormir para explicar-

-Dámelo-

-¿De qué hablas?-

-Bellatrix... Dame tu brazo-

Se resigna y con murmullos deja lo miré. Las marcas de sus uñas cubren su piel además de tener aun el rojo que vi en la mañana. Froto mis ojos y niego igual que mamá.

-¿Por qué?-

-Estaba nerviosa...-

-No lo harás de nuevo-

-¡Pero!-

Paso la varita por su piel haciendo que se vaya curando al paso. El rojo se vuelve rosa y el rosa a un pálido blanco (admito no creo sea sano) Una vez se ve curada la piel dejo ir su brazo con una leve sensación de perdida. Solo espero no estar desarrollando el Síndrome Florence Nightingale tras verla tan necesitada.

-¿Feliz?- se queja como una niña.

-Algo. No más-

-Pero-

-No más... De esto, Bellatrix-

-... Si-

Suspiro, señalo las escaleras con la cabeza y salgo de la sala. Cuando estoy en la entrada escucho un: "Gracias"

Y por segundos. Todo está bien.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top