—¿Estas seguro de esto?—, pregunta por encima vez con sus uñas entre sus dientes.

—Más que seguro, —me colocó el casco con esos dientes blancos en el cristal.

—Prométeme que regresaras sano y salvo. —Sus manos se aferran a el cuello de mi chamarra de cuero.

—No lo prometo, lo hare terroncito, —acaricio su mejilla con mis nudillos, bajo mi mirada y recorro su cuerpo admirando cómo está vestida hoy, se ve muy bien.

Trae un top que deja expuesto su abdomen plano, un short corto pero no lo suficiente para que logre verse vulgar, un labial rojo sangre que me incita a querer besarle.

—Corredores acerquense a la línea de partida. —La característica y familiar voz de Esteban llega a mis oídos.

—Acabaré rápido con esto, ¿Está bien?—. Pego mi frente con la suya sin despegar mi mirada de esos hermosos ojos aguamarina.

Comienzo a caminar al igual que guío la motocicleta, pero antes de avanzar un poco, ella me detiene.

—Tu beso de la buena suerte, —se acerca, nuevamente junta nuestras frentes. —Regresa bien a mi lado, regresa de nuevo y sigamos con esto, regresa a salvo para hacer que me enamore aun mas de ti, regresa y sigue amándome, por favor.

—Claytin...

Cuando creí que sellaria sus palabras que lograron inundarme de paz con un beso en los labios, se desvío a mi frente.

—Te quiero, Richard.

—Yo también, Claytin.

Comienzo a caminar con un nuevo sentimientos creciendo en mi pecho.

Mamá, Claytin, papá, Marcus ganaré por ustedes

Monto mi moto, miro a Frist a mi derecha acercarse.

—Ten cuidado, en mi ausencia al parecer Dexter dejo de jugar limpio, ahora alguien mas lo mangonea a su antojo, su mentor es Jeff. —Ese nombre hace que voltee a ver al lado del presentandor.

Jeff hace un reverencia con su sombrero de banquero.

—Es mi pista, esto ya lo gane. —Prendo el motor y aceleró.

—No bajes la guardia, Rick. —Lo oigo preocupado, más que un consejero el me guió a mi y a Marcus, nos enseñó todo lo que sabemos si no fuera por él, no sabría si quiera si hubiera conseguido el dinero para pagar las deudas de hace años. —Fue lo primero que te enseñe, hasta que cruces la meta podrás relajarte.

Asiento, trago por mi garganta. Sintiendo un poco de presión en mis hombros.

—Entre los concursantes tenemos hoy a la nueva celebridad, Dexter, —el alrededor comienza a llenarse de silbidos y ovaciones. —Hoy les tengo una sorpresa, alguien que dejo marca en las carreras regreso, y por lo que veo decidido a recuperar su título de el vencedor definitivo... ¡DinoFree!

Si lo que hicieron con Dexter fue ruido, cuando me nombraron fue un bullicio.

Dexter me miró, sorprendido.

Una rubia apareció enfrente de todos los concursantes, con un pañuelo, lo agitó en el aire.

—En sus marcas, —los motores rigieron—. ¿Listos?... Fuera.

Antes del que el pañuelo tocara el suelo, aceleré, justo en el momento que cruce la meta este toco el sueño.

Mire detrás de mí la pantalla de repetición, sucedió como planifique. Siempre hice lo mismo en el pasado. Todo eran cálculos para mi en una carrera, el tiempo y mi velocidad.

Los demás al creer que estaba descalificado y esperaron a otra ves empezar la carrera se retrasarán al ver que no había salido antes de tiempo, ya que si lo haces. Estas descalificado.

Esto lo tengo ganado