—Sabes que lo que estás apunto de hacer es un reto suicida, ¿No?—me cuestiona sin enfocarme el tuerto terminando de colocarme las vendas en mis pechos.

—Claro que si, no solo Rick es el que sabe dar un espectáculo en motocicleta.

—Espero que con esa seguridad con la que hablas, sea con  la que manejes

—Ya lo verás.

Salgo de su caza rodante después de vestirme con la ropa de carreras de Rick. Entro en el casco con dientes de dinosaurio. Inhaló esperando agarrar algo del aire que relaje mis nervios y parezco conseguirlo.

Me acerco a la línea de meta, ahí donde mil veces Rick estuvo y el solo hecho de alinearme con los demás competidores; mi persona se adentra a una zona diferente, puedo sentir la adrenalina, decisión salir de los cuerpos de los demás concursantes, unas auras demandantes muy asotantes y envolventes.

Todos vienen aquí a ganar, ni más ni menos

Monto la moto y solo entonces es cuando me percató de que los abucheos y demás sonidos de detienen, miro a mi espalda. Denis aproximando su presencia a el montón de motos detrás de la línea de meta y inicio.

¿Porqué la gente lo abuchea?

Cuando porfin comprendo la mala actitud ante Denis, comprendo el desagrado de los expectadores. Está por montar una de las motos del seriff odiado de estos rumbos. Ese que nos amenazó con una pistola y lo deje en vergüenza enfrente de todos.

Creí que habían betado a ese vaquero de competir...

Se posiciona a mi costado. No me mira, no hay emoción abarcar sus retinas. Están inexpresivos, congelados en un recuerdo que lo hace mantenerse sereno y eso lo hace creer que tiene todo bajo control.

Conozco esa forma de sentir a la que recurres cuando, ha sucedido un inconveniente y te fuerzas a ser calculador y despiadado.

—¿Qué pensaría tu hermano si te ve siguiendo sus pasos?,—le cuestionó, para hacerlo reflexionar y regresar en sí.

También esperando que el modificador de voz en mi garganta, mueva mi tono de voz a él ronco sonido que es el de Rick.

—No tengo porque responder cosas de las que no quiero hablar. Cabe decir que, no eres nadie para cuestionarme, ¿O si?, Traidor.

Parece ser que el artefacto que me dió la abuela hace algunos compleaños funciona...

~

—¿Cuándo será el día que le regales cosas normales a tu nieta, suegra?

—Le estoy obsequiando objetos, que sé con exactitud le servirán en el futuro.

Miro la cosa rara que brilla dentro de su caja.

—¿Qué se supone que es, abulu?

—Es un codificador de voz, ¿Recuerdas esa película que vimos hace un tiempo, la de misión imposible?

—Ya recordé abulu, te dije que el muchacho uso un artefacto para cambiar su voz a la que el quisiera.

—Asi es, y como tú familia no es como la de los demás, creí que regalarte algo que aparte de que te impresionó mucho, podría servirte para algo importante. Te agradaría, cabe decir que mi nieta,—mi abuela Luna enfocó con cara de pocos amigos a mi madre, para regresar l visra en mi yo de 14 años.—Es única y tiene gustos peculiares.

—Muchas gracias, también me podría servir para algún trabajo de la escuela, o una obra de teatro, o para hacer bromas.

Mi abuela sonrió con diversión y dulzura al ver que me gustó mi regalo.

—Recuerda que también puede servirte para alguna emergencia, como en una misión imposible.—Me guiñó el ojo y me rei con complicidad para que entendieras que lo tenía claro.

—Muchas gracias, abulu.

—No es nada, haría cualquier cosa por mi familia. Recuerda que cuando cumplas 16, te contaré mi historia, y si tú así lo quieres, recibirás el tatuaje que pasó a ser nuestro escudó familiar.

—Lo tengo muy presentez,abuela Luna.

~

¿Quién hubiera pensado que los regalos extraños de la abuela Luna me servirían en algún momento de mi vida como ella predijo?

—¿Disculpa...

—No es fícil olvidar como alguien le arrebato la vida a tu única familia.

—¿Qué haces aquí?, Marcus nunca permitiría que corrieras.

—Tengo mis razones, me sorprende que sigas de pie después de esa bala que fue directo a tu espalda.

—Soy más resistente de lo que crees, enano.

—Ya lo veremos.

El conductor golpea con sus dedos el micrófono, aclara la garganta. Y su monólogo que aviva a la gente comienza.

—Y para para el final, dejemos una sorpresa entre los participantes. Estoy seguro que todos recuerdan a Meliodas, nuestro dragón de la irá. Pues hoy entre los concursantes tenemos a ni más ni menos, que a su hermano menor. Gotwer, la cabra de la lujuria.

Todos estallan, envolviendonos en un manto sónico de ovaciones.

Marcus debía ser muy famoso en este mundo para que respondan de esa forma ante su hermano...

—Te veré en la línea de meta, o no.