[Capítulo 6]
Primer mes
Dos cosas:
1- Él no podía ganar.
2- Él debía ganar.
Min Yoongi mantenía su cejas juntas en completa concentración, el bloque de madera tendría que salir sí porque sí, o de lo contrarío le tocaría hacer la cena y lavar la loza usada esta noche. Su dedo apenas rozaba con la madera, estaba siendo tan delicado y preciso, que Jimin solo deseaba que se cayera en manos del omega por cuarta vez; de todas maneras el alfa no dejaría que en realidad lavara los platos. El golpe estrepitoso en la mesa fue a causa de la mano de Jimin y al azotarla hizo perder toda la concentración en el omega.
-¡¡¡Ah!!! - gritó al tiempo que tiró toda la torre tambaleante- ¡Jimin, eso no es justo~!
El omega se quejó y el alfa solo cubrió su cara por completo en carcajadas.
-¡Alfa injusto! ¡Ya iba a lograrlo!
Jimin lo abrazó de lado queriéndolo consolar y bajar el sonrojo de sus mofletes, y no es que estuviera enojado, pero Yoongi solía sonrojarse fácilmente. Pero Jimin prefería pensar que el exceso de fresas pintorescas lo estaban pintando de aquella forma. Era simplemente imposible no creer que su omega es el sinónimo de adorable.
-Mamá siempre dice que no debo tener espantos en el embarazo, pero tu no estas ayudando. —Lo reprendió el omega.
Jimin recargó su cabeza en el hombro del contrario sonriente. Existía un gran lugar en el centro de la sala, pero ambos estaban sobre juntados en la alfombra afelpada en peluche, con sus piernas entrelazadas una sobre la otra sin darse espacio entre ellos.
-Son mitos. Estoy seguro que la bebé vendrá preciosa como el padre.
Yoongi quitó la mano del alfa de su pierna en un arrebato, pues esta vez no lo perdonaría tan fácil.
-Nada de precioso. Me hiciste perder por quinta vez. -siguió quejándose.
-Es solo un juego... -Jimin tomó la mano contraría y la pegó a su pecho- Me lastiman tus palabras. Me dan justo en mi pecho. —exageró el alfa.
Tal como dedo al fuego, Yoongi quitó su mano del alfa, pues el pectoral al tacto de su mano, le hacían imaginar cosas no tan buenas, su estado vulnerable lo hacían flaquear fácilmente.
-No te hablaré para que no te lastime. - el omega mordió su labio levemente, simplemente para evitar sonreír y mantenerse serio o fingir estar serio.
-¿Ni una sola vez? -Jimin lo miró ofendido abriendo su boca.
-Ni una.
-¿Ni un solo ruidito? —El alfa habló infantil.
-Ni uno. —respondió afirmando.
-Me conformo con verte sonreír. —Jimin se alejó levemente para notar la sonrisa juguetona de su omega.
-Tampoco sonreiré. —Yoongi se cubrió su boca, tratando de reír.
- Y si te cuento un chiste. —retó.
-Son tan malos que rio solo para que no te sientas mal.
-Entonces no tengo opción...
Jimin lo atrajo a su cuerpo y sus dedos comenzaron tamborilear en el cuerpo de Yoongi, ocasionando cosquillas. El omega abrió sus ojos sorprendido y se movía de forma para evitar el ataque del alfa, pero era imposible. El alfa comenzó acostarlo en la alfombra, y que con solo un poco mas bruscos sus movimientos fue imposible no reírse.
-¡Ya! ¡Basta! - gritó en carcajadas silenciosas.
-Yo siempre me salgo con la mía. -Jimin no pararía tan pronto y se mantenía cuidadoso en todo momento.
-¡Me rindo! ¡me rindo, Mimi! —Yoongi se opuso tratando de quitarlo de encima.
-¡Muy tarde, omega!
Las feromonas de Yoongi cada vez más rápido se organizaban a su persona. Tanto era de aquella forma, que Jimin del diario encontraba una forma para marcarlo con su aroma y dejar de lado el olor ajeno como lo era el preticor de su pasada pareja. Siempre se aseguraba que Yoongi mantuviera lejos aquellos sentimientos de tristeza que formaban sus feromonas en notas agrias.
-Mmh... - Jimin se alejó para olfatear el aire- Jazmines, miel y... -trataba de llegar a conocer su tercer aroma, pero aun no podía percibirlo algo que fastidiaba al alfa. - También persivo la vainilla, pero eso es por la cachorra. Vamos omega dime tu tercer aroma.
El omega trataba de recomponerse de su vibra alegre que su respiración subía y bajaba con rapidez.
Mirar desde abajo a Jimin, lo hizo pasar su mano por su pecho cerrando su sudadera. La fricción se notaba cada vez más peligrosa.
- Canela... -Yoongi le habló prestando atención a los labios de él.
-Me cuesta saberlo, y no voy a mentir, me ofusca no aspirarlo. Mi lobo hace que se enoje conmigo por no hacer un buen trabajo.
El omega aplano sus labios, reprimiendo el deseo de que no solo el lobo se enojara por no encontrar la pista de su aroma. — Aun tengo otros olores, pero estoy seguro que pronto podrás percibirlo.
Jimin juntó su nariz con la del omega solo para frotarla y darle un beso esquimal, subió su mano para pasar detrás de la oreja una hebra de cabello castaño y acarició una mejilla como siempre lo hacía.
Silencio, todo ha quedado en silencio, pero en mente todo estaba en ruido. Miles de pensamientos incesantes de solo desear besarse. Ambos lo quería lo necesitaban, pero aquellos límites no podían ser sobrepasados sin siquiera conocer el pasado el uno del otro.
Yoongi paró todos los sentires con respecto al alfa, para que solo la emoción lo golpeara y tomara con rapidez la mano de Jimin y posarla sobre su vientre.
-¿La sientes? -Yoongi le preguntó con emoción.
Jimin buscó palpar, pero nada...
-Oh... - abrió su boca con impresión dramática al sentir el movimiento del bebé- ¡lo siento!
Uno, dos movimientos seguidos. Ambos se miraban uno al otro, conectando las palabras no dichas.
-¡Otro...! -Jimin seguía con su mano cada movimiento -¡Pero si eres una intranquila!
La vista borrosa de sus ojos no le permitían seguir admirando al alfa. Aquella era la primera vez que su nena, se movía. Cerró sus ojos dejando rodar sus lágrimas por los lados.
Jimin no dijo nada de sus lagrimas, simplemente se acostó a su lado y acarició su vientre de arriba a bajo; masajeando los laterales de su cabeza con la otra mano. Se acomodó de forma que su oreja pegaba con el vientre del omega y se dejó llevar por la suavidad del suéter. Yoongi metió sus dedos entre los cabellos de jimin, pero prefirió delinear su entrecejo.
[...]
—El agua esta deliciosa, deberías de entrar... -El alfa se asomaba a la orilla de la piscina.
El omega quitó un audífono y lo miró confundido.
—¿Cómo? -fingió no escucharlo.
-Que vengas a nadar conmigo. No quiero estar sólito. -hizo puchero.
-No creo que sea lo mejor. —Yoongi lo pensó por un segundo, pero se negó.
-Nada de eso, relajará tus articulaciones y podrás flotar un rato. —Jimin le sonrió grande tratando de inspirar aun más confianza.
A Yoongi le preocupaba flotar bocabajo, pues no sabía nadar.
-No, mejor me quedo a leer. -alzó su libro.
Jimin torció sus labios insatisfecho. —Esta bien. –habló comprendiendo--¿Quieres algo de tomar? Una limonada tal vez.
-Claro; yo ire por ellas... —Min, cerró su libro.
-No te apresures. Deja que yo vaya, quiero traer bocadillos.
-No deberías de comer cuando estas nadando. —El omega quitó también sus lentes para lectura.
—Bueno solo ire por las limonadas, ahora vuelve a leer —Jimin le sonrió e hizo sus cabellos mojados hacia atrás. Y una vez más Yoongi colocó sus lentes suspirando tranquilo.
Los dedos del omega ajustaron a sus anteojos y regresó su atención al libro en manos. Park entrecerró sus ojos al no lograr lo que quería.
Desde hace días, Jimin ha estado pasando por un momento caótico en la empresa, pero por alguna razón, toda pesadez se va al mirar a su omega. Aunque también, desde hace días notó como Yoongi le prestaba a tención a su vecino y no habla de Namjoon..., sino, del vecino de enfrente. Un universitario, que a su opinión, toma esteroides de alfa y lo hace ver prominente y fornido.
Fue una tarde en donde cachó a Yoongi y Seokjin, echando ojo mientras ponían de pretexto el arreglar el muy cuidado jardín. Ambos omegas permanecieron entre los arbustos riendo como dos jóvenes hormonales. Pero lo que mas lo alarmó fue el hecho de las palabras de Seokjin a su omega.
"Eres demasiado hermoso, solo deja que te alivies y vas a notar el montón de alfas que estarán tras de ti. No tiene nada de malo que recuperes un poco de confianza"
Jimin los estuvo escuchando detrás de las vallas florales que tienen.
El sentimiento de opresión en su pecho no le agradó, no le gustó la idea de que el lobo omega se fijara en otro alfa o beta. Por eso Jimin estuvo investigando con respecto a muchas cosas una rama desconocidapara él.
Preguntó a varios alfas experimentados, como lo era Namjoon, su amigo Jungkook y el alfa de su amigo Taehyung.
Y todos llegaban a la misma conclusión:
Uno: Era, aclarar sus sentimientos.
El alfa estuvo dos noches seguidas pensando en el omega que iba a su habitación para dormir, pues deseaba ser mimado por el lobo alfa, y solo asi pudo darse cuenta que no solo a su lobo le gustaba. A él también le agradaba, lo veía mas que hermoso, pero había algo que no sabia el por que lo detenía. Pero aun sabiendo que existía ese "algo" no se detuvo en seguir llamando la atención, cosa que fue el paso siguiente de su plan.
Dos: Es llamar su atención.
Pavonearse enfrente de él, con su pecho sobre expuesto, y siendo todo un alfa varonil. Llamar la atención como un alfa lo haría, mostrar su fuerza, su cuerpo prominente, lleno de músculos naturales, no como el del vecino. Pero para su desgracia; Yoongi nunca notó como Jimin le mostraba su fuerza bruta.
Jimin se quitaba la camisa cada que tenia una oportunidad y tomaba como pretexto o excusa de que hacia un calor infernal. Pero en realidad estaba lloviendo, fingió que las gotas de lluvia no le calaron al salir por unas cosas que Yoongi había dejado en el area de la piscina. El omega simplemente le dio la espalda y se fue a su habitación, confiando en que todo estaba bien, no lo miró, ni siquiera presenció como el alfa corrió por su sudadera huyendo del frío al entrar a la casa.
Otra ocasión, fue la vez que pintaban el cuarto de su futura pequeña, Yoongi usaba una bonita bata de rayas negras con amarillo y cuello de olanes, una apropiada bata que el alfa le compró en una tienda pasando por la empresa y fue ahí donde se confirmó que su alfa estaba mas que impresionado, estaba enamorado.
Al principio creyó que solo ayudaba a un omega lindo y su sentido de protección crecía, pero verlo sentado en mariposa con pantaloncillos cortos dejando libre sus muslos, se aseguró asimismo que nadie las viera como él las miraba, que nadie tenía el derecho desearlas con tanto fervor como él. Emocionado por su descubrimiento, intento de nuevo impresionarlo quitando su camisa y la soltó por otra parte, ajustó los tirantes de su overol, ocultando su pecho, pero dejando expuestos sus brazos y sobre todo parte de sus costillas mientras pintaba solo un poco su piel apropósitoy darle un toque mas sexy, como decía Jungkook.
-El azul del cielo quedaría por ahí. - su brazo señalaba de forma que su bícep se pronunciara.
Yoongi estaba tan concentrado pegando las hojas de manualidades que durante días había estado formando.
-Confió que pintaras de lo mejor, querido alfa. -Jimin cargó ambos botes de pintura y cada uno era de veinte litros.
-¿Seguro que es cada bote de veinte litros? Se sienten muy ligeros. -presumió.
-Aja... -habló sin verlo- Una flor mas creo que no haría mal. —Yoongi sonrió y alzó sus hombros no dándole importancia a su vago comentario.
-¡Son muy lindos! -le halagó- ¡Deberías poner una abejita linda como tu!
Jimin se acostó ladeado, manteniendo una provocativa pose o a su imaginación era un arma mortal de sensualidad. Pero...
—¿Lo estas diciendo por que soy una abejita lindamente gorda? —Yoongi ahí sí lo miró mal y alisó sus cejas al mirarlo triste—. Sabes lo triste que es ver que ya no te queden las tallas de los pantalones y que con nada me veo bonito. Parezco un saco de papas y ahora me dices que soy una abeja —Yoongi estaba a punto de llorar—. Deberías de ser mas comprensivo, creí que no te fijabas en el físico, pero ahora me doy cuenta de que si. Claro como tu tienes una cinturita tal como una avispa, a mi me comparas por lo redondo de una abeja. —Yoongi acarició su vientre—. ¡Pero sabes soy feliz de verme como un insecto solo por ella! ¡mantendré mi cara en alto y posaré como nadie con esta bata, por que soy fabuloso! --Yoongi salió a paso rápido de la habitación.
Jimin se le quedó mirando sin comprender, solo con una boca abierta y completamente en blanco al escuchar las risas con los lamentos en ecos sobre los pasillos.
—¿Pero que dije?
Lo que el alfa confundido no sabía es que Yoongi pasó recientemente por una crisis al darse cuenta que su único pantalón ya no le quedaba y tampoco la camisa de cuadros de Jimin que había tomado prestada, solo para dormir con ella durante las noche que se quedaba solo en casa. Algo que le había entristecido últimamente.
El alfa, tendría que obligarse a aprender un poco más.
Tres: Impresionándolo con sabiduría.
Quería que Yoongi supiera que él estaba tan interesado en las mismas cosas que él.
Por eso, cuando pasó por el caminó a casa trajo un pequeño arbusto de bayas; realmente le atrajo su belleza, el color de las bolitas frutales y sus pequeñas flores blancas.
Jimin llegó con ello a casa, Yoongi como siempre salió a recibirlo, pero se espantó tanto al verlo con pequeñas rojeces en su manos y su mentón. Claro que corrió hasta él para tirar de un manotazo la planta que traía.
-¡Jimin, esa plata es derivada de la hiedra!
Jimin por supuesto que empeoró durante la noche. Aún así, Yoongi se quedó a dormir a su lado cuidando de la temperatura de su cuerpo, y que no se rascara su bonita cara. Entre balbuceos, Park le otorgó una sonrisa decaída.
-Solo quería darte una sorpresa.
-Me ha gustado mucho, gracias mimi -Yoongi le susurró y besó su frente-. Duerme, no siempre sufres intentos de envenenamiento. Pero sabes, prefiero que llegues solo a casa con bien, los obsequios son lo de menos entre nosotros.
Jimin desvaneció su sonrisa y terminó solo por quejarse y quedarse profundamente dormido.
Los tres planes del alfa habían fracasado, pero esta vez no fallaría.
El alfa esta al pendiente de Yoongi, jamás ha visto que se meta mas del 1.50mtrs de profundidad de la piscina, es mas que obvio que no sabe nadar, y esta vez aprovecharía para mostrar que él podría ser su maestro.
De un salto salió del agua, su torso desnudo brillaba gracias a las gotas de agua que se resbalaban por su piel, la escena quedaría perfecta para una toma en cámara lenta con una canción de saxofón de fondo. Jimin rió en carcajadas coquetas y sonoras por querer que Yoongi volteara a mirarlo, y que dejara de leer aquel libro que le robaba minutos de su preciado omega, si pudiera hacer algo en este instante es quemar el libro y remplazarlo por otro.
-Parece que esta vez no va llover. El cielo esta despejado, justo con el azul del cuarto que pinte durante estos días, y que por cierto no manché ni un solo rincón, ¿verdad? —Jimin alardeó alzando su brazo para cubrir su cara del sol. En ese momento, las gotas de agua salieron volando mojando la pagina de su libro, Yoongi claro que alzó la vista para mirarlo.
-Jimin has mojado un libro que según tu tiene años existiendo en esta casa - le reclamó.— Ten un poco mas de cuidado.
-No te apures lindo, estoy seguro que encontraré otra copia con los mismos años en Londres. -le habló despreocupado.
-Olvidaba que eres rico. - Yoongi viró levemente sus ojos.
-Asquerosamente rico. Nada me afecta - le alardeó.
Otra de sus estrategias para que sepa que con él estará de lo mejor. Un alfa exitoso y multimillonario, un depredador de los negocios. Cosa que a Yoongi no le interesaba, pues Jimin podría vivir debajo de un puente y él estaría complacido de acompañarlo.
—Muy bien chico dólar, ve por tu otra limonada —bajó sus lentes hasta el puente de su nariz—. No quiero que todo el dinero se te suba a la cabeza, solo por tener sed.
El omega regresó a su lectura y Jimin con un puchero se fue directo a la cocina. Sacó una jarra de cristal y la llenó de agua, cortó limones y exprimió el jugo.
Desde el ventanal de la cocina, miraba de lejos la figura de Yoongi. Y de nuevo cayendo en la inseguridad no comprendia la certeza de estar enamorado, pero tenerlo así, solo para él le agradaba bastante a su parte humana. Su lado lobuno claro que ya tenía una respuesta, pero no la daría a notar hasta que Yoongi también demostrara una señal.
¿Quién podría juzgarlos? Ambos pasaron por matrimonios duramente desilusionantes.
El alfa pelinegro salió por completo de la casa y caminó tan despacio solo para que el omega no se percatara de su presencia. Dejó la charola de la jarra y lo vasos de cristal y se apresuró con pasos cortos pero a velocidad.
Lo tomó de las manos y lo jaló hacia él. Yoongi se impresionó y salió volando el libro con los movimientos de Park.
-¡¿Pero que haces?! -le preguntó con ojos bien abiertos.
-¡Quiero que te diviertas conmigo!
Jimin lo acogió entre su brazos y lo cargó lanzándose al agua.
-¡¡¡Ah!!! -Yoongi gritó y el agua corto el ruido también de sus oídos.
Ambos flotaron hasta salir a la superficie. Jimin claro, que no se lanzó en un lugar hondo para Yoongi.
-¡Debes estar loco! - le lanzó agua en su cara- ¡Podría morir!
-No morirás - Jimin reía con cada ataque de agua.
Las prendas del castaño se oscurecieron, la camisa verde con otros colores se hicieron oscuros y pareciera que eso le benefició a su piel, Jimin se preguntaba cuando dejaría de verlo tan perfecto.
-No se nadar -admitió-. No me gusta el agua.
-¿Por qué? Porque te hace ver como un gatito enojado recién bañado.
-Ahora me dices gruñón. -Yoongi se ofendió y su cara lo demostró.
-¡Nada de eso! -esta vez si reaccionó- Eres hermoso, pero tienes gestos que me recuerdan a cosa tiernas que ya no diré con tal de que no te enojes mas.
-Gracias... -Yoongi caminó hasta la orilla.
Pero la mano del alfa lo detuvo.
-Espera déjame enseñarte -dirigió su mano a al pecho-. Sabes que puedes confiar en mi.
Siempre que tocaban sus pechos, era porque de verdad así transmitían toda su confianza.
Habría mil palabras que decir para conquistar, pero un corazón que palpita con rapidez solo con tocar a la otra persona, nunca engañaría.
Min Yoongi lo sabía, aunque existía ese presentimiento de locura por parte de su ansiedad.
El castaño cerró sus ojos y se acercó a Park asintiendo.
Con Jimin no hay nada que temer.
La tarde la pasaron riendo, mojándose en salpicadas cada que el pelinegro se burlaba, y Jimin peinaba con ternura el cabello de Yoongi. Le había quitado la camisa para dejarlo solo con una playera negra de mangas largas. Cada que el alfa notaba la camisa pegarse al cuerpo de Yoongi no perdía oportunidad para acariciar toda su espalda, tratando de relajar la columna que ya empezaba cargar mas peso.
La clase de flotación empezó con un Yoongi siendo cargado boca arriba, mientras Jimin lo sostenía. El omega se cargó de energía de paz, de la respiración tranquila del alfa, el agua cerrando sus oídos, y lo liviano de su cuerpo; todo le agradaba.
-Me gusta mucho, Jimin.
-Me alegra saberlo... -Jimin sonrió siguiendo sosteniendo.
A mi me gusta tu.
Quiso decir, pero si lo decía en ese mismo instante todo acabaría.
...
ALICIELITO.
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