Rumor #11: La feria caótica III
La ceremonia empieza con un aburrido discurso del director, hablando de lo de siempre: que tienen educación de calidad, que gracias a ellos el alumno se formará en un ambiente seguro y con el mejor personal a cargo...
Si supieran.
Por lo menos, ese discurso tomará como veinte largos y eternos minutos así que es mejor vigilar que los siguientes en ir al escenario estén preparados.
El comité organizador está a cargo de que todo salga perfecto y por eso, mandan al miembro más novato (o sea, Jongdae) a que se asegure que todo esté en orden.
Este, bastante aburrido de su cargo, revisa uno por uno que estén listos. Abre la puerta, sin tocar antes, de todos los participantes en la ceremonia de inauguración. Ve a los chicos del club de baile y saluda a Jongin, al profesor Kim que está preparando su charla motivadora de seguir adelante y ser alguien en la vida, a los del club de poesía, al coro...
Pero faltan sus dos miembros de la realeza escolar.
Pregunta a unos chicos del pasillo si han visto a Junmyeon y a Sehun, teniendo respuesta negativa.
Procede a llamar a los chicos, y ninguno contesta. Debido a eso, llama a su última esperanza y que aún no ve sentado entre el público: su amorcito Minseok.
Lo intenta llamar y como si todos se hubieran puesto de acuerdo, no contesta tampoco.
Hace un cálculo mental de cuánto tiempo tiene para arreglar esto. Mientras el director habla sus veinte minutos, luego va el profesor Kim con su discurso por parte del profesorado... tiene alrededor de media hora para saber el paradero de estos.
—Oye, Kim —Jonghyun ve como el de cabellos anaranjados tiene intenciones de salir del recinto— ¿dónde crees que vas?
Este frena al oír la voz de su superior y voltea con preocupación.
—Es cuestión de vida o muerte, hyung, ¡es cuestión de salvar el mundo! —dice este, juntando las palmas de sus manos y poniendo un tono dramático en su voz—. Vuelvo enseguida, ¡Lo prometo! —coloca su mano en el pecho ante el otro dino intentando aguantar la risa— ¿Cuándo te he fallado? No respondas.
Tanta palabrería de Jongdae se gana la aprobación del rubio.
—Está bien... no te tardes —Jonghyun hace un gesto para que se retire en vez de quedarse hablando—. Más te vale que regreses.
—Que sí...
Un apurado Jongdae corre hacia el lugar donde la feria se está llevando a cabo. Distingue la figura de su querido bollito a lo lejos, así que baja la velocidad cuando ya está cerca.
—¡Oye, Minseok! —Jongdae llega al puestito del club de soccer, encontrando a todos los chicos preparándose para ir al auditorio— Te he estado llamando, ya empezó la ceremonia ¿por qué no me contestas al teléfono?
—¡Jongdae! —el mayor termina de guardar las cosas para más tarde— Sé que comenzó hace rato, pero tuvimos mucha gente a la que le tuve que explicar lo mismo como cinco veces —sonríe cansado pero contento de haber tenido bastante público—. Verás... no encuentro mi teléfono. Sé que lo dejé por aquí, pero desapareció... Tengo la sensación que alguien lo agarró.
Sin pensarlo, Chen comienza a buscar por todo el stand el objeto perdido de su querido, sin embargo, no hay nada más que folletos, un balón de fútbol y...
¿Cartas de admiradoras para Minseok?
Confiscado.
—Si atrapo al ladrón... le quiebro la pierna —dice este, cruzando sus brazos muy indignado de que le hayan robado a su amor—. En fin, quería preguntarte si sabes dónde está la parejita. No encuentro a Lady Jun ni a Sehun de Gales... Deberían estar preparándose en el auditorio, pero no.
—¿Quizá salieron a comer algo?
—¡Uff, sí! Juntos. Y qué mejor que tener sus teléfonos fuera de servicio —este ríe como loco, ganándose una mirada rara del mayor. Saca su celular, buscando la pista de cualquiera de ellos— ¿Ah? ¿No notaste que están peleados?
—Pues, la verdad es que no —alza la ceja, recordando si han dado algún indicio de esto—. En fin, ¿le has preguntado a los demás chicos?
—Dudo que Jongin o Kyungsoo contesten. Están muy concentrados en lo suyo —comenta por encima, dándole un vistazo a las redes sociales—. Nada... ¡Nada! Espera... ¿Uhm? ¡AH!
Minseok mira asustado a Chen, sabe que exagera casi todo, pero se le ve bastante preocupado ahora.
—Por favor, dime que nadie ha sido asesinado.
—¡No, no es eso! —este voltea su celular para enseñarle a su pareja el mensaje de la web de rumores— Lee: "Parece que los reyes van a desterrar a Park Chanyeol del castillo..."
Min debe alejar un poco el celular de su cara, porque no lee casi nada.
—Oh, mierda —Minseok relee varias veces el mensaje hasta que Jongdae aparta el teléfono— ¿Crees que...?
—¿Chanyeol los haya secuestrado y ahora estén en el fondo del río Han? Sí —dice este muy serio.
El mayor le da un pequeño golpe en el pecho, enojado por su comentario.
—Me refería a una represalia más leve, tonto —este regaña a su pareja y coloca sus manos en la cintura—. Pero quizá estamos adelantándonos a los hechos, es decir, si nosotros no nos hemos dado cuenta de ese mensaje por estar ocupados como el resto de los chicos... ¿quién dice que Park lo haya leído?
Jongdae pone sus manos en los hombros de su mayor, mirándole serio.
—Park no tiene amigos, no tiene a quién ayudar, por lo que sé, su club está tan poco unido que no han colocado stand, así que... creo que ha tenido mucho tiempo libre hoy como para revisar el mensaje.
—Vale, eso tiene lógica.
—¿Le decimos a Soo?
El de tercero niega. No lo quiere preocupar.
—No alarmemos a nadie, aún tenemos tiempo para encontrarlos. Quizá nos estamos haciendo un drama por las puras.
—Ay, no sé. Ese Park puede llegar a ser un poco cruel.
—¡No seas negativo! Vamos a buscar, ve por los dormitorios y yo buscaré por aquí.
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—Ugh... —Sehun soba el lado de la mejilla que sufrió el puñetazo del gigante—. Me duele un montón, y lo peor es que llené de sangre el traje que me hizo Tao...
—¿De todo eso, manchar la camisa es lo peor? —Junmyeon se pone de pie y sacude su ropa— Mi celular sufrió cuando Chanyeol me lanzó aquí dentro, ese imbécil me debe uno nuevo...
Y qué decir que el otro, por las prisas, olvidó su teléfono en el vestuario.
Todo mal.
El mayor de los dos da un vistazo a todo el almacén, buscando algún lugar donde poder salir. La ventana es demasiada pequeña, ni siquiera él podría entrar. Otra opción sería gritar, solo que... todos deben estar en el auditorio ahora mismo.
Regresa su mirada al menor y sin decir palabra alguna, saca un pañuelo de tela de su bolsillo para limpiarle la sangre a Sehun. Aún si Junmyeon permanece con su rostro serio y con el ceño fruncido, pone suma concentración en eliminar toda la sangre el rostro de su amigo.
—Creo que solo nos queda esperar a que alguien se dé cuenta que no estamos —dice el bajito, doblando el pañuelo para volverlo a guardar—. Sé que los chicos son inteligentes... espero...
Con un suspiro, deja caer su cuerpo al lado de Sehun quedando los dos sentados mirando a la nada.
—Hyung...
—¿Sí? —responde aburrido, intentado ingeniárselas para descubrir una manera de salir de ahí dentro— ¿Podrás aguantar el dolor?
Sehun asiente, pero no le está hablando por eso.
—Eso quería preguntarte a ti —este gatea hasta quedar frente a él y se sienta con las piernas cruzadas, señalando su brazo—. Hace rato que te veo con la mano en tu hombro derecho... ¿te duele? ¿fue por el golpe al caer aquí?
El mayor asiente, siguiendo en el improvisado masaje a la zona perjudicada.
—No te preocupes, no es como si fuéramos a morir aquí dentro. Sobreviviré —este sonríe de lado—. Tú estás más herido que yo, intenta no moverte demasiado.
Sehun asiente, pero no se mueve del lugar. Saca de su bolsillo una hojita arrugada teniendo la mirada de su superior encima.
—Para distraernos —dice este, alzando la hoja— ¿por qué no ensayamos el discurso?
—Uhm... Me parece bien...
Estos recitan el discurso como cinco veces, con varias equivocaciones, pero se mantienen distraídos. Las primeras veces lo hacen con una emoción cercana a la que tendrían si estuvieran en el escenario, después, sus voces pierden intensidad y quedan callados, de vuelta, mirando a la pared.
El mayor decide darse por vencido e intenta cerrar los ojos para tomarse una siesta a pesar de que le molesta bastante el dolor de su hombro. Solo espera que, al despertar, sus amigos hayan conseguido sacarlos de ahí.
—Junmyeon... ¿estás dormido? —el más alto, abraza sus piernas, después de observar al de su delante acomodarse y cerrar los ojos.
—Lo estaría si no me estuvieras hablando, Sehun.
—Oh, perdón —este ríe tímido.
El mayor frunce el ceño, pero regresa a intentar dormir sentado. Cree que ha encontrado la pose perfecta para que su hombro no le duela tanto y pueda descansar.
A estas alturas, ya no vale la pena seguir quejándose de que no llegarán a tiempo al auditorio.
—Si escuchas a alguien venir, me avi--
—Hyung, me gustas.
Esto hace que Junmyeon abra sus ojos de inmediato, asustado por la repentina confusión, mas no sorprendido de lo que ya sabía.
—Sehun... ¿A qué viene esto ahora mismo?
El de primero rasca su cuello, evitando la mirada del otro.
Ya no quería guardarse más esto, pero... no es la reacción que esperaba de Jun.
O sea, esperaba enojo, sorpresa hasta a Junmyeon haciéndose el loco y sordo, o quizá, muuuuuy en el fondo, esperaba a que le correspondiera de inmediato.
Pero no esto.
—Lo siento, yo...
—No te disculpes, no es malo que te guste alguien —Junmyeon se ríe nervioso por un tierno Sehun intentando disculparse por todo—. Solo que, no sé, no es como si fuera el lugar más romántico del mundo. Ya te dije que no es como si fuéramos a morir aquí.
El de primero se ha confesado con tanta seriedad que le ha hecho gracia.
—Lo sé —el menor juega con sus manos, mirando hacia el suelo—. Junmyeon hyung..., siento que, si no lo decía ahora, no iba a hacerlo nunca. Es decir, tú siempre pareces tan concentrado en otras cosas y hay veces en que parece que te estorbo, no vi mejor oportunidad que ahora estando los dos solos.
Aquí no puede fingir que no lo escuchó.
Hay un breve silencio, con un muy poco audible "ujum" del mayor.
Ahora sí que estaban un poquiiiito incómodos.
Sehun hace caer, rendido, su cabeza en sus rodillas abrazadas, golpeándose mentalmente arrepentido de haber abierto la boca. Ya ni puede mirar al mayor quien sigue frente a él.
Ni siquiera su superior ha negado si le parece un estorbo su presencia.
¿Qué rayos significa "ujum"?
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El discurso del profesor Kim ya está por terminar, nadie se esperaba que esta vez durara tan poco sus palabras hacia el alumnado. Parece que no tiene mucha expectativa de la nueva juventud.
Jongin se pasea inquieto por los pasillos de los bastidores, buscando a Sehun para calmar los nervios. Para su mala suerte, encuentra la sala de los reyes vacía, haciéndole fruncir el ceño confundido.
Todas sus cosas se encuentran aquí, es extraño que no estén.
Ve al comité organizador un poco tensos, reunidos en círculo, por lo que se acerca a escuchar el chisme.
—¿Dónde están Junmyeon y Sehun? —pregunta Seokjin, nervioso de que no se esté cumpliendo el cronograma— ¡Son los siguientes!
—Espera, espera... ¿Por qué tampoco veo a Jongdae por aquí? —Soobin rasca su cabeza, buscando al ruidoso miembro del comité— Jonghyun hyung, ¿no estaba contigo?
—Dijo que tenía que resolver un asunto importante, pensé que regresaría pronto —el mayor cruza sus brazos, indignado por el abandono de Chen—. Algo debe de haber pasado con estos tres, ¿no son amigos?
Jongin arquea la ceja y se retira antes de que lo vean. Aprovechando que el auditorio está oscuro, se acerca a los asientos del público, buscando a Kyungsoo.
Es un poco frustrante no ver bien y que haya mucha gente, pero al menos recuerda por donde más o menos se encuentra su hyung de segundo año.
Kyungsoo, un poco nervioso de que ni Jongdae ni Minseok se hayan aparecido —y peor, porque reservó los asientos, pero unos chicos igual se sentaron ahí—, a ratos busca con la mirada por si se acercan sus amigos.
Y así lleva como quince minutos, sin señal alguna.
Hora de revisar el teléfono...
¿Llamada perdida de Jun?
Por motivo de respeto, solo envía un mensaje para ver si está bien. No puede llamar ahora mismo en mitad del discurso de su profesor.
Da una mirada a su alrededor con la esperanza de ver a los chicos y, otra vez, forzando su pobre vista, percibe al moreno de pie haciéndole una señal. Como siempre, tarda en reconocerlo.
Con mucha amabilidad, pide al de su lado que le guarde el sitio, a lo que este dice que está bien.
Seguro ni recordará quien es.
—Jongin —susurra el mayor, curioso de que el alto esté aquí y no preparándose para su baile—, ¿qué pasó?
El moreno intenta hablar, pero hay demasiado ruido, además de que le parece haber visto a Park, por lo que lo lleva a los vestuarios del auditorio arrastrado de la muñeca.
Una vez que el ruido es menor, comienza a explicarle lo que oyó de los chicos del comité.
—¿Desaparecidos? —Kyungsoo traga saliva, nervioso— Tengo una llamada de Junmyeon de hace veinte minutos...
—Creo que Jongdae se dio cuenta y fue a buscarlos —comenta este—, intenta llamarlos, yo ahora no tengo el celular encima. Ni siquiera tengo bolsillos.
Este asiente, llamando a Jongdae.
—Hola~ ¡Soosie!
—¿Dónde estás? —pregunta este preocupado— ¿Dónde están Sehun y Junmyeon?
—Estoy por los dormitorios de hombres, buscándolos...
Jongdae no tarda en soltar el chisme, o, mejor dicho, la sospecha de que Yeol se haya enterado del asunto por ese misterioso rumor anónimo en la red y ahora haya ido a tomar represalias contra los chicos.
Dejando de lado las mil maldiciones que Jongin echa al autor de ese rumor, Kyungsoo decide que tendrán que encargarse de eso más tarde.
Por lo visto, Minseok está sin teléfono y buscando a los chicos por el campus. Solo queda esperar a la suerte o...
—¿Qué haremos, hyung? —el moreno sigue preocupado por los chicos, pero no puede dejar el auditorio, peor cuando parece vestido para El Lago de los Cisnes— El profesor ya va a terminar de dar su discurso.
—Los del comité están desesperados, no le dirán a nadie que dos de los chicos no aparecen para no quedar mal —Kyungsoo ajusta sus lentes, pensando en un plan rápido—. Solo queda hacer una cosa.
—¿Llorar?
—No, yo daré el discurso —le tiembla un poco la voz—. No vamos a desaprovechar esta oportunidad, Jongin.
El moreno da una palmada, orgulloso del bajito. Solo que...
—¿Pero podrás aprender un discurso en...cinco minutos?
—No necesito prepararme para algo que siempre quise decir...
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—Sehun.
Como si fuera un resorte, el menor se endereza al escuchar su nombre pronunciado por el otro.
—¿Sí? —expectante de lo que vaya a decir Junmyeon, intenta verse relajado sin lograrlo— ¿Qué ocurre?
—¿Por qué te gusto?
Sehun completamente descolocado, no encuentra sentido a lo que pregunta su hyung, o, mejor dicho, a la expresión neutral que pone, mientras el alto, por su lado, está como un tomate.
—¿Que por qué me gustas?
Bueno, la expresión sin sentimientos de Jun no dura demasiado una vez el otro repite la pregunta.
—Ah... ¡Esto es demasiado vergonzoso! —el mayor se despeina su ya destrozado peinado. No le gusta mucho estar en situaciones tan sentimentales, y peor ahora que no tiene cómo huir— Sehun, gracias por decirme tus sentimientos, pero ¿sabes? Estoy acostumbrado a oír confesiones...
Sehun ahora sí no sabe dónde esconderse, eso es quedar tocado y hundido.
Qué no le interesa lo que sientes, dice.
Thank U, Next.
—Lo suponía...
—Espera, no me dejas terminar —Junmyeon regaña al menor y le hace un gesto para que lo deje hablar, este se queda calladito al instante—. Me refiero a que, sí, para mí es normal recibir confesiones, pero son de gente que, bueno, apenas he visto dos o tres veces por el pasillo. Ellos solo se han enamorado de mi físico, por eso, dime qué es lo que te gusta de mí ¿Mi aspecto?
El alto no sabe como Junmyeon puede mantener su mirada en él, pues por su parte, se está muriendo de vergüenza.
Ahora no estaría mal que llegaran a sacarlos del almacén.
—Hyung... Pues... —ante la atenta mirada de su superior, los nervios del menor aumentan; pero quiere darle una respuesta que le haga saber que no es como esos chicos mencionados—, me gusta que seas seguro de ti mismo, Junmyeon. Siempre sabes qué decir y no te da miedo enfrentar a personas más fuertes ¿Recuerdas cómo te enfrentaste a Chanyeol? ¡Fue increíble! —dice con emoción, sonriendo por el recuerdo— Uhm..., no te molesta darme consejos, me encanta estar a tu lado, lo paso bien en nuestro club. Desde el primer día me trataste bien sin importarte lo que dijeran los rumores sobre mí... Siempre ocurren cosas, lo sé... ¡pero las enfrentamos! —este ya va agarrando la confianza necesaria para mirarlo a los ojos— Ese día del reinado... cuando regresaste incluso después de que te hicieron eso... te admiré demasiado. No lo sé, hyung, me gustas y eso es todo, tu forma de ser, de no dejarte vencer por otros y querer ayudar...
El menor tapa su boca de repente, dándose cuenta de lo mucho que acaba de hablar.
Su sonrojo notorio aumenta por todo su rostro.
—Perdón, dije demasiado.
—Deja de disculparte por todo, Sehun —el mayor suspira por eso. Luego, aunque bastante avergonzado, sonríe al de primer año—. Esa ha sido la confesión más bonita que me han hecho... En serio, gracias.
El menor niega con el rostro, murmurando un "no hay de qué", sin saber qué más decir.
Si antes todo era incómodo, ahora más.
El silencio invade de nuevo el solitario almacén, con los dos mirando hacia el suelo.
Las cosas ya están dichas, así que Sehun desea usar su última pizca de valentía para preguntarle algo importante a su superior.
—¿Habría alguna posibilidad de que... tú... puedas fijarte en mí...?
Los ojos de Sehun brillan en esperanza, esperando la respuesta del mayor.
—Uhm... yo...
Difícil pregunta.
¿Siente algo por Sehun?
No lo sabe.
Normalmente, le disgustaría si alguien le confesara su amor de esta manera, bueno, si alguien se le confesara de cualquier manera.
Pero ahora... a pesar de darle mucha vergüenza esto, no ve motivo de librarse del menor para no tener que lidiar con su enamoramiento hacia él. Sus palabras han quedado en su mente, quisiera aclarar todo esto, entonces... ¿le podría decir que sí hay una posibilidad?
—¡JUNMYEON! ¡SEHUN!
La voz de Minseok se escucha por la pequeña ventana del almacén. Los dos se ponen de pie al instante buscando la manera de llamar su atención.
—¡MINSEOK, AQUÍ! ¡EN EL ALMACÉN! —Junmyeon salta para poder acercar más su voz a su mejor amigo— ¡EN EL ALMACÉN!
Sehun aprovecha en cargar a su superior, colocándolo encima de sus hombros.
—¡Aah! ¡Sehun! —Junmyeon le jala los cabellos por el poco equilibrio que tiene.
—Auch... Hyung, golpea la ventana para que Minseok se acerque.
El de tercero hace caso al menor, golpeado la pequeña ventana que los separa del exterior.
—¡MINSEOK! ¡AQUÍ! ¡EN EL ALMACÉN DEL GIMNASIO! —grita todo el rato, esperando a que este lo oiga— ¡MINSEOOOOOOOOOOK!
El de primero, en cambio, entre sus cabellos casi arrancados por el otro, sus pataleos y la chillona voz que puede llegar a tener, le está dando dolor de cabeza.
Escucha ruido fuera dentro del gimnasio, un fuerte correteo hasta la puerta del almacén.
—¡Junmyeon! ¡Sehun! ¿En serio están ahí dentro? —el mayor del grupo, golpea la puerta— ¿Están bien?
Casi matándose entre los dos, Jun consigue bajarse de Sehun y corre con torpeza hasta la puerta.
—¡Sí! Estamos bien... ¡Solo sácanos ya!
—Esperen, tengo la llave en mi casillero —dice el mayor de todos, haciéndole un gesto de espera a la puerta, como si sus amigos pudieran verlo— solo esperen ¡No se muevan!
—Como si pudiéramos...
Bendito sea el día en que lo pusieron como líder del club de soccer. Los dos celebran a su modo el poder haber sido salvados, a pesar de que quizá ya sea tarde para el discurso.
Minseok corre hasta el pasillo del edificio de clases, donde busca su casillero para tomar las llaves del almacén del gimnasio.
—Minseokkie, no encontré nada en los dormitorios... —un cansado Jongdae lo espera fuera del edificio— ¿Qué hacías por aquí?
—Están en el almacén del gimnasio, ¡debemos ir!
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Kyungsoo toca el micrófono después de que uno de los organizadores lo pusiera para su altura.
—Probando, uno, dos... uno, dos...
El moreno apoya a su hyung, observándolo desde detrás del telón. Sabe que hará un buen trabajo.
Solo espera a que no se desmaye. Estará atento por si debe salvarlo.
Entre el público, un confundido Yeol se pregunta qué hace el perdedor de Do en el escenario.
Apenas puede hablar en voz alta, ¿cómo puede estar ahí en frente de tanta gente?
Eso le hace soltar una carcajada burlona. A saber cómo acaba esto.
Quizá lo han puesto ahí para pedir disculpas de que sus amigos no han podido llegar.
Tao y Baekhyun se miran confundidos también, preocupados en qué vaya a resultar esta jornada. Bueno, Jessica confía en que eso sea parte del plan de los chicos.
—B-buenos días a todos... —este empieza con temor a saludar al público—. Soy Do Kyungsoo, de segundo año. Hubo un inconveniente con mis compañeros que darían un discurso para la inauguración de hoy, por eso, me encuentro aquí con el mismo objetivo...
—¿Qué diablos...? —Chanyeol murmura y tiene intenciones de ponerse de pie, pero es detenido por sus padres.
—Hijo, es de mala educación levantarse en mitad de un show.
Obviamente, esto lo dicen porque hay mucha gente mayor a su alrededor, mirándolos, y entre estos, amigos y aliados de sus papás.
—Yo... —Kyungsoo tose para recuperar su voz—, yo he sufrido de bullying desde el año pasado... —El público que seguía murmurando, queda en silencio ante esa confesión—. Cuando comenzó este año, me tocó compartir la habitación con el autor de todas mis agresiones y acosos, Park Chanyeol... Él también es de segundo año, como yo, y la verdad, nunca supe el porqué la tomaba conmigo —los murmullos vuelven a hacerse presente, siendo callados por el grupito de Jessica, Baekhyun y Zitao—. Primero me sentí culpable, es decir, ¿por qué me hacía daño? Pensé que quizá yo era insoportable, o había hecho algo malo para que no le cayera bien —dice este, riendo apenado—. Después se sumaron algunos de sus amigos a hacerme la vida imposible, y lo peor de todo, es que... no soy al único al que le hacían daño. Encontré a varios en mi misma situación, solo que, como yo, estos callaban todo. Park comenzó a acosarme tanto que hasta hizo del dormitorio que compartíamos, su propio lugar, echándome sin saber yo dónde dormir... Obviamente, me quejé a los profesores —un rastro de indignación en su voz se hace presente y Jessica aprovecha para ver el rostro desencajado del Director, orgullosa de eso—, pero lo dejaban pasar porque los Park son "buenos amigos" de la directiva de esta escuela.
Sehun y los tres Kim entran al auditorio sin hacer mucho ruido. La sorpresa de ver a Soo hablando en el escenario los hace quedarse ahí de pie, escuchando todo.
—Estuve durmiendo en el baño de hombres por un mes y medio, recuperando el mal sueño en sitios más o menos decentes como el césped del parque o en las colchonetas del gimnasio —esta vez, con más confianza y ganas de confesarlo todo, toma el micrófono en sus manos—, durante ese periodo y gracias al apoyo de gente que conocí hace poco, me di cuenta que no tenía la culpa de nada. No tenía la culpa de que la gente se aproveche de mí por ser más pequeño o débil, ellos son los culpables, creyéndose que la vida es así de fácil, que todo se resolverá de esta manera, haciéndose temer para conseguir lo que quieran y un falso respeto ¿Pero para qué servirá esto después? ¡No entienden que la vida fuera de la escuela nadie sabrá que tanto status tuvieron dentro de estas paredes! Por eso, todo lo que queremos los demás es vivir tranquilos y no que una panda de chicos que quieren llamar la atención, nos use para hacer lo que quieran y meter temor entre los demás, queremos justicia. Sé que no soy el único sufriendo, me gustaría que todos aquellos que hayan sufrido de la mano de Park y su grupo se levanten...
La confianza de Kyungsoo de desvanece por un momento al ver que nadie se levanta. Todos se miran sin saber quién dar la inciativa.
Hasta que Baekhyun es el primero en hacerlo, además de hacerle un gesto de "perdón" a Soo por haber sido parte del juego de Yeol.
Después de esto, alrededor de una veintena de alumnos, se colocan de pie y hasta la misma profesora Jessica lo hace, demostrando que no pudo actuar con justicia por culpa de los Park y el Director.
Los murmullos entre padres sorprendidos llenan el auditorio, mirando a los padres de Chanyeol y a este mismo.
—Chanyeol, ¿qué significa esto? —la señora Park se hace la indignada y la que no sabe el porqué de esta situación. Mira a su esposo, echándole la culpa por las acciones de Yeol pero este solo hace un gesto para retirarse de ahí.
Ya lo están mirando mal muchas personas.
No lo tienen tan fácil cuando un grupo de padres los acorrala para pedir explicaciones de la actitud de su hijo. Hasta se acercan al Director, amenazándole de retirar a sus hijos si las cosas siguen así.
Kyungsoo aprovecha esto para retirarse, encontrándose a un Jongin con los brazos abiertos, recibiéndolo por su discurso.
—¡Bravo, hyung! —lo abraza con fuerza hasta levantarlo del piso— ¡Todo salió bien! ¡Fue mucho mejor que el discurso que escribió Chen!
Espera que no le escuche decir esto.
—Me... ahogo... —el bajito ríe, si ya casi se desmaya, ahora entre los fuertes brazos de Jongin, puede que si acabe sin consciencia— ¡Jongin...!
El de segundo año palmea la espalda del menor para que afloje el agarre, el moreno ríe y lo deja en el suelo de nuevo.
—En serio, fue genial —las orejas de Soo se ponen rojas al instante que le ve guiñarle el ojo, decorando su rostro ya sonrojado por hablar en público—. Oh, debo prepararme para el baile, ¡te lo dedicaré, hyung!
Jongin corre de ahí dejando a un avergonzado Kyungsoo, con las piernas temblando.
Jonghyun corretea hacia el micrófono para pedir que todos se calmen.
Los Park se marchan después de unos minutos de discusiones con muchos padres furiosos.
Deciden que escapar es lo mejor y quizá, sacar a su hijo también.
Chanyeol sale del auditorio, dedicándole una mirada muy enojada a Sehun, Junmyeon y la pareja Kim.
Obvio que estos lo miran serio —menos Jongdae, quien le saca la lengua—, entrando a tomar asiento para las siguientes presentaciones.
Al final, varias personas regresan al auditorio, y lo bueno es que no está tan congestionado con antes. El show debe continuar después de todo. Saben que lo mejor para los Park es desaparecer de la escuela por un tiempo y que el Director ahora debe hacerlo para no perder muchos alumnos (es decir, fuentes de ingresos).
La gente importante sentada por los primeros asientos, dedican una mirada acusadora al dueño de la escuela, sin embargo, no se mueven del asiento para así quedarse a ver el resto de la ceremonia.
Kyungsoo regresa a los asientos del público, donde todos se acercan a darle un segundo abrazo. Aprovechan en tomar mejores asientos para ver a los siguientes chicos en presentarse.
Pasan a presentarse los del club de poesía, tan dramáticos como siempre, y hasta haciendo mención del anterior discurso de Soo para agradecerle por alzar la voz. Los del coro cantan dejando impresionados al público y por último, los del club de danza inician con el solo de Jongin.
Lo presentan con el nombre artístico de Kai, pues, realmente, parece otra persona arriba del escenario.
Jongdae, golpeando a los fotógrafos del periódico escolar, intenta tomarle buenas fotografías desde primera fila a su amigo; y bueno, Kyungsoo sigue con el corazón latiendo rápido recordando que está dedicado para él.
Parece que capta la atención de unos señores bien enternados.
Finalmente, el club de baile finaliza la ceremonia con una coreografía grupal, bastante complicada que hace parecer como si el piso del escenario se fuera a hundir.
La mañana termina con Sehun y Junmyeon de nuevo en la enfermería, acompañados de Tao.
Baekhyun se encarga del elegante café de sirviente lindos que organizó junto al de primero, Minseok vuelve al stand de soccer junto a Jongdae (ya regañado por Jonghyun) y Kyungsoo con Jongin en el stand de carpintería (el moreno atrae a la gente al menos).
¿Cómo terminará el día y cuál será el siguiente objetivo del equipo maravilla?
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