🏍️14🏍️
Estaba de muy buen humor, y todo se lo debía a ella. Es fascinante la forma en la que una persona puede afectar en tu estado de ánimo. Es como una canción, ella era como música en constante cambio. Es una eterna melodía que sube y baja en sus tonos, sus notas son tan variadas que te hace sentir de todo.
Los latidos de tu corazón son mi ritmo ideal, y tú voz la letra que cautiva
—¿Vas a ordenar o no muchacho?, retrasas la fila,—la mujer de la cafetería me hace reaccionar.
Parpadeo regresando al presente.
—Lo lamento, materias y eso,—miento sobre mi distracción a lo cual la señora que me atiende solo frunce su ceño, dándome a entender que no le interesa,—dos pizzas, una Fanta de fresa y...—Miro en la vidriera de los postres buscando algo que llame mi atención, y de pronto un bizcocho me recuerda a ella, solo quedan dos,—las trufas de chocolate, por favor.—Mis padres siempre me inculcaron lo de las palabras mágicas, "por favor" y "gracias".
Me entrega mi comida en una bandeja, pago y agradezco.
La busco por toda la cafetería, y no la encuentro por ningún lado. Una piel oscura hace que comience a moverme en su dirección.
Me aclaro la garganta esperando que voltee para mirarme.
—Luz, ¿sabés dónde está?
Ella se voltea al oír su nombre.
—¿Quién?
—Claytin,—su mirada cambia cuando digo su nombre.
Sus párpados se abren a toda su capacidad.
—Ehm... No lo se,—duda un momento en darme su respuesta.
—¿Segura?,—No le quito la mirada a lo que ella se pone mas nerviosa, comienza a enfocar todo en la cafetería menos mis ojos.
—Sipi,—esconde sus labios y me parece ver una gota de sudor bajar por un lado de su cara.
—¿Te han dicho que eres muy mala mintiendo?,—sonrió con diversión por su intento de engañarme.
—Si, mucho más de lo crees,—comienza a atarse su cabello en una cola alta para después decirme,—no puedo decirte dónde está.
—¿Está trabajando?,—mu pregunta le sorprende de tal manera que deja de recogerse el cabello,—tomare eso como un si.
—No está trabajando con alguien, esta tratando de calmar a su jefe,—me observa con el ceño fruncido,—solo eso diré, por cierto ella no le gusta el chocolate, a sí y un consejito extra. Deja que ella te cuente todo antes de sacar conclusiones, y por ultimo una amenaza. Si le rompes el corazón te afixiare con mi barriga.
Muerdo mi lengua tan fuerte que siento un poco de el sabor a hierro de mi sangre, evitando reírme por su manera tan peculiar de advertirme que no lastime a su amiga.
Su rostro proyecta esa seriedad que te pone nervioso pero, la amenaza ensí, es ridícula y ella sola se esta haciendo burla.
No sé si reir o llorar
—Gracias por todo.—Me dirijo a le meza dónde sé que se encuentra Marco.
Me tiró en al asiento vacío a su lado, ciertamente no es difícil conseguir lugar junto mi mejor amigo. Los dos no somos para nada los populares. Esa mesa creo que no existe en esta universidad.
—Pensé que estarías con ella,—me codea en las costillas para poder sacarme una sonrisa.
—Si yo también creí eso,—tomo la trufa de cacao dulce y la dejo en su bandeja,—tengo muchas dudas sobre ella.
—Amigo sabes que esto vendría con ella. Inseguridad, desconfianza, miedo, pero yo también creo que Claytin lo vale,—sonríe logrando que tome su atención,—si quieres que ella confíe en ti, tienes que darle tiempo, dudo mucho que solo sea como es porque si.—De un mordisco se come el chocolate que le regale,—solo dale tiempo al tiempo para hacer su trabajo.—Hablo con la boca llena, sacándome una risa por su rostro hinchado al comer.
—Es la primera ves que escucho tantos "tiempos" en un consejo.—Suelto una corta carcajada y eso logra que aliviane mis dudas.
Es cierto, ella me lo dijo, que nada de otras personas mientras tenga el plazo para conquistarla. Mejor no hacer ideas, y absurdas conclusiones o historias de que estaría haciendo. Si quiero conquistarla tengo que creer en ella y, no dejar que mi cabeza se deje guiar por todo lo que ella hace. No porqué trabaje en ese club significa que no tenga valor su palabra, además ella se vende por una razón. Solo tengo que esperar a que ella me diga el porque de ello.
Tengo que darle tiempo, al tiempo ¿no?
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