Los pasillos de cerámica blanca me parecen infinitos. Como pudieras perder a alguien de vista por lo lejos que se aleja a través de un túnel, un túnel que huele a desinfectante y preocupaciones.

No soy el tipo de personas que disfruta de la estancia en un hospital, pero tampoco me desagrada. Solo no he tenido que pasar por alguna situación que me haga odiar o sentirme incomodo en una clínica. Pero no es tarde para que sea mi primera vez y, comenzar a aborrecer el aire pesado lleno de emociones negativas que se respira.

El silencio es sepulcral. Nunca me preocupe de los silencios en mi vida, me la he pasado la mayor parte de esta en soledad. Pero este hace querer que lo llenes de alguna manera, la que sea.

Y parece que mis súplicas son escuchadas, ya que el insistente repiqueteo del pie de mi novia contra el suelo resuena ahora. Demostrando su impaciencia. Esta de brazos cursados recargada en el frío asiento de metal, yo a su lado.

Pero de alguna manera me arrepiento de que trate de llenar el silencio asfixiante. Ya que solo logra ponerme aun mas impaciente.

-Calmante,-la miro por lo rabillo del ojo,-solo consigues inpacientarte mas, y a mi también.

-No puedo estar tranquila, llevamos aquí dos malditas horas y no nos dicen nada,-toma el borde de su asiento entre sus palmas, apretando tan fuerte que su mano esta mas pálida de lo normal.

Las tomo y coloco en mi regazo para acariciarlas, progresivamente depósito un beso.

-No te lastimes a ti misma,-aun no sabía como consolar a la gente, pero ella sacaba partes de mi que ni yo mismo entendía como me hacia mejor para poder darle conforte,-se que te sientes muy impotente porque no te dan respuestas y mucho menos algo para que seas de ayuda, pero no eres una súper heroína, eres una chica que esta aquí a la espera de noticias,-creo que no soy bueno en esto,-el que espera desespera, así que relajate, todo estará bien.

-Eres malísimo consolando gente,-ríe entrecortada mente, es una carcajada amarga pero con algo de gracia entre las sílabas,-gracias por estar aquí conmigo, pero deberías ir a casa.

-¿A hacer que?, no tengo nada interesante que hacer en casa, papá y mi hermana se encargan de todo para que mi madre esta bien, solo me aburro,-me encojo de hombros restándole importancia,-me necesitan mas aquí, quiero estar aquí.

-Gracias,-se abalanza con sus brazos apresando no cuello.

-No hay por que.

El carraspeo de una garganta nos hace alzar la vista y separarnos. Es una mujer que pasa mas haya de la segunda edad, con notables cañas escapándose con cabellos de una cebolla alta que porta. Ojos cafe cansados adornados por bolsas negras de insomnio en sus pómulos.

-Señorita Monriokova, su padre esta estable, se quedara en observación para ver su proceso, la bala perforó su pulmón derecho, así que ya ha fe imaginarse que hay que tener mucho cuidado con él,-su voz es robótica y desinteresada,-por favor pase con la recepcionista para el papeleo.

-¿Puedo ver...

-Lo lamento pero debe repasar y esta en área restringida ya que su estado es muy delicado,-se da media vuelta con un pisapapeles en mano, se dirige a la recepcionista y le entrega esa tablero con yo quiero creer la información de su padre.

-Eso fue muy grosero de su parte,-comentó creyendo que esta lo suficientemente lejos para que no me escuche.

Pero parece tener oído de tísico.

-Solo fui directa, cuando la salud del padre de la señorita mejore, podrá verlo,-su mirada es fría y calculadora,-con permiso.

Claytin parece perdida, se levanta y se tambalea como un zombie.

La acompañó temiendo que se desmayé por todo lo que en su mente a de estar torturándola.

Lleno por ella los papeles que me tiende la recepcionista y ella me dice que poner. Hasta que me topo con la cantidad de los gastos medios.

-¿Aun siguen pasando por un mal momento en la editorial tu padre?-cuestionó aun perdido en los ceros del papel.

-Se acaban de recuperar, ¿porque?

-Dudo mucho que hayan tenido cubierto algún incidente como este,-señalo la cantidad y solo logro que ella llore cuando cierra sus precisos ojos.

-Tendré que volver,-dice entre susurros tapando su rostro.

-¿Volver...-no término de  preguntar, ya que entiendo que querrá regresar a el club en el que trabajaba,-no, no regresaras, yo te ayudare con esto.

-¿Como?, tus padres no tienen tanto...-ella también parece darse cuenta,-no, Rick, prometiste a Marcus que solo sería en ocasiones muy necesarias.

-Esta lo es,-tomo su cara entre mis manos y beso su frente,-es una razón para volver a correr. Mientras yo puede hacer que tu felicidad y bienestar estén bien, are cualquier cosa, ¿aun no has entendido que eres lo mas importante para mi?