03 | Capítulo 3




En la habitación, JungKook tomó del rostro a Moon para besarla y llevarla a la cama, cuando la empujo para que ella cayera en el suave colchón, su teléfono comenzó a sonar como loco y entre la desesperación lo apago, para luego tirarlo a cualquier parte. Si se llegaba a quebrar, compraría otro sin importarle. Continuó hasta quitar completamente la ropa de ambos.

Tomo las piernas de su novia hasta tenerlas en sus hombros, quería demostrar que tenía el control que perdía al ver a esa mujer que lo tenía colgando de un hilo, estaba enojado y le gustaba que Moon cumpliera sin rechistar todas las fantasías que a él se le cruzara en la mente.

En esas cuatro paredes apreciaron todo tipo de actos que ejercía JungKook para vaciar su enojo, aunque los pagará Moon, que lloraba por llegar a la sobreestimulación. Fuera de la habitación se podía escuchar los gemidos roncos por lo afónica que podía quedar Moon. Cuando ambos llegaron al clímax, se encontraban extasiados por lo que no pudieron concluir el día anterior. Sus cuerpos se relajaron y se durmieron al poco tiempo después.

El sueño había sido desvanecido del cuerpo de JungKook que después de un tiempo despertó, miraba el techo blanco procesando todo lo que había pasado y como se lo haría pagar a esa nefasta mujer que no salía de su cabeza. Una notificación que encendió el teléfono de Moon lo hizo que quitara su brazo que se encontraba bajo del cuerpo de ella para acercarse al celular.

No era de revisar la privacidad de sus parejas, pero la curiosidad lo invadió por primera vez, viendo que solo tenía notificaciones de llamadas perdidas de su madre. Bufó por lo insistente y enferma que era la mujer. No había más información que solo correos de promociones para ser embajadora de algunas marcas, no había amistades que le preguntarán por su día o pretendientes locos que no dejaban en paz luego de enterarse de que tenía pareja. Sabía que ella era complicada para tener una relación con otra persona, por el miedo de que la utilizaran por el dinero de su padre y eso lo hizo tener una punzada en su pecho.

Sabía que era relativamente triste la nula interacción que tenía Moon con la sociedad. Para quitarse esa sensación de mal estar que había adquirido luego de revisar el teléfono más vacío de su vida, ya que el único movimiento de conexión externa de Moon solo era él. Se levanto hasta buscar su teléfono y encenderlo, para ingresar al baño. Se tomaría una ducha para quitarse todo pensamiento negativo que pasaba por su mente. Pero una llamada que lo sobre exalto, hizo que lo contestará de inmediato sin darse cuenta quien era la persona que hacia la llamada.

La voz de DeJi salí molesta del otro lado de la línea pidiendo que se tenían que encontrar urgente en donde tendrían simple privacidad y sin cámaras a la vista, hizo que JungKook se terminará de bañar de manera apresurada y que de esa misma forma se cambiará. Al salir del baño, se acerco a Moon que no se movía en absoluto de la cama y le dio un beso en la frente para marcharse de la habitación. El recorrido había sido tortuoso, quería llegar lo más antes posible para estar en los brazos de DeJi.

Al llegar a la cocina, pudo ver a unas personas conocidas e ignoró que existían, pasando a su lado como si fueran simples empleados. Algunos se percataron de la dirección a donde iba e ignoraron de igual manera, no querían perder su trabajo, como tampoco tratar con una persona que era un completo prepotente como era JungKook.

En la oscuridad de una habitación que era más bien una bodega, JungKook sintió una uñas acrílicas que se encerraba en su muñeca para jalarlo hasta la parte más apartada de la bodega, al estar cerca de la parte iluminada donde lo esperaba DeJi, él se lanzo hacia los labios de la mujer para reclamarlos como suyos. La desesperación de JungKook se hacia notar por todos lados, se volvía un completo sumiso al estar cerca de la mayor que mostraba tener todo bajo control tanto en su vida como en esa clandestina relación.

No hizo falta palabra alguna, sabían a que iban. Por muy enojados que estuvieran e intentaban provocarse los celos más enfermizos, siempre caerían por el otro al punto de que no necesitarían hablar para resolverlo. Sin embargo, la sumisión de JungKook no duró mucho, ya que cambio su fuerza para cargarla y llevarla hasta una mesa vieja que solo sostenía cajas. JungKook sentía un completo asco al estar en lugares tan asquerosos que intento ignorar al quitarle la bata de seda que tenía puesta DeJi.

Las dos pares de manos no dejaban de recorrer el cuerpo del contrario para memorizar como se contraían los músculos y la reacción de las pieles al contacto con el aire frío. Mientras JungKook besaba y mordía el cuello de DeJi sin demasiada fuerza para no dejar marcas. Ella se centraba en bajar el pantalón de pijama que él tenía puesto, moviendo a un lado la ropa interior para que él ingresara rápidamente.

La penetraba con fuerza para demostrarle que él tenía el control por esa vez, que lo hizo enojar y se desquitaría. DeJi lo recibía a gusto, sabía que lo había provocado tan bien, que le daría como le gustaba, aunque quería ella tomar el control hasta que él olvidará donde se encontraba. Los gemidos eran música para los oídos de JungKook, aunque también le gustaba los de Moon por ser más melodiosos, los de DeJi tenían algo que lo cautivaban a la primera.

Una caja se escucho que había caído junto unos pasos indecisos, quien estuviera ahí tenía el miedo recorrer por todo su sistema. Sabía que si era descubierto en esa situación, tal vez nunca lo iba a contar. Tragó con nerviosismo y se quedo detrás de unas cajas de madera donde había verduras.

JungKook bufó cuando DeJi lo empujo haciendo que se saliera. Ya era la segunda vez que le hacían lo mismo. DeJi se acomodo la ropa interior y la bata de seda.

— Ve a ver.

La voz demandante era notoria, entonces se subió el pantalón y se dirigió hacia el ruido. En la oscuridad pudo apreciar el cuerpo de la persona que se escondía, así que de forma sigilosa y rápida se acerco para atrapar al intruso. Pero todo fue en vano, que al estar en el lugar donde se encontraba, ya no había nadie. Se cuestiono si había visto bien o si se había confundido de lugar.

— No hay nada — comento con enfado, sabía que se le había escapado, al voltear a ver a DeJi arreglándose la vio raro — ¿Qué haces?

— ¿Qué crees que hago? — se levanto de la mesa donde se encontraba sentada — Hay una cena en el comedor principal. Moon lo organizo, así que no te propases con ella.

— ¿Como quieres que no lo haga? Es mi novia.

Las palabras salieron neutrales, como si quisiera provocarla y burlarse de la situación de madre preocupada.

— Lo digo en serio Jeon, es mi hija y no quiero que la dañes.

JungKook al escucharla hablar de esa manera, se acerco y la tomo del mentón para obligarla a verlo al rostro.

— Dices que no la dañe, cuando tu serás la primera que dañará su confianza y si se llega a enterar, no seré el único con el que tendrá conflicto. — le soltó el rostro con fuerza — Así que deja de hacerte la madre preocupada y ve a ser la esposa modelo para esa maldita cena.

Sin más se marcho con más estrés y enojo del que llegó, dejando a una mujer asustada por una actitud que nunca había demostrado. Sabía que era una persona un complicada de tratar cuando estaba enojado, pero verlo ser de esa manera la asusto en como podría ser con su hija.


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