CAPITULO 25- TU PRIMERA VEZ.
NARRA DANIEL.
Salimos de la habitación de Calum, mi princesa y yo, nos dirigimos a mi cuarto, me encantaba estar así con ella, era lo mejor que me había podido pasar, no la iba a decepcionar, la amaba, como creo que no he amado jamás, por ella estaba dispuesto a todo, ella era mi luz, mi norte y mi horizonte, desde la primera vez que la vi supe que ella era muy especial y ahora tenerla así, a mi lado, pudiéndola tocar, rozar, que se estremezca con solo mirarla, saber que sus escalofríos lo provocan el roce de mi mano sobre la suya me hace sentir que me ama, tengo miedo que Álvaro pudiese volver y arrebatármela, eso no estaba dispuesto que pasara, una vez que ya la tenía, no la iba a dejar perder, algunas veces en mi cabeza rondaban imágenes de ella besándolo a él, no sé cómo es físicamente, ni si es guapo, alto o feo, pero el miedo a que ella todavía sintiese algo por él, me volvía loco, le había prometido una cita e iba a ser muy especial, iba a volcar todo mi romanticismo, mi imaginación y todo lo que alguna vez he visto en alguna película romántica, para que esa sea la mejor velada que haya tenido jamás, no se mucho de ella y eso me preocupa, hemos estado más tiempo peleando que conociéndonos y eso no me gusta, ahora me arrepiento de no haberle confesado esto mucho antes, o por lo menos haber investigado sobre sus gustos, aficiones y todo lo que se conoce de una chica.
Nos sentamos a horcajadas, en el salón, estaba tan guapa con todo lo que se pusiese, me daba igual lo que fuese, ella era especial, mis ganas de besarla aumentaban por segundos, sentada en mis piernas me daban ganas de darle un beso hasta que se nos acabara la respiración, pero fue ella la que se me adelantó, no quería que pensara que me quería aprovechar de ella, eso jamás, no eran mis intenciones ni mucho menos, con ella no quería lo que me daban otras chicas, tenía muy claro que ella, no era como las demás, que lo que ella me hacía sentir no lo hacía sentir nadie, ella era esa luz, que habita en mi universo, que alumbraba mis noches más oscuras, ella me había hecho esto, convertirme en un cursi, su cursi. De repente mis manos instintivamente se metieron por debajo de su camisa, para empezar a desabrochársela, aún dándome igual que alguien nos pudiese pillar en el acto, en pleno salón, porque unas ganas locas de hacerla mía crecía por mi cuerpo... la besaba una y otra vez, pude desabrochar, un botón, dos, pero su cara, no parecía querer eso...
- Daniel, Daniel – me llamó en susurros para que parase- para, tengo algo que decirte – de momento aparté mis manos de su pecho y la baje, asentí con la cabeza, no la quería forzar, por primera vez, pensaba en los pensamientos de la chica, en cómo se sentiría ella, y aun a riesgo de quedarme con las ganas lo más importante ahora mismo eran sus sentimientos-
- Dime, princesa... - me estaba acostumbrando a llamarla así, ella lo era mi princesa-
- Daniel quiero, necesito que vayas con cuidado – su voz era temblorosa, no entendía lo que le pesaba- es mi primera vez –puse cara de asombro, ella tenía a Álvaro pensaba que él alguna vez...- sí, Daniel ningún hombre me ha tocado, quería que ese hombre fuera especial y Álvaro... Álvaro aunque alguna vez lo intentó no quise llegar a más, le prometí a mi padre que no estaría con nadie hasta que no estuviese segura que era el indicado – estaba sorprendido, ¿creería que yo tampoco era el indicado? Si era así, le demostraría que la quiero, que incluso estoy dispuesto a casarme con ella, o lo que haga falta- y tu eres el indicado –prosiguió- pero necesito que vayas despacio... me da miedo –pude escucharle casi en un susurro-
Rápidamente la senté a mi lado, la quité mi agarre no iba a consentir que su primera vez fuese así, nuestra primera vez debía ser especial, algo que recordara para toda su vida y no un polvo en el salón, si digo también que era mi primera vez, en cierto modo lo era, porque por primera vez iba a hacer el amor.
- No –contesté- esta no será tu primera vez... tu primera vez será especial, algo que recordaremos con cariño y no aquí, y escúchame princesa, estoy dispuesto a hacer lo que tú quieras, para que no tengas miedo y sea especial – le empecé a tocar la oreja, y me tendí apoyado en sus rodillas mientras ella me tocaba el pelo. me había quedado con un calentón espectacular, pero ella no sería así, miles de ideas se me empezaron a ocurrir para nuestro primer encuentro-
DOS DÍAS MÁS TARDE.
NARRADOR EN TERCERA PERSONA.
En estos dos días todo transcurrió normal, Calum fue tratando como una hermana a Lucía, los chicos seguían en búsqueda de más pruebas, querían llegar hasta el final en su investigación, los mini gemelos, cada vez estaban mejor, Daniel poco a poco iba aprendiendo a cuidarlos de mano de novia Lucía, mientras que preparaba todo para su primera cita.
- Nena, en media hora te quiero lista, Abbie te va a dejar un vestido, péinate y vístete que – anunció Daniel, que iba vestido guapísimo con un traje de chaqueta y una pajarita- y no me vale un no como respuesta...
Lucía asintió Daniel le tenía un encuentro muy especial en un restaurante precioso, y ella cumplió con su palabra media hora después ella estaba con un vestido espectacular bajando por las escaleras, mientras que su novio, la esperaba impaciente, lo tenía todo planeado, Jesús, Abbie y Calum había sido sus cómplices, todo esto sin ellos no hubiese sido posible.
Se montaron en el coche y llegaron al restaurante donde un camarero ya les tenía una mesa al lado de la ventana con velas y todo dispuesto para la primera cita de ambos, Lucía estaba asombrada, nadie jamás había hecho esto por ella, creía que esto solo ocurría en las películas.
- Daniel estás loco, esto te debe haber costado muchísimo –fue la primera reacción de Lucía para después darle un beso-.
La cena fue transcurriendo mientras ellos hablaban de su vida y de cómo se veían en el futuro y ambos coincidían que al lado del otro, Lucía sabía que había algo más y Daniel que lo tenía estaba impaciente por que llegara.
Al terminar Daniel, le tenía preparada otra sorpresa, justo al lado del restaurante había un hotel muy acogedor, en el cual tenía reservada una habitación, la guió hasta la habitación y cuando llegaron para sorpresa de Lucía al abrir el pomo se encontró un camino de pétalos rojos y velas que conducían hasta la cama, donde tenía con los mismas flores un corazón hecho con sus iniciales una "D" y una "L" junto a una botella de champán.
- Quiero que tu primera vez sea especial, y la voy a hacer... - un Daniel nervioso tomó la palabra mientras se ponía de rodillas, sacándose de su chaqueta una caja con dos anillos- yo Daniel Oviedo, me entrego a ti mi princesa y prometo serte fiel, en la alegrías y las tristezas, en la salud y en la enfermedad, hasta el final de nuestros días – Lucía estaba asombrada se sentó en la cama mientras Daniel le ponía el anillo- lo siento princesa, no tenía más dinero para comprar anillos, son los que me dejó mi abuela y mi abuelo a mí y mi hermano, son mi único recuerdo de ellos-
Lucía tomó el otro anillo y hizo el mismo ritual, para después fundirse en un beso muy largo en el cual ambos cayeron en la cama, mientras se quitaban la ropa, había pasión, muchas ganas el uno al otro de hacerse suyos...
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EL TITULO LO DICE TDOOOO señores y señoras HABEMUS SALSEOOOOOOOOOOOOOOO ESPERO QUE OS GUSTE muchas gracias por todos los comentariosssssssssssss GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS ¿que os a parecido? ¿esperabais mas?? venga pues en los proximos vamos aclarando cositas... GRACIAS POR LLERRRRRRRRRRRR
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