i.

La parte más difícil de llevar una doble vida nocturna como súper héroe no eran las palizas diarias, ni el hacerse de enemigos peligrosos. Quizá tampoco lidiar con la ansiedad consecuencia de perder una batalla... perder un mentor. Compañero. Un amante.

No, había aprendido a sobrellevar ese tema. Los sentimentalismos para él eran ya cosa con la que había que lidiar, y pensar lo menos posible en ello era una de las soluciones que encontraba viables. Para eso necesitaba ser Spiderman, mantenerse ocupado y pensar en otras cosas.

Así, una cosa lleva a la otra... Y, sin tomar en cuenta lo anterior, la parte más difícil de tener un alter-ego era mentir.

Peter se había convencido de que las mentiras dichas para proteger a la gente que quiere eran las que valían la pena. De algún modo se había acostumbrado a ser un mentiroso para escaparse a combatir el crimen. Pero lo que cada vez se hacía más difícil era creerle. Una excusa es creíble cuando es cosa de una vez, más de dos, tres, cuatro... no. Y Peter sabía que estaba comenzando a perder credibilidad. Quizá el que le creyeran o no era el menor de sus problemas, pero necesitaba cambiar de táctica con respecto a la atención que le daban a sus escapadas para seguir haciéndolo sin tener que perder la confianza de sus amigos. Y él no tenía idea de cómo hacer eso, pero Ned tal vez sí.

—Susan Yang dice que eres prostituto —mencionó Ned tranquilamente desempacando sentado en su cama del hotel de cinco estrellas en Praga. Peter volteó a mirarlo esperando a que dijera que era broma—. Y todos están empezando a tomarle sentido a eso.

Ned rió pero Peter estaba experimentando un tipo de colapso emocional. ¿A una compañera se le ocurrió que el motivo de sus escapadas era porque tenía sexo por dinero y todo el mundo simplemente se lo creyó? Le pareció algo decepcionante la forma en que pensaban sobre Peter.

—¡¿Y no lo desmentiste?! ¿¡Qué clase de persona creen que soy?! —caminó con prisa y a grandes pasos por toda la habitación, intentando calmarse. Ned no le tomó tanta importancia como Peter, de hecho, encontraba el malentendido un tanto cómico.

—Peter, cálmate. No es para tanto —dijo un sonriente Ned poniéndose de pie frente a su amigo, confortándolo con ambas manos sobre sus hombros y una mirada suave, adornada por una sonrisita contagiosa. Hizo que Peter relajara el cuerpo y respirara para seguir escuchándolo—. El día en que estaban mencionándolo también dijeron que es posible porque sí tienes "un cuerpazo" —la sonrisa de Peter desapareció, pero la de Ned se alargó más y continuó hablando emocionado—. Que tienes una tierna forma de ser y una carita muy bonita. Para mi eso suena a muchos halagos, Peter, ¡el rumor te está haciendo popular!

—Yo no lo veo de esa forma, Ned —Peter suspiró y se echó a la cama, desanimado—. No quiero dar esa impresión a la gente. ¿Qué dice de mi el que me deje tocar por dinero? Digo, es un trabajo respetable, pero no se vería muy bien en mi currículum y no necesito esa reputación. Bastante tengo ya con la de mentiroso.

Ned se rindió. Era cierto, no quería que su amigo fuera visto de esa manera, pues su integridad era lo que más importaba. Todavía eran estudiantes de preparatoria, no necesitaban manchar su nombre de esa forma a tan temprana edad. Además, ¿qué haría Peter si el rumor llegaba a oídos equivocados? No quería ni pensar a su amigo siendo acosado por depredadores sexuales, en lo absoluto.

—Está bien, Peter. Tienes razón —habló Ned, sentándose en la cama al lado de su amigo—. Pero eso era lo único que se me ocurría para desviar su atención de ti siendo Spiderman. Y usar la excusa de la pasantía con Stark aquí... —Ned suspiró negando con la cabeza. Y Peter se talló los ojos. Algo se le ocurriría. Algo.

~

Todo estaba listo para la misión. Vestía el traje provisional negro debajo de las ropas más elegantes que había empacado, listo junto con sus compañeros para ir a la ópera, dejarlos seguros ahí y después irse a derrotar al último Elemental junto con el señor Beck. O, bueno, Mysterio.

—Tú también te ves bonito hoy —le dijo MJ con una sonrisa apenada que Peter correspondió, agachando la cabeza ocultando su nerviosismo. Parecía que después de todo el plan para hacer que se fijara en él no era necesario, y eso de verdad lo ponía feliz.

"Parker, ¿estás en posición?" escuchó Peter, haciendo que su cabeza se enfriara de nuevo y se sacudió, concentrándose otra vez en la misión. Salir de ahí era lo que necesitaba hacer, luego podía seguir mirando la bonita sonrisa de la chica que le gustaba.

~

—Ned, dile a MJ que me enfermé o algo. Ya me voy —susurró Peter, intentando ignorar ese nudo en la garganta consecuencia de dejar a sus amigos ahí y todavía con la misma tonta excusa.

—Ten cuidado —hablo Ned serio, tomando la muñeca de Peter con fuerza y mirándolo con una expresión entre preocupada y seria, deseándole genuino, toda la suerte del mundo. Peter asintió con la misma seriedad, devolviéndole una mirada severa como muy pocas veces lo hacían. Peter lo abrazó antes de irse y después se volteó hacia la salida.

Caminó tomando aire, dándose prisa para llegar a su posición lo antes posible y que dejaran de gritarle al oído que se tenía que apurar. Pasó casi corriendo por varios callejones sin mucha luz ni gente, escuchando apenas el murmullo del desastre del festival a lo lejos cada vez haciéndose más fuerte, a medida que se acercaba. Pero, de pronto mientras bajaba a saltos largos y ágiles unas escaleras empinadas, escuchó detrás de él como que alguien se resbaló y apenas volteó, vio a uno de sus compañeros sentado en las escaleras, sobándose la espalda baja para calmar el dolor del golpe por el tonto resbalón. Peter miró hacia donde debía continuar, debatiéndose entre ir y hacer como que no se dio cuenta de que lo siguió hasta ahí o ayudarlo.

Y típico del héroe folklórico más empático de Nueva York, decidió lo segundo—. ¿Brad? ¿Estás bien? —exclamó mientras subía de regreso las escaleras hasta él.

—Eh... sí —respondió el otro, apenado—. No es nada.

Peter lo ayudó a levantarse y lo miró esperando a que dijera algo, pero al ver que no tenía intenciones de hablar, lo hizo él—: ¿Qué haces aquí? —Brad miró sus ojos e hizo como que no lo escuchó. Entonces Peter lo entendió—. ¡¿Estás siguiéndome!?

—¿Qué? ¡No, Peter, claro que no! —afirmó Brad, pero para Peter no se escuchó muy convincente, así que se quedó callado, simplemente mirándolo como si supiera que estaba mintiéndole y Brad se rindió—. Bueno, de todas maneras, ¿a dónde ibas?

Ahora el nervioso era Peter—. Ehh... no-, pues... —un fuego artificial explotó sobre sus cabezas y eso le dio la idea—. ¡Al festival! Voy al festival, sí.

—¿Tú solo? —cuestionó el poco crédulo Brad y Peter asintió rápidamente. Brad levantó una ceja sin estar muy seguro de creérselo aún. Pero lo había seguido hasta ahí y no se separaría de él hasta saber cual era su problema, qué es ese secreto que oculta con tanto cuidado—. Bueno, te acompaño.

—¡No! —lo detuvo del hombro antes de que siguiera bajando escaleras y, cuando Brad se volteó confundido, él le sonrió—. Es que... no creo que quieras ir conmigo.

—¿Por qué no? ¿Vas a encontrarte con alguien que no conozco?

—Ehm... sí —respondió sin pensar—. Sí, voy con un amigo... de mis... —su tono de voz bajó esperando a que Brad no lo escuchara. Era increíble que aunque tenía tiempo inventando excusas y mentiras, aún no se acostumbrara a decirlas de frente. ¿Cómo rayos lo hacía Ned?— de mis... papás.

—Oh, ¿en serio? —Peter asintió. Brad asintió—. Claro.

"¡Parker!"

—¡Sí! Eh... Bueno, ya me tengo que ir —apuró Peter, pero Brad parecía sin intenciones de regresar con los demás. O más bien, parecía sin intenciones de dejar a Peter en paz—. ¿Nos vemos después?

"¡¿Posición?!"

—¿Por qué sigues mintiendo? —Brad se detuvo frente a Peter, sin permitirle irse hasta que respondiera, pero él y quien fuera que estuviera gritándole por el auricular lo estaban sacando de quicio.

"Parker, ¡te necesitamos YA en posición!"

—¿¡Qué!? —Peter no sabía ni a quién responderle primero.

—¡Dime la verdad! ¡Te escapas por las noches...!

—¡Ah, sí, Brad, luego te cuento. ¿Sí? Tengo que...

—...Regresas hasta el siguiente día...

"¿¡Dónde estás?!"

—Es que... Bueno...

—A veces, ¡hasta golpeado!

—No, es que no...

"¡...Spiderman!"

—Vendes tu cuerpo, ¿verdad?

—Brad, tengo que...

—¡No vas a ningún lado hasta que obtenga una explicación!

"¡PARKER, AHORA!"

—¡Bueno, sí! Es cierto. Soy —cerró los ojos—...prostituto.

Brad se pasmó. No sabía qué decir o hacer y simplemente se quedó de pie, dejando que Peter se fuera corriendo a toda velocidad bajando las escaleras detrás de él, sin decir nada más.

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