CAPITULO 15- NO CUENTES CONMIGO

NARRA DANIEL.

Seguía sentado en el banco de la plaza, sin saber qué hacer,todavía no me había atrevido a coger el teléfono para llamar a alguien que me ayudase, en todas las opciones, me caía bronca seguro,  todos los que pasaban por mi lado se quedaban mirándome incrédulo, quizás se preguntaría que hacía un chico tan joven con dos niños pequeños, y ni yo mismo lo sabía, de repente uno de los dos, Martín, vi su nombre en la pulserita, empezó a llorar, y prometo que no sabía qué hacer, no sabía ni como se cogía a un niño en brazos y tenía la sensación que era muy frágil, empecé a tocarle su carita y parecía que se tranquilizaba, pero yo estaba en shock, en ese momento solo podía pedir ayuda a alguien que sabía que estaría ahí, cogí mi móvil con la otra mano libre, Calum te necesito.

- Calum, tengo un problema, bueno para ser exactos tengo dos, y muy grandes... -dije suspirando, creo que va a comenzar a llorar el niño que antes que no lloraba y más fuerte y como llore él, llorara el otro también y si lloran los dos lloraré yo pero por desesperación, nunca pensé en tener uno de estos, y cuando no pensaba en uno, obviamente menos en dos-

- Joder otra vez tío... ¿Qué es esta vez? ¿Quién te quiere pegar o que chica te ha dejado a dos velas? –preguntó aguantando la carcajada-

- Dos niños –dije sin contestar a sus preguntas y sin terminar mi relato Calum echó una sonora carcajada por detrás de la línea, conociéndolo  ahora mismo debería estar mofándose de mi, mientras hace algunos aspavientos  -

- No me puedo creer que dos niños te vayan a pegar y me llames, supercalum al rescate –se estaba mofando de mí y ni tan siquiera había podido explicarle que era lo que realmente pasaba- sabías que eras un gallina pero no tanto Daniel –definitivamente ¿me está vacilando? Creo que se debió caer de la cuna al nacer... y hablando de cuna ¿tendrán sueño?-

- Calum no me va a pegar nadie... joder, verás que si ¿quieres tener dos niños preciosos? –pregunté a ver si así por fin lo pillaba, pero por su forma de pensar creo que no, se estaba cachondeando aún más de mi, el rubio era así, creo que no fue una buena opción, y la correcta era Lucía, esto era como un concurso de estos de la tele, yo tenia varias opciones, Jesús, que al verme me hubiese echado una bronca y me hubiese alertado de todos los peligros de hacerlo sin condón, para después y al cabo del rato, darme un abrazo y besar a sus sobrinos, Calum, la opción que se reiría de mí y Lucía, la opción que me hubiese ayudado pero mi orgullo varonil ni la contemplaba como opción -

- Daniel, cariño -contestó sensual, al cabo del rato el imbecil al que llamaba amigo- sabía que algún día me ibas a pedir que tuviéramos un niño, pero mi amor, siento decirte que tu y yo no podemos hacer niños... - ¿me estaba troleando? Sí definitivamente me estaba troleando, y yo no estaba para mucho tonteo, lo iba a mandar a tomar viento fresco pero ya-

- Calum, joder, necesito que vengas al parque es una larga historia, pero solo te diré que tengo dos niños de tres meses a mi cargo, son mis hijos, cuando vengas ya te contaré, no se lo digas a los chicos, y mucho menos a mi hermano, no sé qué hacer, con ellos –expliqué pegando un sonoro suspiro al terminar, como no viniese rápido o parase con su jocoso sentido del humor me iba a cabrear, o incluso más de lo que estoy ahora, pero por otro lado, lo necesitaba, por eso me tendría que tranquilizar-

- ¿tus hijos? ¿Daniel Oviedo con niños? Sí voy, eso definitivamente hay que verlo... princesita – dejaba mis preguntas al lado, definitivamente este chico era tonto, imbécil, lo podía comprobar, pero era el único que me ayudaba, pero un segundo ¿había terminado la frase con un princesita? Puse cara de enfado, y en ese momento uno de los niños me miró y una sonrisa se le formó en la cara, hizo un puchero, y diría que va a comenzar a llorar otra vez dentro de poco-

- Hasta ahora, Calum y ven rápido- supliqué por última vez ya que no sabía qué hacer-

Opté por coger al niño en brazos, o intentarlo, lo cogí con el máximo cuidado posible, torcí mi brazo hacía mí y procedí a cogerlo, pero no, era muy molesto, a los pocos segundos, empezó a llorar el otro también, estaba deseoso que llegara, con el pie libre empecé a mecer el carro para detrás y delante a un ritmo muy lento, miré a mi hijo y le susurré en su oído.

- Campeón, no sé que voy a hacer con vosotros, no puedo cuidaros, mírame, no sé qué os pasa, no soy la persona adecuada para cuidaros -¿estaba hablando con un bebé de tres meses? Definitivamente me estaba empezando a volver un poco loco, necesitaba que alguien me quitase este marrón de encima, porque lo eran, en cuanto llegase Calum, iríamos a la policía o a asuntos sociales y dejaríamos a estos bebés allí, no estaba preparado para ser padre, yo me ganaba la vida robando, no tenía un trabajo fijo, ni una pareja estable, y para ser sinceros, tampoco quería eso con mi vida, de momento era muy joven y quería seguir disfrutando de lo que hacía ahora y que mi mayor preocupación fuese con que chica me acostaría después, por eso no quería enamorarme de Lucía-

El niño que estaba dentro del carro al mecerlo parece que se durmió al menos dejó de llorar y el que tenía entre mis brazos, empezó a bostezar, algo bueno estaba haciendo bien, pero al cabo de los segundos, vi a mi fiel amigo Calum aparecer por la esquina de la plaza, pero un momento, no venía solo, ¿Qué hacia ella aquí?

NARRA LUCIA.

Calum, me contó que Daniel, necesitaba ayuda, al principio me negué, después de como habíamos estado los últimos días, Daniel no merecía mi apoyo, me negué en rotundo, pero por lo visto, no solo el necesitaba ayuda, Calum me dijo que de lo poco que se podía haber enterado, Daniel no estaba solo, que estaba en mitad de una plaza con dos bebés a su custodia, y la verdad me apiadé de esos pobres angelitos, no iba a dejarlos solos con dos gañanes, a saber que le darían, hablando de Calum y Daniel me podía esperar que le dieran pizza o hamburguesa. La verdad que Daniel no había llamado a la ayuda más apropiada.

Vi como Calum se sentaba al lado de Daniel y comenzaban a hablar, tenía a un niño cogido en brazos y a otro metido en el carro meciéndolo con el pie, cuando nos acercamos nos empezó a contar todo lo ocurrido, y a medida que fue contando me dio pena, pena por los niños y alegría, porque por fin Daniel tendría su merecido después de utilizar a cientos de mujeres, acostándose con ellas y dejándolas tiradas.

- Te lo mereces –dije enfadada- eso es un castigo por todo lo que has hecho en la vida... Daniel cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da – Calum rodó los ojos y Daniel bajó su cara, por primera vez veía pena en sus ojos-

- ¿y ahora que vas a hacer con mis sobrinitos? –preguntó el rubio cogiendo a uno de los dos pequeños-

- No estoy capacitado para ser padre, voy a ir a la policía o a asuntos sociales y los dejaré allí – no creía lo que estaba escuchando y aunque no fuese mi problema me metí-

- ¿que los vas a dejar en un centro? Estupendo Daniel, viva la incoherencia, de modo que críticas a tus padres por abandonaros en un internado, y ahora ¿vas a hacer lo mismo con tus hijos? - su cara cambió, bajó la mirada no me pudo seguir mirando a los ojos- si es así no cuentes conmigo... y créeme que si haces eso, ni tu hermano ni el resto de los chicos te volveremos a mirar a la cara, ¿no te dan pena? Haberte puesto un plastiquito o algo, pero ahora que los tienes no los puedes abandonar por ahí como si fuesen dos perros... me voy no voy a aguantar eso – me empecé a levantar y Calum hizo lo mismo, pero Daniel comenzó a hablar-

- Pero yo no puedo tenerlos... no sé ni cuidarme ni de mí como para cuidar de ellos –dijo con tono triste, sus ojos se empezaron a aguar- no puedo cuidarlos solo...

- No estás solo me tienes a mí, a los chicos y tu hermano... -dije sin pensar, me salió del corazón-

- Está bien –cedió- Calum, coge mi moto y déjame el coche, y ve a casa en el sótano, hay cunas, carros, ropita de mi hermano y mía, mi madre lo guardó ahí por si acaso y tú Lucía –me miró- ¿podrías venirte al centro comercial conmigo y comprar las cosas que faltan? – me daba mucha pena yo asentí con mi cabeza-

--------------------------------------------------------------------------------------------------------

ya podemos decir que Daniel es el puchimbol de la familia, no sé como lo hace, pero siempre al pobre mío le cae una bronca... Danielete, Danielete...me encanta Calum vale???? osea me imagino la escena del telefono y.... joder me partooooo.... no podía parar de reir al escribirla y no sé ni como la pude terminar..  Y NOTICION MAXIMOOO EN EL PROXIMO... HAY SALSEOOOOOOO lo estabamos deseando.... 

ME ENCANTAAAAAAAA MUCHAS GRACIAS POR COMENTARIOS POR VOTOS Y POR TODOOOO GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top