Rumor #1: El chico infiel de primer año

—¿Has entendido el método que ha explicado la profesora? —Minseok observa detenidamente los cubiertos y depósitos que utiliza su compañero— Explica demasiado rápido.

—Minseok —Junmyeon ríe y señala con la barbilla a lo que hace la profesora de economía doméstica—, solo ha batido un huevo ¿en serio no sabes hacer eso?

—Ah... claro que sé—el mayor lo mira subestimado y chasquea con la lengua. Sin embargo, vuelve a fijar su vista hacia cómo Jun bate— ¿Pero qué más hay que ponerle? ¿Huevos y qué más?

Si Junmyeon no estuviera ocupado, ahora mismo habría chocado la palma de la mano en su cabeza.

Se escucha la puerta ser tocada un par de veces, a lo que la maestra deja el bol en la mesa y va a ver quién es. Se empiezan a oír murmullos de los estudiantes y esta les lanza su típica mirada de hielo para hacer que se todos callen en segundos.

—Rayos, ¿para qué me metí a esta clase? —Minseok comienza a batir furioso los huevos del recipiente después de entender el procedimiento— ¡Todo porque no querías estar solo en una clase llena de niñas!

—Creo que es importante que aprendamos estas cosas —resalta el otro, levantando el dedo índice para mostrar que tiene la razón—. Si aquí hay un montón de chicas, significa que nosotros los hombres no priorizamos cocinar, cosa que me parece muy mal.

Min rueda los ojos ante el sermón de su mejor amigo.

—Yo creo que youtube existe para algo —el mayor apoya su cabeza en la mesa estirando sus brazos sobre ella.

—Apenas nos dejan entrar a esa página por dos horas.

Los murmullos incrementan una vez que la profesora deja entrar a un par de chicos, haciendo que el resto de estudiantes —que son mujeres—, comiencen a reírse y mirarlos tímidas.

—A ver, ¡calma niñas! —Minseok y Junmyeon se miran ante esto—. Sus compañeros del club de música vienen por petición del... —uno de los chicos se acerca a la profesora para susurrarle al oído viendo que no recuerda el nombre— del alumno Kim Jongdae, que los ha enviado para cantarle una balada a Kim Minseok.

Todas las chicas gritan eufóricas, exclamando sobre la suerte que tiene Minseok y sobre cómo a ellas no les dedican ni siquiera un poema.

Además, adoran a los chicos del club de música. Son muy guapos y talentosos.

—¿Para mí? —Minseok siente de nuevo sus energías recargadas y golpea ansiosamente la mesa— ¡Aah! ¿En serio Jongdae está haciendo esto para mí?

Junmyeon se siente un poco fuera de lugar al verse rodeado de los chicos del club de música quienes vienen a cantarle a Min. Odia este tipo de cosas, es peor que cuando le cantan en su cumpleaños, porque aquí sobra.

—También quiso dejarte una rosa —Jimin entrega la rosa con una reverencia, mostrando su típica sonrisa con sus ojos muy achinados—. Bien, muchachos, y uno, dos, tres...

Los miembros del club de música comienzan a cantar una dulce cover acústica de "Just the way you are". Hasta el mismo Minseok y la profesora, fan del cantante original, cantan con ellos. El mayor es feliz de haber recibido este regalo de Jongdae, con el cual todavía no había nada definido.

El resto de alumnas, locas por Jimin y demás chicos, gritan cuando pasan por sus asientos tocando la guitarra y cantando. Junmyeon se une a las palmas y observa feliz a su mejor amigo, pero un tanto molesto de no haber podido seguir la clase.

Quería aprender a preparar esa tarta de mousse de fresa.

Al terminar la clase, los dos salen juntos del salón para, por fin, disfrutar el resto de la tarde haciendo cualquier cosa.

El toque de queda, por así llamarlo, es a partir de las diez de la noche, así que quizá verían una película en su habitación. Es lo bueno de haberse puesto al día con la tarea.

—Junmyeon —Minseok adelanta el paso y queda en frente a él. Sigue sonriente con la rosa en su mano—. Iré primero a ver a Jongdae ¿está bien? Debo agradecerle por esto.

—Claro. Elegiré la película entonces —este, cruza los brazos, asintiendo—. ¡Suerte, Minnie!

—Gracias —el mayor se despide con un gesto y se aparta para caminar hacia la dirección contraria—. Traeré los snacks para la sesión de películas.

Minseok, su mejor amigo, es un chico sociable y amable, además de que conviven en el mismo dormitorio. Le debe mucho, lo apoyó incluso apuntándose en clases de cocina cuando él, ni siquiera puede diferenciar muchos de los ingredientes.

Lo único que le molesta —bueno, no tanto molestaba, si no, cansar a veces—, es cuando el mayor comienza a hablar todo el rato de su amor por Jongdae y de cómo será su vida después de graduarse.

No es nada malo, pero no es algo que a Junmyeon le interese. Realmente quiere aprovechar su estadía en este internado, con los mejores profesores y materias. Recién había comenzado el año y quería fijarse bien a qué otro club podría apuntarse esta vez, para ganar más experiencia. Ahora mismo está en el club de carpintería. Es relajante cortar en pedazos la madera y construir diferentes cosas. Además, la mitad de miembros nunca aparece por lo que trabaja tranquilo, hasta lo habían nombrado jefe del club.

Ya había estado en varios: teatro, ajedrez, pintura, fútbol, hasta en el club de charadas (sí, existía).

Solo tenía un año más para aprender cualquier cosa, esta semana se dedicaría a investigar.

Rato después, Junmyeon se encuentra paseando por el gran jardín en las afueras del edificio donde reciben clase los estudiantes. El camino de cemento es decorado por los lados con diversas plantas, cuidadas por el club de jardinería quienes siempre hacen un gran trabajo adornando las diferentes instalaciones del internado.

Lo cansado siempre es regresar de clase a la residencia de tercer año. Fueron ingeniosos de ubicarla algo lejos.

—Hey, Junmyeon —una voz hace que automáticamente se detenga y voltee— ¿vas al dormitorio? ¿Quieres que te acompañe? También voy de camino.

Cuando este identifica a quien lo llama, pone una mueca de disgusto.

—Buenas tardes, Wu —aunque no tenga ganas de verlo, le da una cordial reverencia como saludo e intenta retomar camino.

—Venga, déjate de formalidades. Puedes llamarme Yifan ¿eh? —el más alto se pone a su lado, dispuesto a acompañarlo a la residencia.

El bajito mira al cielo, preguntando si hizo algo mal para merecer tanta tortura del pesado de Yifan. Abiertamente, el mayor ha confesado su atracción hacia Junmyeon, siempre intentando invitarle a salir o acompañarlo a cualquier lugar.

Después de que Jun se cansara de hacerse el tonto, tuvo que dejar las cosas claras.

Pero, al parecer, no fueron tan claras.

Eso sí, la intensidad del acoso bajo mucho, y eso aliviaba en algo a Jun.

—Lo siento, Wu —este rasca su cabeza, intentando pensar una buena excusa—. Voy a ir a otro lugar, a... comer con Minseok y Jongdae ¿sabes? Vamos a cenar los tres y la verdad, ya estoy llegando tarde.

—Oh, vas a estar de tercera rueda —ríe el alto, cruzando los brazos. Aparte de insistente, también se creía la última cocacola del desierto. Se acerca y rodea el hombro del conejo—. ¿Qué te parece si voy y la pasamos bien los cuatro?

—Yo... —Jun aprieta los dientes, reteniendo sus ganas de golpear a Yifan, pero solo hace lo siguiente— ¿Qué te parece si me largo?

La cara de Yifan es un poema, y peor cuando Junmyeon lanza la cartera de este al suelo y pisa su pie con fuerza antes de salir corriendo hacia el dormitorio.

—¡AAH!

—¡Ya supérame! —grita mientras saca la lengua y huye de la escena.

Una vez a salvo en la entrada de la residencia, rueda los ojos y quita cualquier rastro del manoseo de Yifan en su uniforme.

Puede aguantar hasta cierto límite el coqueteo de los chicos que lo ven tan "indefenso" y "lindo". Convive con eso desde siempre, no puede cambiar el aspecto que tiene.

Siempre es lo mismo.

Lo atosigan diciéndole mil cosas románticas acerca de su piel, su rostro, su forma de caminar o cualquier cosa que dejara en claro que parece un "conejito indefenso" y un "hermoso sueño hecho realidad".

¿Qué pasaría si descubren que no es tan inocente e indefenso como creen?

Quisiera ver sus caras. Pero no perdería el tiempo con gente tan pesada.

Suspira, caminando por el pasillo del segundo piso, donde se encontraba su habitación, buscando la llave de esta en su cartera.

—¡QUÉ TE LARGUES!

Al parecer otra pelea en la habitación de al lado. Jun niega con la cabeza, desesperado porque el vigilante de turno nunca estaba cuando las cosas sucedían. Ni cuenta se daría si alguien trae una vaca a su habitación.

La puerta se abre de repente en la habitación vecina, viéndose como dos estudiantes se atacan, o mejor dicho, uno ataca al otro.

Un joven con el cabello pintado de rubio, lanza diferentes útiles escolares en la cabeza de otro, quien es mucho más alto que él.

—Espera, Baekhyun ¿te vas a poner así por un rumor? —un borrador cae en la nariz del chico de cabello negro, haciendo que grite— ¡Oye! ¡Contrólate!

—Si existe el rumor será por algo, Sehun —al quedarse sin que lanzar, se acerca con pasos imponentes y pone en su cara el teléfono con una página web abierta— ¡Mira! "Oh Sehun se acuesta con diferentes estudiantes de primer año".

Sehun coloca sus manos en los bolsillos, acercándose para leer mejor ese texto, pero Baek lo golpea con la pantalla de este.

—Maldición, ¡deja de atentar contra mi cara!

Una de las cosas más tontas que existen en el internado, es una página donde colgaban rumores, historias o confesiones anónimas donde cualquiera podía ingresar y subir cualquier calumnia (o verdad, pero de esas habían pocas). Hasta se cree que profesores hacían maldades en esas páginas tambien.

Muchas veces el director ha intentado dar de baja la página, pero siempre vuelve a aparecer por arte de magia días después.

—¡Cállate! ¡Cállate! ¡Terminamos!

Junmyeon por fin consigue abrir la puerta pero antes de cerrar, quiere ver cómo termina la cosa.

—¿Cómo que vas a terminar conmigo? ¡Yo no me he acostado con nadie! ¡Créeme! —la cara de Sehun está llena de confusión. No puede creer que su novio —bueno, ahora exnovio— esté terminando con él por un estúpido mensaje anónimo— ¡T-te vas a arrepentir!

Varias personas han salido de sus habitaciones por el escándalo y se han quedado viendo el chisme desde las puertas. Caen un par de prendas de ropa interior en la cara del alto.

—¡Para que lo laven tus otros novios! ¡No regreses! —el portazo es fuerte, dejando a todos mirando a Sehun y... a sus calzoncillos.

—Ni siquiera son míos...

Demasiado drama para Junmyeon.

Entra en su habitación, dejando atrás a todos los chismosos que han quedado fuera. Será mejor elegir una película y esperar a Minseok.

La noche pasa con normalidad. Minseok vino totalmente emocionado porque Jongdae y él han comenzado una relación de novios. Jun escucha atentamente sobre cada detalle de la magnífica tarde de la nueva pareja.

Y menos mal terminó antes de lo que pensaba, solo quería ver la película tranquilo junto su mejor amigo. Quizá sería de las últimas veces que estarían juntos de esta manera, puesto que, Jongdae parece que se apoderaría de muchas tardes de Min.

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El día siguiente, todo sigue su curso. Las clases de primera hora tienen a zombis, en vez de a estudiante atentos. Es por eso, que la hora del almuerzo, todos aprovechan para comer alimentos que les de energías.

Sehun camina para retirar una bandeja y servirse, pero al llegar a la fila, siente las miradas de las chicas clavarse en él.

Algunas pasan por su lado y dejan papelitos en su bandeja vacía, por lo que los varones ya empiezan a mirarle mal.

—Seguro que ya le están mandando papelitos con sus números de teléfono.

—Bueno, ¿y qué esperar del único loco que puede romperle el corazón al hermoso Byun Baekhyun? Es un tío fácil, quiere diferentes penes y vaginas para satisfacerse.

El pobre Oh Sehun aprieta con fuerza la bandeja, queriendo golpear a esos idiotas que están hablando a sus espaldas. Lo peor es que son sus superiores, él es de primer año y a los ojos de ellos, solo un crío idiota.

¡Él jura por su mascota escondida en su habitación que es un chico inocente!

Apenas ha tenido algo con Baekhyun. Solo se daban la mano y a lo mucho un par de besos. No sabía que este chico tenía tantos fans y es que, por donde va, solo escucha que es afortunado de haber conquistado al mayor. Baekhyun es un chico de segundo año, con un rostro demasiado hermoso y tan extrovertido que a Sehun le parece muy extraño que el rubio se haya enamorado de él.

Pero por suerte, pasó. Aunque ahora...

El alto, recibe la comida espantosa de la cafetería con un suspiro triste.

Lo único que le queda es Jongin.

Se acerca a la mesa donde el moreno le espera. Este lo saluda alegremente al menos.

—Sehun, la comida de hoy está deliciosa —levanta el pulgar—. Si dejas algo, me lo das ¿vale?

—Debes ser el único en la tierra al que le gusta esta comida —menciona Sehun—. Baekhyun terminó conmigo...

—Eso te pasa por andar con el pene suelto —ríe este, dándole un mordisco al pollo. La mirada seria de un Sehun indignado atentan con Jongin—. Es broma, ni siquiera sabías que las mujeres tienen tres orificios ¿Cómo vas a ser un infiel?

—Jongin, estamos comiendo ¿no había un mejor ejemplo?

—Perdón, perdón —su mirada va hacia los papelitos de la bandeja de Sehun—. Vaya ¿si publico que soy un playboy también correré la misma suerte? ¡Quiero una cita~!

Desenvuelve un par de los papelitos, leyendo cada mensaje obsceno de las chicas.

—Luego dicen que los hombres somos los indecentes, wow.

—Porque no has visto aún sus papeles —el menor busca en sus bolsillos y deja más trozos de papel sobre la mesa—. Los encontré en el cajón de mi pupitre esta mañana.

—Rayos... la fuerza de un rumor... ¿Quién te odiaría tanto como para hacerlo?

—Pues... no pienso tanto en que haya sido alguien que me odie —Sehun golpea con el tenedor la superficie del plato—. Debe haber sido alguien muy obsesionado con Baekhyun. Ya sabes, que quiere salir con él y por ende, sacarme del camino.

—Detective Oh Sehun, es usted muy inteligente —señala el moreno—. Pero, aun así ¿no ha sido un poco cruel?

—Y qué lo digas.

Jongin y Sehun apenas son de primer año. No sabían que se iban a meter en la boca del tiburón tan rápido. En fin, solo quedaba sobrevivir a aquello ¿cuánto duraba un rumor? ¿dos días? A lo mucho una semana.

En la tarde, Jongin se queda en el club de danza y Sehun corre hacia su habitación, evitando cualquier persona fan de Baekhyun o del falso Sehun (el que se acuesta con todos).

—Ah... volví... —deja las cosas en su cama y de debajo de ella sale un pequeño cachorrito blanco, que mueve la cola al ver a su dueño venir—. ¡Vivi! Espera...

Sehun saca un poco de las sobras de la comida de hoy para darle al hambriento perrito. Mientras este come, acaricia su cabecita.

—Hoy fue un día terrible... pensaba que sería mucho más divertido —se sienta en el suelo, al lado de su mascota—. Es decir, el mes pasado comenzó el año... y ya me sentía el rey del mundo... ¿sabes? Conocí a Baekhyun en la semana de integración y bueno, me sentí popular e invulnerable cuando a la semana comenzamos a salir juntos. Ahora, por culpa de uno, ya soy el playboy del internado...

Sehun puede verse grande y muy atractivo, hasta su rostro serio da a entender que se trata de alguien muy confidente a sí mismo, pero las cosas no son así.

Solo se trata de un adolescente de 16 años, normal y corriente, y bastante tímido. De esos que prefieren quedarse en su habitación y jugar a la consola a estar saliendo con cualquiera.

Cuando Vivi termina de comer, corre hasta el regazo de Sehun para recibir más cariños de él.

—Me extrañaste ¿cierto? —lo acaricia con ternura, recibiendo algunos ladridos del perrito— Sshh, si nos atrapan, estaremos en problemas.

La puerta se abre de repente, provocando que Sehun cargue a Vivi y lo meta debajo de la cama, poniéndose él delante para disimular.

—Sehun.

—Ah, eres tú, Tao...

Su compañero de habitación es Huang Zitao, otro chico de primer año, parte del club de diseño y confección. Sus personalidades son tan distintas que casi no se hablan.

—Sí, soy yo. No llores por mí, ya llegué para salvarte de la oscuridad con mi luz propia—la forma de hablar de Tao es tan dramática, que Sehun piensa en mandarlo a una audición del club de teatro—. Tuve suerte de alcanzar a comprarme una hamburguesa... se acaban rápido siempre. Por cierto, escuché lo de Baekhyun, qué pena. Pero, ¿tú de malote? ¿¡Quién creería ese rumor!?

Al parecer, mucha gente.

El olor inunda toda la habitación, haciendo que Sehun abra las ventanas para librarse de este.

Vivi sale corriendo y salta al regazo del compañero de Sehun. Empieza a restregarse en la ropa de Tao, haciéndose el lindo para recibir un poco de la hamburguesa.

Sehun, asustado, corre pero la bomba ya es detonada.

—¡AAAAH! ¡QUITAME ESA COSA! ¡MI ROPA DE CALIDAD SE VA A LLENAR DE PULGAS Y PELO! ¡QUÍTAMELO, QUÍTAMELO!

—¡Perdón!¡Baja la voz! —Sehun carga a Vivi y hace gestos para calmar a Tao— ¡Descubrirán que está aquí!

Tao se levanta para sacudir su uniforme personalizado. Frunce el ceño y señala a Sehun.

—Sehun, te voy a dar una advertencia —dice con un tono de voz serio. Sehun se encoge de hombros con Vivi en brazos—. Consíguele a ese animal una nueva casa o me convertiré en "Maléfica". Ya he aguantado días de ver sus asquerosidades por la habitación y sus pelos por mi ropa.

—Pero...

—No quiero escuchar nada. Comeré mi hamburguesa y tú pensarás qué hacer con tu ilegalidad.

Sehun mira a Vivi, triste por el aterrizaje repentino a la realidad. Tarde o temprano tendría que pensar en otro sitio en vez de mantenerlo en la habitación.

Después de pensarlo por un rato, toma su mochila y pone a Vivi dentro para luego dejar un espacio con el cual pueda respirar.

Le encontraría un nuevo hogar para no causar más problemas.

.

.

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Por otro lado, Junmyeon va de camino al club de carpintería. Toma un atajo por el invernadero, el cual es una gran instalación que tiene salida hacia el club.

Como siempre, hay poca gente interesada en las plantas, así que está todo silencioso y oscuro. Ni siquiera encendieron las luces, cosa que le parece extraña, pero igualmente, camina por las calientes instalaciones.

—¡Ah! ¡Eres un grosero~! —escucha los susurros y risas de alguien, escondido por el fondo del sitio— ¿no puedes ser menos rudo?

—Y eso que aún es solo la puntita...

Jun se sorprende de cómo profanan delante de las pobres plantitas. Quiere avanzar para no tener que escuchar más, pero es imposible no detenerse al escuchar lo siguiente.

—¿Es mi premio por librarme de Sehunnie?

—Yo nunca dije que publicaras eso en su contra. Eres un chico malo, Baekkie...

—Ay, Chanyeol. Eso dolió~

Mierda, mierda, mierda....

¿Por qué justo tuvo que oírlo él?

¿Debería decirle al chico llamado Sehun? ¿Quizá ponerlos en evidencia?

¡P-pero no es su asunto!

Con pasos rápidos, loga dejar atrás el invernadero y llega hasta el edificio donde se encontraba el taller.

Como siempre, no hay rastro de sus miembros, así que lo primero que hace es sentarse, y dejar sus manos colgando.

—Ah ¿qué es lo correcto? ¿Uh?

Siente sus manos, ser lamidas por algo que lo hace saltar inmediatamente del asiento.

—¿¡Un perro!? —se sorprende por la aparición del canino blanco, pero suspira aliviado de que no haya sido un loco o algo así.

Ver películas de miedo con Minseok pasaba factura.

—H-hola... —Sehun sale de su escondite tras una estantería a medio hacer— ¿eres el jefe del club?

Junmyeon mira con cara de horror a Sehun.

Justamente, de todas las personas en el internado, debía encontrarse con él.

—¿Qué necesitas? —vuelve a poner un rostro serio, observando como Sehun recoge a Vivi del suelo para tenerlo en sus brazos— Están prohibidas las mascotas ¿lo sabías? Eres de primer año ¿cierto?

Sehun asiente tímido y se acerca hasta donde Junmyeon permanece de pie.

—¿Podría integrarme al club? —pide con miedo— Vivi es por ahora, mi único apoyo y yo... necesito encontrarle otro hogar. Aquí hay mucho espacio. Hasta podría hacerle una casita... —ríe tímido pero sin mirar a Junmyeon— ¡Ayudaré en lo que sea!

Sin duda, el rumor de la web es una vil mentira contra Sehun. Junmyeon comienza a darse cuenta de la crueldad que hizo Baekhyun, lastimando a un chico tan corriente y amable como el de primer año.

De la pena que le da, no le queda más remedio que aceptar. Además, no le vendría mal una mano extra y un chico de los recados.

—Está bien. Pueden quedarse, pero encárgate de todas sus necesidades y no me metas en problemas ¿de acuerdo?

Sehun sonríe y mira a Vivi alegremente. Como si el cachorro entendiera, ladra al menor.

—Por cierto, mi nombre es...

—Oh Sehun, lo sé —Junmyeon no puede aguantar más sobre lo que pasó hace rato—. Yo... vi que publicaron ese rumor sobre ti.

La alegría de Sehun no dura mucho al escuchar sobre el rumor nuevamente.

—Es mentira... Por favor, no creas en eso —menciona, no queriendo dar mala imagen a su nuevo compañero de club.

—Sé que es mentira porque yo... —el mayor respira profundamente y decide contarle— escuché a Byun confesar que él fue el autor del rumor.

—¿¡Qué!?

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