Rumor #10: La feria caótica II
¿Qué los hace tan especiales?
Son solo un dúo de idiotas que sonríen como tontos. Además, ¡su grupo está lleno de raritos!
El moreno hiperactivo de primero, el loco de segundo, el perdedor de Do...
Yo debería estar en ese lugar, siendo admirado por ese grupo de inadaptados que apenas tienen inteligencia.
Ningún talento, ni belleza.
Hacen lo mismo que yo, solamente están ahí hablándoles para que los obedezcan, pero ellos los ven con tanta tranquilidad...
No lo entiendo.
—Oye, Park —Jungkook chasquea los dedos delante de él—. Últimamente estás en las nubes.
—Debe de estar pensando en cómo regresar a la fama —responde Jennie, con su rostro aburrido de siempre y jugando con sus palitos en el plato—. No importa —ríe con burla—, esa parejita, del guapo de primero con el enano de tercero, han logrado toda la atención de los excluidos.
—Eso te pasa por pelearte con Baekhyunnie —agrega Momo— hacían una bonita pareja de dictadores.
El resto de chicos de la mesa les dan la razón a las chicas.
Están perdiendo popularidad, y ahora parece que van a convertirse en alumnos ordinarios.
Horror total.
Y saben que a quién más le va a doler la caída va a ser al más alto de todos. Sin eso, no le queda nada más que ser un estudiante del montón, que a diferencia del resto de los populares (que no son tan santos, obviamente), sí tiene mucho odio.
Pero bueno, sigue en su mundo.
Al escuchar el nombre de Baekhyun, lo busca rápidamente entre toda la gente en el comedor.
De nuevo está con ese chico chino que tiene el uniforme modificado a su antojo y con Luhan. El muy maldito del rubio se ve feliz.
Y no puede acercarse, no quiere ganarse otra paliza por parte de Tao.
Justo, Junmyeon entra con su bandeja, intentando saludar con timidez a cualquiera que le pase la voz. Este saluda cansado a todos aquellos que le alzan la mano para recibir un "hola" de su parte.
Detrás del mayor, aparece Sehun, también con el mismo "problema". A diferencia de Jun, este devuelve alegre cada saludo e intenta que ninguno sea ignorado. Alcanza como sea a su hyung, para ir juntos a la mesa con sus amigos.
Algo en el pecho de Chanyeol se siente doloroso.
De nuevo, alguien quiere robarle su puesto de atención total.
Odia eso.
Odia que Junmyeon lo haya enfrentado sabiendo que fácilmente podría haberle girado la cara de un puñetazo.
Odia que Sehun sea tan bueno y amable, que ocultara la broma que le hicieron en el casillero del vestidor ¿Por qué lo ayudaría? ¡Le robó a su novio!
¿Por qué se creen mejor que él?
No lo soporta.
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Ya es el día de la feria y todos han madrugado para poder preparar los stands como es debido. Para hacerlo todo más justo, el comité organizador sorteó los lugares de cada club, y teniendo como sitio más grande, el de ellos mismos, pues son los encargados de que todo salga perfecto, tienen publicidad de la escuela y además de que habrá una serie de sorteos y juegos en ese mismo lugar.
Jongdae se dedica a repartir pastelitos a todos los que se acercan a ver por ahí —y cuando nadie mira, pues, se lleva algunos a la boca—. Lo han elegido a él para repartir y llamar a la gente por su gran capacidad de llamar la atención y su estruendosa voz.
—¡Sehunnie~! —el de primer año voltea ante la tan conocida voz de su hyung de segundo— ven, ven.
Este, sin pensarlo, se acerca curioso al llamado de Jongdae. Lo ve un poco más inquieto que de costumbre... y eso es mucho decir.
—¿Qué ocurre, Jongdae hyung? —no recibe una respuesta, sino, un ofrecimiento de pastelito— Oh, gracias.
—Pruébalo, pruébalo.
Sehun lleva a su boca el pequeño trozo de pastel que Chen le otorga con tanta insistencia. El menor no quita vista del de segundo mientras mastica y saborea la cortesía del comité.
—¡Woh!¡Está delicioso! —los ojos del alto se abren impresionado— ¿Los han hecho ustedes? ¿Puedo comer otro?
El bajito asiente repetidas veces y se acerca de manera sospechosa a su menor.
—O sea, lo hicieron los del club de repostería, pero... —ahora baja más su voz— Yo los he mejorado.
Okey, peligro.
—Ah... Bueno, creo que ya se me quitó el hambre...
—Con ese que comiste ya te dará valor para hablar frente a toooooooooodos —lleva otro poco de postre a su boca— ¿ya te dije que habrá mucha gente? Rayos, yo no podría hablar frente taanta gente. Uh, bueno sí, quizá si los imagino sin ropa interior... Oh, Minseok sin ropa... Uh~... ¿Sehun? ¡Tú puedes!
—Eh... Gracias por los ánimos, hyung —el menor frota su mano en el brazo— creo...
Mejor se aleja antes de que su mente le haga una mala pasada. Es cierto, no tiene experiencia hablando frente a muchas personas, pero es para una buena causa. Se chupa los dedos por el delicioso (y sospechoso) pastelito mientras camina buscando donde sentarse a memorizar su discurso.
Pronto iba a ser la hora de entrada del público general, así que en más razón debe entrar en calma y saber de pies a cabeza lo que dirá junto a Junmyeon.
Ah, Junmyeon hyung...
¿Por qué tuvo que decirle eso el otro día?
Ahora le da vergüenza hablar con él.
No puede negar que está comenzando a despertar sentimientos hacia él, pero de manera inversa... No hay señales.
—Hey —Kyungsoo llama la atención del menor. Tiene una prenda entre sus brazos—, ¿estás nervioso? Te ves un poco pálido.
El menor saluda a su mayor más serio y niega con la cabeza a su pregunta.
—No, no estoy nervioso. Estaba pensando en otra cosa —admite rascándose el cuello— ¿qué llevas ahí?
—El chico con quien compartes habitación... no recuerdo el nombre... —Soo se ajusta los lentes como si eso le diera fuerzas para pensar—. El caso es que me dijo que te diera esto, no quiere que hables con ropa ordinaria. Bueno, eso dijo él...
Sehun recibe la prenda protegida en una bolsa de plástico con total normalidad, porque después de todo, sabe perfectamente como es su compañero. De seguro está aprovechando la oportunidad de que será visto por mucha gente para que vean sus diseños.
—¿Sabes si también le dio algo a Junmyeon hyung?
—Ah, sí. Pero fue tu compañero el que se lo dio, porque también quería peinarlo —señala este—. Iré a terminar de ordenar nuestro stand ¿vale? Terminen de vestirse, los espero ahí.
Kyungsoo va a girarse para retomar su camino, y ve al moreno acercarse hasta ellos, haciéndoles una señal para que no se muevan.
—¡Muchachos! Quería verlos antes de ensayar por última vez —tanto Sehun como Kyungsoo se quedan mirando a la extraña versión de su amigo— ¿Qué pasa?
Lleva una camisa y unos pantalones negros muy ceñidos a su cuerpo, dando un aire de seriedad y elegancia a Jongin. Además, el despeje de su frente lo hace ver mayor.
Sobre todo, atractivo, pero ninguno de sus dos amigos lo admitiría delante de él.
Eso sí, Kyungsoo queda asombrado por su aspecto. No parece ese chico movido que quiso ser su amigo desde el primer día.
—Nada —responde Sehun—. Te ves muy bien, Jongin. Estoy seguro de que sorprenderás a todos con tu baile —le da unas palmaditas en el hombro para brindarle apoyo—. Estaremos mirando y tomando fotografías.
—Sí, tenemos muchas ganas de verte bailar —Kyungsoo apoya con una sonrisa. Se siente orgulloso de cada uno de sus amigos—. Suerte, Jongin.
El moreno les da un abrazo de oso a sus amigos por desearles suerte.
—Suerte para ustedes también —se voltea hacia Sehun—. Estaré grabando la reacción de la gente cuando se enteren sobre Park y... —voltea ahora hacia Kyungsoo— me pasaré a ver tu stand, ¡seguro te esforzaste mucho, hyung! Ya te conozco como para pensar lo contrario~
El moreno le guiña un ojo a Soo, y pues este, desacostumbrado al coqueteo pues se pone rojo como un tomate.
Por otra parte, Sehun se siente seguro de que hoy ganará el equipo maravilla.
Todo va viento en popa.
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—Muy bien, Chanyeol —el señor Park revuelve el cabello de su hijo más alto—. Por lo que veo, tus calificaciones están manteniéndose a un buen nivel.
La familia Park se encuentra por los pasillos de la escuela, delante del tablón de calificaciones de segundo año.
Chanyeol no es el primero, pero sí se mantiene dentro del top 5 de estudiantes.
—Sí, bueno...
—En algo tenía que ser bueno —la señora Park no quita la mirada de su teléfono—. Mira, cariño —esta toca el hombro de su esposo para que voltee a mirar lo que está viendo—. Yoora ya está viajando a Singapur para su siguiente concierto de piano.
El pelirrojo rueda los ojos por la conducta de su madre.
Siempre ha preferido a Yoora por haber destacado desde niña y generarle ingresos desde joven. En cambio, él, es solo una molestia a la cual su mamá prefirió enviar al internado para no estar cargando a un crío ruidoso y desagradable cuando para los demás, ellos son una familia llena de talentos.
Por otro lado, el señor Park, quien pasa la mayor parte de su tiempo fuera, no tiene nada por lo que odiar a sus hijos. Es más, debe fingir que le interesa cada cosa que hagan, ¿qué mejor que una buena imagen de un padre que ama a sus hijos? Eso es clave en la política.
Sabe que Chanyeol no es el mejor de los alumnos en lo que respecta a conducta, pero... bueno, ya aprenderá a comportarse en el internado, que para algo paga cierta cantidad extra a los directivos.
Muchos de los alumnos que no están dentro de tareas importantes de la feria, pasan la mañana con sus padres o familiares en general, enseñándoles lo que hacen, o cómo viven dentro del campus escolar.
También, entra gente externa a disfrutar de los puestitos de comida tradicional y por mera curiosidad. Tampoco olvidan jugar en la lotería que Jongdae y su compañero, Jonghyun de tercero, están animando.
En una de las aulas vacías, los alumnos del club de costura y repostería, se peinan y ponen sus uniformes para el mini-café que funcionará a partir de la ceremonia de inauguración.
—¿Hace falta arreglarme tanto? —Junmyeon refunfuña por cada cepillada que Tao le hace a su pobre cabello. Se siente como el infierno— No es como si fuera a dar un discurso de independencia.
—Pero más o menos es eso —el menor mira a Junmyeon a través del espejo—. Es un día importante para la escuela ¿o no?
Ha aceptado ponerse el traje hecho por Tao, pues porque está hermoso y es simple, nada muy loco como para llamar la atención, cosa que el mayor odia. Pero, esto del peinado duele.
—Listo, estás perfecto —el de primer año asiente orgulloso de su trabajo—. Cuando das un discurso, deben, primero, saber quién lo está dando. Es decir, no puedes estar vestido de cualquier forma. Resaltando tu belleza lograrás que tengan los ojos en todo lo que digas.
—Entiendo...
Se pone de pie, observándose en cada movimiento reflejado en el espejo. Toca un poco su cabello, mete bien la camisa dentro de sus pantalones y da una vuelta.
—Oh, estoy... bien. Me gusta —asiente con mucha energía—. Hiciste un buen trabajo, Zitao.
—Lo sé.
Sehun entra y saluda a los dos con una semi-reverencia. También se ha cambiado, pero su cabello es corto y no necesita ningún tipo de cuidado extra como Junmyeon.
Las ganas de Sehun de decirle a Jun que se ve como un muñequito o un príncipe son altas, solo que... no es que estén en los mejores términos ahora mismo. En verdad que su hyung se ve hermoso hoy, espera que no se dé cuenta de su cara de bobo.
—Estás guapo, Sehun —Junmyeon rompe el hielo dándole un halago sincero pero pequeño a la vez.
Esto hace sonrojar al menor, no lo esperaba.
—Te ves bien también, hyung —este agacha la mirada, llamando la atención del diseñador de primero—. Gracias por todo, Tao.
—No me tienes que agradecer, adoro mi trabajo —asiente orgulloso. A pesar de que siente un ambiente tenso entre los dos, no duda en divertirse un poco— ¿Les puedo tomar una foto? ¿Sí...?
Estos se miran un poco preocupados por la reacción del otro, pero, en un intento silencioso de que Tao no sospeche nada, se acercan un poco entre los dos.
Ja, si supieran que el panda es más inteligente de lo que piensan.
El compañero de Sehun toma varias fotografías con la cámara de su celular y alza un pulgar cuando termina.
Quisiera reírse por lo serios que aparecen en las imágenes.
—Taoshi~ —Baekhyun aparece vestido de camarero lindo, corriendo hasta su amigo— ¿A que me veo lindo? —da una vuelta frente a los chicos—. Hola, Sehunnie, am... el otro chico cuyo nombre no recuerdo.
—Soy Junmyeon —la cara de malo sale automáticamente al ver a quien le hizo daño al menor una vez.
—Ah sí.
Tao evalúa a Baekhyun y a los demás del equipo. Hace como si enfocara a todos los chicos con los dedos de sus manos, orgulloso del resultado de su diseño y de la calidad de la mano de obra (o sea sus compañeros) que le han ayudado a terminar a tiempo.
—Están perfectos, todos —ese es su veredicto—. Bueno, Baek, ayúdame a colocar los manteles a las mesas —lo arrastra del brazo, dejando a los otros dos ahí—. Los veo luego, chicos.
Tanto Jun como Sehun se despiden de los dos chicos del club de costura y se quedan en silencio por un rato.
—Hyung...
—¿Sí? —Junmyeon adelanta el paso, para poder dirigirse hacia el auditorio y poder ensayar.
—Perdón por lo del otro día.
El más alto permanece detrás de su mayor, esperándolo. Aunque no es visto, juega nervioso con sus manos, como un niño pequeño.
—No tienes porqué disculparte, Sehun —este voltea serio para quedar cara a cara—. Malinterpreté la situación, no tienes la culpa de que piense que fue por el sentido romántico —sonríe algo cansado y nervioso—. No te preocupes, te acompañaré a ver todo lo que quieras.
Sehun sonríe de lado por lo que dice su compañero.
—Es que yo... —rasca su cuello como de costumbre, agachando la mirada ante un serio hyung con los brazos cruzados, arqueando la ceja por el balbuceo del otro—. Junmyeon hyung, sí quería que lo entendieras de esa manera... Tú a mi...
El alto cierra fuerte los ojos por la vergüenza que le causa decir eso, pero al abrirlos, se encuentra al bajito con su mano en "stop", revisando su teléfono.
—Kyungsoo dice que ya han abierto las puertas para que entre el público externo hace rato —comenta enseñándole una foto—. Dice que Chanyeol está con sus padres, esto es una buena señal.
Menos mal que salió el mensaje de Soo a tiempo. No le queda más remedio a Junmyeon de hacer como que no escuchó lo que dijo Sehun.
—Por cierto, ¿qué ibas a decirme? —el mayor guarda su celular.
—Nada... Vamos al auditorio.
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—Sí, nuestro entrenamiento consta de dos horas cada día, bueno, tenemos ciertos días de descanso...
—¡Son el mejor equipo de la región! —Jongdae grita a lo lejos mientras se acerca, observando a su pareja hablarles a unos chiquillos de escuela media— No se arrepentirán si vienen a este internado.
Los chicos miran sorprendidos a Minseok cuando escuchan eso. Éste, tímido por la abrupta atención, hace un gesto de "calma" con las manos.
—No perdemos desde hace tiempo, pero... —Min les dedica una sonrisa sincera a los chicos—, no nos consideramos los mejores, nunca sabemos cuando pueden derribar la racha. Deben recordar que no jugamos para ganar, sino, para pasarlo bien.
Jongdae y los menores miran a Sabioseok hablarles tan maduramente, admirándolo.
Los dos se despiden de ellos dándoles trípticos con información del club.
—¿Cuánto falta para la inauguración, Chennie? —pregunta el mayor, volviendo a ordenar todas las cosas sobre el stand y asegurándose de que las fotos del panel no estén con intenciones de caerse— Espero llegar a tiempo.
—Uhm... —Jongdae saca su celular— Faltan veinte minutos, deberíamos ir tomando asiento en el auditorio...
—¡¡Jongdae!! —Jonghyun llama al chico de segundo acercándose con el ceño fruncido— Eres el encargado de la rifa, ¿qué haces aquí?
—Ah... estaba descansando... —parece que se dio cuenta de su escapadita reciente.
—¿Por quinta vez? —el rubio cruza sus brazos, buscando explicaciones.
Minseok arquea la ceja, regañando mentalmente a su pareja por ir dejando atrás sus funciones.
—¡Minseokkie~! —Jongdae es arrastrado por Jonghyun, de regreso al stand del comité organizador, lloriqueando por su privación de libertad.
Min se despide de él, riéndose de la escena tan peculiar que los dos muestran. Voltea para seguir esperando a más personas acercarse al puesto del club y mira a los demás miembros seguir sufriendo por pegar unas letras de poliespán.
Espera que los chicos le guarden sitio al auditorio. Mejor les envía un mensaje.
—¿Eh? ¿Y mi teléfono?
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Junmyeon intenta memorizar cada palabra del discurso que Jongdae y Kyungsoo escribieron. Es un poco tedioso, pero hace su mejor esfuerzo para saberlo al pie de la letra y no decepcionar a sus compañeros.
—Hyung, ¿quieres que practiquemos una vez más? —pregunta amable, sentado en una de las sillas del intento de camerino del auditorio.
—Espera, hay una parte que me es difícil memorizar... —se rasca la cabeza un poco estresado— ¿Tú ya lo sabes?
—¡Sí!
Junmyeon murmura un "espero sea cierto" divertido. En su bolsillo vibra su teléfono y aparece un mensaje de Minseok que lo preocupa.
"¡Ven rápido al gimnasio! Estoy intentando sacar a Kyungsoo del almacén, pero no puedo solo... ¡Alguien lo encerró aquí!"
—Mierda —este rápidamente corre hacia los bastidores y asoma su rostro para ver si Kyungsoo está sentado, pero no. Corre de regreso para hablar con Sehun—. Sehun, ya regreso. Kyungsoo está en problemas... no me tardo...
Ve como el mayor llama por teléfono (posiblemente a Kyungsoo) y al no recibir respuesta, patea con furia la pared.
El más alto se acerca a su hyung, preocupado.
—¿Qué pasó? Iré yo —propone insistente, tomando las manos de un nervioso Jun— Junmyeon, tú eres el primero en hablar, demórate y yo estaré aquí a tiempo para acabar la presentación ¿Dónde es el problema? ¡No te preocupes!
—Minseok me envió un mensaje diciendo que Kyungsoo está encerrado en el almacén del gimnasio, él ya está allá —el mayor habla rápido, así que Sehun se esfuerza a asimilar toda la información —. Te lo agradecería, Sehun...
—Estaré aquí a tiempo, lo prometo —para Sehun, seguramente Chanyeol descubrió el plan y usó a Kyungsoo de víctima— ¡Voy corriendo!
En nada, Sehun va a todas prisas al gimnasio de la escuela, corriendo como si le estuviera persiguiendo el peor criminal de todos.
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Por otro lado, ya faltando cinco minutos, en el auditorio la gente va llegando para tomar asiento en buenos lugares. Se ven un par de hombres con aspectos elegantes sentarse delante, algunos directivos de la escuela y otros que no parecen de por aquí.
Kyungsoo se sienta en la tercera fila y va revisando si los chicos del plan están viniendo. Por suerte, estos aparecen, calmando la preocupación del bajito de que estos se retiren a última hora.
Se tardó un poco por estar cuidando el stand de carpintería, tanto Junmyeon como Sehun le prometieron encargarse en la tarde de atender.
Observa el amplio escenario calmando los nervios. Jongin se asoma por arriba, buscando cualquier mirada conocida y encuentra la de su hyung de segundo. Sonriente, mueve su mano hasta que capta la atención del ciego de Kyungsoo, el cual, incluso con sus lentes, hace un intento sobrehumano para ver quién lo está saludando.
Por fin, percatándose que se trata del moreno, Kyungsoo lo saluda con un simple gesto de la mano, ganándose pucheros del otro.
—¿Ah? —Kyungsoo no entiende eso, pero se acomoda y pone cualquier cosa (folleto, cartera, su bolsita) para separar los asientos de su lado.
La profesora Jessica, separada del otro montón de profesores, junto Baekhyun y Tao también toma asiento, sabiendo del plan e impacientes de los próximos acontecimientos.
Todos permanecen tranquilos y con ganas de que a Chanyeol reciba un poco de su medicina delante de su familia.
Pero, no saben que, en el otro extremo del campus, Sehun, llega al gimnasio sin casi tener aliento, abriendo la puerta y corriendo hacia el almacén. Se queda estático antes de abrir la puerta por alguien llamándolo.
—¿Sehun? ¿Es en serio? —la voz grave de Yeol con un tono de burla se acerca a menor— Yo esperaba ver al enano de Kim, pero bueno... —escribe en el celular de Minseok otro mensaje—, no creo que tarde nada en venir a hacerte compañía.
—Pero qué... —Sehun frunce el ceño, muy confundido— ¿Dónde está Kyungsoo?
—Quién sabe —responde aburrido—. Fue una excusa para que tu novio viniera rápidamente hasta aquí.
Sehun ha visto muchas películas adolescentes malas y sabe perfectamente que Chanyeol no lo va a dejar irse así por así.
—Vale... ¿qué quieres? —este cruza sus brazos, esperando que Chanyeol suelte su plan como mal villano de telenovela que es— ¿Quieres popularidad? Creo que golpeándome será difícil de conseguir.
Chanyeol saca su celular y acerca la pantalla para que Sehun lea bien un mensaje muy extraño.
"Última hora: Parece que los reyes van a desterrar a Park Chanyeol del castillo ¿Saben que significa eso? Humillación pública."
—Este mensaje salió hace casi una hora —comenta Yeol enojado—. Siento que el tipo de esa página lo hizo para que no tuvieran oportunidad de planear una escapatoria ni de leer el mensaje por estar tan ocupaditos con sus tonterías escolares...
Todos están tan concentrados en sus actividades o con su familia, que el solitario de Yeol, justamente, es de los pocos que lo han leído.
Genial.
En verdad que, si Sehun logra atrapar a ese tipo de la web de rumores, hará que pague por muchas cosas ¿Por qué creaba todos estos conflictos? Si era un alumno, ¡tendría que haber colaborado con esto!
Espera un momento, y si lo sabía...
Es que es uno de la lista de victimas de Yeol... Duda mucho que uno de su grupo los haya traicionado ¿Qué rayos está pasando?
—No lo llamaría humillación —responde por fin el menor—, es más una forma de que aprendas la lección de una vez por todas, Chanyeol ¿no ves que tu actitud solo causa temor entre los alumnos? ¿Para qué quieres ser popular si solo va a ser para que todos te obedezcan con miedo?
—No vengas a mí como si me conocieras e intentes regañarme —Chan se acerca con ira hacia Sehun, haciendo que este retroceda—. Te crees el centro de atención, pero vamos a ver qué pasará si ninguno de ustedes dos se presenta en la inauguración...
—Se nota que sin ser popular no te queda nada más —sabe que Chanyeol no es tonto, tiene buena familia, pero está demasiado vacío por dentro—... intenta cambiar, ya viste a Baekhyun ¡ahora está bien!
—¡Dije que no intentes regañarme, estúpido!
¿Por qué se cree mejor que yo?
¡Solo es un chico de primero!
—¡Oye, déjalo! —Junmyeon salta encima de Chanyeol, rodeando su cuello con los brazos para hacer que retroceda de Sehun— ¡Estás loco!
Obviamente, el tamaño y fuerza de Park contraatacan dejando por el suelo a Junmyeon. Este rueda por el suelo dando un grito de dolor.
—¡Hyung! —
—Ay... estoy bien... ¡Dale una paliza!
Jun intenta ponerse de pie, pero la caída lo ha dejado un poco adolorido y aturdido. En la cara de Sehun se ve cómo intenta un plan de librarse de Chanyeol, de manera que los deje salir de ahí.
—No sean estúpidos, les recuerdo que a diferencia de ustedes —cuando ve a Sehun acercarse para derribarlo, le mete un puñetazo en la mejilla, lanzándolo al suelo junto a Junmyeon. Un poco de sangre sale de la boca de este—, yo sí hago deporte.
—¡Sehun! ¡Aargh! Necesitas un psicólogo urgente, Park —Junmyeon por fin se coloca de pie y torpemente se lanza otra vez contra el gigante, logrando colocarse en su delante y meterle una cachetada— ¡Entiende que hay cosas más importantes! —el más alto desafía a Junmyeon con la mirada por lo que acaba de hacer, poniéndose más rojo de ira— ¿Acaso te falta atención de tus padres? ¡Madura! Hay muchas cosas por hacer aquí en las que puedes ganarte el aprecio de otros de manera justa ¿Sabes?
—Vuelve a repetir eso... —el de segundo año toma a Junmyeon por el cuello de la camisa, alzándolo. Parece que dejó de escuchar cuando mencionó lo de sus padres—. No necesito un discurso cursi, no vas a cambiar a alguien tan fácilmente, enano.
—Mierda, no... ¡Agh! —este patalea e intenta zafarse, pero es imposible.
Chanyeol abre la puerta del almacén y lanza a Junmyeon dentro, quien cae sobre unas colchonetas. Para que esté acompañado, el alto arrastra también a Sehun y cierra, sonando cómo pone llave.
—Nos vemos en unas hora.
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