[Capítulo 1]

Los nervios a flor de piel, marcaban un momento que Yoongi jamás olvidaría en toda su vida; la primera vez que vio al puñado de vida en su vientre después de resguardarse en casa durante cinco meses.  El eco del palpitar de su futuro bebé, lo emocionaban erizando sus vellos por la parte de su nuca. El monitor no se mostraba completamente claro, pero su instinto lo llevaban directo a la felicidad explicada en una simple sonrisa.

-¿Acaso no es hermoso? -  preguntaron, y con  la probabilidad  de lagrimas en los ojos,  Yoongi miraba a su pequeño desde la pantalla del ultrasonido. Los ojos en blanco de su esposa marcaba completamente lo hastiada que esta, teniendo que soportar de las enormes facetas en cambio que su omega ha tenido desde que se enteró que iba ser padre. Estaba segura que el sentimentalismo de su omega era algo que no deseaba volver a lidiar. 

El frío gesto de su esposa lo cohibió por completo, sonrojándose casi al momento cuando ella le quitó su mano de la suya, volteando a otra parte que no fuera él o el monitor.

Yoongi por otra parte, prefirió seguir mirando la pantalla y sentir con dicha su lado maternal. 

La presencia de su esposa era desinteresada, a veces se preocupaba que su futuro hijo tuviera una mínima repercusión, le preocupaba que fuera rechazado por su propio padre alfa y que la parte humana de la mujer también lo rechazara. 

- Señor Park, ¿Quiere saber el sexo del bebé? - sugirió el doctor mirando a ambos padres-- O prefieren mantenerlo sorpresa. 

Olvidando un poco lo desanimada que estaba su alfa, el omega regresó la mirada a ella y una chispa de esperanza llegó a su corazón cuando la alfa a penas le sonrió de lado.

- Como quieras. - aquella fue su respuesta.

Yoongi aleteó su ojos aclarando su mente. Se dejaría llevar por el simple hecho de que su cachorro esta en buen estado.  Y tampoco le importaría que el doctor se sintiera incómodo ante la situación. Sus ojos iluminados les dio la respuesta a ambos. 

- Sí doctor, sí quiero saber. - el doctor sonrió, doblo ligeramente su manga blanquecina y su dedo fue directo al monito señalando la forma del feto encordado.

-En ese caso su cachorro es... es una linda niña   —Se vio interrumpido al tiempo que la música de llamada embargó todo el consultorio, el beta no aguantaba aquel comportamiento insano para un omega preñado; un suspiro fue soltado sin detenimiento de observar el monitor.

En una fugas mirada Yoongi pudo darse cuenta del entrecejo fruncido en desagrado de la alfa, y aunque los cabellos negros opacaban su cara, su omega pudo darse cuenta que no era la respuesta que ella esperaba.

--Tengo que contestar, Yoongi -- su alfa parecía seria e incluso insatisfecha, aún así,  sacó con prisa el celular --. Nos vemos a fuera en el pasillo. 

Él asintió sin tener la opción de quejarse o rogarle por un poco de atención. Era mas que obvio que su lazo no transmitía lo mismo, pues mientras él estaba mas que satisfecho por el resultado,  el de su esposa se convirtió en rechazo total. Ella salió de inmediato, agitando sus tacones por la ceramica blanca y no volteo una vez mas a nadie. 

Yoongi frunció su entrecejo y soltó un pequeño puchero, sin dejar de observar como la puerta se iba cerrando de poco a poco, añorando la figura recatada y oscura de las prendas de ella.  Su pecho dolió y mordió su labio con la esperanza de no derramar ahora lagrimas de tristeza y decepción.

La indiferencia le quemaba, pero una sonrisa es perfecta para hacerse la idea de que un lo amaba, y que todo sus sueños no estaban por terminar. Apretó su puño y sus dedos se acojinaron por lo sobrante del suéter de lana que traía puesto. 

—Una linda niña que estoy seguro se parecerá por completo a usted.  

Las palabras del doctor lo hicieron voltear de inmediato,  ofuscado y casi sin entender; miró el monitor y conectando bien todas las palabras dichas. La sonrisa mas grande brotó de sus labios. Las palabras de consuelo ajeno no cambiaba el hecho de su esposa lo rechazara y le hiciera caer en cuenta de su destino.

-Gracias doctor. - habló entre cortado.

El doctor acercó una servilleta a su vientre limpiando el gel y al terminar de limpiar, Yoongi bajó su camiseta junto con su suéter.

- Señor Park, debe saber que todo su embarazo está en muy buenas condiciones, pero también debo recalcar que se acercan los meses más complicados y por ello, es importante el que se esté renovando la marca de su alfa. —El doctor se alejó con todo y la silla rodante hasta el bote de basura cercano al escritorio.

Yoongi apretó la camilla de los bordes, obviado su incomodidad. Miró el techo lleno de cigüeñas cargando un bebé en un morral. Y aunque la habitación fuera animada a su alrededor, sus autoestima bajo lo suficiente para mantenerse tristemente sereno.

-¿Es muy necesario? - le preguntó desviando su vista al poster donde se apreciaba los cambios anatomicos de un cuerpo estando en cinta.
El doctor apretó los labios de su boca mientras pensaba que decirle al omega.

- Con toda honestidad... —se quedó un momento callado—, temo que así es señor Park —dijo—. Usted tiene su marca, pero no está renovada,  tal vez no puede tener tantas molestias como lo es un Omega sin marca y embarazado, pero sí va a tener ciertos problemas, como lo puede ser la temperatura, contracciones más fuertes o simplemente le puede dar tristeza y cansancio. - le indicó.

Yoongi mordía su pulgar; la preocupación llegó de repente recordando las múltiples cosas que durante su corto matrimonio.

- Debería pedirle aquello a su alfa. - el doctor firmó la receta y metiéndola al folder amarillo junto al papel ecográfico.

De un pequeño salto, el omega  bajó de la pequeña camilla y se acercó a recoger el folder.

- ¿Cuándo regresaré a verlo? - preguntó.

-Los espero en un mes y medio, pero si presenta alguna complicación, venga de inmediato. —El doctor le sonrió mostrando toda la hilera dental.

"Complicación"

Aquélla palabra retumbó por toda su cabeza, él no quería complicaciones. Su bebé nacería fuerte asi su vida dependa de un hilo.

-Esto seria todo por hoy, señor Park. - lo cortó de sus pensamientos.

Yoongi le estiró la mano y el doctor la estrecho débil, demostrando su lastima al omega enfrente suyo.

-Gracias doctor, no vemos.

Fue directo a la puerta y salió del consultorio con los documentos de su ultrasonido.

Miró por los dos lados del pasillo blanco, esperando que su alfa estuviera ahí, pero no hallaba rastro de ella. Las parejas sentadas esperando lo miraron un curioso, buscando también de lado a lado, esperando ayudar al omega confundido. Pero no se esperaban que Yoongi, hundiera en feromonas amargas su cambio brusco de humor. Las parejas incómodas al percibir el aroma agrio, prefirieron no ver al omega. Fingir indiferencia ante un rostro triste con lágrimas siempre ganaba. Es mejor alejarse, todas la personas cargamos con problemas y él no es la excepción. 

-Siguiente pareja. - mandó una enfermera recepcionista.

Yoongi no sabía si esperar o ir a buscar de nuevo a otros pasillos dentro del hospital. Con lentos pasos caminó hasta la salida con un rastro de esperanza de  que su esposa estuviera a fuera esperando en el auto, pero lo único que lo recibió fue el frío viento golpeando su cara, sintió la piel erizarse cuando se coló por los pequeños hoyos de su suéter tejido de lana.

-Debí traer un suéter más grueso. - se dijo.

La ventisca fresca de la noche y las nubes oscuras pronosticaban una posible lluvia. Pero aun así, caminó  hasta el lugar  donde se toma el autobús, las tenues luces que alumbraban los anuncios lo hacían sentirse protegido y uno que otra persona que estaba igual se mantenía en espera.

Entrecerró sus pequeños ojos cuando notó que a lo lejos venía su autobús. El rechinido de los neumáticos frenando lo hicieron caminar sin chistear el querer apresurarse para subir y conseguir un asiento, pero mientras espera a que la persona de enfrente colocará la tarjeta y poder cobrar, él metió su mano por sus bolsillos traseros.

Pegó su mano a su frente cayendo en su despistada memoria, que había olvidado su bolso y por lo tanto  su cartera así como, su   pase de autobús se quedó en el auto de su esposa.

—¿Va a pasar? — le preguntaron desde atrás. Que golpeteban su pie apresurando más omega.

Saliendo de su trance, volteó a ver quién se dirigía a él y pudo notar que ya  mas personas lo miraban con desesperación ante la espera. 

Regresó su mirada al conductor y con cierto sonrojo decidió explicar su problema.

- Señor es que no traigo mi cartera y olvidé mi teléfono, ¿podría perdonarme el pasaje?

El conductor lo miró con una sonrisilla para después fruncir el seño y negar con la cabeza.

-¿Me crees estúpido?—preguntó con ironía— Siempre me ponen el mismo pretexto para ahorrarse unas cuantas monedas, así que mi respuesta es, no. - regresó la mirada hacia enfrente, digna y dándole una completa inflexibilidad.

Yoongi mordió su labio en signo de preocupación y algo frustración, y cuando ya se iban a pasar las personas de atrás, este se apresuró a tomar el hombro del conductor, saltando la barra de acrílico qué lo separaba del monitor para pagar el saje, chófer se removió incomodo llamando de nuevo su atención, y de nievo algunos bufaron cansados.

-Pero no miento, es verdad señor. Mire señor le puedo dejar mi sortija- dijo quitando su anillo de su dedo anular -. Es autentico, pero solo déjeme abordar, necesito llegar a casa.

Los pasajeros miraron sorprendidos la joya, brillante del un diamante tan grande y pesado, algo que mostraba su estus social.
Pero... ¿Qué hacía un omega riquillo en un autobús?

-Jovencito, aunque me ofrezcas esa joya , y  que lo mas probable es sea de fantasía,  a mi no beneficiaria en nada, ¿quedó claro? - Yoongi apretó la sortija en su puño resignado ante el desprecio - Así que ahora bájate, que solo esta retrasando el tiempo y el camino de los demás.

-Pero...- Yoongi iba a demostrar que era real su joya de oro y un diamante, pero la falta de paciencia no lo dejaron. 

-¡Solo bájate omega, queremos ir a casa! - reclamaron desde adentro.

-¡Deja de estorbar! - siguieron diciendo.

De pronto todo el lugar se llenó de reclamos. Yoongi  guardó su anillo en su bolsillo trasero; sintiéndose acorralado por los reglamos, miró a todos lados y su garganta se le hizo un nudo. Cayendo en cuenta de que estaba completamente solo.

-¡Ya oíste, bájate! - mandó el chico de atrás.

Pasó por pequeños empujones hasta llegar de nuevo a la banqueta, y con rapidez las personas pasaron a sentarse desahogando el acumulo de gente en la entrada. Solo con tristeza observó como las puertas se cerraron enfrente de su cara hasta que el autobús avanzó siguiendo su ruta.

-¿Y ahora que vamos hacer? - dijo llevando una mano hasta su vientre.

La noche se otorgó en darle un desagradable momento. Las nubes cargadas de agua lo mantenían empapado y se sintió mal por no hacer caso a las noticias por la mañana. Su conciencia lo regañaba por confiar de nuevo en su alfa esperando demasiado con algo que era su responsabilidad. Ahora estaba pensando en que caería enfermo durante días. 

—Todo esta bien mientras no tengamos temperatura. — habló  y aunque muchos dijeran que estaba solo como un loco hablando. Yoongi encontró compañía en su vientre.  

Las banquetas se encontraban resbalosas y los zapatos equivocados, se convierten en un peligro más para su cuerpo.

Las lluvias en verano eran constantes y su cabeza jamás se esforzó en precaver si algún día esto le pasara, pero de verdad quería apresurarse para tumbarse en su cama con mantas calientes, protegiéndose de toda la desdicha en su corazón .

El picor y lo pesado de su suéter le forzaron a detenerse solo un rato a la orilla de la banqueta, solo esperando a volverse acomodar, escurrir su ropa y descansar.

O eso es lo que deseaba, ya que si no hubiera sido por que un carro que pasó a toda velocidad, lo empapara a causa de un enorme charco debajo de la banqueta y a la orilla de esta.

El auto se detuvo precipitadamente a unos cuantos metros. Yoongi que seguía con sus ojos cerrados y limpiándose con sus mangas su cara, no se percató que un hombre se apresuraba ya con un paraguas.

—¡Por la luna! —el hombre se expresó cada vez estando más cerca—¡Soy un idiota, le debo una disculpa!

Yoongi abrió sus ojos al sentir la presencia de la persona de enfrente y pronto frunció su ceño. Admirando la reverencia de noventa grados a modo de disculpa.

—¡Maneja como un animal! —Pero al omega no le importó.

—De verdad lo lamento. Pero es que miraba el GPS y por esta tormenta no me fije a mis alrededores.—Se acercó el hombre.

—¡No me toque! —lo que parecía un alfa lo intentó acercar a él para cubrirlo con su paraguas. 

—Déjeme ayudarlo. Lo puedo llevar a su hogar. —Yoongi se alejó ante su toque

Yoongi negó de inmediato.

—No, prefiero seguir caminando.

No aceptaría irse con un desconocido.

—No soy alguien malo. Pero desde hace un buen rato estoy perdido y pues que mejor que alguien me ayude y usted ya no se moje.

—He dicho que no. —Habló decidido.

Yoongi cubrió su vientre en protección y dio un paso hacia atrás.

—Acepte, por favor. Me sentirá muy culpable por dejarlo en estas condiciones. Le prometo que no le pasará nada.

El omega hizo una línea con sus labios y se puso a pensar que todo era un peligro, tanto como la calle resbalosa, como la presencia de un alfa desconocido.

—Soy Park Jimin —se presentó—. Créame soy un poco famoso, eso lo puede mantener en confianza. Cualquier cosa yo sería fácil de encontrar. —lo quería convencer.

—Ya váyase. Estaré bien, no debe preocuparse o solo preocúpese por su forma de manejar.

Yoongi se dio media vuelta y se fue caminando, no miró atrás y su curso a pasó rápido fue su enfoque.

Claro que no esperó que la luz se fuera en ese instante y las lámparas de los postes lo dejaran en penumbras por algunas luces de los autos.

Se abrazó asimismo y se espantó al sentir la presencia de una mano tocar su hombro.

—¡Ah!

El omega se volteó de nuevo y el tal Park se hizo a un lado.

—Temo que tengo que insistir. No lo dejaré ir solo. Si no quiere subir a mi auto lo entiendo, pero déjeme hacerle compañía hasta un lugar que lo resguarde de la lluvia. No es bueno que un omega esté en estas condiciones y solo.

Yoongi tomó el mango del paraguas que le ofreció Jimin.

—Deje de espantarme —lo miró mal—. Y gracias.

Park le sonrió y se fue acercando cada vez mas para cubrirse también. Aunque década servía ya que ambos estaban empapados.

Los vientos eran un soplo fuerte que movían los cables de luz, la lluvia pasó a ser torrencial y los paraguas se movían al ser forzados con el viento.

Y fue el paraguas de Yoongi que se volteó al revés quedando hacia arriba. Ambos lucharon para recomponerlo y le cubriera pero esto fue inútil, al sentir la brisa cada vez mas fuerte. 

—¡Ay no! —se quejó el omega. 

Jimin tomó su muñeca y lo jaló en un pequeño esfuerzo para regresar a su auto.

—Suba.

Park le abrió la puerta y Yoongi dudó por un momento subir.

—Confíe en mí. —lo miró con ojos cálidos, una mirada difícil de encontrar en su mundo amargo.

El omega siguió con la mirada a Park alejarse de él para rodear el auto y subir después al asiento del piloto. Él se acomodó entre el resguardo de la camioneta y el aroma del dueño. Mordió su uña, rogando de que no hubiera tomado una mala decisión. 

Y claro que no la tomó.

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🩵

Esta será una historia corta, por que esta concentrado en solo los momentos soft del embarazo. jajajajajaj que no cunda el pánico .

Sus comentarios siempre me dan alegría y hacen que regrese. POR ESO LXS AMO MUCHO!!!

Perdón.
ALICIELITO.

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