[Capítulo 12]







Jimin, no iba a negarlo; estaba dichoso de obtener todo lo que se había propuesto desde que una tarde de verano en una reunión familiar cerca de la playa, lo miró sin descaro;  sus feromonas lo atrajeron a él sin medir sus movimientos para acercarse al él. Al parecer, el omega ni siquiera reconoce que fue él quien lo invitó a una de las reuniones nocturnas entre los mas jóvenes de su familia. Y que en dicha reunión, su prima se acercó con el fin de iniciar una charla con él, y que eso dio paso a la  comunicación se complementara en una unión. 

Su prima como él, se sintieron curiosos por sus feromonas, pero el motivo era diferente. Para Jimin, fue como caer en rendición total ante lo hermoso de su aroma, una conexión sincera de lo que puede ser conocer el espíritu de la luna, y para su prima; un aroma delicado, pero potente. El espesor del olor de Yoongi, era por el simple hecho de ser un omega puro, detallado historico y pulgro de gen. Un omega dedicado a la crianza en la antigüedad y poseedor de almas sanadoras.

Min, podría procrear  a un alfa de alto rango como lo que su abuelo y todas las antiguas generaciones buscaban. Un omega macho de caderas fuertes y con un sentido de liberar a todo lo que se encuentran, pero Yoongi fue criado para solo vivir, amar y creer en que su vida estaría bien en compañía de un alfa. Pero tampoco debería de pensar con guardia baja a Park Jimin. 

Un omega especial que siempre fue protegido por su madre en el poblado lleno de militares.

--No me siento bien dejándolo solo en la cuna del otro cuarto. --Yoongi quitaba su camisa alargada, para dejar en vista sus omoplatos que se contraían al alzar las manos y por fin dejar de lado la camisa. 

--Solo date un descanso. --Jimin quitó los lentes de su rostro y cerró el libro--. El micrófono esta encendido para cualquier cosa. 

--Lo sé, pero durante todos estos días que te fuiste, él es mi mejor compañía y dejarlo esta noche no sé... 

Yoongi se sentó en la orilla de la cama y Jimin fue directo a masajear sus hombros. El omega jadeó ante el toque frío de las yemas de su esposo. 

--Tranquilo mi amor, solo será por un rato. --habló y se interrumpió besando iniciando su espalda y él terminó en el cuello--. ¿Por qué eres tan bello? --Dio otro beso, pero ahora en su hombro derecho. 

Min, rió bajo y se acomodó para ver a Jimin sobre su hombro. 

--Y tú... ¿Por qué eres tan provocativo? --- Yoongi acarició la mejilla sonrojada de Jimin--. Te amo. 

--Y yo a tí --Park Jimin, lo jaló hacia su pecho. 

Ambos comenzaron a besarse, iniciando con un rose de labios apretados. Jimin abrazó por completo la cintura de Yoongi, cargándolo para sentarlo en su pelvis con piernas de un lado a otro.  Ambos se miraron con ojos dulces y cargados del necesidad de ser parte él uno para él otro. 

La respiración de ambos se entremezclaba, creando la calidez en sus caras. El clima era todo lo contrario a lo que estaba iniciando en una habitación de cama frondosa y con cortineros amarrados en cada poste de los cuatro lados. 

--Hoy es luna cuarto creciente --Jimin habló--. Por eso tus hermosos orbes es tan mas brillantes. Sabes mi familia creía que lo omegas nacientes en esta etapa de la luna, eran especiales. Se decía: que el manto plateado de su luz, caía directo en finas líneas sobre el cuerpo espiritual de las personas. Que era por ello, la fuerza mental, física, tal como la naciente Luna que espera por su otro cuarto lado. 

Jimin comenzó a besar su cuello y apretar con sus dientes para adsorber la piel dejando manchas rojizas en pequeños puntos de sangre. 

--Yo nací en Cuarto Menguante y ahora sé que tu eres mi otro cuarto. Me complementas tan bien, omega; y admiro lo grandioso que eres. Eres decidido, alegre y sumamente protector. Me enamoraste tanto la vez que defendiste a tu amigo saliendo de una centro nocturno; hablaste con tanta madurez y sin una gota de ironía. 

Min sonrió de mejilla a mejilla, besando también la frente de su esposo mientras gozaba de los apretones y roces en su cuerpo sobretodo en la parte de la pelvis. Él  balanceaba sus caderas con hambre de lo excitado que Jimin lo ponía. 

--Quiero que me hagas el amor -- le susurró el omega en sus labios--.  Me gusta tu cuerpo y me encanta su sabor cuando estas excitado. Mi lobo quiere ver a su alfa, quiere ver a su luna...  

--Lo que me pidas. 

Jimin lo recostó sobre el pilar de almohadas, su espalda estaba cómoda y su coxis también. Yoongi automáticamente abrió sus piernas para recibir el peso de su alfa, que ya lo acorralaba con sus brazos a los lados de su cuello. 

Su boca jugosa, jugueteaba con la de su omega. Se entrelazaban sin medida y con satisfacción de saborear cada gota de saliva ajena, los jadeos ante los sensibles toque que el alfa le otorgaba en su vientre lo debilitaban, provocando que enganchara sus brazos alrededor de su cuello hasta que su pecho se pagara con el de él y juzgara lo frenético de sus palpitares. 

Jimin se alejó para darle espació a los respiros y quitar se la camisa de dormir en un solo jalón, Yoongi despegó sus protectores de los pezones y los   dejó sobre el buro. Jimin observó la figura sabrosa  de su torso, pronto deseó besar cada espacio de su cuerpo para dominarlo hasta que Yoongi estuviera tan lleno de él. 

Park quitó toda lejanía y se acercó feroz sobre las clavículas de su amado las lamió y las besaba hasta también dejar marcar sobre ellas y recorrerse sobre su pecho. Yoongi hizo su cabeza hacia atrás cuando el alfa besaba sus hinchada tetilla y con su otra mano apretaba el sobre saliente pezón rosado. 

--Oh... 

La respiración rápida y alargada de los jadeos de Yoongi los disfrutaba Jimin.  Podía sentir como se estremecía con facilidad hasta abrir su pequeña boca de lengua rosada. 

El alfa giraba con poca presión sobre el pezón y con sus dientes apretaba la protuberancia marcada con pequeñas lamidas.   

--Jimin... --Lo nombró su omega. 

--Me gustan tus temblores, amor... --Jimin siguió besando y lamiendo su tetilla y Yoongi ajustó sus dedos sobre los cabellos de  su esposo. 

Con ello, Jimin supo que le gustaba ser tratado de esta manera  su amor. 

Jimin dejó rastro de saliva sobre su pecho y las nuevas huellas brillantes al bajar sobre pecho, por el lugar de sus costillas, dar un beso en su pequeño ombligo y delinear con su lengua el hueso de sus caderas hasta llegar a la orilla de su pantalón de franela.  Sus dedos se engancharon sobre el elástico y lentamente los fue bajando hasta dejar ver la venda que  aún cubría la reciente rajada al dar a luz. 

--No la quitaré mi amor. -- Jimin besó sobre encima de la tela blanca. 

Yoongi estaba tan sumido en la imagen que era cortada en parpadeos constantes cada que sentía una oleada de placer y emoción. Su sonrisa de pequeños dientes fue el pago mas hermoso que tendría Jimin. 

Esto era mil veces mejor que verlos por una cámara todos los días.

Disfrutar de aquella sonrisa en su mundo real valía la pena todo el tiempo de espera. Y ahora estaba ahí, respirando las violetas y miel con intensidad al acercarse peligrosamente al miembro erecto de Yoongi.  

El alfa tomó el miembro frente a sus ojos, con su mano para bombear mientras su boca recorrió en besos salteados la entrepierna y todos la extensión del interior de sus muslos. Con una mano masajeó un glúteo y se abrió paso por la hendidura de abertura para adentrar su lengua y sorber con hambre el lubricante goteante de su omega. 

Yoongi abrió sus piernas hasta que sus rodillas pegaron con la cama. Jimin bombeaba aun mas el. Estaban tan sumidos en el placer que las fuertes feromonas del alfa cesaban en razón al omega que se desvanece en un flotar cada vez que engullido su miembro con fervor.

El omega dobló sus dedos de los pies y los apretó cuando se sentía tan cerca de su orgamo.

—Ah~...

No pudo soportarlo más. Él estaba tan susceptible que era fácil dejarse llevar por las sensaciones placenteras que su esposo le brindaba.

Yoongi quiso alejarse para que Jimin regresara  a su torso,  pero su alfa estaba tan ocupado en tomarlo y saborear su esencia blanquecina.

Extasiado por su imagen que le brindaba su esposo. Yoongi lo alzó de los cabellos y lo miró directo a sus ojos.

—Te necesito, Jimin.

Y aquella era la forma de decirle que se formarán en uno solo.

El alfa se posó de rodillas y se sentó para palmarlas y decir le al omega en movimientos de que fuera y se sentará sobre ellas.

—Quiero que lo has a tu ritmo. No quiero lastimarte.

El omega obediente fue directo a su persona y se montó en las piernas del alfa.

El pecho de Yoongi estaba tan cerca de la boca que no dudó en besarlo, mientras lo acomodaba para penetralo por completo.

Yoongi se escondió en el cuello de sabroso aroma que lo volvía loco. Y se dejó llevar por lo increíble que era su unión estando desnudos.

Lo perfecto que encajaban entre los brazos del uno con el otro.

—Muévete cuando quieras, corazón. Yo solo estoy aquí para brindarte tu comodidad y para que  lo disfrutes.

Yoongi acomodó los cabellos de su alfa y le sonrió con ternura el cuello paso a una boca abierta con sus ojos apretados.

Su cabeza se hizo hacia atrás al sentir por completo el tope de su alfa.

—Mmmh —jadeó el omega.

Jimin, arrastró su lengua por el cuello blanco y mordió hasta dejar marca las clavículas que se asomaban con sensualidad.

Sin negarse Yoongi comenzó a forzar a sus piernas moverse para dar pequeños brincos sobre su marido.

El suspiro de su alfa le inundó sus fosas nasales y se dio cuenta que su aroma a jaminez estaba en él.

Yoongi iniciaba cabalgar cada vez más rápido.
Su espalda se doblaba hacia atrás con cada toque de placer en aquel punto que deseaba ser maltratado.
Jimin sonrió mirando esa boca rosada y maltratada por su lengua y las tetillas de su marido se paseaban sobre su vista de arriba a bajo.

Sin quererlo, el alfa tomó uno de los pezones rosados y manchados de rojo a su alrededor.

Yoongi se pegó más cuando sintió ser atacado directo en sus pezones. Le exitaba el cosquilleo en es todo su cuerpo y la seguridad que se reflejaba con unos vasos fuertes alrededor de su cintura.

Sin embargo, una mano del alfa fue a apretar la otra tetilla y sin espera el respigon de ser jalado con un poco de brusquedad, hizo gemir a Yoongi.

El omega se fue haciendo para atrás y también  a Jimin hacia enfrente.

Pronto el alfa lo acomodó entre la cama y se posó directo entre sus piernas sin dejar de dar estocadas.

Yoongi ocultaba sus ojos con sus brazos, mordía su labio inferior, queriendo no soltar gemidos cada vez que Jimin salía y entraba con fuerza en todo su ser. Tampoco podía captar los sonidos del choque pieles entre ellos. La obscenidad le agradaba.

Admirar el torso trabajado del alfa, lo maravillava de tal forma que sin querer llevó sus manos a los pectorales de Jimin y los tocaba con tanto fervor solo para él.

Jimin de nuevo fue directo a su tetilla. Le fascina verlos hinchados y le agrada el sabor de su piel. Pero se asombró al mirar como la otra le brotaba una gota blanca. Sin creerlo, el alfa siente su boca hacerse agua y la curiosidad de llevar a su paladar es imposible de ignorar.

Jimin abrió bien la piernas del pálido y se adentró de una sola estocada.

—¡Ah! ¡Jimi...

Yoongi dejó de hablar al notar como Jimin lucha para sobre sacar su pezón y el estímulo lo estaba volviendo loco sobre la rapidez que su alfa le daba.

Su mirada fija y directa a su alfa, le empañaron en una fina capa de humedad. Estaba tan cerca...

Pero el esfuerzo le impactó de repente al salir de su seno, un chorro de leche materna y que Jimin lamio sin importar.
Sorprendido y avergonzado, obligó al alfa a besarlo, y que maltratara sus labios. Sin embargo el alfa seguía bebiendo las gotas de leche de sus tetillas.

Jimin sonreía satisfecho sumergido en placer y sudor.

Y en solo cambio de posición. Jimin salió rápidamente para hacer un poco hacia atrás y cerrar las piernas del omega, pero este las ladeo y dejó aún más expuesta la entrada del omega. Las estocadas fueron más ágiles y jimin se apoyaba en sus muslos.

‐Las reparaciones agitadas de ambos los mantenía en la cúspide de placer y fue cuando Yoongi no soprto más y su orgasmo lo chocó.

El esfuerzo entumieron sus músculos y lentamente se fueron destenzando. Sin embargo no había captado que su alfa daba sus últimas estocadas con fuerza y pausadas para correr se sin miedo dentro de él.

Lo blanquecino de su escencia se esparció en pequeñas gotas y daban esa brillantes a sus glúteos rojizos y rosados.
El nudo no quedó de lado y la respiración de Jimin se fue igualando a la de Yoongi.

El omega sintió picotear su espalda en fervor del orgasmo y sonrió orgulloso.

—Quédate dentro —Él omega le mandó—. Me encanta tu nudo

—Claro que te gusta. Y siempre debe gustarte.

Jimin se jactó de las palabras del omega y hablo socarrón.

—Omega me perteneces y eres solo mio hasta el final.

Yoongi lo sintió como una declaración de amor y claro que así era. Pero jamás le cruzó por su cabeza que él no estaba cerca de él  cuando se peleó en aquel centro nocturno.




[....]



ALICIELITO.



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