Rumor #12: El plan maestro I
Ha pasado casi una semana desde lo que ocurrió en la feria. Ya no hay rastro de Park y, para suerte de muchos, su grupito de segundo año ha sido disuelto por completo.
Es gracioso ver como los que fueron "populares" deambulan por la escuela sin tener la misma atención de antes. Ahora, Kyungsoo es quien tiene fans, todos son como él: tímidos y calladitos.
Se cubren las espaldas desde ahora por si sucede otro caso parecido.
Nada que ver con las fans de Junmyeon y Sehun.
Todos han vuelto a su rutina, y una semana de proyectos y trabajos han hecho que el grupo se vea poco. Hasta los clubes han sido abandonados temporalmente por esta razón.
Junmyeon sigue pensando en la confesión de Sehun, pero tampoco es algo que le haga imposible seguir viviendo. Espera que toda esta semana de haber estado ocupado haga que se aligere esa tensión entre los dos.
Bueno, sobre todo de su parte hacia a él. Aún tiene mucho que pensar.
En fin, ya es fin de semana y toca descansar.
Ahora, solo hay dos cosas importantes: Librarse de esa maldita página de rumores y, hacer que Soo recupere su habitación.
Cosa que están haciendo después de que los dos de tercer año le insistieran, pues, Kyungsoo dejó pasar un montón de días cuando fácilmente pudo haberse instalado el día siguiente de la feria.
¿El motivo? Ni idea.
Desde muy temprano, están aprovechando el sábado para mover las pocas cosas que tiene en el cuarto de los mayores. Por suerte, la habitación está solo a unos metros.
—Vaya... —Kyungsoo mira expectante su antigua habitación—. Es extraño, nunca se sintió como mía...
Junmyeon y Minseok llegan con unas cajas, con ropa, y materiales escolares del de segundo año. Este chico tiene un montón de cosas, está regresando a su habitación con el doble.
—Mira el lado bueno —Jun coloca una caja en la que era la cama de Chanyeol—, tienes una habitación para ti solo.
El mayor de todos asiente a lo que dice su mejor amigo, ¿quién no quisiera un cuarto individual?
No se queja de dormir con Junmyeon, pero es que a veces sí quisiera un poco de privacidad, y más ahora que está de novio con Jongdae.
—Tienen razón, es algo bueno —les dedica una sonrisa en forma de corazón haciendo que estos dos sonrían de vuelta—. Gracias por todo, chicos.
El menor hace una reverencia de noventa grados que dura bastante, incomodando a los Kim.
—Basta, Kyungsoo —Junmyeon obliga a que se enderece de nuevo—. No ha sido ninguna molestia tenerte con nosotros —niega con el rostro y le ofrece unas palmaditas reconfortantes en su hombro— ¿Acaso no lo hemos pasado bien conversando y riendo en las noches? Si una vez te sientes solo, no dudes en venir a nuestra habitación.
Minseok cruza sus brazos y asienten ante lo que dice Jun.
—¿Necesitas ayuda para colocar las cosas, Soo? —el mayor se percata de eso y no duda en acercarse a una de las cajas.
—Muchas gracias, pero lo haré yo. Ya hicieron bastante por mí.
Ofrece otra reverencia menos duradera en agradecimiento y despedida.
Los de tercero se miran comprendiendo que no pueden hacer cambiar de opinión a éste, así que se despiden también y se marchan a su cuarto.
—Lo extrañaré —Min estira sus brazos mientras entra a la habitación.
—Lo veremos cada día, solo se cambió de habitación —su compañero ríe y cierra la puerta— ¿Qué planes para hoy, Minnie?
Junmyeon se sienta en su cama, esperando la respuesta de su amigo. Si tiene suerte, quizá no ha hecho planes con Jongdae y pueden aprovechar para hacer algo juntos.
—Uhm... —Min se lanza a su cama, colocando sus manos tras la cabeza. Ahora que lo piensa, hoy tiene el día completamente libre. Jongdae tiene una especie de capacitación con el comité, y además de que debe cumplir una sanción por haber estado desapareciendo todo el rato ese día de la feria. Jonghyun no perdonaba nada—, no tengo nada planeado, ¿vamos a la ciudad? —alza su rostro en dirección al otro— Esa vez no pudiste ir... ¡Quiero comprar algunas cosas!
—Me parece bien —Junmyeon asiente por la idea—. En serio, necesito un cambio de aires. Ya he pasado por mucho estos últimos meses.
Minseok sonríe apenado. Tiene razón, entre lo del reinado y la paliza que Chanyeol les metió el otro día, estar aquí debe tener a su amigo estresado.
—Pues, ¿a qué esperas? —este salta de su cama para comenzar a desvestirse—. Alistémonos ya, así podremos aprovechar en tener más horas para caminar. Le mandaré un mensaje a Soo.
Fue una breve separación.
Jun, animado, comienza a colocarse su ropa de calle —muy abandonada, por cierto—. Hace tiempo que no se pone bonito.
Bueno... más bonito.
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—¡Sehun! —Jongin toca la puerta del a habitación del menor repetidas veces— ¡Abre!
Ante la insistencia, Tao abre la puerta enojado, viendo el porqué de tanto escándalo.
—Ah, el amigo ruidoso de Sehun —rueda los ojos y cruza los brazos, mirando al moreno de pies a cabeza—. ¿Qué ocurre? ¿Tienes cita para verlo?
El moreno se sorprende por eso.
—¿Uh? ¿Tan famoso se hizo? —asoma su cabeza, buscando al menor con la mirada— ¿Está aquí?
Tao asiente, y lo deja pasar para regresar a su escritorio. El menor, quien aún sigue en su cama, aprovechando el sábado, se levanta de a pocos por el barullo.
—¿Jongin? —pasa sus manos por el rostro, queriendo haber dormido un poco más— ¿Qué ocurre?
El diseñador espera la respuesta a tanta insistencia de Jongin para buscar al dormilón.
—Sehun, ¿vamos a desayunar?
¿Tanto para eso?
Tao suspira. No sabe cómo, pero Sehun está rodeado de gente muy extraña.
Aunque hicieron bien sacando a Park Bullyeol del lugar, sin duda.
—Espera, que debo vestirme... y.... bueno, espera a que reviva —este sale de su cama, con sus ojos apenas abiertos en su totalidad y rascándose la cabeza—. Rayos, no debí acostarme tan tarde...
Jongin da unos pasos más, adentrándose a la habitación, y se sienta en la cama de su amigo. Extrañado por lo que dice su compañero, arquea una ceja y no duda en preguntarle.
—¿Qué estuviste haciendo? —es extraño escuchar que su amigo se acueste tarde. Es como un niño, siempre duerme temprano— Me voy a enojar si comenzaste una investigación sin mí.
En un intento de vestirse, Sehun niega con su rostro, estando de espaldas a su amigo. Suelta otro bostezo antes de responderle.
—No, Jongin —niega, terminando de ponerse sus pantalones—. Me apunté al club de repostería —la cara del moreno solo muestra un gran "qué"—, pero me dijeron que debía aprender lo básico ya que pasaron casi dos meses de que iniciaron, así que me pasé la noche mirando vídeos en YouTube de Repostería para principiantes.
Tao también se queda un poco sorprendido por eso. Sehun no parece mucho de interesarse por esas cosas, es más, recuerda que, a inicios de año, él dijo que no sabía a qué club ir, pues no había nada que le llamara en sí la atención.
—Ah, ya sé —chasquea el moreno—. Estás aprovechando tu fama para acercarte a las chicas, ¿eh?
La sonrisa pícara de Jongin hace reír a Sehun como un niño. Vuelve a negar con el rostro una vez más.
—No es eso... —se coloca una camiseta negra con un dibujo de un ojo. Agacha la mirada al avergonzarle la razón por la cual se apuntó a este club—. Pronto es el cumpleaños de hyung...
Jongin intenta procesar la información, ya que, no solamente tienen un hyung. Por otro lado, Tao sonríe conmovido por el gesto de su compañero de cuarto. Ya le gustaría a él que su ligue temporal le haga un postre con sus propias manos.
—¿Cuál hyung, Sehun? —pregunta Jongin. Preocupado, coloca las manos en su cara— ¿El cumpleaños de Kyungsoo es pronto?
—No, ese ya pasó —ríe y se rasca la mejilla mirando hacia otro lado—. Es el cumpleaños de Junmyeon hyung en unos días... Quiero hacer algo para él y ahí tienen todos los materiales.
Jongin ladea su cabeza, sin entender por qué tanto esfuerzo del menor para un simple regalo de cumpleaños. Ni siquiera él se preocupa con los presentes para sus amigos o exnovias.
O sea, los compra, porque hacerlos a mano... ¡Qué pereza!
—¿Ah? Espera un momento... —comienza a decir el moreno, ganándose la mirada de "por fin te diste cuenta, bobo" por parte de Tao— ¿Estás enamorado de Junmyeon o algo así?
La sonrisa divertida de Jongin no tarda en aparecer haciendo que Sehun también sonría, pero avergonzado.
—Sí, uhm, mejor dicho, me gusta —Tao y Jongin sueltan un "es lo mismo" a la vez—. Quiero que mi regalo sea el más especial de todos.
Lo considere como amigo o como otra cosa, le gustaría ver el rostro ilusionado de Jun cuando reciba algo hecho artesanalmente.
—Uoh, no me lo esperaba... —el moreno piensa en algún momento donde haya sospechado sobre los sentimientos de Sehun hacia Junmyeon. O está muy ciego o el menor sabe esconderlos bien—. Pues, como dicen, se conquista por el estómago, ¿no? —asiente confiado— De paso, te le declaras de una manera muy romántica, seguro cae a tus pies así.
—Sobre eso...
De nuevo, tanto Tao como Jongin miran al menor, temiendo que haya hecho ese paso.
—"Sobre eso", ¿qué? —ahora, Tao toma asiento también en el borde la cama de su compañero, al costado de Jongin— Sehun, no me digas que...
El moreno mira boquiabierto al extranjero y luego, nuevamente, a su amigo.
—¡¿Y q-qué te dijo?! —da palmadas impacientes como un niño— ¿Quién le diría que no a Oh Sehun? —su mirada se desvía a otro lado— Aunque, Junmyeon es muy... pero... En fin, ¿qué te dijo?
—Pues, me dijo... —los dos inclinan su cuerpo hacia adelante, esperando la información completa—, me dijo que "gracias". O algo así.
Si se tratara de un anime, estos dos hubieran caído de la cama de una manera muy graciosa por lo que le menor confiesa.
—¿Solo eso? —Tao se queda indignado por cómo acaba el chisme— Creo que ese chico es más frío que Rusia.
—Al menos no te rechazó, las chicas suelen rechazarme de maneras muy crueles —dice el moreno, aliviado de que a Sehun no le hayan hecho lo mismo. El menor es muy sensible.
Sehun se sienta en la cama de enfrente, intentando no provocarle arrugas muy severas a la impecable cama tendida de Tao.
—Le pregunté si habría alguna posibilidad de que se fijara en mí —comenta, y ahí regresa la atención de los otros dos chicos—. Pero, nunca obtuve una respuesta, justo Minseok hyung no encontró encerrados en el gimnasio.
Un coro de "oh no" suena de la boca de los chicos, tristes por el intento fallido del menor de obtener una respuesta.
—Bueno, creo que podrás volverlo a intentar cuando le des tu regalo —Jongin se pone de pie y se acerca al menor—. Vamos a desayunar ya o se nos harás tarde.
—Cierto.
—Ah, por cierto —Jongin y Sehun voltean hacia el diseñador—. ¿Están libres hoy? Necesito ayuda hoy para algo.
Los dos se miran un poco preocupados.
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Después de visitar varias tiendas, comprar algunas prendas y zapatos, los chicos hacen una parada para desayunar como estudiantes populares que son, en un Starbucks. Minseok, Junmyeon y un tímido Kyungsoo, piden sus respectivas bebidas y algún que otro acompañamiento.
—¿Y cómo haremos para resolver el misterio de misterios? —Min sorbe su bebida, dejándola enseguida cuando casi se congela el cerebro— Kyungsoo, tú eres bueno con los ordenadores ¿cierto? Podríamos robarle información a la página y averiguar quién es.
Soo suspira después de probar su cappuccino. Su amigo lo hace parecer fácil, pero hay muchas barreras que traspasar si es que la página está bien asegurada. Además, que sea bueno en diseño gráfico no significa que sea un hacker.
—Creo que necesitaremos más que mi habilidad para hacer carteles —dice finalmente. Tomándoselo en serio, rasca su barbilla y señala a sus compañeros—. Deberíamos tenderle una trampa al tipo de esa página —comienza a decir seriamente—, que haga al culpable caer y entonces, lo ponemos en evidencia como a Park.
Minseok y Junmyeon alaban la idea de Soo, dudan que ese tipo sea tan intocable como para que no pueda bajar la guardia así que...
—Mañana podemos reunirnos todos para hacer un buen plan —propone Min—. El plan anterior salió genial, podemos ser como... los Power Rangers de la escuela.
—Ay, necesitamos otro nombre —contesta Junmyeon, avergonzado por eso—. También votaremos para eso.
—Me alegra cuando nos reunimos todo —confiesa Kyungsoo, dándole luego un mordisco a su muffin—. Es lindo estar acompañados y reír, ¿no?
Los dos mayores revuelven el cabello de Soo por su comentario, sintiéndose muy sentimentales en ese momento.
Una vez terminan de su desayuno-almuerzo, regresan a las calles para visitar una avenida llena de tiendas de ropa. Nuevamente, se encuentran buscando prendas lindas o deportivas (en el caso de Minseok).
Pasan un considerable tiempo dentro, donde al menos, Minseok termina de comprar antes que Soo y Jun, quedándose sentado en una de las sillas para probarse zapatos como el típico hombre que espera a su pareja obsesionada con las compras.
Después de eso, y de que los menos estén conformes con sus compras, vuelven a la, ahora, abarrotada calle. Al ser sábado, muchos han decidido salir a disfrutar del exterior.
Gente por ahí y por allá, en un descuido los tres se separan por tantas personas que se cruzan.
—¡Ah!
La voz de Kyungsoo se oye entre la multitud y Junmyeon voltea a su rescate —por poco, derribando a una señora con sus toneladas de bolsas en mano—, encontrándose al menor en el suelo y a otro chico con mascarilla y capucha puesta.
Minseok llega segundos después, luego de haber luchado contra la multitud y haber estado hablando solo pensando que sus amigos todavía estaban cerca.
Por instinto, Jun levanta las manos ante el sospechoso y pues Min... está apunto de sacar su navaja suiza.
—Discúlpame... —el chico de la mascarilla ayuda a Soo a ponerse de pie ante sus dos atentos pero asustados amigos— ¿Uh?
El chico se queda mirando a Kyungsoo, hace una reverencia y se disculpa por el accidente. Después de eso, se va a paso rápido, volviendo a tropezar más adelante.
—¿Qué demonios le pasa a ese? —Junmyeon revisa que el más bajito de los tres no se haya hecho algo o le hayan robado.
—No lo sé, pero no parecía mala persona —este sacude su ropa y revisa, de igual manera, que no le falte nada—. Estoy bien, no se preocupen. Él vino con mucha prisa, pero al menos me ayudó.
Min está apunto de decir algo cuando un grupo de chicas, muy alocadas por cierto, corretean por ahí como si buscaran a alguien. Murmuran cosas y se detienen para revisar sus caros celulares.
—¡Lo vieron cuadras más allá! ¡apuren! —el séquito grita con emoción, saltando en sus lugares.
Una, que parece ser la que guía el grupito, señala más adelante y emprende el rumbo con el resto.
Los tres chicos se quedan sorprendidos por la situación, pero no le toman mayor importancia, así que regresan a su paseo. Esta vez, procurarán ir por zonas más despejadas.
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El sábado continúa siendo un día tranquilo, y esta vez Tao aprovecha que sus dos compañeros de su mismo año están con él en el club de costura. Los ha puesto a recortar letras para hacer unos carteles que serán puestos en un panel.
Él y su equipo están haciendo unos trajes para el próximo evento de la escuela, ya viene el verano, así que los clubes de baile y de teatro están pidiendo trajes hechos por sus manos expertas.
—Taoshi~ —Baekhyun llega con unos disfraces colgando de su mano— estos ya están listos, ¿qué hago ahora? —saluda con un gesto a Jongin y a Sehun, a lo que estos le devuelven un saludo con el rostro.
—Llévalo al club de teatro, por favor. Quiero que den el visto bueno —el rubio asiente sin problemas, voltea nuevamente a los otros chicos.
—Qué extraño que no estén en su grupito.
—De vez en cuando debemos separarnos para no aburrirnos de sus caras —dice el moreno, recortando chueco el centro de la letra "O" —. Ah, de paso tráeme un café, Baekhyun —se detiene de lo que hace y busca en su bolsillo unas monedas— ¿Alguien más quiere algo?
Los tres chicos piden una bebida —sobre todo Baek, ya que es el que va a ir a comprar—, así que Jongin le da una cantidad suficiente para eso.
—¡Ya regreso! —se despide como solo él sabe, haciéndose el lindo, teniendo de resultado a un Sehun distraído y a un Jongin con cara de desagrado.
Tao, pues, neutral. No le afectan los poderes de Baek.
—Ah, por cierto —Zitao se acerca a ellos arrastrando una silla y queda delante de ellos con intención de que el resto no se entere de la charla—. Junmyeon y Minseok son de tercero, ¿no es así?
Estos se miran, a pesar de que saben la respuesta, y regresan su mirada a Tao para asentir.
—¿Por qué lo preguntas? —Sehun frunce el ceño, sospechando algo— ¿Hay alguien que te agrade de ese año?
Tao niega. Además, no necesitaría a nadie para acercarse a quien le gusta, es muy atrevido en ese sentido. En fin, por alguna razón, Jongin y Sehun le parecen de confiar. A diferencia de otros de primero, ellos son amables y con lo que han demostrado la última vez, está bien hablar con ellos y chismear sin ningún problema.
—Me enteré por un amigo... —lo piensa mejor—, bueno, el amigo de un amigo que tiene a la hermana de su mamá, trabajando para la ayudante de una estilista, que un idol vendrá a esta escuela —se gana la atención completa de dos chicos con los ojos muy abiertos—. Exactamente no sé quién, pero de que es conocido, es conocido —aclara—. Estará en tercer año.
—¡Uoh! —Jongin sonríe con emoción— eso significa que tendré un oponente digno para bailar.
—Espero que Junmyeon hyung no se fije en él... —por ahora eso le preocupa a Sehun. No es muy fan de los cantantes, pero sabe que sus compañeras sí. Pobre de ese chico cuando venga—. Pero, suele pasar que son muy creídos, ¿no?
El líder del club ríe como señora.
—Ay, niño —responde, peinándose con los dedos—. No lo sé, tendremos que descubrirlo. Haré lo posible para que quiera vestirse con mis diseños, ese es mi objetivo por ahora. Si resulta ser un presumido, pues, combatiremos diva vs diva.
—¿Y cuando se incorporará? —el menor corta con delicadeza la última letra del cartón que tiene en mano— El año ya empezó hace casi dos meses.
—Creo que la semana que viene, ni idea.
—Es raro que un idol vaya a un internado, ¿no es pausar sus actividades? —comenta Jongin, dándose por vencido al salirle mal el recorte de letras. Con una sonrisa traviesa mira a sus compañeros queriendo sacar hipótesis—, seguramente hizo algo malo y ahora lo quieren apartar por unos meses.
Sehun asiente, pensando en lo que dice su amigo. Supone que tampoco tendrá que preocuparse demasiado, duda mucho que este famoso quiera hacer amistad con ellos. Al menos, desea que Tao logre su cometido.
Empiezan a apostar qué famoso será el que pise la escuela mientras siguen esperando a Baekhyun.
Por otro lado, ya bastante lejos del club de costura, Baekhyun regresa de su mandado de entregar los trajes al club de teatro.
Agrade que estos no hayan visto nada malo en los disfraces, así que no tienen que modificar nada. Siempre quedan conformes con los diseños de los expertos del club.
—Tututu~ —salta alegre por el camino de piedra hasta la maquina expendedora— Uhm..., esto para Taoshi, para Sehunnie y para ese chico que no recuerdo su nombre... —presiona diferentes botones después de ingresar las monedas que Jongin le dio antes—. Listo~
Como puede, abraza las latas para llevarlas de nuevo con los chicos. Toma un atajo por detrás de uno de los edificios del campus y, sin querer, escucha a dos personas discutir.
Se oculta tras la pared, pero como buen cotilla que es, asoma un poco su cabeza para ver si es muy grave o no como para pasar sin sentirse involucrado.
—Ya basta, Victoria —Baekhyun frunce el ceño ante ese estudiante de intercambio, parece muy enojado, recordándole bastante a Chanyeol en su modo furioso—. Deja de mentir, en serio, ¡me estás enojando!
—Cariño, no es mentira —esta solloza, corriendo detrás de Yixing cuando este quiere retirarse—. Es en serio, por favor, debemos hablarlo —lo abraza por detrás y en verdad Baekhyun se arrepiente de no haber traído palomitas.
Yixing se limita a negar con el rostro, queriendo quitarse a su expareja de encima. Ya está un poco harto de sus manipulaciones y su locura.
—Mira, ya hiciste demasiado con lo de Junmyeon —ese nombre hace que Baek ponga más atención al asunto—. Tu ataque de celos lo dejó en ridículo esa vez en el baile, ¿lo recuerdas?
Esto se pone más interesante.
—Lo hice por nosotros, además, salió mejor de lo que esperaba —dice ella como si nada—, ¿no es ahora popular? ¡Deberías agradecerme!
—Maldición, no aprendes nunca —Yixing se separa de su agarre y se aparta para volver a quedar frente a ella—. Ahora vienes con esa mentira de que estás embarazada.
Baekhyun quiere dar su gritito de sorpresa, solo que se tapa la boca para no ser descubierto.
Con razón la voz de la chica le resulta familiar... es la misma que encontró en el baño esa vez.
¿Podría ir a ayudarla en este momento?
Bueno, pero según el otro, no es como si ella fuese un angelito.
Mejor sigue escuchando. Ya intervendrá si la cosa se pone fea.
—Ese día antes del baile, ese día que te di todo para que te olvides de ese chico bonito de tercero... dio este lindo resultado —habla esperanzada tocando su vientre— ¿Por qué lo niegas? No podré con todo sola, Yixing.
—Deja de mentir —este voltea sin querer oírla más—. Sé que has estado con otros chicos después de que te enteraste de que estaba con Junmyeon. No te creo nada —se retira dejando a la menor sola.
Victoria, sin dejar de ser terca, corre tras él dejando a un Baek espectador muy intrigado.
Ya no le parece tan buena idea contarle esto a los tres chicos.
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La noche llega y los de tercero junto a Kyungsoo regresan a la escuela, después de haber luchado por tomar el último autobús antes del toque de queda.
—¡Por poco! —dice Junmyeon, llegando a la pequeña rotonda frente al edificio principal— Si tenemos suerte, quizá encontremos comida en la cafetería para cenar.
—Les dije que no había tiempo de mirar una película —dice Kyungsoo, intentando recuperar la respiración—, pero ustedes se confiaron demasiado.
—¿Pero estuvo buena o no? —Minseok ríe, antes de suspirar de cansancio—. Adelántense, creo que primero tomaré una ducha. Jongdae creo que guardó algo para nosotros, denle las gracias.
Estos asienten y van rumbo a la cafetería en un tranquilo silencio.
—¡Junmyeon!
—¿Uh? —el de tercero busca quién lo llama, volteando por todos lados hasta ver a cierta persona, levantándose de una banca y alzando su mano—. Rayos. Kyungsoo, voy enseguida.
Este asiente, un poco preocupado al ver que quien lo llama es Yixing una vez más.
El de segundo ya llega hasta la puerta de la cafetería, solo que, una persona apoyada en la pared se lo queda mirando, poniéndole un poco nervioso. Ante esto, Soo lo saluda con un gesto para ver la reacción del otro.
—Oh, eres el de esta mañana —dice como si nada ese chico.
Kyungsoo no sabe qué hacer.
¿Por qué de repente le está hablando este sujeto con tanta confianza? Es unos centímetros más altos, tiene un rostro lindo y aniñado. Fuerza la vista al sentir que ha visto a esa persona antes.
—¿En serio estudias aquí? Es mucha casualidad, ¿no lo crees? —se acerca a Soo y por fin puede recordar quien es.
—Eres con quien me choqué esta mañana —su voz grave sorprende a este, y además, los ojos de Kyungsoo abriéndose con sorpresa hacen que el contrario sonría.
Él asiente, un poco inconforme por esa respuesta.
—¿En serio esta cara... —se señala su rostro— ... no la has visto en otro lado?
—No... ¿acaso somos familia? ¿amigos de la infancia? —Soo frunce el ceño, intentando acordarse. No quisiera parecer irrespetuoso si llega a ser algún familiar y no lo reconoce—. En fin, disculpa por lo de la mañana, aunque tú también fuiste irresponsable.
Lo dice tan neutro que el otro se echa a reír.
—Sí, discúlpame por eso... estaba siendo seguido por varias chicas —ofrece su mano para que el otro la estreche—. Me llamo Lee Hongki, estudiaré aquí desde el lunes.
—Soy Do Kyungsoo —estrecha la mano de Hongki con curiosidad por lo antes dicho—. ¿Por qué dices que debería reconocerte?
—Ya no importa —ríe de nuevo. Le parece muy tierno que alguien no lo reconozca, pero parece normal entre el público masculino—. La verdad es que no conozco a nadie, ¿podrías ser mi primer amigo aquí?
—Claro, no hay problema.
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