ix.
Su último día en Europa fue de salir a turistear por las hermosas calles de Londres. Le era difícil acostumbrarse a mirar hacia el lado contrario para cruzar la calle, pero, para su mala suerte, ningún inglés lo atropelló, llevó al hospital y le dio una historia de amor de un día, como las de las películas o... Bueno, Peter nunca había visto una película donde sucediera algo así, pero le parecía que ese tipo de situaciones solo serían reales en la ficción. Sus pensamientos se estaban alargando y haciendo cada vez más locos en lo que se iba adentrando más a la ciudad, disfrutando de lo que había ido a hacer en primera instancia antes de que Fury apareciera obligándolo a salvar en mundo en uno de los mejores continentes para ir a simplemente conocer y caminar. Peter se sentía aliviado y feliz de por fin estar haciendo lo que había ido a hacer. Y en nada más y nada menos que en Londres.
Por su mente se cruzaba Beck varias veces. Seguía temeroso de que el mayor estuviera enojado por su "accidente" de la noche anterior. O, en todo caso, estaría preocupado por saber si realmente lo escuchó gemir el nombre de otro hombre mientras estaba con él. Pero la ansiedad desaparecía rápidamente al recordar más detalladamente los sucesos en aquella habitación de hotel. No sabía si se sentía así por ser la primera vez en muchísimo tiempo en que tenía sexo, pero recordar lo sucedido le daba la sensación de ser deseado, como desde la muerte de Tony no lo había sentido.
Aunque ahí en Trafalgar Square, Camden Town y mientras caminaba a lo largo de todo el río Thames por el paseo de la reina, Peter se dio cuenta de que quizá Ned no haya estado tan equivocado respecto a su afirmación de que a los europeos les encantan los americanos. Y, sinceramente, a Peter le parecía aplicable también a la inversa. No era solo el estilo europeo, el acento y vocabulario refinado o la particular forma de ser tan amable, sino esas miradas que discretamente lanzaban y dedicaban. Cuando Peter se daba cuenta, no lo ocultaban, sino que erguían la cabeza y le sonreían.
"Quizá es cosa de británicos", pensaba Peter sin prestar mucha atención; hasta que Ned se lo mencionó.
—Peter —le susurró sin dejar de caminar a su lado—, no quería decírtelo directamente, pero... te das cuenta, ¿verdad? —preguntó sin dejar de mirar a las demás personas que pasaban junto a ellos dos. Peter lo tomó del hombro para que lo guiara por entre la gente mientras lo veía confundido. Ned se dio cuenta de que Peter no sabía de qué hablaba y suspiró, como si se diera por vencido—. ¡De verdad que no pierdes encanto, maldita sea! Dios, cuánto te envidio, Peter.
—¿Ehh? —la confusión de Peter era genuinamente exagerada y Ned lo notó. Con un movimiento de mano y una cara de ya no poder aguantar a su mejor amigo, exclamó:
—¡¿Y ni siquiera te das cuenta?! ¡Jódete! ¡Jó-de-te! —finalizó Ned medio en broma medio en serio. Peter se negó a dejar el tema a la deriva, ya tenía demasiada curiosidad a saber qué mierda quería decir su amigo con toda esa palabrería. Peter tomó la delantera y llevó a Ned de la muñeca hasta un jardín al lado de Westminster Abbey.
—Resume todo lo que me estoy perdiendo ¡de una vez! —exigió sintiéndose en una película demasiado dramática sobre adolescentes dramáticos. Se dio cuenta y carraspeó—. Por favor, siento que no estoy enterado de muchas cosas sobre mi que tú sí. Dime lo que piensas.
Ned suspiró mirándolo con auténtica lástima. Parecía que lo que fuera a contarle era demasiado obvio para todos menos para Peter, y eso irritaba a Ned. Peter asintió con una sonrisa rogona esperando a que su amigo comenzara a hablar y Ned tomó otra bocanada de aire esforzándose para no rodar los ojos—: No sé qué más secretos tengas aparte de —se fijó que no haya nadie cerca y puso sus manos alrededor de su boca para susurrar el seudónimo— Spiderman... —Peter se acercó, asintiendo—, pero has estado extraño desde hace tiempo. ¡Y no digo que esté mal! Porque muchas veces hubo algo en eso que te hacía feliz y aunque yo no tenga idea por qué, me daba gusto. Hasta que regresamos del Blip y... pasó todo lo de Stark...
—No quiero hablar de Tony —negó rotundamente, apartando la mirada e incluso alejándose de Ned con intenciones de terminar ahí la conversación si era eso de lo que trataba. Sería por la íntima relación que llevaban como un secreto tan importante de mantener incluso más que su identidad o porque recordar a Tony lo deprimía demasiado como para pensar en otra cosa que no fueran sus recuerdos juntos.
Ned calló un momento. Él, por más presente que haya estado en la vida de Peter y tantos secretos y compañerismo juntos los uniera como si fueran familia, intentaba siempre darle su espacio a Peter. Podía simpatizar con él porque sabía muy bien que su doble vida no solo era columpiarse por la ciudad, patear traseros y salvar el mundo. Sabía que había tanto partes malas como buenas que sacarle a eso (y últimamente más malas que buenas, si Ned opinaba sobre la sanidad mental de su amigo) y quería hacerle saber que en ambas caras de la moneda, Ned estaría ahí para él.
—No puedo ayudarte si no me dejas, Peter —dijo Ned en un tono demasiado amable, como para que Peter no tenga que sentirse a la defensiva—. Está bien si no quieres hablar, solo déjame contarte que desde hace tiempo las personas te miran de una manera... diferente. Pensaba que a ti no te interesaba ninguno de ellos, pero ahora me doy cuenta que quizá ni siquiera te dabas cuenta de sus coqueteos.
Peter intentó no sonrojarse, pero fue casi un reflejo. Apenas se dio cuenta que ya habían sido varias veces en las que Ned mencionaba a Tony y Peter se mostraba incómodo con el tema, queriendo esconder la relación sin darse cuenta que podría verse sospechoso al evitar hablar por completo de Tony. Además, no ser capaz de exteriorizar esos sentimientos comenzaba a sentirse muy mal. Como si estuviera atrapado dentro de su propia mentira. Suspiró al pensarlo; mentiras, mentiras y más mentiras... Se estaba volviendo cotidiano.
Y... teniendo en cuenta el otro punto que mencionaba Ned...
—¿¡"Coqueteos"?! —exclamó con sorpresa, riéndose y esperando a que Ned le dé un indicio de que lo había dicho en broma, pero su amigo se mantuvo serio e incluso se veía incrédulo, como una de esas expresiones que uno haría cuando experimentan un poco de pena ajena pero no saben cómo expresarlo sin herir los sentimientos de la otra persona. Peter carraspeó y retomó seriedad para preguntar—: ¿Estás seguro que era a mí?
—Peter, pregúntale a quien quieras y te dirá lo mismo. Eres literalmente el tema de conversación favorito de toda chica o gay en la escuela —le dijo aún sin poder creer que tendría que explicar lo obvio.
—¿En serio? ¿Desde cuándo?
—No estoy seguro —continuó Ned—, pero yo lo había estado notando desde que invitaste a la chica más bonita, popular e inalcanzable de toda la escuela al baile de bienvenida y luego la dejaste plantada y llorando.
—¡Ned! —exclamó, avergonzado de sí mismo—. Tú sabes que no fue así como pasó.
—No desde tu perspectiva. Mas todos en el baile se dieron cuenta —rió al recordar algo—: ¡y si tan solo supieran que solo te fuiste para pelearte con su padre y luego mandarlo a la cárcel! —dijo divertido y carraspeó cuando vió que a Peter ese comentario no le causo tanta gracia—. Pero en lugar de verte como un maldito, todos comenzaron a hablar de ti como si fueras... cool.
—Wow —Peter recurrió a sus recuerdos de aquellos días que, coincidencia, fue en esa semana, después de encarcelar a Toomes, que había dormido con Stark por primera vez. Tenía sentido, cómo embonaba lo que Ned explicaba con lo que él recordaba. Peter, después de que Liz se mudara y las personas de su escuela comenzaban a tener un crush en él, había estado demasiado ocupado teniendo un amorío muy pasional y abrumador con Tony como para poner atención a los chismes escolares.
—Y... ¿Peter? —llamó Ned, de pronto sonriendo apenado, como si fuera un perrito con la cola entre las patas—. Tengo que confesarte que quizá yo ayudé a que fueras el boom después de lo de Liz... —Peter volteó cuestionándolo con la mirada, apoyándose en una pierna con las manos en su cintura—. Muchos comenzaron a hablarme a mi para contarles sobre ti y todo eso, así que hice muchos amigos gracias a ti y... Te diré algo, ¡pero no te enojes!
—¡Dime! —gritó comenzando a asustarse de que a Ned se le haya salido decir que él era Spiderman.
—Estuve enviando fotos —confesó—. Tuyas —continuó al ver que Peter no se sentía especialmente enojado por eso—. Sin camisa y... así. ¡No muchas! Solo las que me mandabas para presumir o bromeando o capturas de videollamadas o algunas que yo tomaba sin que te dieras cuenta... ¡Pero es que...! Son buenas, jaja.
Peter se carcajeó sinceramente, palmeando un hombro de Ned, quien sonrió también. Sintiéndose aliviado de que Peter se lo haya tomado así, pues en realidad a él no le importaba mucho eso.
~
Pásame unas fotos de las que enseñaste
Mías
Plz
Le escribió a Ned por mensaje, sentado al lado de su profesor el Sr. Harrington (pues el maestro temía que Peter pescara algún síntoma de alergia otra vez) en el avión que los llevaría de regreso a Nueva York.
Bueno
Pocas porque las tengo desordenadas y no las encuentro jejej
Ah, oye :) otra cosa
Que pasó
Te creé una cuenta en lovescort y se la mandé a Brad para que nos creyera lo del prostituto y voy viendo que alguien te califico con cinco estrellas xD Seguro es él¡¡ JAJAJJSHDB WTF??? XDXDXD geiYyy!!
Peter se congeló con el celular en las manos. Wow, ¿cómo iba a explicarle a Ned que lo calificó así porque le había chupado el pene y quería que volviera a hacerlo? Además, ¿¡qué mierda era eso de lovescort?!
*
Capítulo medio improvisado porque tenía mucho sin subir :c Ya, le dedicaré más tiempo y esfuerzo a esta fic, aunque sí les diré que no es nada seria xD yo diría que es más PWP que nada, pero bueno, me gusta escribirla así que: propósitos pal 2020: acabar con esto(?) Feliz año0oo!!
Con amor,
taglet.
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